lunes, 23 de abril de 2018


TITULO: El caso Calvi  y la democracia  cristiana.

Personajes: Juan Grim, Margarita, Osorio, Amescua, Calvi, Ososrio, Príncipe, Cardenal WU,El individuo de la casulla, Beer, Pocio. Laura, Lolo, Masones 1,2y 3.Coro de bailarines.
Acto Primero:
Una sala de reuniones. En el foro una reproducción en grandes dimensiones del Juicio  Final de Miguel Ángel. A ambos lados de la misma, balcones con las cortinas corridas. A la derecha mesa de tablero ovalado y con sillas de alto respaldo de terciopelo verde. En el primer término derecha una mesa y sillones En los laterales puertas.
Una lámpara de pie encendida. 
                                     
Escena I.
( Largo silencio. Se abre una de las puertas y entra Juan Grin. Tiene cincuenta años,  traje  clásico.)
Juan Grin.- ( Se detiene ante la mesa de despacho. Con los dedos de la mano derecha roza el borde de la mesa en actitud ensimismada.)
En las fealdades de la lucha política, yo, el siervo, tengo que esperar entre la necesidad y la libertad, la  Historia y la locura. Fui elevado por el grupo de presión a la primacía del honor y a la vez marcado como esclavo y encadenado al murmullo del miedo y a la infamia de la hipocresía.( Sonríe).Mi voluntad se enreja a la sumisión de mis valedores.(Pausa). Esta tarde el comité de vigilancia se orientará a un nuevo candidato. Feas brújulas la de los electores, aunque siempre bien orientadas al Sol de la corrupción. ( Mueca despectiva).Pueden decidir mi relevo. Usarán las frases habituales para arrojarme como un trapo: el cansancio de la opinión pública, el desgaste de la imagen, las encuestas desfavorables... Trigal donde los cuervos revolotean.(Sonríe). El hombre político debe ser aplastado bajo la suela de un zapato de intereses materiales. (Pausa).
¿Hay en mí desatino en la firmeza por avanzar entre los escombros  seniles de viejos gobernantes que se deshilachan, en las decisiones monetarias y fiscales y en el  delirio del lenguaje de la democracia, mientras la gente traba su vida a la violencia del desempleo y el  endeudamiento?.
( Se retira de la mesa y se acerca hasta el ventanal. Se escuchan ladridos. Largo silencio. Entra Margarita. Mujer de Juan Grin. Treinta y cinco años, alta, bella y elegante. Observa  a Juan Grin).
Juan Grin.- ( Se vuelve a ella y sonríe desganado). ¿ Qué ha sucedido?.
Margarita.- Aún la puerta está cerrada.
Juan Grin.- La demora me favorece. En los portafolios del comité de vigilancia sólo está el papel blanco de la incertidumbre.
Margarita.-  Tal vez estén mezclando a los elegidos y se espere que Él corte en la baraja de naipes.
Juan Grin.- ¿Está presente Él?.
Margarita. No se sabe exactamente. A las dos de la tarde hubo un revuelo en los murmullos. Cuando llega Él, los mochuelos aduladores saltan sorpresivamente de sus escondites y la serpiente de la vileza sube por árbol del oportunismo.
Juan Grin (Preocupado). Con Él es imprevisible la decisión última. (Pausa muy breve). No gusta de la clemencia.
Margarita.- Es inclemente si ante Él  no está el sujeto que administre eficazmente sus alianzas políticas y sus intereses económicos. En caso contrario suele esperar y mantener a los herejes sin quemarlos.
Juan Grin.- Él desconoce  la estrategia política necesaria en este instante.
Margarita.- (Con doble sentido) En particular la de los débiles.(Pausa). Juan, por el momento, eres un hombre carente de fuerza dentro de los miembros del comité de vigilancia. Él  lo sabe y huele tu extenuación. (Pausa) Podría llamarte para gozar con tu miedo.
Juan Grin.- Ellos están cegados por la iluminación del enemigo infinito, de un terror que les impide abrir nuevas alianzas de gobernabilidad. La finalidad del poder está en evitar que la desesperación absoluta  y que los intereses contrapuestos no se conviertan en el efecto violento de los iluminados. La barbarie no tiene cabida en la asimetría de la estrategia política. Los hombres son gobernables.(Pausa). Es necesario impulsar la alianza de los desamparados y la minoría desquiciada por la riqueza. Esta es mi oferta a los ciudadanos de hoy.
Margarita.- Entre los párrafos de tu texto político están las rendijas de los censores. Los surcos invisibles de la sospecha. Debajo de tus palabras seráficas se emboscan  los intereses de grupos económicos, militares y mediáticos.(Disculpándose) Que yo te diga esto, es ridículo. Tú conoces la situación actual. El desconcierto y la soberbia están armados. En una sociedad en la que decide una minoría los actos simulan, no son benefactores e igualitarios, no implican finalidad ética. (Pausa muy breve). La gente  sabe del doble uso de los sinónimos y de los disimulos. Ahora las palabras traen el pegamento democrático autoritario y se traducen en clave salvadora.
Juan Grin.-  No hay un equilibrio entre lo real y lo racional.
Margarita.- (Desalentada)Tú has querido imponer la relación del conocimiento y la realidad.( Suspiro expresivo) Establecer reglas de juego político entre los desesperanzados y la minoría que determina la depauperación mental y física.
En cierta forma te  has precipitado por pretender un pacto de la necesidad y la libertad.
Juan Grin.- ( Convencido) No ha sido precipitación. Era imperativo enlazarse a un acuerdo de convivencia normalizada, en una sociedad que soporta la crueldad irrefrenable de una minoría ensoberbecida por la completa instrumentación de la falsedad y en saber manipular la colectividad hasta el límite de la postración económica y moral. Pero los hechos demuestran el desgaste de la manipulación. No basta el uso de los modos de comunicación que intoxican para manipular la conciencia de los que sufren. No.
Margarita.- La mentira, como el maquillaje en un rostro gastado, no impide que pueda entreverse la decadencia y el artificio.
Juan Grin.- Se olvida que se han necesitado dos guerras mundiales y décadas de guerra fría para integrar a las masas en la democracia liberal. Los hombres no son objetos absolutos de las leyes de  manipulación. No se usan y  arrojan.
Margarita.-(Repitiendo un texto de Juan Grin). El supremo arte de la política consiste en desenmascarar en determinados momentos históricos la irracionalidad de la miseria. Decirle a la minoría dominante que la libertad no enmascara los gritos de los hacinados en los basureros de las grandes ciudades. Ni cuando la miseria desengancha a las masas de la libertad, prender con fuego la basura o precipitarla por la ladera del vertedero hasta que caiga sobre los tejados de latón de las chabolas. (Pausa) Juan, cuando uno repite tus palabras en voz alta sabe que son absolutamente radicales.
( Juan Grin se sienta. Margarita se coloca detrás de él  y pone las manos sobre los hombros.)
Juan Grin.- ¿ Nos acercamos al final de la utopía?.
Margarita.- No, no.(Pausa). La incomprensión de los regentes del partido te desalienta. Tú eres necesario. Cualquier época social necesita un hombre extraordinario e incluso cuando esta época es falsa se requiere inventarlo.(Pausa) Tú has gravado como un imperativo la alianza política de la democracia cristiana y la socialdemocracia.
Juan Grin.- (Le acaricia las manos) Y ese hombre extraordinario sólo pretende que haya un muro de contención contra el egoísmo, que haya un límite en la brutalidad. (Pausa).
Al asumir la trascendencia moral del hombre, me llegó una fe paradójica. La fe me obliga a no desesperar y el sufrimiento a la acción. (Pausa breve) Si uno espera dentro del dolor sin mover una mano para combatir la injusticia, entonces no es un hombre. La fe en la redención, es una fe concreta que impulsa a la acción, a elegir la  trascendencia del ser humano.
Margarita.- Los hombres son reales. Las condiciones que los dominan no provienen de la fe o del escepticismo. Las crean ellos con su trabajo. La impaciencia en la acción, la ausencia de análisis, la irrealidad, llevan al fracaso.(Pausa) En estas últimas semanas, tus contactos clandestinos con el líder socialdemócrata han sido precipitados e inoportunos.(Pausa) Te faltan aliados dentro de la democracia cristiana.( Juan Grin mueve los hombros). Sé que los tienes, pero hay que prever su fidelidad en el momento que pretende la ruptura del inmovilismo de la jerarquía política y financiera.¿ De verdad crees que los banqueros admitirán el crecimiento de la morosidad?.¿ Que los conviertan en deudores en lugar de acreedores?.
¿O que los mass-media se entregarán a desenmascarar la manipulación de los precios monopolísticos, las operaciones especulativas de bolsa, la política inflacionaria que redistribuye la riqueza a favor de una minoría que oferta los medios de subsistencia, ideológicos y financieros?.
Juan Grin.- No estoy solo.
Margarita.- No estás solo. Están contigo las dificultades que encuentra un sistema social radicalmente irracional. No es posible esclavizar con los criterios del siglo XIX. No es admisible jornadas de diez horas diarias, contratos basura, el endeudamiento de los asalariados a favor de los acreedores financieros. El porcentaje de población asalariada  es del noventa por ciento y ellos exigen un pacto social que distribuya la riqueza social con criterios ajenos a la propiedad privada.
Juan Grin.-  La historia es un progreso moral continuo.
Margarita.- Pero al final de la historia, en lugar del dios moral quizá nos encontremos con un Estado armado con cabezas nucleares y la voluntad de una minoría dirigente, elegida por un treinta y cinco por ciento de los electores asalariados, capaz de utilizarlas, ya que  se atribuye la democracia de la historia.
Juan Grin.- Me intimida tu lógica fatalista.
Margarita.- ( Señala a la puerta) Ahí fuera  están ellos que sopesan la eficacia de tus intenciones renovadoras.
( Desciende la intensidad de la iluminación)

Escena II


(Juan Grin y su secretario Osorio. Es un hombre bajo, sesenta años, enteco, barba  entrecana y gafas.)
Osorio.- (  Está sentado. La mano derecha en la barbilla en actitud reflexiva Siempre le habla a Juan Grin con respeto).
(Respondiendo a una pregunta de Juan Grin) La inseguridad aviva la destreza. No hay debilidad en esperar el juicio de los oponentes. Ellos no causarán nada más que el daño que supone la defensa de sus intereses. Se harán fuertes en su ceguera y débiles ante el reto de su sustitución. El porvenir está de su parte. No volarán muy altos los grajos.
Juan Grin.- Osorio, usted gusta de las imágenes.
Osorio.- Los fabulistas se sirven de los comportamientos de los animales para deducir el de los hombres.(Persuasivo) Los grajos, cuando no vuelan altos, es que divisan el trigal.
Juan Grin.- ¿ Quiere decirme que no peligra mi situación política?.
Osorio.- Verá. ( Pausa intencional) Cuando valoramos una situación queremos penetrar en ella desde el compromiso con la mayoría. Los lobos no cazan solos. Perdone mi reiteración en revestir a los hombres y a sus intenciones con el comportamiento de los animales, pero me resulta difícil separar lo natural de las actitudes humanas.
Juan Grin.- Continúe.
Osorio.- Si uno de los cazadores espera individualmente obtener mayor ganancia que el resto mediante alguna maniobra de cerco a la presa, se separará del grupo y esperará con esto conseguir alguna ventaja. Ante esta situación, el resto de los componentes bien se considerará aún fuerte a pesar de la deserción o bien se disgregará buscando las ventajas supuestas del primer disidente. La presa ahora tienen más ventaja de sobrevivir.
En la política se intercambia el resquicio actual por la abertura del futuro.
Juan Grin.- Ellos desconocen el futuro.
Osorio.- Pero usted lo está iniciando. La época social  actual estás entrando en su caducidad. Lo nuevo debe suceder a lo envejecido. Si lo actual se vuelve irracional, se actualiza una jerarquía generacional innovadora. (Pausa) Los cadáveres huelen en las trincheras y no por eso los combatientes no saltarán  por encima de ellos.
Pericles declaraba en el ágora: sois libres, porque sois atenienses. No hablaba de la libertad en abstracto. La concretaba para superarla en la acción. Si dejáis de ser atenienses, sois esclavos. Era un principio revolucionario, porque desde las murallas de Atenas se veían los enemigos. Lo evidente acababa con la ilusión de libertad. (Pausa). Él era un político y no un filósofo. Luego, cuando los atenienses habían sido vencidos, Sócrates mete dentro de la conciencia la libertad. (Sonríe) Ahí la libertad ronronea, se interioriza permitiendo la sumisión al juego de la tiranía oligárquica.
Juan Grin.- Usted se está volviendo un peón de la simulación y el oportunismo. Para usted la historia se resuelve en las maniobras del contendiente más osado.
Osorio.- ( Corrigiéndolo) No, no. La libertad no la consigue quien la ladra, sino quien la apresa con la dentadura. Precisando, el logro para el taimado que rastrea y sigue y  muerde y lo festeja con la escudilla.
Juan Grin.- Osorio, usted aprendió en el seminario que la mitra es para el putrefacto.
Osorio.- ¡Considere a sus adversarios!. ¿Quién conjetura que será mitrado?. ( Silencio)  Se levantará uno de su asiento y trepará apoteósico aseverando: nos debatimos entre la libertad o la seguridad. La libertad en esta época es una argucia de la razón práctica,  pero la seguridad implica la ganancia material y la soberbia de dominar a los hombres.
Juan.- Osorio, con esa argumentación, yo, sobre en el escenario, leo un texto que nadie escucha.
Osorio.- Al contrario. Usted, al igual que Pericles, proclama que los hombres serán libres si reconocen en la libertad la beligerancia del enemigo.
Juan Gris.- La verdad, Osorio, me pierdo en la ambigüedad de sus argumentos.(Pausa) O los hombres se elevan por encima de la corrupción o perecerán. La lucha política admite sólo el arrojo de difundir un humanismo de fines. Una minoría dominante se  ha vuelto irracional y exhibe el  despotismo más execrable a título de la libertad y la paz.
No reconozco en mi libertad la beligerancia del enemigo, sino su violencia para destruirme como un ser consciente. Digo que es necesario que recuperemos al hombre en cuanto fin. No hay un hombre mixto de medios y fines que sean subterfugio de la degradación colectiva.
Osorio.- Sin embargo, los hombres hacen la historia. Son torturadores y víctimas,  y  la contraposición entre ellos es inevitable.
Juan Grin.- Entonces no hay historia, sólo naturaleza.
Osorio.- Magníficas bestias sin memoria.
Juan Grin.- Osorio, usted delira. La sociedad se mueve, porque los hombres sufren como tales. No se percatan teóricamente de su naturaleza y de las relaciones sociales, sino que las hacen. Su sufrimiento no es pasivo, lo meten dentro de su corazón y pelean por liberarse del sufrimiento  administrado por el enloquecimiento de la minoría dirigente. Sojuzgar  y justificar con  el eterno retorno de los torturadores, obliga a someterse a la mecánica  natural de la violencia y a excluir el humanismo de la historia.
El mal no es natural es historia.
Osorio.- En el retrato de Velázquez, del pontífice Inocencio III, se ejemplifica la inmoralidad del poder corruptor. En los ojos de ese pontífice no hay concepto del mal. Ejercita el poder como goce. La lujuria de saberse con poder para constituir alianzas con la perversión. Si considero su despotismo como efecto de sus instintos y a los hombres en ocasiones que los concretan, entonces la sociedad es comprensible.
Juan Grin.- No basta con comprender hay que actuar.
Osorio.- ( Renuente) Ahora esperamos y no acortamos la espera.
Juan Grin.- ( Bromeando) Inocencio está vivo.
( Se escuchan ruidos y voces).
Osorio.- ( Temeroso) La reunión ha finalizado. La historia está en manos de los fuertes.

Escena III.

(Entra Amescua. Hombre de estatura mediana, obeso, se mueve fatigado, traje, capa y sombrero de fieltro negro. Habla con lentitud y distanciamiento. Se sienta en una de los sillones, cerca de la mesa oval.)
Amescua.- ( Observando los balcones cerrados) ¡Menos luz!.¡ Menos luz! ( Entra un sirviente con una bandeja en la que hay una botella de alcohol y varios vasos. (Al criado).¡Baje la luz!. (  El sirviente baja la luminosidad. Luego sale. Amescua olfatea). Los otros huelen. El rastro de ellos en todas partes. Rastrum. ( Vuelve a olfatear).
Las indecisiones interminables.( Arruga los labios). Pretenden capturar al rey negro moviendo sólo la reina blanca. Un peón se come la reina. ( Reflexiona) Unos y otros se enredan en  particularidades olvidando lo esencial. Sin embargo, lo sustantivo está ahí y de manera inmediata. (Pausa).Nos debilitan las dudas. La pertinaz estulticia de los tambaleantes. Muñecos pegados a una base semiesférica . ( Acompaña con  movimientos de las mano). Ahora aquí, luego allí y vuelta a empezar. ¿ Qué nos aporta Juan Grin ahora?.( Pausa. Vierte alcohol en un vaso y bebe. Reflexiona).
Comes o te comen. Pero la carne cocinada. El progreso del individuo está en la manera que cocina los alimentos. Se necesitan cocineros. ( Burlón). La pregunta es qué serviremos de comer a los invitados. ¿ Qué plato habrá que ofrecer?. El mejor estofado del poder se condimenta con los cambios desde arriba, antes de que el cocinero se desconcierte. ¡ Oh, señor, paladare! El desorden principia en el paladare.(Pausa) Paladear el veneno y escupirlo. El tóxico se usa en beneficio del orden.
Todos aguardan que yo saque la pócima y la suministre. Él debe hacerlo. En  Él confiamos. Yo soy Él. El viejo animal político que hace vomitar a los que comen más de lo dirigible. ( Suspirando) Videns y comilones.(Pausa). Profetas y realistas. El profeta previene y el realista oculta. ¿ Qué oculta el tiempo actual?. Ahí que salir del espejo. Refleja la imagen. El viejo se observa decrépito y el joven vigoroso. No obstante, en el cuerpo del joven está el esqueleto del viejo. Entre los dos, los desatinos y la mesura. (Pausa). La desesperación del tiempo. Pero Él no se queda en ese desenlace de la muerte y la caducidad del tiempo. En huerto epicureano se argumenta que cuando el hombre ya no es, la muerte es  y cuando la muerte es el hombre fenece. Decrépito  embobece por el poder, porque es longevidad. La potencia es  causa en sí. Energía atemporal de medios absolutos y fines inmutables.
( Entra Calvi. Bajo, viste un traje oscuro, movimientos flácidos. Da muestras de cansancio en su conducta. Un sentimiento doloroso lo ensimisma)
Amescua.- (Grita burlón): La mitra al más hediondo.(Pausa breve) Después de todo tus depósitos bancarios entroncan en la omnisciencia.. Dios es omnisciente.
( Calvi se sienta frente a Amescua).¿ Estás descorazonado?.
Calvi.- Un fruto putrefacto y estéril.
Amescua.- Te adelantas a los réprobos. No eres un zapato viejo. Las taciturnas  alcahuetas husmean y bisbisean. (Pausa) Un individuo como tú es siempre el sospechoso. Calvi, tú provienes de los conciliábulos de los negocios sucios. Se dice de ti que eres un condotiero que se interesa en tapar bajo las alfombra cuentas incluseras. Te has vuelto obeso digiriendo pizzas, hamburguesas y ensaladilla rusa.(Pausa) Escarbar en los agujeros monetarios de los servicios secretos  y devuelves el préstamos sin intereses a sicarios. Un hombre como tú sólo se halla en la cuerda del ahorcado.
Calvi.- Amescua, para ti yazgo en una capilla renacentista con el pábilo de un cirio que aclara la estatua durmiente de un bastardo.
Amescua.-  La legalidad del dinero proviene de estupro. El que adquiere el mendigo pordioseando cotiza como el del humilde franciscano. Su posesión nos allana.(Pausa)
El escudo heráldico para todos  es un billete de cien dólares enmarcado. Los símbolos y  el dinero circulan transformados en hambrientos significantes que buscan el espíritu de los elegidos y de la masa social. (Burlón). La igualdad de mercado se equilibra reduciendo o incrementado la cantidad de dinero: compra y vende las cosas y los hombres con dinero.
Calvi.- Necesito de un padre que me adopte.( Se ríe) El banco pasa por dificultades.
Amescua.- ( Grave) Agoniza quien engaña a los clientes. Calvi, verdaderamente el alma deserta con la facilidad del aliento. Se ha llegado a decir que el alma es nuestra respiración. Al estafador se le sella la boca con cera para que no se exculpe. El dinero y el asesinato son los dos filas de una daga.
Calvi.- La subversión cuesta dinero. Los grupos negros de sicarios se prodigan en el lujo. A Simón de Monfort le reembolsaban con bienes raíces su cruzada contra los cátaros.
Amescua.- Fue una batalla entre el díos- hombre y el dios-becerro.
Calvi.- La banca parte al extinguirse la comunión de la pobreza.
Amescua.- Amigo Calvi, tienes que resolver el dilema de la inocencia y la culpabilidad. Los hombres son siempre inocentes. No se mueve en fines, sino con los medios irracionales y por eso la inocencia de sus actos. Los hombres asesinan sin que por eso sean culpables. En la historia no hay moralidad, sólo victimas y vencedores y sobre ellos la desmemoria. (Pausa) Tendrás que argumentar sobre los vericuetos de tu perfidia ante tus acreedores.
Calvi.- La logia me exigió entregar enormes sumas a gente dudosa y no por su catadura moral, sino por su incompetencia para reintegrar lo recibido.
Amescua.- ( Justificativo) Los hombres que garantizan su acción sin honorabilidad no suelen devolver los préstamos. La aristocracia se arruinó frente al burgués, porque usaba el dinero como satisfacción de sus deseos. Sin embargo, el dinero era una palanca para levantarlos de sus mullidos colchones.(Pausa) Calvi, nunca perecerán los burgueses pero sí los guerreros.
Calvi.- ( Exasperado con las evasivas de Amescua) Los nihilistas de derechas no devuelven el dinero prestado  y ese dinero me falta.
Amescua. Un quiebra de tu banco arrastraría una investigación y los jueces nos arruinarían. Tenemos que ganar tiempo. Recibirás dinero. No te preocupes de dónde.
( Distraído) El exceso de verdad deslumbra.
Calvi.- ( Conciliador. Enciende un cigarrillo y expulsa el humo lentamente). Nadie se pregunta qué es una institución bancaria. (Pausa). Su existencia está ahí. Desde los orfebres que extendían recibos por la tasación de los objetos de oro y plata que recibían como garantía de un préstamo y que después los prestatarios lo hacían circular como dinero-papel.  El dinero circulaba porque había confianza en el creador del dinero- papel. La respetabilidad  y la garantía son los avales del banquero.( Pausa). La  matriz del negocio no se ha modificado. Si el orfebre volvía a redactar un nuevo recibo sin respaldo real, el primer depósito era también la garantía. (Pausa) Sólo hay que sustraerse de la inseguridad del receloso, de  la astucia del mercader y de  la arenga del tonsurado iconoclasta de la desigualdad..El papel signo  multiplica al oro.(Pausa) Los sucesos monetarios están mezclados de contradicciones y en el jardín adánico serpentea la serpiente que voluptuosa diferencia la ganancia de la pérdida.
Amescua.- El banquero es un fabulador. A partir de un dinero real se amanceba con el príncipe que aligera el peso de las monedas. El banquero es germinal con ayuda del príncipe. Asustadizo y audaz, andrógino fecunda la economía y la esteriliza..
Calvi.- ( Retador)  Sin duda el último director de escena que atavía de máscara y coturnos al corifeo capitalista.
Amescua.-( Censurándolo) Yerras Calvi. ( Cansino) El Estado legisla y ejecuta la violencia y la convivencia de la parte y la totalidad. El dinero nunca poseerá la decisión última de la cohesión social. Ella está en la violencia cuando ésta adquiere la lógica de   garantiza la civilidad de la naturaleza restrictiva que une al pueblo con la tiranía.
El estado se acopla en utilidad general.
( Triunfal) La sustancia racional del ciudadano es el Estado. Con el Estado finaliza la barbarie.  
 (Echando la espalda contra el respaldo de su sillón) Tu situación financiera no está incluida nada más que en tu ineptitud. ( Oscuridad)

Escena IV.

( Amescua y Juan Grin.)
Amescua.- ( A Juan Grin). A Calvi, le resulta incomprensible entender cómo su banco ha ido creciendo. ¡ Es tan fácil!. La respuesta es entender quién y por qué le confía el dinero.
Juan Grin.- Calvi introduce la incertidumbre en la fe.
Amescua.- Grin. La fe pertenece a un grupo y nunca sólo a un individuo.  Hay que captar a los hombres. Echarles un  lazo a su voluntad siempre indecisa. La adhesión política es un convenio y las dos partes pretenden alcanzar el mejor intercambio. El voto político se identifica con el precio que se paga por la voluntad prestada. La oposición ofrece mayor interés que el partido opositor y busca lucrarse con altas tasas de incredulidad de los electores. Los pequeños grupos sociales de votantes te  entregan un voto temeroso y para asegurarse su confianza conviene que el programa político sea posible como si se les devolviera el primer interés en la cantidad y en plazo pactados. Los unos llaman a los otros. El voto de los primeros decide el voto de los indecisos.( Breve pausa) Sólo una condición,  que el programa político no se transforme en castillo de arena, pues en este caso  se reduce y todo se va desmoronando. Para evitar la quiebra no basta la honradez de líder, sino la integridad de los cuadros del partido.
Los ingresos de los caciques, de las organizaciones sumisas al rédito del cargo, te vinculan con los movimientos ordenados de los conformistas.
Nuestro voto no pretende provenir de las limosnas de los fieles limosneros.(Silencio breve) El partido se afirma con la idealidad, pero también con las inversiones en empresas de alta rentabilidad. (Pausa) Debemos encajar la devolución de las promesas electorales con los ingresos de las inversiones.( Pausa)
Juan Grin.-  ¿ Y si se produce una crisis?.
Amescua.- Nos envuelven los enemigos interiores y externos. El proletariado externo e interno. La crisis política confirma que la conciencia del partido está por detrás de la realidad.
Caen los líderes y los productos ideológicos se acumulan en existencias invendibles.(Pausa). La crisis nos convierte en imágenes entrevistas en la niebla.
Todos  vuelven al escepticismo y  a recuperar lo imaginario. (Pausa).
Juan Grin.- ¡ Los vesánicos entran en el tiempo de las palabras y las escenifican asesinando!.
Amescua.- La riqueza y el crimen pactan. La burguesía negocia y su  dinero  ajusta al fanático al cangilón de la noria de la prosperidad. Se inyecta un idealismo extremo de concordia junto a un crecimiento de la inversión económica multiplicándose  la masa monetaria que realiza los salarios y los beneficios, además de un lenguaje inocuo en su contenido reivindicativo. Crecimiento con dinero e ideales ficticios, inflación de precios y de ilusiones.
Juan, no habría que integrarse en ese juego de deudores que no devuelven el dinero prestado por exceso de endeudamiento; de obreros que buscan la autogestión, porque les hipotecan la vivienda. El paro crece y de la desesperación crearemos el pacifismo de la resignación; bozal a los sindicalistas, moderación al extremismo de los empresarios medievales; no conviene la ganancia mediante la formación voluntaria de  precios. Juan, interesa momentánea tu acción política. Tu utopismo de saltar por encima de las clases sociales, conforme a la salvación de la historia por el humanismo en  este momento nos conviene.  Algo así como nadie quedará desnudo en la plaza del mercado.
Al paso del rey, la gente gritará qué  va desnudo, pero éste ha sido hechizado y considera que su traje es visible. Tú tejerás un  vestido para el rey e importaremos ropa para la multitud. ( Sonríe) La verdad está con el rey desnudo y el traje invisible de la ideología es verídico.
Las ranas se convertirán en príncipes. Se requiere un sortilegio. ( Bajo). El mago se encontrará entre nosotros. Tú eres el mago.
Si estamos desnudos, el mensaje humanista nos salvará y por el momento los ciudadanos son mucho más de lo que comen.

Escena V

( Juan Grin  pasea por la habitación cavilando. En un determinado momento se desploma en sillón.)
Juan.- Para el viejo dinosaurio la acción política se transforma en juego de despropósitos. La mojiganga del príncipe desnudo en medio de sus vasallos vestidos.
Entrevera la conseja con la amenaza. .¿ Quién es príncipe bobalicón y quién el sastre que lo convence de la superchería?. Abre su bocaza dentada y exhala la fetidez de la intriga.
( Entra Osorio)
Osorio.- El maestro de ceremonias estuvo aquí.
Juan Grin.- Y dijo algo que me preocupa.
Osorio.- ¿ Qué?.
Juan Grin.- Que mi utopismo salta por sobre las clases sociales y la actitud de la  redención de la historia por el humanismo. ( Burlón) Corolario:  algo así como nadie quedará desnudo en la plaza del mercado.
Osorio.- ( Aprieta los puños antes de responder) Una de sus celadas. El temor de Amescua es la formación de una conciencia colectiva. Una visión de la sociedad integradora. Para él, la totalidad es la alcahuetería del charrán. El crimen no expía, sino la ofuscación de su autor.
Juan Grin.- Me devuelve la confianza del consejo de vigilancia para que mi humanismo calme los bajos salarios y los altos precios.
Osorio.- Salarios bajos y beneficios altos. La combinación perfecta de los conservadores. En el espacio económico y en el espacio político el autoritario de la toga o de la espada. Tu humanismo para él encaja en una sociedad  adocenada y cristiana que ve en Jesús un mártir que  renuncia al conflicto del trabajo y la propiedad prometiendo el salto del hombre a la divinidad.
Juan. Grin- ( Gestos de desaprobación)  Jesús jamás habló de su divinidad. Formó un grupo humano bajo la sospecha de la traición. Los apóstoles querían mejoras graduales y Jesús, la eliminación de debilidad frente a la injusticia y su apuesta de liberar al creyente de la fatalidad que une al esclavo al amo.
Osorio.- ( Escéptico) Para Amescua, eso es revolución.
(Largo silencio).
Juan Grin.- Ese es mi mensaje.
Osorio.- En él se incluyen el arrojo del iconoclasta y su probable asesinato.
Juan Grin.- La mesa del despacho está llena de anónimos amenazadores.
Osorio.- La situación política es muy fluida. Los grupos de izquierda se han dividido en evolucionistas y en violentos. La profecía del gran inquisidor: habrá pan sin dios y la pourosía  de Jesús  sería  la revolución del milagro contra el dominio de los que manejan las creencias sin creer.
Juan Grin.- Pactaremos con los que  apoyen la integración de los antagonismo de clase  en un sistema de mayor distribución de la riqueza en los trabajadores y en una gestión empresarial basada en la cogestión.
Osorio.-  La acumulación y centralización del capital en empresas monopolistas  y la gestión de la oferta y demanda por los precios  impiden esa solución.
Juan Grin.- ( Grita) Apuesto por el milagro en la historia.
Osorio.- Apuestas por tu asesinato.
( Se escuchan los gritos de una multitud)
Juan Grin.- Nuestro milagro debe unirse a esos gritos desesperados.
Osorio.- La multitud como los apóstoles es reformista.
Juan Grin.- Osorio, no crees en los hombres.
Osorio.- No.
Juan Grin.- ¿ Qué temes de ellos?.
Osorio.- Su nada.
Juan Grin.- ¿ Por qué mueren los hombres?.
Osorio.- ( Aburrido)A veces se eliminan, porque odian su orfandad divina..

( Largo silencio. Juan Grin observa fijamente a Osorio. Margarita se sienta volviéndoles la espalda como  si fuese a escenificarse un clima de pánico presumido por ella).
Osorio.- El imperio romano  crucificó a un conciliador para seguir sujetando sus tributos al ritual judío inveterado.
Juan Grin.- También a dos delincuentes alucinados en su rebeldía contra la propiedad. Robaban para existir sin comunidad.
Osorio.- En la crucifixión del buen y el mal ladrón se hace ostensible el derecho romano que clasifica a los hombres en esclavos y libres en unción de la propiedad y la sumisión.
( Desde este instante Juan Grin se convierte en un sujeto ofensivo y Osorio en un individuo que expresa  su odio contra él).
Margarita.-. ( Volviendo la cabeza a ellos). ¿ Cuánto durará la ataraxia?.
Juan Grin.- Osorio, tu incapacidad para decidirte por la rebelión contra la desigualdad se incuba en tu homosexualidad. Los homosexuales estáis escindidos entre la luz artificial de la noche y la naturalidad del mediodía. ( Fuerte)  Los recortes de las prestaciones sociales se realizan siempre en los colectivos que no votan en las elecciones: aquellos que han dejado de suponer que la voluntad general implica que se atenúen los rigores de los que usan los presupuestos para producir armas o créditos que beneficien los dividendos. El sujeto escondido no tiene historia colectiva. ( Bajo y sádico) No se suben las escaleras que llevan al apartamento del amanten con las luces apagadas.
Osorio.- No se habla de milagros en la historia mientras las máquinas excavadoras echan abajo las viviendas de los palestinos en los campos de refugiados. ( Histérico) No habrá pacto entre el fuerte y el débil en tanto el marginal  no se vuelva una bomba  y no en un pacto de convivencia entre los profesionales de la política entreguista y el sosiego del poderoso. Los  velos negros que ocultan el rostro de las mujeres, no ocultan un ser humano sino los desorbita mirada de la víctima.
Igual que cualquier marginado vuestro acceso a la tranquilidad es parearos con la normalidad. La copia de lo que el poder espera de vosotros. ¿ Esperaremos que sobre  las ruinas de nuestra civilización se eleven  nuevos amos?. ¿ De qué clase serían?.
Osorio.- Los amos son seres que están dentro del eterno retorno de los fuertes. (Pausa) La fuerza legal de imponer el asesinato y su olvido.
Juan Grin.- Amescua, es de ellos.
Osorio.- Sí.
Juan Grin.- ¿ Me quiere convertido en víctima?.
Osorio.-  Su destitución exigiría un nuevo programa político y gente capaz de vindicar una variante fundamentalista.
Juan Grin.- ¡ Fundamentalismo en la democracia!¡Volver atrás!. ¿ Con qué?.
Osorio.- ( Elevando ligeramente el tono). Sólo con el miedo.(Pausa) Haciendo asesinar a un periodista o un banquero o incrementado el número de los violaciones. La bestialidad abisma a la multitud  en el hipnotismo de las leyes de excepción.(Pausa). Ahí desaparece la tribuna del orador y se habilitan los picaderos.
Juan Grin.- ¿La sumisión o la tortura?.
Osorio.- La rebeldía o la cruz. En todo momento nos enfrentamos a este dilema. La rebeldía nos transfigura en elegidos y en mártires. No una cosa o la otra, sino las dos unidas.
Juan Grin.- Osorio, usted sabe que creo en la salvación de la colectividad. Mi apuesta está en la realización de valores de justicia en el mundo a pesar de que dios esté oculto.
Osorio.- Se nos oculta  en la historia. En la sala de reuniones del comité de vigilancia.
Juan Grin.- Mi mujer y usted me critican con el pragmatismo. Conocen que me repugna conformar la utilidad con la ética.
Osorio.- Un político se pregunta qué hacer en conformidad con los hechos. No pretende idealizar la realidad. Los hechos están por encima de los ideales.
Juan Grin.- Desde finales de la segunda guerra mundial, la política carece de valores éticos. Desistimos de ver en el hombre un ser que se santifica por su acción contra la injusticia y los socialdemócratas quisieron introducirse en el reparto de la productividad con capital y sin capitalistas.
Osorio.- Usted sabe que no pretendo modificar la práctica política. Considero que los hombres somos esclavos de ese monstruo que es la sociedad.
Juan Grin.- Si uno no aspira a levantarse  del dolor físico y mental, se convierte en un mecanismo regulado por predestinación de la genética. No le parece arbitrario considerar al hombre como una finalidad inconsciente de los procesos genéticos. Incurrir en la evolución natural  nos  ha conducido a horrendas carnicerías colectivas.
Osorio.- No hay  individuos en la historia, sólo estructuras psicológicas o económicas. Habrá que prescindir del sujeto histórico.
Juan Grin.- Osorio, la historia la hace el hombre social.
Osorio.- ¿ Usted cree verdaderamente que los millones de muertos del siglo XX, tuvieron delante de ellos los poderosos ideales de la libertad y de la igualdad.?.
Juan Grin.- Osorio, es usted mi mala conciencia.
( La luz del escenario oscurece hasta la penumbra. Desciende una pantalla y sobre ella discurren las imágenes  de un discurso de Juan Grin. A excepción de éste, Osorio y Margarita llegan en determinados momentos hasta  la pantalla y se mezclan con las imágenes en un intento de identificar presente y pasado. Evitar la pantomima.)
( En la pantalla Jun Grin . Se sobrepone a su imagen un paisaje  de acacias ennegrecidas y deshojadas, hojas retorcidas y secas amontonadas. Van apareciendo  un grupo de personas  que saltan y saludan delante de la cámara como si quisieran testimoniarse en un acontecimiento histórico.
Juan Grin en la proyección aparece  en primer plano y determinados momentos sólo se observa  su rostro crispado.)
Juan Grin.- ( Pantalla).- Hoy estamos aquí, porque  somos parte de la sociedad.( Pausa). Pero no como alimañas que pretenden guarecerse de sus debilidades en un grupo protector. Estamos aquí, porque por encima de nuestras flaquezas, errores y egoísmos navegamos en el barco de la historia. (Pausa). Pero no como polizones, sino sujetos en los que recae la decisión de tomar el rumbo necesario. ( Se escuchan aplausos). Nos convertimos en hombres libres, ya que  nos proponemos lanzarnos a la búsqueda del futuro. ( Aplauso). Y si alguien de nosotros se pregunta qué  es el futuro, yo le diré que consiste en el convencimiento de que nuestro espíritu no está construido por un ensamblador de piezas. Al contrario, en él subsiste el soplo que nos convirtió de muñecos de barro en hombres que eligen. ( Aplausos). Siempre podemos elegir. Siempre exigir si la vale apostar por la condenación  o la emancipación de las cadenas. ( Aplauso) Estas elecciones no son intrascendentes, fútiles, vacías y manipuladas por las imágenes de políticos que componen sus gestos como meretrices antes de su clientela política de mudos convencidos, de engañados o de intolerantes.  Las elecciones se ganan verdaderamente cuanto los electores son personas. Pero persona quiere decir ser sujeto de un acto que transfiere su esencia a los movimientos sociales que transforman la historia. ( Pausa y aplausos).
Mi mano está tendida abierta, fuera el puño de la hostilidad, hacia el contendiente que se  une al heroísmo de una nueva sociedad, mucho mas, de un nuevo hombre.
Yo le digo a la izquierda, que no basta el intelectual orgánico, la disciplina del militante, y la conversión de la complejidad del hombre en el sólo pretexto de la lucha económica. 
Es probable que el hombre fuese arrojado del Paraíso, se llame éste  Edén o comunismo primitivo, mas es evidente que sufre cualquiera que fuese el lugar de donde fue expulsado. Siendo un errante, un prófugo de la cólera de dios o de la historia, tiene que pactar su convivencia para asegurase un lugar en el sol de los dominantes. (Pausa). Y los dominantes no atribuyen la condición de persona a los dominados; no quieren convertirlos en ángeles sólo en bestias que deambulan desde las fábricas a las ciudades dormitorios. Desde el cansancio al hastío. No hay dos visiones del mundo, la de mis opositores y la mía propia. Una exclusivamente confluye  en la radical oposición a los que nos han transformado en las piezas de la maquinaria gigante de los beneficios económicos y en las ganancias de servirles integrados en la resignación.. (Pausa) Yo no soy un hombre de izquierdas, porque entre la miseria y la santidad apelo a la existencia de un dios que, aunque oculto, nos permite transformarnos de bestias en santos. Hay un progreso de bestias a ángeles, pero no como efecto de una estrategia. No;  la irrenunciable presencia del milagro en la historia. ( Aplausos). Yo les pido a los partidos de izquierda que abandonen la estrategia  del muerto que espera como clase y salte al hombre actual que apuesta por las razones del corazón.
Este es mi mensaje definitivo, la sociedad debe superar la política de fracciones de intereses enristrados por los cuadros dirigentes partidarios y reparar en que el ciudadano es el Uno de la creación contra la irracionalidad de los  manipuladores.
(Margarita se coloca delante de la pantalla y el  foco de luz del proyector  recorta su cuerpo de manera agigantada. Osorio corta la proyección. Largo silencio).
Osorio.- Amescua,  sumará.
Margarita.- ( Sin dirigirse directamente a él). Juan  exige del hombre la santidad. Mejor, el sacrificio.
Osorio.-  Cada vez es más insistente la quiebra de la banca de Calvi, la morosidad, el crecimiento de los productos no vendidos por insuficiencia de la demanda, los despidos la resistencia de los obreros a ser eliminados de la expresas mediante los expedientes de regulación de empleo, la extrema estrecha que exige el terror general de la dinamita como una manera de sometimiento, el runruneo gatuno de los generales exigiendo mano dura contra el desorden, la agitación de los exasperados que disparan o secuestran a los líderes empresariales o políticos; la aspiración a la convivencia pacífica del reformismo de la los ciudadanos de clase media sean cristiano o nihilistas y el neoizquiedismo de revestir al capitalismo con rostro humano.
Juan Grin.- No hay otra acción política democrática.
Margarita.-( Que teme por Juan Grin). La revolución asesina a sus hijos.
Osorio.- Hay que esperar. Observar los movimientos de los elementos decisorios de dentro y de fuera. Los obreros se volverán contra la violencia si se estabiliza el empleo y crecen los salarios sin que mermen los beneficios mediante el crecimiento de la productividad. Basta una modificación de la producción y el crecimiento de la distribución para que la exasperación se mueva hacia el conformismo de los satisfechos.
Juan Grin.- ( Molesto). Usted no cree en el hombre.
Osorio.- No. Ni en su resignación de estómagos llenos ni en su exasperación tumultuaria.
Juan.- Con esa actitud usted no cambiará  las condiciones reales de la tragedia, solamente el decorado.
Margarita.- Juan, te  pueden asesinar. Uno hombre como tú no le sirve  a ninguno de los contendientes. Los partidos de izquierdas no entienden la presencia del milagro en la historia.
Juan Grin. La revolución es ese milagro con dios.
Margarita.- El milagro lo preparan ellos.








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Escena VI 

( Amescua y el  Príncipe )
( El Príncipe es un joven alto, de fuerte complexión,  pelo rubio, liso estirado atrás. Pantalones estrechos y jersey de hilo blanco. Sus movimientos delatan  un temperamento violento y contradictorio)
Príncipe.-  ( Resolutivo). Hay que hacer algo ya. Las manifestaciones se suceden en las ciudades industriales. Los adversarios se multiplican y aprenden a organizarse. Si toman los centros vitales: la energía, los edificios emblemáticos, los ferrocarriles... a acción pasará a sus manos. ( Pausa) Además el tema de la banca de San Francisco. Calvi no ha sabido llevar las cuentas. La retirada del dinero por los clientes se dilata como una vagina. Calvi nos embrolla con sus tejemanejes de curas y abortamientos.( Mira a Amescua). Los campesinos que huyeron del señor feudal atesoraron mendacidad.
Amescua.- (Hiriente) Estarías cómicos con jubón. Los edificios bancarios sustituyeron a los castillos.( Normal) Los burgueses no eran guerreros; renunciaron a la espadad ya que la alquilaban . El dinero desdeña el desorden. Admira una sociedad de individuos que se acuesta temprano y trabaja con ahínco.
Príncipe.- Pero cuando se encogen con la mieditis reclaman la dictadura. Las plazas están llenas de guerreros ecuestres que restablecieron la circulación del dinero entre el clamoreo jingoísta.
Amescua.-  La esterilidad es ajena a la posesión. En la palma de la mano de un asesino sólo hay polvo. En los años que discurren desde la guerra civil del dictador Sila y la paz de Augusto paz del emperador Augusto  no manifiestan la clarividencia del sanguinario dictador, sino el genio político de Julio de César cuya clarividencia le anticipa que la solución expansiva de la República romana no pasaba por la mediación de una aristocracia culta y corrupta, sino por una monarquía militar que diera respuesta a una organización jerárquica fundamentada en la religión del poder extremo que disolvía a los hombres en esclavos, la riqueza en dinero y las provincias de imperio en suministradores de mercenario y trigo. La guerra era esencial en cuanto militarizaba el derecho de propiedad y divinizaba la jerarquía del orden. ( Gesto de cansancio) Ahora no hay dioses ni esclavos sólo vínculos de cosas y dinero cuyo símbolo sería Tántalo que aunque sumergido hasta la barbilla en el agua le estaba prohibida beberla .(Pausa) La violencia a la que  tú, príncipe, aspiras desordena, desraíza y es improductiva. Las dictaduras prefieren a los delatores y a unos trabajadores que reproducen sus alimentos en mayor tiempo que el hombre del neolítico.
Príncipe.- Amescua, eres un político de la época del Estado del bienestar. Eso está en declive. A la gente se le somete con las guerras, la tortura física y psicológica, y una propaganda cuya resonancia sea el terror difuso, que va desde el mendigo al magnate. Cualquiera es delator, sabedor o santero y todos ellos expelidos a las bases de datos.
Amescua.- En un país de capitalismo maduro las relaciones entre trabajo y capital se fundamentan en una subordinación de la ideología violenta a la productividad. Los imperios actuales si monumentalizan su actividad  económica e ideológica en una práctica delación y guerra se instalan en las ruinas de la sociedad civil y en la irresistible ascensión de una clase asalariada que desobedece regresando a la improductividad y rebelándose con esto a que  el crecimiento de la riqueza vaya al sector burocrático-militar. (Pausa) El límite de la integración de las masas mediante el sufragio universal es el de la guerra y la pobreza.
Príncipe.- ( Confuso y sin haber entendido a Amescua) ¡ Calvi es el problema!.
Amescua - ( Ríe) ¿ Por qué es de piel oscura?.
Príncipe.- ( Rechaza con un movimiento de la mano la burla de Amescua) Calvi nos conoce a todos.
Amescua.- Un enemigo acorralado utiliza la delación de sus cómplices. (Pausa) Calvi conoce a casi todos los integrantes de nuestra logia.
Príncipe.- ( Saca una pistola del bolsillo trasero del pantalón). Un disparo en la nuca y la memoria de Calvi salta.. Siendo un adolescente, me enfrente a mi padre, el príncipe de la negrura, y entonces descubrí en sus ojos el brillo del crimen. Cogió un puñal y me lo arrojó a la cara, quedó clavado en una puerta de madera a la altura de la sien. No le importaba asesinar a su hijo si su autoridad quedaba menoscabada. Después de fallar escupió y me sonrió advirtiéndome de su aptitud íntegra para decir la muerte de todo opositor.( Pausa) No tenía palabras. La detestaba hasta en el amor. Si se sentía lascivo, se emboscaba en los burdeles y su presa era arrastraba de los pelos hasta la cama y allí la obligaba a que usara zapatos de tacón puntiagudo para que lo hiriera. ( Le resulta fatigoso el relato). Luego gritaba: ¡ las zorras sois las únicas que podéis herirme sin presentir que en vuestro acto está la condena a muerte!. ( Pausa) No deseaba el placer del cuerpo que se ofrece voluptuoso. El placer desaparece inmediatamente, una nube en un espejo; la impotencia que acepta el débil le dura hasta que muere. La venganza ronda infatigable y espera incesantemente una oportunidad para realizarse. El humillado realiza venganzas imaginarias y con ellas enloquece aspirando al perdón de su ofensor. En la miseria se esconde sin gustar de la vida.
Amescua.- Se cuentan excesivos episodios del viejo príncipe. (Pausa) Los últimos fieles de la dictadura fascista se refugiaron en una fortaleza y en ella profesaron la crueldad.
( La iluminación del escenario desciende gradualmente hasta el púrpura de los pintores venecianos. De inmediato emerge la imagen de la flor del loto; luego la iluminación se vuelve áurea. En una  pared  alta, ancha  y encalada se proyecta la sillería de un coro catedralicio. Amescua y el Príncipe están inmóviles.  Se escucha la voz de un hombre que anuncia: Su excelencia el cardenal Wu.
En cuanto aparece el cardenal Wu los personajes se sitúan en actitudes en las que se mezclan modales renacentistas en el contexto histórico de la representación, con ellos se pretende expresar el flujo homogéneo y atemporal de las habilidades para la mentira y la crueldad.)
( El cardenal Wu es alto y grueso. Sudación frecuente que airea con un abanico de armazón de nácar.) 
Amescua.- ( Pasa los labios por el dorso de la mano derecha del cardenal Wu)
¡ Aureus!.

Príncipe.- ( Tratándolo como a  un igual) ¡Cardenal Wu.!

Cardenal Wu.- ( Lo observa displicente y con un movimiento del abanico muestra desagrado)  Los jóvenes se encuentran los sitiales alzados en plataformas carcomidas (reticente)...por la polilla de sus antecesores.
Príncipe.- Cardenal, la función caduca y la sangre queda.
Cardenal Wu.- Excéntrico príncipe, hoy descubro garantía en  la sangre y sí en  la solemnidad del cargo.
( Pausa) El nihilismo nos carcome . Los vigías  nos previenen de la nada y los dioses transitan perentorios, acuciados por la eventualidad conspirativa.
Príncipe.- El veneno y el puñal de César Borgia.     
(Comienza  el Kirie eleison de la Misa en si menor BWV 232 de Joham Sebastián Bach. 
La máscara que se pone el cardenal Wu significa la expresión de un hombre torturado por su falta de fe. Cuando se la quita vuelve a la situación de un sujeto maniobrero y huidizo ante la responsabilidad. Con la máscara, sus gestos y la modulación de sus frases es extremadamente petulante remendando. la dignidad eclesial de un cardenal renacentista. El tono de su voz  expresará la duplicidad de su actitud, remarcando la ambivalencia de  las situaciones anímicas en las que haya intereses contrapuestos en referencia a este tiempo complejo de intereses concretos, tiempo  presente, y de intereses ideológicos y psíquicos,  tiempo pasado)
Cardenal Wu.- ( Da una palmada y un individuo con casulla le coloca una máscara de yeso.. Suena el Kirie eleison de la Misa en si menor BWV 232 de Joham Sebastian Bach)  ¡El vértigo de la fe! (Pausa)  ( Se acerca a la sillería del coro y allí se sienta) La fe no posee agarradero.(Pausa) ¿ Qué consideraba el pontífice Julio II como fe mientras el escultor Miguel Ángel pintaba la capita Sixtina con los dioses de la cultura griega?
( Sonrisa malévola)  No le interesaba el pecado ni la redención del pequeño hombrecito; al contrario le fascinaba los dioses ya que éstos contendían con la terrible vulgaridad del tiempo. ( Desafiante) La conquista de la voluntad hostil, la fidelidad a la pasión que exalta la sublimidad del instante y de su inmediato olvido, relegando las consecuencias a la causa del poder, toda esa tremenda voluntad decisoria cabía en la violencia santificada de Julio II. ( Pausa) ¿ Podría el colegio cardenalicio elegir un pontífice como Julio II?. El tiempo que levantaba  héroes ha perecido en la vulgaridad del padecimiento compartido como modelo de perfección moral La soberbia del héroe está sometida al  roedor de la culpabilidad ( Retador). Sólo hay fines de dominio y en ellos está la  inocencia del animal depredador. Cuando un héroe depredador erige un altar, entonces su destino no es titánico. La historia lo arroja a la cavidad de la gusanera.
( Vuelve a entrar el individuo y le retira la máscara.)
Príncipe.- ( Adulador) Da a entender que su estirpe proviene de los Orsini.
Cardenal Wu.- ¡ Oh, no!. Provengo de un campesino que creía en dios si la meteorología favorecía sus intereses. Mi perseverancia por la administración de las finanzas enraíza en los desvaríos de mi progenitor y de su recogimiento ante el recelo de que menguarán los rendimientos de su cosecha de trigo y cebada. En su rostro la desconfianza y credulidad  marcaban los pliegues en hendiduras tales, que  de niño creían que penetraban hasta su corazón sórdido. Simple y ordinario. (Pausa) Mientras agonizaba por causa de una de una masa de intestino que se salía de su cavidad natural,
enfebrecido, reprobaba su conducta por no encontrarse segando.
Los campesinos pertenecen al terruño que los mantiene vivos. Obedecen al hambre y más allá de la linde rascan en el abandono. (Pausa) Quien posee memoria es a causa de haber heredado la base material que la sostiene. La miseria es una habitación sin puertas, por ella entra la pestilencia del muladar.
Amescua.- Cardenal Wu me desasosiega tanto su modestia como su altivez.
No alcanzo rectamente por qué alienta la agresividad del príncipe, del cual ambos conocemos sus penurias y demasías en la morosidad de los préstamos.
Cardenal Wu.- La  altanería yergue  y también desenfunda el puñal del encorvado.
( Muestra las palmas de las manos en una actitud de disculpa) No fue mi intención representar la pequeñez del campesino ante el Príncipe, que momentos antes había execrado a los siervos que huían  del censo de vasallaje y se habían enriquecido en los burgos prestando numerario a los señores feudales.( Sonriendo) Aunque  si bien el episodio  nos colocado al Príncipe y a mí mismo en el feudalismo. El anacronismo arrastra el pasado y lo envuelve en una mezcla heterogénea . (Pausa) El cardenal Wu proviene de un campesino, si bien el Príncipe lo emparienta en su imaginario con la familia Orsini.
Príncipe.- ( Molesto) He podido deslizarme por la lisonja,  no de vil adulador que en lugar de devolver sus préstamos impagados ofrece la espalda al acreedor.
Cardenal Wu.- ( Conciliador) Resabio de su varonil intrepidez.
Amescua.- Su visita, cardenal Wu, debe estar relacionada con la solvencia de la banca Calvi. ¿ Me equivoco?.
Cardenal Wu.-  No se equivoca.
Príncipe.- ( Decidido) Calvi, no controla la situación financiera del banco.
Cardenal Wu.- ¿ Por qué?.(Pausa) Padeció el vértigo del patrimonio ajeno y éste se le filtró por los dedos de las manos. Tuvo la ansiedad de recoger lo ajeno y el sosiego laberíntico del taimado.(Meditativo) Los actuales gestores de nuestro numerario han adquirido la rutina de circular con la riqueza foránea como si de una fracción de queso que en discordias alimenta a los ratones y sin que prevean que el gato vigila desde una atalaya las trincheras de los contendientes. (Pausa) Sin embargo, la negligencia  pudiera resultar de la incompetencia de los  nuestros y de que hayamos exilado el talento a la herejía.
Amescua.- ( Apresurado) La propiedad del capital reproduce clases sociales invariantes. El capital predestina al poseedor y deja al desposeído en la necesidad de vender su trabajo diariamente  y a controlar sus impulsos anarquistas contra la propiedad.
Cardenal Wu.-( Solicitándolo silencio con el dedo índice de la mano derecha en los labios). Amescua se  explica como un sujeto rico del siglo XIX. Hoy el lenguaje se ha vuelto misterioso, esconde como la caja de Pandora todos los males de nuestra vieja sociedad. Verá Amescua, yo expresaría la potencia seminal  del dinero como la fe  apresada por la duda. ¿ Le extraña esta confidencia  del cardenal Wu?. ( Pausa) No debe extrañarle Amescua. La  teología  trata de Dios, de sus atributos y perfecciones, y desde el vértice teológico se esparce la luz en grados de luminosidad perfecta desde las águilas hasta el voraz gorrión que desde el alba al toque vespertino rebuscan. En esa lámpara de luz total se ubica la salvación, pero junto al borde luminoso está  la oscuridad y desde ella íncubos penetran adquieren posesión de la luz.
Amescua.-  Íncubo: el que se echa sobre alguien y lo toma.
Cardenal Wu.- Exacto. (Pausa) La teología del dinero también es un poderoso foco de luz que concreta a un Ser con atributos y perfecciones y también junto a la luminosidad, una zona tenebrosa donde se levantan los ídolos de  la execrable ignorancia y avaricia.
Príncipe.- El pintor ha hecho el retrato y ha vuelto la tela contra la pared para que sólo los espectadores implicados lo vuelvan y lo contemplen. ( Gira en círculo con los brazos levantados) ¡ Y éste es el personaje retratado!. ¡ Calvi!. El banquero  execrable que convirtió el oro en viento.

Escena VII

( Vuelve a entrar el individuo que coloca la máscara al Cardenal Wu. Amescua se esconde tras la penumbra de la sillería del coro proyectada en el foro. El Príncipe saca la pistola y la esconde  tras la espalda. Comienza a sonar The rite spring.  First part: Adoration of de earth de Stravinsky)

( Entra Calvi)
La voz de Amescua: (Fuerte) Le hicimos ascender rápido las escaleras del éxito.
Cardenal Wu.-( Indiferente a la presencia de Calvi) Era un hombre que prometía  fidelidad, oportunidades de inversión y márgenes  gananciales extraordinarios.
Amescua.- (Igual que el cardenal Wu) El dinero no desaparece jamás, vuelve siempre a las manos de sus poseedores.
( El Príncipe da vueltas cacareando alrededor de Calvi )
Príncipe.-  Los ancianos son osados y pretenden no consumirse ni en sus propios errores. ¿ Por qué tanta ambición de presencia entre los hombres que verdaderamente se juegan el destino?. El tiempo no daña la audacia del banquero Calvi. Ha dejado de menospreciar a los truhanes y de desvivirse por las cortesanas; senectud que no  dificulta el afán anhelante del caudal ajeno. ( Se pone de rodillas burlonamente delante de Calvi). Calvi percibe que la argucia trastoca la realidad y donde debiera de encontrarse la luz está la sombra y donde la furia  la ternura y donde el dinero el descubierto.( Se pone el cañón de la pistola en su sien) Al avaro le falta el fervor por el suicidio. Nunca se entrega al viento de la nada. ( De pie) ¿Acaso el avaro es incapaz de adivinar ante la sibila que la afirmación absoluta de la negación del destino es el suicidio?. ¿ Cómo un financiero ( risitas) que ya descubrió que cualquier abertura a la astucia está cerrada no se deja  ir en el elixir de una dosis excesiva de cocaína pura?. (Pausa) ¿No se  obliga a la intrepidez de la ruleta rusa en la trinchera asediada por el enemigo?. ¿No es acicate para el medroso la dignidad de flotar muerto en la infamia del olvido?.( Evidente ambigüedad entre solemnidad y cinismo) La nostalgia de la gloria revivida portea al corazón noble a  abrir la puerta del castillo a su asesino y a que esculpan su rostro de víctima impasible ante la mirada atónita del futuro espectador de su heroísmo.(Pausa) En mármol, estatua yacente de la melancolía indescifrable y crepuscular actitud del arrojo sobrehumano. ( Pausa) El ángel soberbio cayó al espacio en donde no hay espejos en los que observar la decadencia propia. Dios lo condenó a no escrutar su decrepitud en un objeto ajeno, a no consolarse en los ojos que se reflejan como nuestros. ( Grita)¡ El ángel soberbio tenía que palpar su decrepitud y su altivez!. (Bajo) ¡ Y qué tremenda lógica es apreciar, dar precio a la carne tumefacta, al gesto de horror que se levanta en la bruma de la palma de la mano que  tira de las arrugas buscando su tesura!. Pero el banquero Calvi está tan apartado de la caída a la extinción.
( Se aleja y se oculta en la penumbra de la sillería del coro).
Cardenal Wu.- ( Apartado de Calvi y cercano al proscenio)
( Muy bajo).Cristo agonizará hasta el final de los tiempos.( Pausa) El hombre religioso no admite el suicidio; sí el sacrificio hasta la expiración. No se religan la vida y la muerte. El librepensador, el anarquista del sentimiento, el incrédulo, el saciado de ignorancia, el saltador del razonamiento paradójico de atribuirle al hombre capacidad de estar en la historia sin dios, todos carecen del estigma de la fe que es la sangre del hombre que a la vez es dios. ( Por el Príncipe) La juventud  es osada. Su zurrón  no custodia el cuerpo del Cristo expirante. Esperan de su exaltación que cesen las contradicciones del enervamiento de la carne y el vigor de la memoria épica ( Silencio) El banquero Calvi enervo la memoria y el cuerpo. Por esto olvidó que el cardenal Wu fue un curita que eligió la esperanza de los desesperados. Se alejó a uno de los barrios marginales de las grandes ciudades. Esos barrios marginales por donde transitan los torturados y  las mancillados por el semen anónimo. En el cepillo parroquial iban cayendo los centavos de los pobres y el curita los guardaba como los cantos rodados de su constancia.( Se vuelve a Calvi) Con toda la generosidad del pobre, qué cantidad de riqueza aportará quien despega de sus labios  la limosna que ofrece. La agonía estaba en ellos; la apuesta de la resurrección de la carne a la vez que la enfermedad y la ignorancia. El curita Wu se tuvo que enfrentar al dilema de elegir el palacio y sus intrigas o la madriguera del conejo que excava el topo. Calvi, yo fui de una generación que sostuvo que frente a la burguesía estaba el baluarte de la ética, que las clases sociales y sus enfrentamientos unían la pasión de un Cristo revolucionario y una clase absolutamente despojada que sólo está destinada a la transformación de la irracionalidad del mundo. Aunque mi actitud actual manifieste la codicia de un sujeto revestido de autoridad que eligió el enigma del poder antes que atravesar la sequedad de la miseria, fui una persona que albergo las inquietudes de su época. Como Pasoline , tuve las palabras del evangelista Mateo y la escupí a los adoradores del pecado.( Disculpándose)   Al final llegó la meditación del sujeto maduro, el topo mordió al conejo, y tuve que decidir entre predicar a los desheredados o consolar las atribulaciones de los ricos. Yo, medítalo Calvi, negué a Cristo y me quedé con los vestidos que me ofrecía la intriga y la perpetuación de la desigualdad. ¿ Presumes que me dejaré robar por ti, qué aceptaré que haya volado el tesoro que te encomendé en custodia?. No Calvi, también respondo ante otros que me exhortan con sus dudas y que no cesarán de utilizar cualquier instrumento de fuerza para obligarme a caer de rodillas ante ellos. Las dudas exigen respuestas y antes que ellos está preparado el instrumento de tortura.
( Señalando al Príncipe y Amescua ) ¡ Obsérvalos detenidamente!.
( Los aludidos se aproximan a Calvi).

Príncipe.- En las cárceles de Brasil, a los presidiarios ajenos a los códigos se les sodomiza con otros  infectados de sida. No es un experimento exacerbado de lascivia, sino la práctica de una jauría encerrada cuyas mordidas abren las entrañas de la delación, el subterfugio y la treta. En la cárcel no hay ausencia de sociedad, de su grandeza y miseria, sino el abultamiento de las mafias, la dentellada del mastín en la garganta de la gacela. Si te fuerzan e infectan , dentro de un presidio, con el virus que representa el exponente absoluto de la transgresión de la ley que  socializa lo natural, el reducto del amor, entonces igual que los nenúfares debes dejarte llevar por los guías de cloacas hasta el suicidio o la esclavitud lacrada con una muerte a plazo determinado.

Amescua.- ( Se aproxima a Calvi) Calvi no será inmolado así, pues nos explicará dónde se encuentra el dinero del Cardenal Wu y  de tantos clientes del Banco de San Francisco que  lo colocaron bajo su gestión   y por consejo de nuestra logia.

( Calvi no responde)
Cardenal Wu.- ( Furiosos apunta con el brazo izquierdo extendido a Calvi )
Lo máximo de un depravado es que convierta el silencio en una imputación ¿ De qué soy reo ante ti, Calvi?. ¿ De haber creído en la representación de tu franqueza?.
Nunca sospeché que pudieras actuar con la mímica y la jerga de un chamarilero. Vendedor que promete ,sin vicio en su voluntad, el aumento del dinero que depositan en su banco.
Amescua.-  Acaso una cortesana podría actuar peor que tú, que con ademanes lujuriosos inspirabas la intriga de la mutación del hierro en oro.
Calvi.- ( Actitud de superioridad) El Príncipe valiente me sodomiza. El cardenal Wu evoca un pasado que bien pudiera ser parte del imaginario de una generación que se preparaba para instalarse en el mercado saboreando la procedencia violenta  de la riqueza. Amescua me reprocha haber razonado un proceso de crecimiento económico con el demiurgo que promete salir del caos de los negocios mutando el hierro en oro.
¿ Qué emparedan estos juicios acusadores que me tachan de embaucar, desatender el patrimonio ajeno, de prevaricador y acobardamiento?. (Pausa) Nada. (Pausa) Nada.
Denigrar al sacerdote que vigila el tesoro del templo no impide que  se derrumbe el templo si hay un terremoto. ( Al Príncipe) Una conducta proclive al asesinato. Para usted, la adversidad se evita con la destrucción.( Medita lo que  va  a decir) No hay destino; sí efectos que no dependen de una única causa sino de la pluralidad de acciones que la sociedad suma para obtener un resultado único: el sometimiento de una mayoría al  azar del dinero de una minoría. ( Al cardenal Wu) Para extraer el barro húmedo del lecho del río sagrado hay que recogerlo y modelarlo con las manos antes de insuflarle un alma inocente.
Cardenal Wu.- ( Colérico) No admito sus burlas pedagógicas.
Calvi.- ( Al Príncipe) En las cárceles desaparece la probabilidad de la inocencia. Todos están condenados y la forma con la que expiren carece de entendimiento para el carcelero.
Príncipe.- ( Arrogante) En el veneno y el puñal están los medios con los que se invierte el dominio. Si uno se coloca detrás de la espalda de su víctima, ésta sólo percibe una sombra que alarga su propio cuerpo. La víctima y el asesino se mezclan como si  eyacularan el mismo semen en el ovario fértil de la conspiración.
Calvi.- Príncipe me habían referido de su extraordinario instinto genésico, aunque no de su conversión metafórica. No le dará de comer la poesía a pesar de hallarse tan dotado.
Amescua.- Calvi, conversari no basta. No se salvará de su responsabilidad  confundiéndonos .
Calvi.- No converso, sino que pretendo distanciarme de la agresividad que han mostrado hasta ahora conmigo mediante un floreo con la espada de las palabras .
( El individuo de la casulla retira la máscara del cardenal Wu. Vuelve a salir, entra de nuevo con una silla de madera de dos metros de altura.)
Amescua.- ( A Calvi) Comprenda nuestra aprensión. La situación de solvencia de su banco no podría conducir a ilaciones entre conspiración política y dinero. Detrás de este conflicto imprevisible usted es un documentado experto de personas implicadas en operaciones conspirativas, fechas, reuniones...Conoce a personas de sumo relieve social cuya salida a la luz supondría el derrumbe de instituciones civiles y militares fundamentales para controlar el desorden. (Pausa) No ignora que Juan Grin quiere establecer una alianza con fuerzas políticas contrarias al libre mercado, a la política de salarios y beneficios, proponiendo la convergencia del mensaje cristiano y el mensaje izquierdista. Un frente de este tipo no estaría mal visto por los votantes de Juan Grin si éste  pudiera basarse en la corrupción que hay detrás de la fachada de las honorables instituciones que representan la concordia y el bienestar.
Calvi.- (A Amescua) Lo ha apoyado en la reunión del comité de vigilancia.
Amescua.- ¿Cómo evitarlo si detrás de mi espalda escondo la dinamita que usted irresponsablemente ha introducido en mi estrategia política con la todavía oculta  insolvencia del banco de San Francisco?.
( Fatigándose Calvi sube por los peldaños de la silla  hasta sentarse en ella. Desde allí observa el entorno . El individuo de la casulla asciende también entregándole un sombrero hongo y un reloj de bolsillo con una larga cadena. Luego sale.)
Calvi.-( Voz alta) ¡ Entérense!. ¡ Se sabe lo que se invierte, pero nunca lo que se gana en una inversión! (Normal) La gente se vende todos los días del año para obtener los medios que necesitan para subsistir. Si no los compran, solicitan el subsidio de paro o  la mendicidad. Invierten cada día su energía, músculos y cerebro, y les devuelven una cantidad de dinero con la que comprar. No esperan más por lo que venden.( Los señala con la mano derecha) Vosotros, Amescua el conspirador, el Príncipe endeudado y el curandero  Wu, ¿ qué esperan?. ( Pausa a la espera de respuesta que no llega) Una pregunta retórica. Confían que la inversión se multiplique sin detenerse a considerar las circunstancias favorables y adversas. ( Sonrisas entrecortadas)  Ustedes igual que los asalariados venden la existencia. Ya que están hechos de dinero. Y esa existencia en trocitos monetarios tiene que retornar a su origen, su poseedor, ya que el caso contrario cesa de manifestarse su vida. Los asalariados producen lo que usan y ustedes no. Un hecho digno de sobresaltar. La gente que sale de las fábricas compran lo que ya han fabricado.( Voz Alta) ¡ Yo, Calvi, extraigo del ovillo mítico del dinero el beneficio que incrementa la inversión!. ¿ Y si no ocurre de este modo?. ( Normal). ¿Si alguno más  avisado y astuto se lucra de los inversores que me prestaron? ( Baja algunos peldaños, lo piensa y vuelve a sentarse) Famélicos, indigentes, pelones, ricos, pudientes, acaudalados ...Todos se las ingenian para adquirir los hombres, las cosas y el dinero baratos y venderlos a mayor precio. Una diferencia, dos cantidades que se contraponen ferozmente. Si se vende más caro que lo que se compra hay beneficio y en caso contrario pérdida. Yo, Calvi, compré caro y vendí barato. Diferencia: se volatizaron los depósitos del banco de San Francisco. (Pausa) Este traje  está raído y consumido. El mundo occidental ya no ofrece oportunidades de inversión. Enérgicas transformaciones que traigan olas de innovadores negocios, productos y necesidades que incorporen masas de población con bajos salarios, hambrientas e ignorantes, altos precios y con ellos la montaña áurea del beneficio.( Despreciativo) Productos en ciclo regresivo como automóviles, armas, petróleo, cachivaches para informarnos de las orgías de desgracias,  y la construcción de viviendas y obras públicas que endeudan a los consumidores hasta convertirlos en reos de hipotecas y (pausa) el traje raído y consumido en el cuerpo elefántico y grasiento de los monopolios. ¿ Qué queda entonces? ( Alto) El juego del dinero. De la ruleta del casino de la bolsa de valores mobiliarios, hay que atrapar las rentas de los especuladores y la financiación gratuita de la empresas. ( Fuma y ostentosamente expulsa el humo).¿ El dinero barato de dónde ha de provenir? En la sociedad geriátrica el dinero proviene de vender el producto caro de la vejez feliz por medio de la inversión fácil y rentable del capitalismo popular. El ahorro de la generación de la post-guerra ha sido utilizado para la orgía de las cotizaciones en bolsa.  Como en la danza macabra medieval, el pontífice, el burgués, el avaro, el ignorante; ellos han sido arrastrados al infierno de la ruina. Sin embargo, ha habido algo más, las sacrosantas empresas privadas han quebrado y los bancos no han recuperado las inversiones en valores y en préstamos. La peste actual es la morosidad y el endeudamiento que transportan los escombros a la fosa común de todos armados contra todos. ( Grita) Amescua; yo, Calvi, testo, en pleno uso de mis facultades mentales, y os dono la morosidad y la quiebra del banco de San Francisco. 
Amescua.- Un testamento que declara tu incompetencia.
Cardenal Wu.- Desagradecido y embustero.
Príncipe.- Carne de presidio.  (Olfatea los peldaños de la silla donde se encuentra Calvi. Sonido amplificado) En la conciencia de Calvi, el estafador, no hay ni la más insustancial huella de arrepentimiento. Su conciencia, la inmensa argucia  y el interminable alargamiento del animal apresado. En su latrocinio maniobra la estulticia agónica de la presa.
Cardenal Wu.- ( Voz fuerte y agresiva)  Entonces Calvi me ofrece el agarradero del arruinado por su locura inversora o el consuelo estoico de un financiero.
Calvi.-( Sumiso) No tengo en mi mano convertirte en oro, cardenal Wu.
Amescua.- ( Gritando) ¡ Aureus!. ( Repite hasta que cae ante la escalera)
Cardenal  Wu.- (  Llamando afuera).¡ Oiga, entre!.
( Entra el individuo de la casulla).
Busque un lienzo para cubrir a ese sujeto que está en la silla.
( El individuo sale y vuelve a entrar con el lienzo. Sube por los peldaños de la escalera y cubre a Calvi sin que éste proteste. El individuo vuelve a salir y entra para colocarle la máscara al cardenal Wu. Sale)
Cardenal Wu.- ( Mostrando las palmas de sus manos arriba y girando sobre sí mismo).
¡ Manos raídas¡. ¡ Manos puras!. ¿ Qué esperan las manos raídas dar el perdón o condenar?. Las manos reciben el impulso que el corazón les transmite. ¿ En qué se diferencian las manos de un asesino de las manos de un juez?.¿ Descansan unas como garfios y las otras como pájaros cansados?. ¿ Basta qué el corazón ordene?.
( Se acerca a Amescua y le pregunta) ¿ La ley depende del sentimiento o de la razón?.
( No espera la respuesta para continuar) ¿ Corazón mío qué murmuras?. ¿ Basta con una máscara para que los hombres sean malvados?.¿ Corazón mío qué  tararear?. ¡Ah, ya, Calvi debe morir!.Esperar es anticipar el silencio definitivo. Esperar es percibir el crepúsculo.( Al Príncipe) Desilusiona la lentitud con la que llega la geometría del orden. Un cansancio que indeciso no agarra a la miseria del odio para afirmarse.( Se observa las palmas de las manos nuevamente) Agarraderas de la avaricia y la intrigan también sirven en el vértigo de la venganza. El Príncipe sube por los peldaños de la escalera para golpear a Calvi).
Amescua.- ( Por Calvi) Dependemos de su silencio. Su boca sellada.
Príncipe.- ( Eufórico) ¡ Su muerte!.

Amescua.- ( Al cardenal Wu) Las crisis real devuelve al ciudadano a la realidad. Si despierta cenicienta y abandona la  pretensión de unirse al príncipe para desposarse con el zapatero, la palabra fin del cuento terminará aplastándonos. La crisis financiera mete dentro del saco de la verdad las ilusiones creadas por los medios de comunicación para saquear los ahorros y la ingenuidad de la gente que trabaja diez horas diarias creyendo que asegura su futuro.
Cardenal Wu.- La ausencia de futuro es el final de la conciencia imaginaria. Se han necesitado muchos maestros del apaciguamiento espiritual para que la herejía no destruya la reconfortante conciliación del sufrimiento y los ideales.
Príncipe.-( Por Calvi) De pronto descendió el diablo y quemó las chozas de paja.
Amescua.- ( Sonriendo) El consuelo de  la consolación de transferir los ahorros a los bolsillos ajenos. Después de aniquilar las ideologías subversivas de la propiedad social de las empresas, su gestión compartida de obreros y empresarios, el consentimiento de las urnas a que  los salarios disminuyan para que el beneficio aparezca como un acontecimiento del nacionalismo y la prosperidad, el enloquecimiento de nuestros gestores empresariales y financieros nos lleva a esta terrible crisis que supondrá el renacimiento de la conciencia crítica y la lucha social.
Cardenal Wu.- Nos matan los puñales que hemos forjado.
Amescua.-  Tenemos que reaccionar. Nadie conocerá a consecuencia de nuestra debilidad el punto débil de nuestra armadura. Por el agujero de la insolvencia del banco de San Francisco no va a penetrar el cuerpo flexible de la serpiente . A las épocas de terror no responderemos acurrucándonos en un rincón la espera que nos barran los enemigos. ( Al Príncipe) La violencia convencerá  a los enemigos de que la crisis es  mejor alternativa que la guerra.
Príncipe.- Un par de explosiones en lugares concurridos meterá a la gente en la necesidad de recurrir al engaño. Terror y mentira son acoplables. Si aumentan las violaciones, los robos, los atentados, la seguridad se exigirá como la necesidad prioritaria.
Calvi.- ( Cubierto por el lienzo. Habla  rápido y como si estuviera repitiendo una oración en la que no cree)
Abolición del salario. La gente está dormida, incapaz de descubrirse. Se puede  ahorrar, gastar o capitalizar el dinero. Ahorrarlo y capitalizarlo en una época de prosperidad, gastarlo cuando todo resulta inseguro, perderlo en la crisis. La economía no debe hacernos perder la visión de que la lucha política se resuelve con la violencia de clase. Nos impondremos si la gente vuelva a las fábricas derrotada. La violencia organizada corona a quien la usa.  La victoria dura permite recuperar las pérdidas de las épocas conflictivas. Un dirigente conservador triunfa cuando sus adversarios retornan a reivindicar la convivencia con el fuerte. Formas de producción con beneficios iguales. Los acreedores reciben sus préstamos. Todos pagan sus deudas.  A los tuertos no le importa ver mucho. Los aristócratas no se asustan nada más que con sus gastos. Consideran el dinero como un medio para disfrutar. Son gente que contempla la riqueza como herencia geológica ( Silencio, continúa de igual forma) La riqueza es un sueño habitual y el infortunio una congoja cuya etiqueta es la de un vino mediocre. Los malhechores con su exiguo hato pretenden llenarse los bolsillos con lo ajeno. He dejado gladiolos en la caja fuerte del banco de San Francisco.

Príncipe.- ( gritando a Calvi) ¡ Calla estúpido!

Calvi.- (Igual) Como fábula resulta encantadora.(Silencio) Me preocupa Calvi y un sujeto  anarquista que está llegando a  relacionar nombres de gente importante con las cuentas bancarias del Banco de San Francisco. ( Pausa) El discurso conciliador de Juan Grin, la bancarrota del Banco de San Francisco, las investigaciones de un tipejo que apareja  mandos del ejército, policía y políticos en una logia cuya finalidad es imposibilitar el acceso de un partido reformista al poder por obra de unas elecciones democráticas.(Pausa) Resultaría la mezcla de nitroglicerina con un cuerpo muy poroso. El cuerpo poroso somos nosotros. (Pausa) Baruch de Espinosa advirtió que la verdad se sitúa detrás de lo visible. ( Pausa) Juan Grin también. Su fe yuxtapone la mirada de un dios ausente y presente. La angustia de una sociedad sin valores y el grito desgarrado del que los exige ya de forma absoluta.
Príncipe.- ( Riendo a carcajadas) ¡Calvi, un juglar que se suicida!.
Calvi.- (Igual) No lo menosprecies. Él sabe, él conoce, él puede. (Pausa)
No sitúa la delación en la decisión divina ni construyen los sucesos políticos en el progreso inevitable de la historia. ( Pausa) Yo soy un arcángel derrotado por los ídolos del monopolio. Vosotros sois los ángeles derrotados por la soberbia.
Príncipe.- ( Desalentado) Calvi nos hundirá.
Calvi.- (Igual) Calvi os hundirá. Calvi  no es la logia. No acepta el sacrificio como un juramento de lealtad medieval. Está corrompido, porque tiene conciencia de haberse convertido en una maquinaria con el único propósito de e recibir prebendas por su obediencia. Los burócratas y la estructura política se dejan dominar hasta el momento que desconfían del ensamblaje entre corrupción y liderazgo. (Pausa) Juan Grin es un líder que quiere alcanzar la estabilidad entre utopía y realismo. Y esa es el gracejo del individuo: convertir la comedia en tragedia. (Pausa) Por el impuesto de la sal Gandhi arrastró a millones de parias que habían perdido la perfecta combinación de supervivencia social del artesanado y la agricultura.
(A partir de este momento acelera su discurso)
Los ingleses destruyeron sus campos por una agricultura del opio y su artesanado arrasado por  importaciones a un precio que  los arruinaba. Conservaron la estructura de castas entre colaboracionistas y mendigos. Los parias trocados en criados que lustraban las botas o la contabilidad de los dominadores. Soldados que asesinaban al perder la idea de pueblo. Y un solo hombre, semidesnudo, convirtió la sal en la conciencia de un pueblo. Cierto era un santo, pero también un político. La irracionalidad  origina la pobreza; hoy vivimos un tiempo de abundancia y no de penuria; la  piojería de la penuria proviene del ansia de riqueza de una minoría obsoleta;  hay que encontrar un visión común del mundo fundiendo la tolerancia en juicio acrítico. (Pausa) Yo, Calvi, fui mirando el rostro complaciente de los miembros del comité de vigilancia  y descubrí en cada uno de ellos que la corrupción cedía ante las ideas de Juan Grin. Entonces les grité, todo reside en el milagro de la sal. Ellos no entendieron y entonces cedí antes de situarme en la tesitura de los espasmos estúpidos del pez enganchado en el anzuelo. Un banco, una logia, un partido, están hechos de intrigas.( Un gran bostezo)  (más rápido) En las muelas cariadas está la providencia. ( Silencio)
( Luego sigue) Tus ademanes son de sicario. Te aburren las palabras. ( Silencio)
(Sigue) Me gusta la acción. Si los individuos estorban se les liquida. Matar soluciona los conflictos.  ( Largo silencio. La oscuridad aumenta en el escenario y la luminosidad crece en la figura cubierta de Calvi. Luego oscuridad. Se escuchan movimientos en la silla en la que sienta Calvi.
La voz de Amescua.- Príncipe, te has interrogado qué secuelas de deserción y desconfianza deja  el asesinato de un banquero.
La voz del Príncipe.-  Después del asesinato de Calvi muchos gallos cacareando. (Risas) Había  desaparecido el dinero  y sólo quedaron millones de parias que transportaban el hatillo de la desesperanza.
( Gradualmente vuelve la luz al escenario. No hay personajes. La silla de Calvi ha  desaparecido. Se proyecta en el foro la imagen de Calvi ahorcado).
Una voz fuera.- ( Fuerte) ¡Crisis, crisis, un banquero se ahorca!. 





Acto Segundo


El acto segundo se realiza en tres escenificaciones:
La terraza exterior de una cafetería.
La redacción de un periódico.
Un salón de entrenamiento de bailarines de ballet


Escena I.
Penumbra en la terraza exterior de una cafetería. Juan Grin  sentado y Margarita frente a los espectadores. Ella detrás de él de pie,  apoyando las manos en los hombros de él. Ambos pensativos.
( Crece la luz del escenario)
Un vendedor de periódicos..- ( Vocea las noticias desde el proscenio) Crisis. Crisis. Quiebra de la banca. Quiebra de empresas. A pique la bolsa. Asesinatos. Atentado en un tren: cientos de víctimas. Se sospecha de grupos de extrema izquierda .El terror el primer problema de los ciudadanos. Los trabajadores preparan una huelga general y los políticos de la oposición exigen convocatoria de elecciones generales. Se pide gobierno de unidad nacional. ( Va de izquierda a derecha lentamente como esperando que las noticias sorprendan a los espectadores. Ante el silencio sale de escena decepcionado).
( Gradualmente la luz de un atardecer primaveral. Intenso trinar de los gorriones.  )
Juan Grin.- ( Levantado la cabeza para escucharlos) Los gorriones me parecen los pájaros símbolos de la gente abandonada en la ciudad.
Margarita.- Como ellos sobreviven dando saltitos de un lugar a otro. Se han integrado en el abandono.
Juan Grin.- De niño recogí un gorrión volantón y con migajas de pan mojado lo fui alimentando dentro de una caja de cartón. Luego se escapó. Pequeños mendigos que rebuscan como la gente pobre, que con bolsas de plástico espera hallar algo barato para comprarlo.
Margarita.- ( Le acaricia las mejillas) Siempre tenso. Inquieto por la suerte de los demás. Los otros que ahí fuera esperan darle sentido a sus vidas y a las nuestras. Pasan a nuestro lado y quisiéramos sujetarlos a preguntarles si son felices, si maldicen o si están  convencidos de lo importe de la vida. Todos tienen prisa por llegar al lugar donde están su mujer y sus hijos. La esposa le da explicación al mundo del marido y de los hijos con calma y ternura. Nidos de gorriones que al atardecer trinan. (Pausa) La calma y la ternura de la mujer se está integrando como salario que compra cosas. Las mujeres en África mantienen la producción agrícola y la organización y sin ellas el corazón de la oscuridad  africana cesará de moverse. En Europa la mujer  está convencida de que se le manipula para que reproduzca con su cuerpo y trabajo una ideología que la somete a la producción de deseos y de cosas  que ocultan las grietas de una sociedad desintegrada en individuo solitarios. La mujer no se ha liberado con el salario, sino que el mercado la absorbe con retribuciones que compensan los ingresos bajos de la familia.  La maravillosa concordia del hogar dulce hogar saltará como un cristalera apedreada por las mujeres. Es aborrecible la coacción de los sentimientos. Sobre la mujer se ubica la coartada del hombre débil y la familia como un vestido de domingo en la mañana.
( Esperando la contestación de Juan Grin)
Me considero una espectadora de un espectáculo de marionetas que accionan detrás de una cortina.¿ No has considerado que esos enigmáticos otros que va a nuestro lado son muñecos que se arrodillan o huyen ya que la realidad no es suya, que les viene impuesta por la violencia de la necesidad y de guante vuelto que es la ilusión?.
Juan,- Ante una crisis del poder se les impulsa a que se impliquen con las dificultades del minoría. ¿ Y si las marionetas aprender a usar las manos y cortan los hilos que las sujetan a la voluntad ajena?.
Juan Grin.-  Esa es la libertad ansiada. La esencia del cualquier hombre es libertad y razón. Pero no nacemos hombres, sino que nos hacemos hombres.
Un político decente te diría que la práctica política está  en la sociedad. Te diría que no hay sociedad sin ciudadano político, que en el presente todos nos hallamos en la urgencia de vivir la comunidad como una práctica social. Me preocupa profundamente que, ante la crisis que nos envuelve, la gente se aleje de los temas colectivos y se envuelva con el cobertor de la indiferencia, vaticina la aparición de salvadores de la patria y mayor sufrimiento. Nadie escapa de su presente por obra de la argucia de cerrar los ojos y apostar por entregar a un dictador la responsabilidad  y el riesgo de la lucidez y la acción. Aborrezco el egoísmo de la indiferencia Haré cuanto me sea posible por evitar que la mayoría se entregue al mesianismo de los fanáticos. Lo más repugnante son esas campañas informativas que aúnan individuo e indiferencia colectiva. Pregonan: ya no sois responsables de la colectividad, está representad a en ese o aquel grupo. Olvidaos de los asuntos generales, pues los vuestros son los verdaderamente importantes. Cada uno es cada uno. Hay un mundo privado y otro general que nos debe resultar indiferente. Estamos solos. Incluso el que agoniza está solo. El movimiento último del agonizantes es el de hallar una mano que lo sujete. Sin embargo,  El hombre es social. No existe un hombre real y un hombre político separados: sólo hay historia de los hombres desde ellos a la colectividad humanizada por la libertad.El hombre único, ajeno y disciplinado, es el autómata de los autoritarios.
( Trinan los gorriones)
Margarita.- Nos escindimos en la esperanza de no sufrir, de volvernos dioses domésticos, iluminados en la penumbra del miedo. Así somos, ante el altar del miedo nos arrodillamos y rezamos a  los dioses que inventamos con nuestro miedo.
( Saca un espejito del bolso y se mira en él) Me voy haciendo mayor. ( Ríe) Tenemos grandes preocupaciones en este momento; Juan, y yo me preocupo de mis arrugas.
Juan Grin.- ( Burlón)Te gustan los contrastes.
Margarita.-  Me gustaría estar delante de un espejo de cuerpo entero y que una mujer me vistiera con un vestido blanco y me pusiera una corona de jazmines. Yo gritaría: es el día de la novia. La novia va de blanco y su novio es marinero.( Muy bajo).La novia sueña en la orilla del mar y el mar le moja el vestido. ( Alto y girando sobre sí misma.)     Pero no, no, no. Nos vestimos y maquillamos delante del espejo de la responsabilidad y al volvernos de espadas entonces se extiende una sombra delante que nos inquieta por su inmovilidad.

Juan Grin.-  Margarita, conozco tu inquietud en esta situación. Nada tengo seguro, pero debo perseverar en llegar a un acuerdo de concordia con los dirigentes democráticos.
No me  es ajena la preocupación. El conocimiento de las maniobras de Amescua para desestabilizarme y  las admoniciones de Osorio sobre las desventuras del azar por no prever todas las posibilidades.( Pausa) En la acción no hay teoría; ésta llega después.  Hay dos alternativas o la formación de un pacto político mayoritario con la oposición de izquierdas para frenar el movimiento oligárquico de sectores de mi partido y de las logias financieras y militares o rendirnos al desorden inducido por los manipuladores ideológicos y los centros del poder industrial y financiero.
El desorden arrastra la nostalgia de la paz sin libertad. Una remota  añagaza de  los desestabilizadores. Se organiza el desorden en la vida cotidiana y en los sectores financieros y del comercio exterior. El dinero no circula, las empresas quiebran, las huelgas representan el peligro rojo. El desorden se fabrica como un producto en una fábrica. Lo peor es la pasividad de la mayoría y la aceptación del mensaje político de minorías que prometen propiedad y orden y una actitud autoritaria contra los disidentes.
Haré lo posible por evitar el asalto al poder de los vendedores de autoritarismo y cárceles.

Margarita.- ( Ausente) Cuando nevaba los niños nos escapábamos del colegio y corríamos al bosque para arrastrarnos sobre la nieve y para  arrojarle  piedras al ramaje blanco de los árboles. La nieve nos presentaba lo habitual sorpresivamente ajeno. Las calles, los tejados, los árboles, la cara fría de los transeúntes nos situaban en un escenario irreal que sabíamos que huiría furtivamente igual que había llegado. ¡ Por eso gritábamos!. Lo que dura poco y es bello nos invita a gritar de alborozo. Se desvanecerá sin dejar rastro de su blancura. Tú yo vivimos ese paisaje nevado de la crisis social que nos origina extrañeza. Resulta sorpresivo; al derretirse la nieve  nos toparemos con la normalidad. El disfraz con el que se revestía el destino caía a los pies de la normalidad.
 ( Pausa) Sufrimos, Juan. Nos enfrentamos a la necesidad de mantenernos vivos y por sujetarnos al mundo aceptamos vestirnos y maquillarnos delante de un espejo que nos deforma.( Sonríe con desgana) Tú eres la voluntad y la conciencia; también atraes la violencia de tus enemigos. ( Lo acaricia) El malabarista que  busca un consenso entre la razón colectiva y el enloquecimiento de la minoría que posee la organización de ajustar la sociedad a sus intereses.

Juan Grin.- Sin duda tengo miedo de que me elijan como el objetivo que después de muerto signifique la imposibilidad de solucionar los enfrentamientos de manera pacífica. La santidad inviable. La naturaleza del caído y la necesidad del castigo como remedio a sus maldades. El Estado fuerte. Hay excesivos dirigentes que se acomodan al terror blanco. Aceptan la tutela y la corrupción de la torre de marfil. Si la vigilancia  y la sospecha se filtran en la sociedad, todos se vuelven policías y reprimen la disidencia. La censura se vuelve carne y la venganza espada. Luego llega el silencio y el autoritario es libre: el organizador de la represión. Los fanáticos esperan que las calamidades de esta sociedad se les vuelva motivo de represión. El enemigo interior y exterior les facilitan la organización del Estado totalitario. El miedo les autoriza a sustituir a los hombres libres por ciudadanos vigilados y castigados.
Si peligra la totalidad social, mi humilde persona no cuenta. Las crisis nos devuelve  a la selva de lo incierto. Esta crisis social me sitúa ante la exigencia del sacrificio.

Margarita.- Juan conoces a los hombres y ellos te han arrastrado sobre sus excrementos (Alto) No hay valentía, ni héroes. Sólo hombrecitos que obedecen a los vigilantes.
( Normal)  No soporto la inundación  seráfica. No hay ángeles, salvo los del cortejo de la corte del cesaropapista de Justiniano. ( Burlona)Claro, la cara de los ángeles es la de los burócratas y terratenientes del imperio bizantino.

Juan Grin.- ( Obstinado)Los humildes no tienen rostro para la iconografía.

Margarita.- ( Bajo) La realidad de esta crisis no va a ser corregidas por un pacto político. 

Juan Grin.- La historia la hacen los hombres.

Margarita.- Carezco de entereza para aceptar impasible el riegos que asumes. Cualquiera utilizará tu muerte para justificar su toma de posición: la exaltación al martirio de líder que intentó la ingenuidad del pacifismo. Gritarán que ya es hora de sustituir las palabras por los hechos. La política de las armas.

Juan.- No permitiré el retorno de la barbarie envuelta en la bandera del orden.

Margarita.- Si te matan, yo me quedaré ante un mundo sin esperanza. No habrás impedido con tu muerte que no se repita el dominio que ha conducido a esta crisis. Me quedaré esperándote detrás del muro infranqueable de tu olvido. Tu asesinato resultará inútil a tus principios. ¿Lograrás que la concordia partidaria destruya las condiciones reales que posibilitan el ascenso de una minoría enloquecida?.

Juan Grin.- Lo valores reales llegan de forma progresiva. No se nos dará un sociedad justa afirmando que sólo es real el milagro..

Margarita.- ( Ironía triste) Ante ti se presenta la virginal Juan de Arco y no la mujer que se vende en las callejuelas y se envilece apoyada en las paredes.
( Silencio)

Juan Grin.-  Yo desprecio los mecanismos económicos que transforman cualquier cosa en un precio de mercado. Si la sociedad y sus valores se han convertido en un producto vendible, es porque todos somos comprados. La necesidad nos vende a todos y nos vendemos  por... ( Margarita no lo deja terminar).

Margarita.-( Alto) ¿ Pero quiénes nos compran?.( Pausa) El oportunista  reitera la idea del porvenir mientras adopta los argumentos de los compradores de esclavos y de armas. Los que se perfuman con el  porvenir arrastran tras la espalda una bolsa de basura.

Juan Grin.- ( Le coge la mano) Mi cita y el peligro que conlleva exacerba tus temores. Yo fui siempre un hombre que apostó por darle salida a los conflictos dando paso pequeños, como si las dificultades fueran inevitables entre gatear y correr. Primero gatear y luego andar.

Margarita.- Yo desde la adolescencia estuve voceando contra el reformismo de los creyentes. Voceando contra el lobo.(Pausa). Los capitalistas, los violentos, los totalitarios. (Pausa) Advirtiendo de continuo que el hombre es una caña movida por el viento del poder envilecido, pero una caña  que marchita y desaparece.

Juan Grin.- ( Sonriendo) Me quedo con la caña pascaliana. Una caña pensante. Frágil y capaz de soportar el empuje del viento adaptándose  a sus movimientos. Sacudida, ladeada, y siempre volviendo a su posición inicial, a la espera de conocer la verdad..

Margarita.- ( Se sienta a su lado y le pone las manos en los ojos). También está nuestra vida y no sólo la de ellos. Nosotros dos. Si contemplas un nuevo paisaje tal vez encuentres los colores y los sonidos diferentes.

Juan Grin.- ( Le retira las manos y se las besa). El menguante viaje por los sueños acaba en la realidad. No seremos felices por escondernos entre las nubes. Lo queramos o no vivimos con los otros. Estamos tejidos de la misma materia. (Pausa). Oscura y distante, aunque deseando con fervor que sea plástica para que la razón penetre en ella.
La apuesta en el porvenir del hombre  emerge como un milagro cuando nosotros no  nos ausentamos de la realidad. ( Sonriendo) Cuando no hemos sido vencidos por el miedo y la duda.

Margarita.- Algún día me sentaré ante un álbum fotográfico descubriendo la ausencia. A los amigos y los paisajes desaparecidos. Una anciana en el monólogo incesante de su derrota. ( Grita)  Oiga, ¿ hay alguien vivo detrás de los teléfonos de mi agenda?.

Juan Grin.- ( Lejano a las quejas de Margarita)  La existencia  se realiza y desaparece. Los amigos fueron tales mientras vivían y compartían las mismas inquietudes. Una generación se borra con su decrepitud como las huellas de barro seco que el viento levanta a comienzos de Otoño. No busques jaula a tus recuerdos; éstos vuelan de la memoria. ( Escuchando a los gorriones) Ellos como gorriones escapan por el ramaje de las acacias.
( Otra vez trinan los gorriones) ¡ Ves, nos observan!.

Margarita.- Los pájaros del atardecer.

Juan Grin.- Los gorriones aguardan desesperadamente el alba. En sus cuerpecitos entra la luz  de la mañana y en ella  vuelan y en su ausencia se esconden con trinos que despiertan una visión del mundo desesperada y esperanzada. Los gorriones está ajenos a la  angustia de la vejez y la muerte. ( Mira la hora en su reloj de muñeca) Es el momento que llegue Osorio.
 ( Silencio. Juan Grin bebe de una copa. Margarita pone las manos en el lado izquierdo de su pecho)

EscenaII


Escenario: redacción del periódico. Sentados y conversando Osorio y el periodista Beer.
Beer es un hombre joven.
Beer.- Me preocupa que insista en que me boxee con la niebla. Yo hace tiempo que divide los hechos en posibles y misteriosos. Lo posible es real y permite que se le mida y se le investigue. El misterio está en la cabeza de los enfermos. Para un periodistas hay relaciones, encubrimientos de intereses entre grupos de individuos que conseguir el enriquecimiento y el poder triturando a los demás. ( Enciende un cigarrillo) Tan fácil como expeler humor. La selva de la intriga está preparada para los que construyen trampas y fortalezas. Ellos se convierten en cazadores y en sus orgías celebran la efectividad de su dominio.(Pausa) Están ahí, detrás de la puerta cerrada, como la posibilidad de que se presenten con sus embestidas. Están detrás de los árboles esperando al paranoico.
Osorio.- ¿ Quiere decirme que soy un paranoico?.
Beer.- No. No. Lo conozco suficiente.
Osorio.- Usted sabe de donde viene el viento en  estos días.
Beer.- Esa es mi duda. ¿ De dónde llega el viento?. La ignorancia nos reintegra con un billete falso. No vuelve estúpidos y escupimos contra el viento para que el escupitajo nos caiga en la cara. La pregunta del millón es  simple:¿ por qué causas los poderosos sienten que se le sube el ratón que se cuela en el oído del elefante y lo matará? Alguien expele excrementos para que los agiten otros y su olor se propague.  El caldero de la mierda lo están agitando con fuerza ahora.
Osorio.- Usted conoce que la libertad de prensa termina en la necesidad de Estado. El miedo impone la autocensura. Los periodistas reputados de honestos o los propietarios de los medios se conjuran a obedecer órdenes. Los síntomas de un golpe de Estado o de una guerra  se caracterizan por unanimidad con que la mentira se repite. Aquello que se difunde un millón de veces es lo bello y lo patriótico. La parafernalia de los derechos humanos se la poda con la guillotina de la  censura de los conveniente y necesario.  A los opositores o disconformes  se les marcan y registran  en la base de datos de los servicios de seguridad. Se aviva a Franskestein con revertir al antagonista con una chaqueta de revés y una máscara de monstruo. Y el monstruo busca un lugar donde refugiarse de la persecución y la halla en la cabaña de madera de un viejo ciego. Al final, todos nos observamos en los espejos de los escaparates de las tiendas con la aprensión de que nuestra disidencia se vuelva visible. El recelo al monstruo  pasa al interior, se vuelve un síntoma inquisitivo de opresión  inconscientemente.Se encargan de atarnos un monstruo a la cintura. En períodos de bonanza nos parecemos a esos amaestradores de  macacos que con una cadena al cuello del animal le hacen saltar al compás de las monedas que caen en  la escudilla y en épocas de delirio al monstruo que huye de la sociedad para esconderse. (Pausa) Señor Beer los medios de comunicación difunden el terror de las máscaras morales según las instrucciones de los poderes públicos.
Beer.- ¿ Teme que  Juan Grin se  convierta en el monstruo a batir?.
Osorio.- Evidentemente su intención de levantar un puente entre dos orillas perjudicaría los intereses de los que se nutren de volver imposible una alianza política que impida la barbarie.
Beer.- Siempre me sorprende que los individuos instalados en los salones barrocos del poder pretendan salir de ellos por mero altruismo. Todos los actos son significativos.¿ Por qué un sujeto en el pedestal querría bajar de él?.
Osorio.- Sin duda usted le atribuye a los hombres la finalidad de la utilidad. Para usted buscan la máxima satisfacción en sus intercambios con los demás. A pesar de la eficaz difusión de un hombre transformado en una voluntad rapaz, individualista, que escudriña en sus actos para apresar la presa con la que alimentarse, existe como  excepción, la naturaleza humanizada. Usted si quiere puede expresarlo diciendo que se verifica en la anormalidad la apuesta por un mundo que trascienda  a la opresión de la mansedumbre .(Pausa) Le diría que el asco es el punto de saturación para lo heroico.
 Al fin y al cabo decidimos en que instante elegimos morir. El héroe juega con la muerte y el mediocre con la ruleta de la utilidad.
Beer.-A pesar de su soflama, radicalmente dejé de creer en la santidad en cuanto supe que un chupete no es un pezón. Yo no voy a dudar que vivimos en una guerra con todos los medios y que sin duda  se está llevando a una triple conflicto a este régimen que se disfraza con la piel democrática, aunque incumba un triple tumor: ideológico, político y militar. Si fuera un tipo con esperanza diría que lo valiente debería ser  revelar las intenciones económicas, ideológicas y militares de  los predestinados a liberarnos de los de enemigo como mandato de la voluntad colectiva. ¿ Quiere conocer algo preocupante de mi carácter?. Gozo el delirio de husmear las huellas de los cazadores.  Los acontecimientos me empujan a encontrar su origen. Y he aprendido que los seres que modifican la intensidad de la locura lo hacen inmersos en visiones que no controlan. Se vuelven locos por miedo a que su mundo se derrumbe. Son perros que se resisten a ser arrastrados por un caro tirado por  bueyes. Hagan lo que hagan se despellejan en las piedras del camino. La historia de las intrigas, los hombrecitos que se desvisten en ella osadamente, me la supongo una olla de barro que golpeo con un bate.
Osorio.- ( Mostrando incredulidad) Entonces...nos aproximamos a lo mismo.
Beer.- ( Fumando y expeliendo el humo) Una operación desestabilizadora del velamen que usted pontifica  suscita la morbosidad por el peligro que encierra. Diríamos que el banco de San Francisco ha quebrado, que su propietario asesinado por una logia, que el partido que controla el Estado está infiltrado por una logia de conspiradores y que usted representa a un sujeto que es secretario general de ese partido que tiene la intención de superar la crisis mediante su alianza con un partido de izquierda en cuyo programa se admite la desaparición de los controladores de la propiedad.
Osorio.- Tal vez seamos sombras en una pared y delante del foco de un dios que se reserva la finalidad de sus actos. Un dios cansado de tener paciencia con los monopolizadores de la violencia.
Beer.- Sin dios, señor Osorio. Un sujeto tiene el precio de una bala y éstas las fabrican por millones. Unos centavos. Vivimos tan cínicamente que postular la ética y homicidio equivale a unir lo semejante. Osorio, usted es un hombre práctico y estará inmerso en el conflicto por esas paradojas que acercan al hombre a la fidelidad canina.
Osorio.- ( Molesto) No tanto como su fidelidad a las meretrices  asiáticas y a la obesidad.
Beer.- ( Bonachón) No se incomode Osorio. Las palabras despiertan los sentimientos y por ellas padecemos los arrebatos de ira y de culpa. Como esos budas de los bazares chinos, deberíamos permanecer indiferentes a la trapisonda de las palabras.
Osorio.- ( Impaciente) En concreto, ¿ qué?.
Beer.- Usted teme por la vida de Juan Grin. El suicidio o asesinato de Calvi le inquieta y deduce de él que la conjura se amplía sobre todos aquellos que pretendan  extraer la parte podrida de la manzana  de la verdad. El banco de San Francisco ha quebrado y dentro de las telarañas de la caja fuerte se halla  Amescua y todos los afiliados a su logia.
Ososrio.- Una logia de los representantes del poder público y los bajos fondos.
Beer.- La dinamita en los trenes y en el mercado, la agitación de los grupos extremistas, el crecimientos del paro y la quiebra de empresas que representan el dolmen por donde sale el sol nos alumbran. ¿ Cuál es la finalidad última?.
Osorio.- La finalidad última es convocar elecciones y obtener democráticamente el voto del miedo y recomponer el sistema para que sirva a las nuevas visiones ideológicas y materiales del grupo de fanáticos. No radica  el problema en preguntarse cuál es la finalidad, sino qué hacer.
Beer.- ( Sarcástico) No le gusta la especulación y el alboroto periodístico, ¿ verdad?.
Osorio.- En este momento no. Quiero palpar y ver.
Beer.- Singularmente lo que palpamos y vemos, en una sociedad como la nuestra,  corresponde con objetos que percibimos sin conocer. Admito su desconfianza como  patrón de medida. Su impaciencia lo vuelve desconfiado.(Breve silencio) Usted desea que yo husmee  en el entorno de Amescua y en sus alianzas.
Osorio.- Si.
Beer.- Porque teme que se cierna algún peligro sobre la vida de Juan Grin.
Osorio.- Sí.
Beer.-¿ Las conversaciones de Juan Grin con el jefe de la oposición ya han comenzado y esto momentos se ultiman?.
Osorio.- Si.
Beer.- ¿ Saldrá un acuerdo?.
Osorio.- Eso se pretende.
Beer.- Investigaré y no me pregunte la razón.
Osorio.- No se la preguntaré.
(Oscuridad)

Escena III


Escenario la redacción del periódico.


Beer y el Príncipe.

Entra el Príncipe. Viste frac. Durante toda esta escena tendrá una actitud distante y altanera. Su pronunciación estará afectada  por su intención de demostrar su actitud elitista. Juega de continua con una moneda de oro que maneja hábilmente entre los dedos.
Príncipe.- ( Por la moneda) Lo trocaréis todo por disponer de la omnipotencia de la bestia  y rechazaréis lo que no lleve su marca. Habrá seres de barro y seres de oro. Los de oro dominarán a los de barro. Nadie escapará de la bestia y por ella el homicidio se volverá ofrenda  y la búsqueda de la verdad la utopía de los hombres de barro.
(Silencio)
Alguien ha escrito con pintura negra en la pared de una fachada: Sócrates, enano. Sólo un enano podría situar sus ideas en el cielo. Un príncipe se guarda de sus enemigos detrás de los muros de la fortaleza y protegido por una jauría. Nunca entregaría su seguridad a quienes no desean  ostentar la marca de la bestia.( Arroja la moneda arriba) Y... ( La coge entre los dedos) Entre el ser y el poseer está la incertidumbre. Cuando la moneda vuela no es de nadie. El jugador la arroja, porque en ese movimiento, en el que se desprende ella, se reinicia la duda y la convicción de que ha llegado el momento de la mejor jugada. El jugador carece de memoria. La pérdida se le  graba como la huella de un cuerpo en la arena húmeda. Volverá a repetir el lanzamiento de la moneda y el azar lo hará un gigante o un enano. El jugador está de costado en la penumbra  del instinto. Niega el porvenir. Todo es instante confuso, sosiego mientras el azar se revela dionisiaco. La culpabilidad se oculta, la esperanza de los hombres de barro no pertenece a la naturaleza de los hombres de oro. El remordimiento incluye a los que ansían  el adormecimiento a cambio de pertenecer en la monotonía de la servidumbre. La moneda aparece y se oculta entre los dedos con una repetición acelerada. Si cierro los ojos ella está y yo no. Posee vida independiente. Pasará por todas las manos y  bailará lasciva en el impulso de quien la arroja.( Recordando)  Calvi insistió en reventar con la jerga de su lenguaje acelerado. (Bulón) Lo mismo que a Sócrates, el enano, le agradó morir echando palabras a los oídos de los animales que hocican ; lo justifica su condición de cerdo. Sus excrementos nos envuelven a todos y ahora este periodista pretende sonsacarme. ( Imitando una conversación) ¿ Usted conocía a Calvi?. ¡Ya, dinero!. Se especula si fue un suicidio o un asesinato. Los periódicos tienen que vender. Un hombre tan introducido en los círculos de los fuertes debe haber recibido alguna información. Los hombres se han vuelto prudentes.( Sonriendo) Les ha dado por seguir viviendo mudos y ciegos.  pagable.   algo justificó su muerte hablando .Es increíble que Calvi se suicidará. ¿ Por qué?. Yo he conocido alcohólicos y fumadores cancerosos que cuando les dijeron cómo sería su final se suicidaron. Una quiebra no es un cáncer.¿ Usted supone eso?.
( Burlón) La quiebra de un banco  exige el suicidio del gestor. (Arroja la monedad al aire y la deja caer al suelo) En el  precio del oro está el juego de la muerte. ¿ Usted me comprende?. Sin oro no hay hombres reales. Bueno sí, hombres de barro; éstos  no se  percatan que se resquebrajan en un suicidio con letras de cambio protestadas. El código mercantil es su código penal.( Recoge la moneda y  ya no imita a un conversador inexistente) Ante el poder del dinero, uno se arrodilla  y vuelve a sentarse delante del crupier. La bolita corre entre números y viene a caer en uno. El crupier vuelve a lanzarla, un número imprevisible se adhiere a ella. ( Aprieta la moneda y muestra el puño). La riqueza del jugador se orilla en la angustia disimulada y si pierde la culpabilidad se esconde detrás de la amnesia. ( Alto) ¡ Y otra vez al juego!. Si la moneda se ha escapado hay que encontrarla de nuevo tanto si pertenece al usurero o a los servicios secretos. El oro es anónimo y nuca se sabe de la mano que salió.
( Entra Beer sin que el Príncipe se percate)
El oro está predestinado para el que es capaz de mentir e interpreta su papel en un decorado de pasiones articuladas por una voluntad violenta y oxidada por la amnesia. 
Beer.- ( Alto) Justo pretendo encontrarme con un  amnésico y con tratamiento devolverle la memoria.
Príncipe.- (Sin sorprenderse) Un periodista con resaca iluminista. ¿ Usted conoce la marca de la bestia?.
Beer.-( Dudando) ¿ Se refiere a la bestia del Apocalipsis?.
Príncipe.- La bestia se presentará antes de comparecer en el Gran tribunal inquisitorial. Mi bestia es más cercana. ( Le muestra la moneda) Una bestia de oro.
Beer.- ¿ Le gustan los acertijos?.
Príncipe.- Nosotros somos un misterio. Por ejemplo, no alcanzo a entender por qué me ha citado
Beer.- Un periodista concierta entrevistas.
Príncipe.- Buscando la solución a un acertijo.
Beer.- Las sombras en las que nos incluimos originan los acertijos.
Príncipe.- Hablar, hablar...Señor Beer, el lenguaje nos vuelve misteriosos e irreales. Hay un detalle que no debe pasar inadvertido, las palabras son arbitrarias; sus cuerpecitos de aire llevan dentro la ambigüedad. Queremos encontrar en ellas la verdad y nos devuelven la incertidumbre. Las palabras se vuelven cuerpos inútiles y buscan desesperadamente en cada época un significado que  les restituya el esplendor de la adherencia a la realidad. La mayoría amarillean  en los diccionarios de los aficionados a la erudición.
Beer.- Un hombre ducho en la intriga necesita las necesarias para sobrevivir flotando.
Príncipe.- No crea. Las palabras se saborean en la ira y en el amor. Ellas irisan los instantes sublimes. Las mujeres se enamoran  escuchando en una voz ajena la atracción que suscitan en el amante. Los asesinos monologan incesantemente con sus víctimas y les dan explicaciones embriagadas y exculpatorias.
Beer.- ¿ Sabrá cómo se apartó de sus problemas el banquero Calvi?.
Príncipe.- Lo que dicen los periodistas. Alguien en el filo de la bancarrota siempre se suicida. Los deudores o se  esclavizan a sus acreedores o  desaparecen sacando la  lengua. Igual que esas cabezas de goma a la que los niños, a la vez que aprietan, les gritan: Toribio saca la lengua.
Beer.- Se supone que a Calvi le apretaron para sacarle la lengua.
Príncipe.- Se ahorcó con el gesto pueril de cubrirse con un lienzo. No deseaba que le hicieran fotografías  bailando de la cuerda. Enrique VIII ahorcaba por racimos a los pequeños propietarios que no aceptaban alejarse de los predios embargados por préstamos insatisfechos. Calvi fue un banquero que le entregó una moneda de oro a Caronte emprendiendo su viaje por la laguna Etigia.
Beer.- Calvi no era capaz de suicidarse. Le pusieron la cuerda al cuello y le pegaron la patada  al patíbulo para que su cuerpo oscilara cómicamente.
Príncipe.- Usted parece saberlo mejor que yo. Mi comentario sale de las glosas periodistas.
Beer.- ( Saca un dossier con fotografías que extiende sobre la mesa). Usted, Calvi y Amescua se fotografiaron juntos algunas veces.
( El Príncipe coge las fotografías y las observa.)
Príncipe.- La gente que está en el mundo  se encuentra en los mismos lugares. Flores y abejas están en idénticos prados.
( Aparece la proyección de una fotografía de  Calvi, Príncipe y  Amescua).
Príncipe.- ( Dentro del rayo de luz de la proyección de la fotografía que está viendo)  Realidad y ficción se  mezclan y su resultado es una fantasmagoría. Ilusiones mudas.
Beer.- Usted es un violento. Asociado a grupos que recurren a la fuerza para silenciar la disidencia.
( Una proyección muestra al Príncipe al frente de una manifestación  de jóvenes armados.)
Príncipe.- ( Pasando una de sus manos  sobre la imagen proyectada)  La mayoría de ellos han muerto por la violencia o por la droga. La fotografía exhibe  la virulencia de la historia.(Pausa) Sobrevive el instinto de organización, pero los individuos desaparecen en el clamor de los vítores o en el silencio de los callejones donde los atrevidos y cansados se inyectan la lección letal de heroína.
Beer.- Fueron sus camaradas.
Príncipe.- Las fotografías  pertenecen a  seres inexistentes en la actualidad. Turba contemplarse en  la inmovilidad de una fotografía. Un acusador diría que yo estoy ahí. Aunque quisiera encontrarme, no podría hacerlo.  De la juventud no queda rastro.
Beer.- Usted formó parte de grupos violentos en los años  setenta y  se intercambiaba su audacia con la cobardía de sus pagadores, políticos, trascendentes y financieros. Las dos fotografías unidas aseguran su trayectoria de condotiero de alcurnia al servicio de lo señores feudales. Su falta de liquidez ha estado unida a su frenesí por la apuesta de todo o nada. Usted pasó del matonismo de señorito cabreado  a la violencia organizada para reprimir huelgas y atemorizar las veleidades liberales de la clase media. Luego llegaron los señores de la intriga política y financiera: Amescua y Calvi.
Príncipe.-  Usted analiza otra época. Parece situarse en los años finales de la primera guerra mundial. La riqueza se ha extendido a toda la sociedad y las minorías han vuelto a la cordura del antagonismo en libertad . Lo peor de un hombre desenfocado es que inmoviliza la historia deformándola. Hoy no se necesitan los señoritos con brazalete para reventar huelgas. El pacto entre capital y sindicatos es una práctica excelente para incrementar salarios y beneficios.
Beer.- ¿ Cómo se explica el hundimiento de la bolsa, la miseria de un parado un dólar en los suburbios de los países del Norte y del Sur , las quiebras de las multinacionales, el procesamiento de sus directivos, la caída de los precios de los alimentos importados que forman casi la totalidad del salario real de los países del primer mundo para incrementar los beneficios, los préstamos  políticos para devolver la docilidad. Los organismos financieros  que le dan rentabilidad a la una clase social rica y decadente  que práctica la crueldad  bajo la férula de la deuda exterior?.
Príncipe.- Beer, usted se refiere al guantelete de hierro que golpea. Cuando escuchaba los gritos de mi padre impartiendo órdenes observaba que los servidores se atemorizaban indagando la falta real o imaginaria que los penalizaría. Si alguien decide sobre la vida de los otros y los señala con dos letras  WQ, les otorga el signo de la obediencia y si cambia las letras a QW les otorga  el signo de la culpa y la rebeldía. Todos creen que van a ser signados con las letras WQ. Ninguno resiste el temor de la duda. Me fascinan los corredores donde se percibe una voz acusatoria. ( Grita) ¿ Qué le habéis hecho a dios?. ( Normal) Entonces los reptiles buscan se esconden bajo las piedras y las aves asciende hasta que extenuadas por las ascensión caen al fango.
¿ Qué nos aterra de tal modo que nos coloca el yugo en la conciencia?. Usted me habla de los yugos del FMI o el BM y de aquellos que los soportan. Un hombre un dólar significa treinta años de vida. Sin un dólar día, los indigentes  no saldrán de la infancia. Los débiles tienen la vida como un préstamo de los fuertes.( Pausa) Se pueden organizar y ejercitar una violencia sin límite temporal. (Pausa) El dominio del amo sobre el esclavo es una relación agónica. La represión utiliza diferentes instrumentos de tortura según la época.
Beer.- Sabe andar con botas militares sobre las palabras. No deja una abertura de escape a los oprimidos.
Príncipe.- El amo conoce el placer de determinar los fines por los que vive. El dominado ve el mundo por los ojos de su amo. Tendrá que acepta la muerte como una lucha y entonces tendrá fines.
Beer.- A usted le fascina el laberinto que recorre el Minotauro.
Príncipe.- Minos, el gran constructor del laberinto donde la bestia reina buscando perpetuarse en los lejanos ecos de una víctima que tira de los hilos de la red donde está aguardando la pasión inextinguible de los hombres transformados en dioses violentos.
( Se acerca Beer) Con los restos de Calvi quiere construir una salida del laberinto.
Beer.- Me basta  con saber quién construye desde el gobierno el caos actual. Amescua es un conspirador que une el poder que dan las urnas con las mafias del dinero negro. La represión organizada para reproducir una democracia viciada por la miseria, la ignorancia y el miedo. La clientela que ofrecen los sicarios en las zonas miserables del país.  (Alto) Su voto a favor de la continuidad de lo establecido. ¿ Qué está sucediendo entre los que regentan la sociedad?. Los asusta de tal forma que organizan el caos  institucional? ( Breve silencio) Quiero conocer el lugar y las personas que estuvieron reunidas y decidieron imponer la violencia del miedo.
Príncipe.- Quiere a Minos y a su palacio fortaleza. De las tinieblas del laberinto a la celestial luminosidad de Juan Grin acordonado al Minotauro. Los nombres de los que administran la fortaleza y tapan los agujeros de sus propias sombras ejecutando a los delatores con una ráfaga de disparos desde una motocicleta. (Pausa) ¿ Todo eso a cambio de qué?.
Beer.- De lo que usted desea como un moscardón alrededor del pastel.
Príncipe .- ¡ Dinero!.
Beer.- Sí.
Príncipe.- Un periodista que ofrece dinero. ¿ De dónde lo obtiene?.
Beer.- En el laberinto nos apostamos todos buscando tesoros.
Príncipe.- La araña segrega de ella misma los hilos de la telaraña. Luego espera  sentir los movimientos de su presa. ¡Qué comparable a los arácnidos!.
Beer.- Usted  está  habitualmente en los huecos donde los arácnidos tejen las intrigas.
Príncipe.- ( Riendo) En los agujeros donde se acumula la ansiedad por la destrucción de una sociedad vulgar. Usted nunca conocerá el padecimiento de la decadencia.( Breve silencio).
La decadencia es continuamente caer al polvo de las cosas. Nunca te vuelves; detrás de tu espalda se esparcen fustes, capiteles y basas esparcidos entre hierbajo, arcos quebrados, vidrieras rotas que no impiden la luz cruda del mediodía, armarios con las puertas abiertas, campos calizos y yermos.
Beer.- Príncipe, usted es un decadente romántico.
Principe.- Probablemente, ya que la caducidad envuelve la diáfana soledad del insomnio entre los durmientes. (Pausa) Los ilustrados como usted insisten en el porvenir moral y en la continua sospecha de que hay un ejército de soberbios y avarientos que lo impiden. ( Pausa) Sólo hay decadencia y olvido. Las generaciones que se meten dentro de la cotidianidad con  su exceso de esperma les urge inseminar la historia con la arrogancia de los advenedizos.( Pausa) Señor Beer, la miseria es un componente inevitable de la vida. Guerras y vida son complementarios.
Beer.- Pero la miseria actual no es natural. Se usa como medio de dominio.
Príncipe.- No hay fuertes sin dominio.
Beer.- Y ese dominio de la crueldad sirvió para suprimir a Calvi y darle un plazo de maniobra a Amescua.( Pausa) Tal vez no sepa que Amescua no depende de sí mismo. En los regímenes autoritarios y en los democráticos se adhieren un delator exterior y un doble disoluto junto al poseedor del poder. La muerte de Calvi fue pactada con alguien que está por encima de Amescua en autoridad y poder.
Príncipe.- (Receloso) ¿ Con quién?.
Beer.- Con alguien que asumiría el control del Estado mediante la involución social.
Príncipe.- Los pretorianos imponían el laurel al nuevo César.
Beer- Si usted participó de alguna manera en la muerte de Calvi, los pretorianos merodearán a su alrededor recelando de su incontinencia monetaria y de su fraternidad con los delatores. A usted le gusta esparcir sobre el tapete verde de los casinos el dinero y la bravuconería. Los delatores escuchan y anotan.
Príncipe.- Se desciende al vacío de apostar la vida en los giros de la ruleta. Los hombrecitos que se apoyan en el rebaño nunca conocerán el vértigo que acomete al despreciador de las convenciones. Cuando se apuesta a un número la pertenencia a los elegidos, ya se ha descifrado el sosiego de estar desprendido de la vulgaridad.
Beer.- Usted repite la puesta continuamente y tiene que encontrar el dinero que se lo permita.
Príncipe.- Yo lo encuentro.
Beer.- Estoy convencido.( Pausa) Amescua y su doble tal vez no necesiten a un sujeto sobre el que recaen inmediatamente las sospechas por su pasado violento. (Pausa) Si llega la paz, usted sobrará.
Príncipe.- Amescua me sostiene y yo lo agarro.
Beer.- Usted no tiene fuerza  para eso. Me suena a burla. ¿ Quién mantiene a Amescua sentado en su trono?.
Príncipe.- ( Burlón) ¡ Vaya cuerda de ahorcados!. ( Pausa) Y uno de ellos, con los bolsillos vueltos, soy yo. (Pausa) Se lo he dicho ya. Las ruinas me desagradan. En tiempos difíciles los edificios se desmoronan y los ricos se retiran a sus villas a contemplar  sus colecciones de arte.
Beer.- ( Alto) ¡ El dinero!.
Príncipe.-  Calvi era la suciedad en las uñas de Amescua.
( Da vueltas rápidas en torno a Beer) ¿ Olvida que soy un depredador?.
Beer.- ( Alto) ¡El dinero!.
Príncipe.- ( Lo sujeta por la espalda y acerca la boca al oído de Calvi) ¡ El nombre del otro!. Está demasiado alto. Es un águila y usted una liebre en campo abierto. ( Beer pretende liberarse) El depredador caza por necesidad. Esta cháchara estaba premeditada. ¿ Sabe por qué?. Yo tenía que venir y apuñalarlo y robarle su cartera y reloj. La policía deducirá que ha sido un asesinato para robarle. (  El Príncipe lo apuñala. Lo deja caer al suelo y lo despoja de la cartera y el reloj. Se limpia el sudor de la cara con un pañuelo).
Si se le pregunta a un asesino por el motivo, se lo inventará. La culpa y la inocencia son estados de ánimo. El olvido es el narcótico absoluto.
( Cierra lentamente la puerta detrás de él).

Oscuridad.  



Escena III

Un salón de entrenamiento de bailarines de ballet . Realizan un ensayo.

Personajes:
Pocio, bailarín.
Leonor, bailarina.
Coro, tres bailarines.

El coro se situará en un tarima baja. El foro una pared blanca, en el lateral derecho un espejo.
Pocio y Leonor acurrucados y abrazados bajo un plástico blanco y transparente en el centro de la escena .
Coro.- La muerte silba, come detrás de la espalda
Como si fuera un cáncer dormido.

Leonor.- En cualquier espacio hay un vigilante,
La sospecha es constante,
Nadie pertenece a la zona de impunidad
Para el horro del Gran Personaje.

Pocio.- La muerte silba,
come dormida.
Coro.- La muerte silba,
la muerte silba.
(Pocio y Leonor se levantan y corren sin desprenderse del plástico.)
Coro.- ( Bailando)
Bocas delatoras en las calles, ansiosas manos
En la plaza pública,
La gente se distancia y simula  la intimidad.


Leonor.- El temor se aposenta en los sentidos,
Llena la forma vacía del sexo.
Pocio.- ( Se desprende del plástico)
El guardador del perro silba, silbido metálico
Que enerva la musculatura del animal.


Leonor.- ( Desprendiéndose del plástico)
Manos blancas de venas azuladas,
Que apetecen la inquietud del crimen
Y los destellos violentos de paranoico.

Coro.- En el silbido
El perro se despereza.

Pocio.- Manos impías , benditas y rapadas,
Su maldad realza la inquietud del perseguido.

Leonor.- Como en un cuadro simbolista, la muerte

Es una bella joven, de cabellos negros y largos,
Dentro de un paisaje de suaves y distantes colinas.
Pocio.- La joven lleva flores blancas en el pelo,
Sus pies desnudos están en la hierba.

Coro.- El can husmea rastros,
Plásticos, piedras, desperdicios...

Pocio.- Mundo renacentista, derruido, inexplicado,
Sucesos de príncipes en palacios fortaleza,
Inmóvil ya, aunque repleto de medios para el fin del poder absoluto.

Coro.- De las canales cae la lluvia

Sobre el lomo del perro
Y éste gruñe molesto.
Leonor.- Repetida sensación de una vida
Que depende de insinuaciones,
De espacios mudos.

Pocio.- De la pistola que apunta a la nuca.
(Largo silencio. Los personajes quedan inmóviles, aunque jadeando. Pocio se acerca al espejo y se observa).
Pocio.- ( Alarga la mano al espejo) La imagen de la que habitualmente pretendemos apoderarnos nos seduce por su esquivez. Está fuera y nos mira si la miramos. 
Laura.- ( Lo abraza por la cintura) Pocio persigue su destino. ¿ Qué hay detrás de la imagen?. ¿La realidad? ¿ La premonición de que estamos hechos de un tiempo que nos fue prestado blanco de alba y lo devolvemos enlutado?.
Pocio.- ( Se vuelve y la abraza) Yo vuelo siempre. Me alzo por encima de la propiedad de mi cuerpo  y de la psicopatía de apoderarme del ajeno. Caeré contra el espejo y dentro volveré a la luz.
Laura.- Yo te pertenezco.
Pocio.- Tú también caerán contra luz y quedarás en ella.
(El coro vuelve a bailar y recitar)

Coro.- Como en un cuadro simbolista, la muerte

Es una bella joven, de cabellos negros y largos,
Dentro de un paisaje de suaves y distantes colinas.
( Entra en escena Lolo. Un joven  delgado, cojo, barbado, mal vestido)
Lolo.- Viva el falansterio.
Coro.- Ánarhhos.
Laura y Pocio.- Anarkhía.
Lolo. La policía vigila el falansterio. Unos agentes disimulados hay en la acera.
Pocio.- Querrán culparnos de los atentados con explosivos.
Coro.- Bocas delatoras en las calles, ansiosas manos
En la plaza pública,
La gente se distancia y simula  la intimidad.

Laura.- ( Acaricia el rostro de Lolo) ¡ Otra vez te ha golpeado!.
Lolo.-  ( Quitándole importancia a la pregunta) Me tropecé en la escaleras. Ya sabes que son muy empinadas.
Pocio.- Habrá que darle un toque de atención a tu hermano. Cada vez que llega de madrugada borracho te maltrata.
Lolo.- Golpea a un individuo que detesta, porque se parece a él. Luego llora y seguidamente se duerme.¡ Qué importa mi situación personal¡ Yo soy lo que el cuerpo me sostenga el falansterio. Vivo con vosotros y hasta el final. ( Sonriendo)  Tal vez acabe en un asilo para mendigos y nunca se descubra mi defunción. Se extraviará el libros de registro. (Pausa) Malone muere. Escribe Samuel Beckett : “ Guglú del desagüe.”
Coro.-   ( Baila) Dice Samuel Beckett:
ni con su lápiz ni con su bastón ni
ni luces quiero decir
nunca eso es tocará nunca
nunca tocará
eso es nunca
eso es eso es
nada.
Lolo.- Se dejó caer por un asilo de mendigos y descubrieron su muerte días después en una fosa común.
Pocio.- Era un nihilista.
( Da palmadas)
¡Fuera la tristeza! ¡ Yo me ofrezco a vosotros!
( El coro lo levanta y lo mantiene vertical por encima de  las cabezas de sus tres miembros)
¡ Yo me ofrezco a vosotros!.
( El coro lo desciende y Pocio baila. A su alrededor baila Laura.)
Coro.- La muerte silba,
la muerte silba.
Lolo.- ( Iniciando con torpeza un movimiento de baile)
La muerte silba,
la muerte silba.
( Laura corre hacia una armario coge de él un plato con aceite y un trozo de pan).
Laura.- ( Bailando) Os ofrezco el alimento que no condena a la desunión por la riqueza.
( Les entrega a cada uno  pan mojado en aceite)
Coro.-  ( Recita). La mañana de alegría  trae flores de almendro,
mariposas de rosa y blanco que la brisa lleva
hasta las manos de los inocentes.
Espigas con sonidos lejanos de caracolas.
Laura.- La vida canta,
la vida canta.
( Se escuchan ruidos y voces)
Lolo.- ( Grita) Están subiendo las escaleras a detenernos.

Escena IV


Pocio y Cardenal Wu . El mismo lugar.
Cardenal Wu.-  Un bailarín como Pocio no habrá dejado de advertir en el fresco  del altar de la Capilla Sixtina, el Juicio Final de Miguel Ángel, la pavorosa ansiedad de los personajes que caen y el abatimiento de los condenados que el diablo amenaza con el remo de la barca . Con el  movimiento del brazo derecho de Cristo se imprime a los cuerpos un eje en el que jira la culpa y a la santidad. La historia,   la inercia  en un movimiento de rotación perpetuo. El pasado se actualiza en el presente  uniendo los extremos de la culpa y la santidad y en su trayectoria empozoña y vicia la posición fija del eje redentor.(Pausa) Cada uno ocupa una posición y una trayectoria en el imperio divino y a ella debe conformarse en cuanto no depende de la volunta del individuo, pero los transgresores sobreponen la razón a la predestinación. (Pausa) La soberbia  e imaginaria acción excéntrica de precipitarse fuera de la ley.( Acaricia el cabello de Pocio) Cristo siempre agoniza y a la vez resucita, pues en él está el milagro de los mansos. La rebeldía metafísica lleva a la negación de la divinidad  y al crimen sin culpa.  El rebelde no acata el mandato de considerar el mundo un puente  entre el sufrimiento y el gozo de la eternidad. Por ser gobierno de sí mismo, aniquila a dios y al Estado. En la cumbre de su indiferencia el ángel se cubre de niebla, se destierra  y se desliga de la comunidad. ¡Terrible se convierte en un medio para un fin exterminador!.   Pocio es el ángel que agitando su cuerpo furiosamente asciende a la visión de las promesas,  saltando con su razón turbia  destruye la fe de la mayoría.( Alto) ¡ Y cómo realiza el milagro adosando una bomba a un tren de pasajeros!. ¿ Por qué  Pocio se atreve a desafiar al Estado?. Pocio infiere que el pecado está abolido, que el hombre es inocente por naturaleza  y que la culpa es el hierro candente de la moral que retribuye a los hipócritas y a los pervertidos en la fragua de la manipulación de la inocencia natural. No hay razón. porque el hombre artificial devora y olvida.( Breve silencio). Una generación desafía la moralidad con la que nos defendemos de la barbarie de todos contra todos. ( Alto) Olvidan que  la ley pega al individuo con el individuo, que el límite de su libertad es la del otro. El átomo individuo estructura la sociedad. Si nos dejan con nuestro instinto, nos devoramos en la orgía de la guerra.(Pausa)  Pocio y el Cardenal Wu se vuelven depredadores si no los sujetan con la traílla. No ocurre, ya que la perfectibilidad está en la objetividad de los hechos y no en el instinto del animal que otea a su víctima. ( Breve silencio) Pocio juega con su cuerpo y le gustaría escapar de la gravedad y asirse  a la luz  con la inmoralidad de los enloquecidos.( Pausa) No entiende que, al llegar la noche, la luz  huye y nos quedamos solos preguntándonos  por la finalidad de las intenciones adversas tejidas dentro de  la penumbra. Entre la magnificencia del alba y la oscuridad de la noche está el instinto animal o el sosiego del arrepentimiento.
Pocio escondió en una cartera de cuero una bomba y subió a un tren poseído por el diablo . ¿ Qué pretendía con su acto?. ¡ Ya, liberarnos de la opresión del Estado civilizador y creyente ! ¡ La anarquía! La voluntad del único frente a la manada domesticada!.( Al oído de Pocio) Si explota la bomba, Pocio, la consecuencia , su resultado, mostrar cuerpos mutilados de inocentes y la anulación de las garantías constitucionales.( Pausa) El paraíso del anarquista está manchado con los pasquines amarillos de los avisos del estado de excepción. Pero...el estado de excepción desvela la mentira oculta tras la gruesa epidermis del rinoceronte Estado. Pocio, ¿ estoy en lo evidente? Los ciudadanos se vuelven revolucionarios y toman conciencia de su clase social cuando están sometidos a las botas de los caudillos y padecen realmente la opresión económica e ideológica de la violencia de Estado, sin la mediación de leyes instituidas por la oligarquía partidaria. Oligarquías con el fin de perpetuarse como piojos en las costuras del capitalismo. ( Despreciativo) Con estricta coherencia, los anarquistas eligen los atentados como un medio para liberarnos de la opresión de la minoría dominante estatificada. (Pausa)  Pocio, callas.(Pausa) Pocio, ¿silencias  la verdad y te cubres  en la mudez ?.
Pocio.- ( Habla cansado) He repetido que no nunca estuve en el lugar del atentado, que tengo testigos que lo ratificarán.
Cardenal Wu.- ¡ No hay testigos!. ( Coge varios periódicos y los coloca delante de los ojos de Pocio)  Toda la prensa  te señala como autor de la masacre. ( Lee) Un anarquista culpable del atentado del tren de viajeros.( Pausa)¿ Se equivoca el mundo?.
Pocio.- Ese día estuve ensayando con varios compañeros. No hay ninguna prueba que me incrimine, salvo la campaña dirigida por el ministerio del interior personificando el terror y su solución en mí.
Cardenal Wu.- ¡Pocio es inocente!. Sin embargo, en la prensa hay una fotografía en la que tú apareces en la estación de ferrocarril de donde salió el tren.
Pocio.- Es una fotografía anterior a ese día. El mes pasado despedí a mi madre en esa estación.
Cardenal Wu.- Las hienas tienen también madre.  Pocio, tú eres un anarquista y en ti  incuba el  terror.
Pocio.- ( Mirando la prensa) Ninguna minoría tuvo tantos medios de manipulación como ésta para convertir a los hombres en excrementos. Los dejáis desnudos y les prestáis las imágenes para que se cubran . Formáis la interioridad con la utilidad que proporciona la mentira y la mala conciencia. Con imágenes trucadas y palabras vacías dais esperanza a los desesperados. La creación del infierno y del paraíso necesitó cientos de años de dobleces en la realidad del vencido y ahora inventáis el miedo y el terror en días para inyectarlo.
Cardenal Wu.- Tú pusiste la bomba en el tren para originar el caos.
Pocio.- ( Alto)  Enséñame tus brazos y veré tus venas agujereadas por la aguja de la jeringa ( Cardenal Wu coloca sus brazos detrás de la espalda)
Cardenal Wu.- El terror es rojo.
Pocio.- Habéis necesitado dos guerras mundiales, y otra tantas más, para entrar en la conciencia de los dominados. El terror siempre es blanco.
Cardenal Wu.- ( Exasperado golpea a Pocio)
Unes la arrogancia del anarquista con la fe terrible de los que no temen el castigo. Un fragmento de hombre que se une a otro para desafiar la evidencia de los hechos. Tu condena será los suficientemente larga y te dará la cordura de la que careces. Bailarás en medio del patio de la prisión para los reclusos lujuriosos. Entonces te desprenderás de la memoria de lo que eres y entrarás en el túnel de la degradación física. El guapo Pocio se transformará en un enfermo que busque el sol contra una pared desconchada. Alguien te ofrecerá  heroína y te la inyectarás buscando olvidarte de los inventores de tu condena. Tu cuerpo estallará en fragmentos manchados con la baba de un idiota¿ Recuerda Pocio que  la historia es una fábula contada por un idiota lleno de terror y furia?.
El escenario donde la contarás será el patio de una cárcel y tal vez allí encuentre unos ojos enamorados que te entiendan sin necesidad de palabras.
Pocio.- Ningún juez me sentenciará con las pruebas que tenéis, ya que soy inocente.
Cardenal Wu.- ¿ Tú apuestas por la neutralidad de los tribunales?.

Acto Tercero.
Escenarios:
El salón de reuniones de la logia de Amescua.
La biblioteca de la vivienda de Margarita.
El proscenio.





Escena I
El salón de reuniones de la logia de Amescua.


Amescua.- ( Sentado bajo una luz invernal)
La reproducción de la sociedad  es  un  acto producción continuo. Las cosas y los hombres deben aparecer, desaparecer y presentarse nuevamente. Sólo la orgía del desorden impide este perpetuo movimiento. ( Medita) La historia exige en la presencia de los héroes para que sus actos empujen adelante la inercia de la sociedad. ¿ Dónde va sociedad que deja de producir?. A la destrucción de su riqueza acumulada. La peste negra que introduce en la historia el vómito sangriento del miedo. La pandemia destruye la tecnología volviéndola decrépita y al capital humano envejeciéndolo de cuerpo y de adiestramiento. El héroe con sus actos instintivos introduce la rueda de la historia en el eje de la razón. La violencia necesaria de la razón. Al mismo tiempo que el amo vive, vive su esclavo.  Simultáneamente se reproducen el capitalista y el obrero. La renuncia al goce permite que se multiplique el poder de la riqueza del uno y del otro.¿ Cómo no echarse a la espalda la misión de encauzar el río desbordado por los agitadores?. Julio César destruye la república romana al percatarse  que es ya una traba  para un poder político y económico que precisa administrar la riqueza del mundo conquistado por los patres  republicanos. Julio César exige la encarnación de una fuerza emergente en un ser único, el poder unitario bajo el lema in hoc signo vinces. Los finales del siglo XX exigen la voluntad imperativa y no una asamblea de patricios electos. Los linajes políticos están  desgastados por herederos dementes y burócratas que se alquilan por el goce. Ellos no conciben la universalidad del imperio. ( Breve silencio. Hojea un libro) .
¿ Cuántas veces comprende el capital invertido en la bolsa de valores el producto nacional?. ¿ No necesitamos que la deuda del Estado aumente para  que la burguesía financiera  rentabilice la riqueza ociosa?. El Estado no es un agente neutral, sino el regulador de la prosperidad y de la crisis.  Si al final de la historia no está el Estado, no hay concreción para la civilización que domeña la necesidad en nombre de la razón.
(Entran tres masones)
Masón 1.- ( A Amescua) ¡ Fraternidad!.
Masón 2 y 3.- ¡ Ayuda mutua!.
( Amescua los besa en la mejilla).
Amescua.- Os he llamado ya que los sucesos nos desbordan. Conocéis que Juan Grin  ha sido raptado por un grupo extremista, que el partido se fracciona en conservadores y aperturistas, disminuye la inversión pública y privada, los capitales huyen fuera de nuestras fronteras,  los salario caen y el desempleo aumenta con las consiguientes huelgas y la aparición de extremistas que asesinan a  policías y ponen bombas en las plazas y en los trenes. ( Breve silencio) La pregunta es clásica: ¿ Qué hacer ya?
Masón 1.-No se debe temer al desorden. La vida social se agita al intentar hallar soluciones a problemas que se presentan inmediatos. Al igual que  en una iglesia gótica múltiples elementos contrarrestan el empuje de la bóveda  y que sin todos ellos se vendría abajo, múltiples fuerzas sociales  contienen el derrumbe social. Unas provienen de la respuesta a la anarquía de los que están sometidos al imperativo de la ley  y otras del temor a lo desconocido. Nuestro tiempo no es revolucionario. Ninguna propuesta de la oposición conduce  a la sustitución de lo viejo por lo utópico.
Amescua.- No peligra la sociedad, sino nuestra organización. El movimiento de Juan Grin acercándose  a la izquierda claramente manifiesta la intención como grupo de presión.
Masón 2.- Juan Grin fue secuestrado. ¿Por quién?.
Amescua.-  Nadie lo sabe.
Masón 3.- La prensa destacará este secuestro  y meterá el miedo  a los movimientos de protesta. Se arrugarán creyendo que el golpe de estado es posible.
Masón 2.- Convendría que los periódicos que controlamos hablarán de inquietud en las fuerzas armadas.
Masón 1.- En el juego de la bolsa de valores se ha perdido el ahorro que se ha formado en los últimos años de contención de precios  y  crecimiento real de los salarios. La gente ahorradora se dejó llevar por los manipuladores del capitalismo popular.
Muchas empresas se financiaron con este dinero barato. Los perdedores bursátiles  se acogerán a la esperanza de la recuperación. El análisis de la esperanza depende del estado de opinión que fabriquemos mediante la información. Llorarán si los hacemos llorar y reirán si  les abrimos la boca con las tenacillas de los sueños que se cumplen esperando.
Masón 3.- El asunto Calvi pertenece a la crónica de sucesos misteriosos.
Amescua.- ¿Y las investigaciones sobre su muerte y la naturaleza política y religiosa de sus depositantes?.
Masón 1.- ¡Intoxicación!. A la gente que pierde dinero le encanta ver a los banqueros colgados. Los confunden con usureros. Su muerte parece un castigo divino.
Amescua.- Príncipe ha asesinado a un periodista amigo de Osorio que estaba detrás de nuestra posición en esta crisis.
Masón 1.- Un  asesinato para robar a un periodista con tendencias homosexuales. Ajuste de cuentas entre maricas.
( Entra el Sr X. Un hombre alto, mayor y delgado que se apoya en un bastón. Todos lo observan mientras se sienta.)
Sr X.- Todo conflicto genera sus soluciones. Un anarquista, llamado Pocio, y su grupo serán acusados de los atentados criminales.  A Juan Grin se le encontró este mediodía asesinado en el maletero de un automóvil. Este asesinato hará que la gente pida estabilidad y seguridad y mayor represión contra los izquierdistas. Los sindicatos pactarán con los empresarios un crecimiento del salario mediante un aumento de la productividad y la jubilación de los trabajadores que no se adapten a los nuevos procesos tecnológicos por edad. Las huelgas se entenderán como políticas y antisociales. Los diputados de todos los partidos políticos reafirmarán su  fe en los principios de la democracia por recelos a perder su escaño en las próximas elecciones sin apoyan posturas políticas que se desmarquen de instinto colectivo que exige represión contra los agitadores. En las próximas elecciones nos mantendremos en el habitual porcentaje de votos del partido y haremos alianza con algún partido minoritario de izquierdas que nos permita gobernar con la actitud centro-izquierda habitual en las crisis de nuestra sociedad actual. Lo demás lo hará la acción de la justicia y la policía.
Amescua.- ( Atemorizado) ¿ Y la logia?
( El grupo de masones sale. Silencio)
Sr X.- Amescua tendrás que  sacrificarte en aras de la seguridad de todos. Mañana te detendrá la policía como elemento conectado a grupos que propugnan un golpe de estado. La logia será presentada como la parafernalia de un excéntrico Estarás un tiempo en la cárcel y luego saldrás en libertad provisional para que huyas y disfrutes de popularidad y dinero en Suiza. El príncipe huirá a Sudamérica y se convertirá en un honesto comerciante de artículos de carnaval.
Amescua.-¿ El cardenal Wu?.
SrX.- Negará toda conexión personal  con Calvi y la aparición de cuentas financieras en el banco de San Francisco será el acto imprudente de un hombre religioso metido a asuntos especulativos de los que tantos hay en esta época. Luego se dedicará al estudio y la meditación  y plácidamente será olvidado.

Escena II


La biblioteca de la vivienda de Margarita.  Está sentada en un sillón frente a los espectadores. Osorio busca  libros en los estantes de la librería.
Margarita.- ( Mirando a Osorio) ¿ Avanza la biografía de Juan?.
Osorio.- ( Se dirige a su mesa de trabajo y se sienta) Las actuaciones de sus últimos años de vida se enredan en decisiones ambiguas. La elección de sus acciones obviaban la realidad. El peligro se acercaba tras su espalda y se empeñaba en huir hacia delante.
Margarita.- Osorio, los líderes descubren las contradicciones que entierran una época antes que los sepultureros.
Osorio.- Sus asesinos estaban al acecho y  éstos si eran previsibles.
Margarita.- Distinguimos las sombras y  evitaremos salir a la luz  para que se cuelguen a nuestro cuerpo.
Osorio.- Su secuestro, cautiverio y asesinato marcan el comienzo de una reacción conservadora  que aplaza la entrada en política de una generación que destruya los supuestos económicos e ideológicos de la guerra fría. Yo escribiría que la continuidad  de la guerra fría  determinó el asesinato de Juan Grin.
Margarita.- ( Se pasa la mano por la frente y suspira) Nos quedamos solos. (Pausa) Greta Garbo y Ava Gadner, cuando se percataron de que su tiempo había pasado, se pusieron gafas de cristales oscuros y se escondieron en apartamentos de edificios anónimos. Las mujeres acatamos con discreción la decrepitud.( Silencio. Osorio escribe).Las mujeres encubren  su soledad  en los almacenes comerciales. Se prueban ropa se miran en los espejos de los probadores y las entregan a los dependientes con gestos de disculpa. Por las ventanas de los autobuses públicos, curiosean  en  una multitud anónima que avanza rápida por las aceras, se agolpa en los pasos de peatones, se besan al reconocer a los amigos despidiéndose rápidamente. La multitud es la unión de un  espacio y tiempo donde la responsabilidad de elegir se esconde en los pliegues rígidos del deseo de vivir sin responsabilidad moral.
Osorio.- ( Mirando a Margarita) Juan Grin  dijo que  la libertad es el riesgo de oponerse al objeto que los demás quieren convertirnos.
Margarita.- ( Recordando)  En esta oposición nos liberamos y proyectamos la subjetividad en un mundo que nos convierte en seres depreciados y por tanto manipulables en el terror de los deseos impuestos por los compradores de asalariados.

Osorio.- Apeló al riesgo de la libertad  y en ese grito se quedó. Ahora, al escribir sobre él, me parece que sus palabras llegan como las de una persona detrás de un cristal. Una boca abierta y el vaho adherido a una superficie. Los que miran se aturden y huyen.
Margarita.- Un biógrafo necesita exaltar a su héroe, Osorio. Usted lo traslada a las palabras que inutilizan el mensaje de su vida.
Osorio.. Perdóname. No soy objetivo, su asesinato aún me hace sufrir. El asesinato de Beer me confirma de que hubo una conspiración para eliminarlo.

Margarita.- No me gusta ese infinitivo. Me evoca la expulsión de excrementos.
Osorio.- Juan Grin fue la eliminación de una incógnita en una operación matemática del poder.
Margarita.- Así resulta mejor. El estilo literario es esencial a la comprensión correcta.
Osorio. Yo  me encontré con Beer para que descubriera al verdadero inductor de las acciones de  Amescua. El intrigante que  se escondía tras Amescua.
Margarita.- No viviremos para conocerlo.
Osorio.- Tal vez sea así. Me entristece .
Margarita .- ( Se levanta del sillón acercándose a la ventan) Hace días que no veo al viejecito de los perros.
Osorio.- Se ingresó en un geriátrico. A sus dos perros los llevó a la perrera municipal.
Margarita.- Saludaba a todo el mundo y los perros le servían para entretener su falta de ocupaciones. Desde la muerte de Juan, me conmueven extremadamente la desaparición de los hechos habituales. (Pausa) Mi madre, que fue destruyendo paulatinamente su aptitud emotiva hasta convertirse en una espectadora indiferente ante la desolación y el júbilo, mantenía un jilguero cuya jaula situaba debajo de una bombilla de cuarenta watios para que la luz y el calor lo excitarán al canto. Aquel pájaro obsesionado por un amanecer incesante la alegraba con su ingenuidad. (Pausa) Mientras tejía jerséis de lana  que dejaba inacabados. Los padecimientos endurecen, pero a otros los vuelve tan sensibles que buscan incesantes una aurora fija. No soy como ella. Me conmueve la desaparición de las personan y de las cosas. El mundo se vuelve extraño y ajeno en medio de calles por donde nunca has pasado y con gente que nunca has convivido. El envejecimiento me asusta por la oscuridad en la que sitúa las personas que amamos y los objetos que fueron testimonio del idilio de la seguridad.
Osorio.- Una de mis tías abuelas sacaba sus álbumes de fotografía para reírse de los habían muerto. Estaba ida. Murió buscando a su vieja hermana que había muerto unos días antes y deseando encontrar en su cuerpo estigmas que le aseguraran la resurrección.
Margarita.- ( Vuelve a sentarse y sonríe) Sus ejemplos son demoledores.
Osorio.- Pero verídicos.
Margarita.- Cuando acabe la biografía de Juan, ¿ qué hará?.
Osorio.- Supongo que me buscaré una residencia y esperaré como el jilguero de su ejemplo un  amanecer permanente.
( Margarita se duerme. Osorio se levanta de su mesa de trabajo y con una manta  de color rojo la tapa).
Osorio.- ( Bajo) El asesinato de Juan Grin  irá desapareciendo de la memoria de los hombres y los que deseen saber quién fue buscarán su apellido en el diccionario enciclopédico. ( Se acerca al equipo de música y lo enciende. Suena la overtura de la Flauta Mágica e Amadeus Mozart. En el escenario va apareciendo las luces del atardecer)

Escena III
El coro de bailarines en el proscenio. Se aprietan y encogen  temerosos.

Uno del coro.- Los hombres se parecen a los dioses.
Dos del coro.- Los hombres se inventan a los dioses.
Tres del coro.- Cronos devora a sus hijos.
Uno del coro.- ( a Dos del coro) ¡ Cuenta el final de la historia!.
Dos del Coro.- No hay historia.
Tres del coro.- ¡ La historia de Pocio!.
Dos del coro.- ¿ Toda completa?.
Uno del coro.- Sí.
Dos del Coro.- ( Comienza a bailar)
La historia fue la siguiente.( Pausa) Los  magistrados investigaron a fondo. No dejaron un papel sin mirar por delante y detrás.
Uno del coro.- Pocio ingreso en prisión acusado de actos terroristas. Estuvo algunos años.
Dos del coro.- Los magistrados descubrieron que las pruebas contra Pocio no valían nada. Habían sido adulteradas como el pan mezclado con yeso.
Tres del coro.- Fue liberado.
Los tres del coro.- ( Al unísono)  Los magistrados enviaron a la cárcel a Amescua y luego le dieron la condicional. Amescua se escapó de la vigilancia policial y llegó hasta Suiza donde se dedicó a rajar de los políticos y gastar el dinero que según algunos había ahorrado.
Tres del Coro.- ( Bailando) Fueron tantas sus rajadas que las autoridades solicitaron la extradición del país de las vacas.
Uno del coro.- Otra vez en la cárcel y luego fuera de la cárcel. Murió de desengaño y a causa de sus excesos culinarios.
Dos del Coro.- El  Príncipe se entremezclo con los servicios secretos  que le dieron identidad falsa.
Tres del coro.- El Cardenal Wu  tuvo visiones y anunció un nuevo advenimiento de Cristo. Está enfermo de cáncer de próstata.
( El coro Baila)
Uno del coro.- Nosotros bailamos menos y fumamos más.
Tres del coro.- ( Los tres con el dedo índice en la boca) ¡Chist.! ( Se esconden en un extremo del proscenio)
( Entra Pocio  con Laura. Se le nota un evidente cojera)
Pocio.- ( A Laura) El traumatólogo me ha dicho que volveré a bailar.
Laura.- ( Lo besa) Seguro que volverás a bailar.
Pocio.- ( Se aleja de Laura para dar unos pasos de baile) ¡ NI la cárcel ni los golpes pueden conmigo¡.
( Laura baila a su alrededor).
Los tres del coro.- El dios Baco lo eligió para que se embriagara con la vida.
( El coro baila mientras suena  la overtura de la Flauta mágica.)
Los tres del coro.:
 Ya lo sabemos, sí,
qué sabios,
Hitler, campos de esclavitud,
Stalín, campos de esclavitud,
Palestina, campos de  esclavitud,
El capitalismo, el hombre mercancía .
Todo lo sabemos
Y no nos gusta.
Tendremos que salir a la calle a destruirlo
Y a bailar.

Oscuridad.

FIN