martes, 21 de abril de 2015

Psiquismo y reproducción económica.


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Ha aparecido una momia preinca recientemente, así ella es como una aparición sorpresiva de un hallazgo histórico en el lugar  final de los desechos en un basurero de Perú. Los ladrones de la momia han debido de arrojarla, por miedo a su detención o por falta de demanda precio a un  contenedor de basura. La momia expresa en su deformación ostensiblemente el horror de la muerte presentida en la tortura del instante.
 El maxilar extremadamente deformado, expresando el dolor de un grito agónico sin esperanza. En ella, en la momia, está la expresión inhumana de un animal sacrificado. Es como si quedara dislocada la experiencia de vivir, cercada por la certeza de la fuga del flujo vital. Ella es la imagen de la nada ante la negrura del tiempo. No se sabe si fue su muerte natural o la víctima de un sacrificio. La transgresión del tiempo de su historia están dentro de su grito agónico. Ella es como si fuera un aviso gestual, una boca de arcilla abierta y húmeda, donde se hubiera introducido un puño de hierro para formar su boca deforme. Tal vez ella era el miedo a la revelación intuitiva de su forma de morir, y que le obligaba a sellar el grito con un puño de hierro en una masa de arcilla húmeda.  Su espanto del tiempo infinito de la muerte fuerza su testimonio de los sacrificios rituales, configurado con ellos a las divinidades de las relaciones de la tierra y el cielo, del agua y la sequía. La fecundidad y la esterilidad. Hay en ella, un grito momificado que bien pudiera compararse a los muertos en los campos de exterminio de la II Guerra Mundial. Hombres, mujeres y niños formando montoneras de cadáveres casi momificados o momificados, que expresaban, en su martirio, la denuncia del grito de los inocentes contra los verdugos. La sustitución de la ley moral por el crimen organizado como un proceso de producción de muerte. La sustitución de un orden moral por un método de exterminio. Dios sustituido por las élites del poder de la violencia de los cuerpos militares pretorianos.
 Era la muerte industrial del totalitarismo de Estado como una organización mafiosa de la jerarquía del crimen organizado a nivel de las instituciones civiles y militares, con la expansión ideológica de un modelo de exterminio global bajo los indicadores étnicos de la raza y la expansión militar conquistadoras de la jerarquía de la vida y de la tierra. Conversión de la ley moral en la ley de la violencia mecanizada en un código de frases incrustadas y alineadas amontonadas en la irracionalidad del lenguaje autoritario.
En la momia incaica hay la posible tortura religiosa del rito, que encadena la improductividad de la tierra, sus rendimientos decrecientes, con la fertilidad de la sangre. La aristocracia  sacerdotal de los sistemas sociales comunitarios primitivos establecían su jerarquía de poder social sobre los rendimientos crecientes o decrecientes agrarios y los sistemas cosmológicos, que influyen imaginariamente sobre la producción agraria excedentaria y el orden divinizado de las jerarquías de poder de casta.
 Se presiente la unidad sistemática de sangre y las variaciones de la producción agraria, en la crueldad de los crímenes rituales de las organizaciones agrarias comunitarias, tributarias de excedentes económicos. Las relaciones de dominio y producción necesitaban apoyarse en los rituales cosmológicos y biológicos. La escasez de producción de alimentos originaba desórdenes sociales entre campesinos y los nobles de casta. Entonces los rendimientos de productividad decrecientes desordenaban la magia de los privilegios y se retornaba ficticiamente a ellos mediante la simulación ritual de la  fertilidad de la tierra y de la sangre humana derramada por la víctima.
El terror directo del castigo y el miedo inducido por la inseguridad son factores económicos de rango fundamental, tanto en las organizaciones sociales comunitarias de la tierra  como en las organizaciones sociales urbanizadas por la  tecnología  industrial y la comunicación.
El miedo a poderes sociales e ideológicos religiosos trascienden la vida cotidianidad en una  huida a lo subjetivo del miedo. Pero el miedo a la supervivencia es un factor de producción. Los individuos trabajan asustados por sus bajos rendimientos y el castigo que implica. El terror provoca crecimientos de la intensidad del desgaste extra del trabajo y su acortamiento de la longevidad de la vida, Se produce más, porque el individuo es reprimido por la censura psíquica del orden exterior y del orden interiorizado de la obediencia. El psiquismo de las variaciones de la productividad social por los mecanismos traumáticos han sido practicados por la ideología religiosa y política. Los sacrificios humanos de los sistemas económicos tributarios marcan un extremo superior de la intensidad del trabajo por el miedo. Los sacrificios humanos intensificaban la necesidad del crecimiento de la producción. Este crecimiento de la producción se daba y ejercía en la extracción del sobre trabajo excedente de las tierras cultivadas por los campesinos en sus parcelas de uso como en las tierras estatales. El crecimiento del excedente económico de valores de uso iba acompañado de la variabilidad cuantitativa de la  intensidad de la fuerza de trabajo en el ciclo económico  victimario.
 La falta de productividad, o de la escasez natural del ciclo de reproducción de valores de uso y la reproducción de los significados religiosos victimarios, multiplican la identidad de la realidad excedentaria estatal y la violencia del terror organizado por el lenguaje gestual simbólico, ante  las transgresiones de las víctimas en sus rendimiento de producción crecientes o decrecientes, rendimientos del sobre trabajo expoliado que debe sufragar las amplitudes mecánicas del poder religioso y estatal.
A mayor organización represiva del Estado, mayor excedente de valores de uso gratuitos extraídos del trabajo excedente de las comunas campesinas. Una transferencia del excedente económico por una relación de distribución desigual  entre los campesinos y el Estado.
Si disminuye la producción se reduce la parte de consumo campesino y se mantiene el sobre trabajo estatal. Sin continúa la reducción del excedente aumenta correlativamente el sacrificio de la tortura, que intensifican  los dioses conciliables con la religión de la tierra y los imaginarios simbólicos  de crueldad sacerdotales y estatales.
La propiedad de los gestos simbólicos, de los cálculos astronómicos y de la escritura, es de la nobleza sacerdotal. Los campesinos están vacíos de palabras y llenos de imágenes verbales y el  concepto Multipolar de los agrupamientos demográficos de relaciones de parentesco, agrupamientos de significados sanguíneos,  que acogen al matriarcado o al patriarcado. La interpretación genealógica del sexo determinada la estructura de la comunidad de linaje. La metáfora pura de dominio de linaje exige una obediencia  interpretadora de medios económicos, semillas y herramientas, que traslucen relaciones de desigualdad.
El código sanguíneo se anexiona la igualdad y la desigualdad  para separar los linajes opuestos por la sangre, semilla de perpetuidad para ser  la costra de la supervivencia del grupo. La transmisión metafórica del origen en su oposición al lenguaje del dominio estatal. El medio social de régimen de la consanguinidad como realidad del agrupamiento de la continuidad social.
Importa el concepto de excedente económico como medio que transmite el contenido de formación de las jerarquías y las servidumbres. El medio de explotación del uso de la tierra se convierte en el flujo económico de  imaginarios que flotan en las funciones críticas de la resignación al dominio estatal. Como una plaga de adherencias residuales teórico-mágicas se transfieren los sacrificios que ocultan metafóricamente la realidad de las luchas sociales. Las metáforas simbólicas verbales cambian los instintos de rebelión en pasivos reflejos de rebaños domesticados.

 Los signos manipulados se van inscribiendo en el cuerpo  de la existencia de los dominados. La esencia de la existencia viene a ser la manipulación de los poseedores de los medios simbólicos. La  tersura del Ser de la servidumbre  convierte en rugosa la piel de la tierra. De este dominio servidumbre debe despegarse Una Voluntad Única sin crítica, de organización punitiva de los elementos antagónicos de la realidad instrumental de los manipuladores. El universal irracional y categórico de la momificación  del individuo ante la inautenticidad de su existencia en una reproducción  psíquica y económica.