viernes, 10 de junio de 2011

Atlantes y Erinias: La ida al pueblo:populismo y terror (y6).

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La ideología de dominio totalitario produce relaciones de obediencia sumisa e inconsciente a la violencia del Estado y a grupos minoritarios terroristas. Se propagan actos particulares y universales de obediencias inconscientes o conscientes a los imaginarios del terror. Represiones psíquicas impuestas por los aparatos represores de agresión y distorsión persuasiva. Los imaginarios del terror se propagan a mayor o menor velocidad por la mayor o menor resistencia a la manipulación de la verdad. Un factor multiplicador de estos imaginarios es la agrafia de la ignorancia. Ésta se perpetúa en los colectivos marginales, que estratifican periodizaciones crónicas, económicas e ideológicas, de subordinación a la supervivencia extrema.
Los imaginarios del terror cambian en la variabilidad de las desigualdades de clase. Su presencia activa es constante por la vinculación de los subordinados a los subordinantes. El campo de fuerza del modo reproducir la vida económica y mental se degrada en el conjunto totalizador de la sociedad del terror.
Las imágenes del terror se quedan fijas y se grapan perpetuando la conciencia desgraciada del hombre fragmentado por el lenguaje simulador de la experiencia vital. La verdad del hombre fragmentado se queda en la angustia repetitiva de las escenas- eco del inconsciente. El reflejo del terror se multiplica en la angustia del sentido de lo inhumano. El imaginario máximo del terror histórico es la de grupos de víctimas desnudas en las cámaras-duchas, gaseadas con gases tóxicos.
La metáfora de la realidad del imaginario del terror sólo se descifra en un espejo quebrado por la memoria del tiempo. Es el fraccionamiento-ruptura de las imágenes del terror sin la coherencia del método y el adiestramiento.
Se diría que la definición sistemática de una época histórica se corresponde con el terror que la manipula hasta la enfermedad mental y el exterminio colectivo. Una intensidad específica de terror verifica la sumisión de la sociedad a los aparatos del poder. El grado de contradicción alucinatorio se intensifica en los imaginarios- ecos del pasado.
Los estallidos pánicos del individuo y de los colectivos se enfrentan a lo real, sobredeterminado por las acciones imperativas de las huellas mnémicas del tiempo traumático. Lo imaginario del terror deforma las vivencias para no existir fuera del miedo.
La función activa del terror de lo imaginario-eco es dejar sin respuesta activa al individuo. La unidad real del hombre es desajustada por la unidad imaginaria del terror psíquico. La unidad de la totalidad real también se desplaza en psiquismos colectivos de terror. La conciencia real del individuo y del grupo social se desajusta en la resignación extintiva de la sumisión y la ignorancia. El desajuste de realidad y terror permanece desenfocando en el dolor de pretérito que se actualiza por adherencia de lo imaginario a lo vivido.
Para comprender el terror totalitario se ha eligido el terror del sistema social autocrático y las acciones de respuesta terrorista de minorías, que provienen del exterior de los centros de poder totalitario de represión.
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La corriente práctica y teórica del terror del populismo ruso, (narodnik), habría de manifestarse en dos direcciones políticas:
a) Una revolución socialista campesina. El Mir (comunidad rural) como base en la que habría de iniciarse el camino hacia el socialismo, junto a la colectivización de la tierra y sin necesidad de un tránsito previo por el capitalismo burgués. Esta ida al pueblo fracasó. Los campesinos querían la propiedad de la tierra, pero no entendían el derrocamiento del zarismo.
b) Entonces una fracción del populismo ruso abandonó el postulado de la lucha por la tierra y se dirigió a la utilización del terror como arma política. La utilización del terror para atraerse a las minorías más radicales de campesinos marginados, obreros y pequeños productores arruinados por las sucesivas crisis económicas de las últimas décadas del siglo XIX.
c) Los postulados del populismo ruso de la vía al pueblo por la propiedad de la tierra o la vía al pueblo por el terror han sido una invariante revolucionaria en el siglo XX en la mayoría de países con mayoría social de campesinos.
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François-Noël Babeuf,1760-1797), político, teórico y revolucionario francés postulaba la organización de la sociedad sobre la base del trabajo en común y una revolución social que debía completar la revolución realizada desde 1789, defendiendo, incluso, el empleo de la violencia y la necesidad de un periodo de dictadura. Firme defensor de la abolición de la propiedad privada y del derecho de herencia, así como de la colectivización de la tierra se le puede considerar como un pre-anarquista. Babeuf, sin medios legales creó un comité de insurrección secreto compuesto por siete miembros, entre los que se encontraba él mismo y lanzó una campaña de publicidad destinada a agitar a las clases populares. La campaña debía terminar con un levantamiento, la Conspiración de los Iguales que pretendía derrocar al Directorio y poner en vigor la Constitución de 1793, que nunca había sido aplicada. Pero el Directorio estaba informado de la conspiración y los conjurados fueron detenidos por la policía. Babeuf es ejecutado el 27 de mayo de1797.
Babeuf fue el revolucionario inspirador de la formación de minorías secretas, que se enfrentaron durante el siglo XIX al absolutismo de Estado, y a su vez cayeron en la mística negativa del grupo cerrado en su alienación.
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El gran terrorista ruso del siglo XIX fue Sergei Nechaev Guennadievitch (1847-1882). Fue nihilista y revolucionario, partidario del terrorismo. Fue perseguido por la policía del Estado ruso. Se refugió en diversos países europeos. encontró a Bakunin y escribió el Catecismo del revolucionario. Durante 1869, Nechaev regresó ilegalmente a Rusia. Fundó un grupo revolucionario: "La gente de la retribución", y organizó el asesinato del estudiante Ivanov, a quien acusó de traición a la patria. Nechaev regresó a Suiza donde fue extraditado a Rusia en 1872 por la Ojrana. Fue condenado a veinte años de trabajos forzados en Siberia. Murió de escorbuto mientras permanecía encarcelado.
El asesinato terrorista del estudiante Ivanov conmocionó la “inteligencia” rusa. Inspiró a Fedor Dostoievski en su novela Los demonios (1871). Dostoievski dijo de la concepción política de Nechaev, que atribuyó a su personaje Chigaliev:
“Para Nechaev la traición al grupo terrorista se debe denunciar ante el grupo que debe pronunciar su juicio como un deber. En el grupo terrorista impera las mística del mundo es de todos y todos para todos. Todos son esclavos e iguales en la esclavitud. La calumnia y el asesinato de un miembro del grupo, en casos extremos, se debe sobre todo a la igualdad. En esta mística, hay que bajar el nivel de la crueldad para acceder a la intuición y el talento del individuo. Los esclavos deben ser iguales sin despotismo, ni libertad ni igualdad, ya que en un rebaño debe reinar la igualdad. En el grupo terrorista se impone la jerarquía de la obediencia sin respuesta. La igualdad dentro del grupo lo convierte en un rebaño.”
Nechaev necesitaba la disciplina del terror para que se acentúe el sufrimiento del pueblo, que se encuentra sin el valor para rebelarse. Esta es la idea central del terrorismo nechaeviano. Pensamiento que se pondrá en práctica en los años 30 del siglo XX por los partidos políticos totalitarios.
"Los compañeros revolucionarios deberán, siempre que sea posible, discutir y resolver en forma conjunta y unánime todos los asuntos importantes, en cuanto a la aplicación del plan diseñado, todo el mundo debe trabajar solo para lograr la acción destructiva. »
Bakunin escribió lo siguiente sobre Nechaev:
" Poco a poco llegó a estar convencido de que para construir una empresa política se debe basar en la política de Maquiavelo y abrazar completamente el sistema de los jesuitas: la violencia sólo al cuerpo y al alma de mentir. La verdad, la confianza mutua, la solidaridad que existe entre una docena de individuos que forman el sanctus sanctorum de la sociedad.”

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De nuevo la mística negativa de la salvación o condenación del grupo elegido. La salvación queda subordinada y condicionada al ingreso en la comunidad. Será una moral práctica, por la que el revolucionario deba hallar su salvación en una subjetividad irreflexiva al daño de la colectividad. La moralidad del grupo queda más allá del asesinato. No se detiene en la certidumbre de la culpa moral. El personaje de Dostoievski sitúa la salvación del individuo dentro del grupo conspirativo. “Todos somos culpables de todo y por todos.”
Los dirigentes de las masas totalitarias llevarán el terror general a toda Europa desde inicios del siglo XX hasta el final de la II Guerra Mundial.
El terror político y metafísico totalitario será una invariante de fatalidad y genocidio sobre millones de hombres. Los partidos políticos totalitarios piensan la finalidad de sus actos desde el fatalismo terrorista del grupo y su credo: “Todos somos culpables de todo y por todos