lunes, 19 de marzo de 2018


 Titulo ; Hilll

Personajes:

Hill, predicador protestante.

Laura, esposa de Hill.

Mercedes, madre de Laura.

Mario, representante comercial.

Isidro, hijo de Hill y Laura.

Escenario:

Está dividido en dos secciones: una formada por la capilla del grupo de feligreses protestantes y el otro por la tienda de alimentación  de Hill.

La capilla va de izquierda a derecha del escenario, pieza rectangular en donde hay sillas y al final de la misma un mesa de tablero largo y estrecho sobre una tarima que la levanta medio metro. La pared de la capilla, que coincide con el foro, es una pared blanca  donde cuelgan retratos de personajes santificados por la comunidad de fieles. En el extremo izquierdo de la pared una puerta alta de madera que conduce al exterior.
A unos metros de distancia de la mesa de la capilla, una mampara de cristal con una puerta que lleva hasta la tienda de comestibles. En ella, un mostrador y estanterías con productos. Una puerta a la derecha del escenario conduce al exterior. De esta puerta cuelga una campanilla de bronce que suena cuando empujada desde fuera. 


















Acto Primero.

En la tienda Hill está colocando productos en la estantería desde unas cajas colocadas en el mostrador y por medio de una escalera de madera.
Hill es un hombre de una edad cercana a los cuarenta y cinco años, alto, delgado, flexible y fuerte, vestido con unos pantalones oscuros y una camisa blanca.
Aunque sus gestos son rígidos, se le nota que se halla orando mentalmente por los movimientos de sus labios.
Cuando acaba de situar los productos en la estantería inspira profundamente y hace una genuflexión.

Hill.- ( Observando el trabajo realizado) El trabajo es una ofrenda a los designios de Dios. ( Pausa) Si me dio está tienda fue para que manifestará su voluntad omnipotente. Ni mucho ni poco, lo necesario para que yo lo encontrará dentro del corazón. ( Abre la puerta de la capilla, que está en la oscuridad, va encender la mecha de un recipiente de cristal color rojo con aceite. Nueva genuflexión.) En la oscuridad prendió la luz que orienta a los creyentes.( Suena la campanilla de la puerta del comercio. Sale Hill. La puerta empujada vuelve a su lugar sin que entre nadie.)
Aquel que llega se anuncia por movimientos que aletean como el pájaro prendido en la red de un cazador. Nosotros sólo esperamos que las palabras santas se vuelvan adviento.( Pausa breve) En el viento que mueve las ramas, en la brasa que consume, en el siervo del Señor que ora y trabaja  está la certeza de que el justo vivirá de su fe.

( Por la puerta de la capilla entra Laura, la mujer de Hill. Mujer de treinta años, delgada y de baja estatura, de movimientos ágiles y femeninos. Viste pantalones vaqueros ajustados y una blusa blanca de media manga. A Hill le perturba su blandura y delicadeza. Hace un genuflexión rápida ante la luz de la lámpara y rápidamente se dirige a la tienda.)

Hill.- ( Observando la hora en su reloj de muñeca) Un poco tarde.

Laura.- Demasiada gente en la parada del autobús.

Hill.- Hay excusas para todo. ( Breve silencio) Cinco minutos perdidos de sueño nos apartan del pecado. 

Laura.- ¡Tú eres tan exigente!.


Hill.- Si un cliente llega y no lo atendemos perdemos la ocasión de venta que nos llegó como un acto de privilegio. Los clientes se acercan a comprar a nuestro establecimiento, porque nos ganamos su confianza a través de la puntualidad en el horario, el precio natural y el trato afable.

Laura.- Las mujeres de esos clientes aún están atareadas preparando el desayuno a los niños.

Hill.- ( Reproche) Salvo que cuando suene la campanilla de entrada estemos preparados para atender, todo los demás es problemático.

 Laura.- ( Sube por la escalera) Falta reponer latas de tomate.

Hill.- Ya lo vi. El proveedor está avisado.

Laura.- ( Bajando de la escalera) Falta de previsión. ( Hill no le responde) Me descorazona estar de continuo esperando que se abra la puerta y entre un cliente.

Hill.- Dependemos de ellos.

Laura.- Una forma de vivir incierta. Los trabajadores de la fábrica conocen lo que ganan y sus mujeres hacen el presupuesto mensual, pero en una tienda todo viene de sorpresa. Alguna gente es fiel al establecimiento, pero otra de continuo observa los precios en varios sitios.

Hill.- La incertidumbre nos envuelve. Los obreros de la fábrica son despedidos y comienzan a buscar un nuevo trabajo. (Pausa breve) Casi nadie tiene seguridad. Confiamos, aunque nos tiente la duda.( Mirando a Laura) La confianza se construye desde dentro, afirmando radicalmente el sentido religioso de los actos. Alguien nos mira, pero permanece oculto.
( Pausa) No lo encontraremos con los sentidos. Está ahí como un presentimiento que endulza el café frío de día.

Laura.- ( Sonriendo) Unas veces eres el vendedor y otra el predicador y la mayoría de las veces se unen los dos.

Hill.- La palabra de Dios está en el Libro y el corazón del creyente. No soy un vendedor y un predicador, sino vendedor y predicador a la vez. Si hago desaparecer la voz del corazón, me perdería en la astucia del zorro en el gallinero.

Laura.- Yo no soy tan fuerte.

Hill.-( Le pasa el brazo por los hombros) Tú eres la fuerza suave que mueve las hojas del árbol sin dejarlas caer. A veces dudas, quisieras la ayuda del viento que arranca las ramas. ( Pausa) No lo necesitas. Los demás esperan de ti precisamente esa inquietud tuya que aligera la brusquedad  de mis censuras. ( Considerando lo dicho) Aunque me adapto condescendiente a sus desánimos.

Laura.- Penetras en el desánimo y consuelas.( Hill satisfecho sitúa las manos con los dedos entrelazados bajo la barbilla). Los demás esperan que los confirmes en el compromiso.

( El escenario oscurece y una luz blanca envuelve a Hill alejándolo de la situación actual. Se arrodilla.) ¡ Señor, evita que desespere!. ¡ Sin tu ayuda me convierto en un pecador irredento!. Jesucristo vino a redimir a los hombres en estado de pecado. ( Pausa breve) Hay que atravesar el desierto cada día y mancharse la boca de tierra, desfallecer esperando el milagro de la redención por la culpa de un cuerpo que libera  la energía de la codicia y la lascivia. La culpa no avisa. Es el aguijón de una abeja que esconde en el aroma de las flores.( Pausa) Soy el pastor de un rebaño que viene a mí a lamentarse y a afianzar su fe en la mía. ( Pausa) Pero mi fe a veces es un pozo sin agua, manantial que se esconde a mi presencia y del que escucho sólo un rumor lejano. (Pausa larga) Amor y temor. No saber y dejarse llevar por la convicción de que se actúa conociéndose elegido por tu ausencia.

( La luz vuelve al escenario y la acción transcurre como si no hubiera ocurrido el monólogo de Hill. La puerta de la capilla se abre suavemente. Hill y Laura vuelven las cabezas para escuchar. Entra una mujer sexagenaria con respiración difícil y anhelosa. La mujer es Mercedes la madre de Laura. Se sienta en una de las sillas. La luz aumenta en la capilla y decrece en la tienda. Laura entra en la capilla.)

Laura.- ¿ Eres tú, mamá?. (  Se acerca a la mujer.) ¿ Has tenido un ataque de asma?.

Mercedes.- De asma y de pánico.

Laura.- ( Normal) ¿ Por qué?.

Mercedes.- ( Tose) Me asomo a esa ventana estrecha que da a la calle desde que amanece hasta que me duermo.

Laura.- Estás enferma.

Mercedes.- Hija, un enfermo también recuerda lo que fue y ahora es.

Laura.- A Hill, le desagrada que vengas a la capilla fuera del horario de culto, que mezcles tus problemas con mi dedicación al negocio.

Mercedes.- ( Mirando a la tienda) Es un hombre práctico y frío con la debilidad de la gente.

Laura.- Vivimos de la venta.

Mercedes.- ( Por Hill) Pero se le llena la boca de palabras santas.

Laura.- ( Breve silencio) Tuvo que hallar su fe entre el miedo a un padre alcohólico y una madre neurótica. Nada le fue regalado. Se ha formado a sí mismo como el topo que cava bajo la tierra para encontrar la luz a pesar de que es un anima atrofiado de la vista.

Mercedes.- Pero su luz es fría como la hoja de una espada. Pretende querer a la gente con un trato afable, pero la mantiene sujeta con el dogal.

Laura.- ( Impaciente) No es momento de escuchar tus quejas. Me espera Hill en la tienda. Hablaremos más tarde de tus necesidades. ( Sale por la puerta que da a la tienda.)

Mercedes.- ( Inspira profundamente) El aire se vuelve sólido para entrar en mis pulmones. ( Se pone de pie) ¡ Resistir!. ¡Resistir!. ( Anda a la puerta de salida.) Hill coloca a su Dios como inhumano, distante e inflexible frente la a los que poseen el dolor como prueba de su alejamiento de la única verdad: el mal prueba a los elegidos y a los réprobos. ( Mira hacia la puerta de la tienda) Pero los réprobo nos doblamos como la hierba en el viento y permanecemos y resistimos a la muerte, ya que lo único que le queda al enfermo y al vencido es la arrogancia de presentarse intratable  acusador de la hipocresía moral de los sanos y de los fuertes. ( Sale)

( La tienda queda iluminada y la capilla oscurece).

Hill.- ¿ Qué quería tu madre?.

Laura.- Quejarse de sus achaques. La crisis asmática la perturba.

Hill.- La protección excesiva la vuelve débil.
Laura.- ( Le desagrada la intención acusadora de la frase de Hill) Me parece que no la atiendo como debe una hija.

Hill.- Los excesos debilitan. Los ladridos de perro no siempre avisan del peligro.

Laura.- ( Protesta) No es comparación.

Hill.- No la comparo con un perro. Los enfermos se quejan, porque se creen situados en el centro de las preocupaciones familiares. La enfermedad confirma lo precario de la existencia. Estamos aquí para salvarnos y no para echar raíces que nos perpetúen. El tiempo nos acerca  al castigo eterno o la beatitud de los elegidos.

( Laura no le responde y se ensimisma en la lectura de unos documentos que extrae de una carpeta. Al cabo de unos momentos se escucha la campanilla de la puerta y entra Mario. Es un joven de veinticinco años, de incipiente calvicie, vivaz y entusiasta que lleva en la mano un maletín. Es miembro de la comunidad de Hill.)

Mario.- ( A modo de saludo) Dios no ve.

Hill.- Así es.

Laura.- ¿ Qué nos traes?.

Mario.- Una nueva lista de precios.

Laura.- ( Sonriendo) ¡Qué suben!.

Hill.- Siempre están variando hacia arriba y lo que compro se queda parado en el estante.

Laura.- Y hay que limpiarlo de polvo.

Mario.- La gente gasta más y los precios suben rápidos como la liebre que persigue el galgo.

Hill.- Los fabricantes suben de precio, descuenta a las grandes superficies porcentajes por volumen de compras, y las tiendas las tratan como a esclavos sujetos al látigo de si lo quieres lo tomas y si no cierras. (Pausa) Las tiendas no sobrevivirán a la competencia de las grandes empresas. Hay que echar muchas horas para ganar un sueldo que logran los trabajadores en ocho horas. Los políticos le babean a las empresas y a los sindicatos, pero los que tienen un negocio pequeño se les alaba por su voto conservador y se les entrega a la negociación de préstamos con los empleados bancarios.

Mario.- ( Serio) Se castiga al virtuoso y se premia el egoísmo y la jactancia del pájaro gordo. Ellos han sido elegidos por el demonio.

Laura.- ( Burlona) Irán cogidos de la mano con el papa, el  avaro  y el lascivo en la danza de la muerte. ( Se dirige a Hill) ¿ Es así?.

Hill.- Hay situaciones en la que parece que estemos abandonados al cainismo de los pudientes, pero allí donde sólo vemos la oscuridad también  está la presencia de la lámpara encendida que ayuda a salir del desánimo y la confusión. Si no trascendemos el presente, nos hundiremos en la ciénaga de los que levantan el puño airado.

Mario.- ¿ Hoy es la reunión?.

Hill.- A las ocho de la tarde.  

(Mientras Hill y Mario hablan y Laura se concentra en los movimientos de la máquinas registradora, se proyectan escenas de ventas  en una gran superficie. Estas escenas inundaran todo el ambiente de la tienda escindiéndose en los objetos como en el cuerpo de los personajes. La campana sonará de continuo. La idea es la de provocar una situación irreal que manifieste las contradicciones económicas adversas de la tienda de Hill  ante el auge económico de la grandes superficies comerciales.)

Mario.- ( Abre el maletín y le enseña un catálogo de ventas a Hill). Es es lo nuevo. Las propuestas de las empresas es acelerar la comercialización de sus productos introduciendo semanalmente novedades en los mismos. Se pretende que los clientes no lleguen a saturarse de los mismos productos. El lema es vender posicionándose de manera sorpresiva en el conformismo del cliente. Nada hace más daño a la venta que la rutina de comportamiento en los fabricantes y en los clientes.

Hill.- Ya, ya, pero cómo se paga lo que queda de lo no vendido. Si retiro algo de mis estanterías, estoy tirando  mi dinero a la basura. Antes de recuperar el dinero, ya tengo que pagar una factura de un producto nuevo. Los clientes de una negocio pequeño son siempre los mismos. Se acomodan a los mismos precios y productos, porque en sus bolsillos hay el mismo dinero. No se fijan y se fían de lo nuevo. Los catálogos se amontonan detrás del mostrador sin que yo me atreva a introducir los productos recientes.

Mario.- Eso te lleva a pagar más caro lo viejo o a encontrar nuevos clientes.

Hill.- ( Enfadado golpea con el puño el catálogo) ¿Dónde los nuevos clientes?.( Evitando que le responda Mario) ¡ Ya sé!. Dentro de los automóviles. Riendo y celebrando la aparición de los grandes almacenes. Con el dinero de plástico compran y compran a pagar a fin de mes, pero antes la fábrica ha conseguido no treinta, sino sesenta días de aplazamiento de pago. ( Rictus de tristeza) Yo tengo que pagar al contado.

( Breve silencio en el que Mario rebusca en el maletín.)

Mario.- No sé qué decirte. El dinero quiere más dinero y no se detiene en consideraciones con los pequeños comerciantes.

Hill.-( Huraño) Los molestamos. Somos ratas viejas a las que se les echa veneno en los rincones para que desparezcan.  Muchas horas esperando a que lleguen los clientes habituales. Un beneficio más bajo que el salario.

Mario.- Tú sabes que mi padre tenía una tienda. Conozco el problema. No éramos ni trabajadores ni ricos. Escondíamos los problemas con el gesto de encumbrado del que tiene propiedad. Quise ir a la Universidad y no pude.
( Riendo). No era ni listo ni atleta. Un tipo vulgar que iba haciéndose mayor con aires de suficiencia. Terminaron por hacerme entender que era un tipo insignificante que debía vender por catálogo.

Hill.- ( Coloca  su mano en el hombro de Mario) Nosotros estamos aquí para salvarnos. La putrefacción del mundo no nos acobarda. Dios nos mira y en su mirada está nuestro destino. Nos cuesta entenderlo y por eso desesperamos.( Enérgico) Seguros de Dios nos entregamos al destino que nos dé. ( Pausa) Si algún la oración ha de convertirse en ira de los justos , la manifestaremos.

( La luz de la tienda decrece y aumenta en la capilla. Entran varios hombres y mujeres de clase social media  que se sientan en las sillas de frente a la mesa del predicador. Entre ellos está Mario y Laura b.
Se inicia el preludio coral Wir Danken dir, Herr Jesu Christ de Johann Sebastián Bach en tanto entra Hill. Los asistentes se levantan. En la mesa atril con la Biblia.)
Hill.- Epístola a los Romanos Nos dice San Pablo.

Los asistentes.- Palabra de dios. 

Hill.- Que no reine, pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, obedeciendo a sus concupiscencias ni deis vuestros miembros como arma de iniquidad al pecado, sino ofreceos más bien a Dios, como quien muerto ha vuelto a la vida, y da vuestros miembros a Dios, como instrumento de justicia. Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ( Pausa)
Como quien muerto ha vuelto a la vida, nos dice San Pablo. Estamos muertos y resucitamos. La vida carece de sentido sin resurrección entre los muertos. La fe es la vida después de la muerte. Pero antes de morir hay que vivir. Atravesar el desierto del pecado, nuestro cuerpo mortal, concupiscencia, deseos de dinero y de cuerpo ajeno, y hallarse purificado como miembro de dios e instrumento de Justicia. Un instrumento es la mano, la reja del arado y el disparo certero del justo contra el pecador.
( Pausa) El elegido es un instrumento de Dios, pues no está bajo la ley sino bajo la gracia. ( Pausa) Alguien os preguntará, ¿ pero qué es la gracia?. Y responderemos la certeza de que sin la ayuda de Dios pereceremos corrompidos por el pecado.( Eleva el tono) No nos elegimos, sino que somos elegidos. Nuestra soberbia parte de nuestra firme decisión de reconocernos como elegidos. Vivimos como tales. ¡ Oh, exclamará el libertino cómo conoces la decisión de Dios!. No la conozco, pero me entrego a Él sin miedo a la condenación. Soy un elegido si vivo la palabra de dios. 

Los asistentes.- Somos instrumentos de Dios.

Hill.- Vivimos como tales y un instrumento es la reja del arado y el disparo de un arma.( Alto) ¡ Pero vivimos en un mundo que muestra su hipocresía y su corrupción exaltando la felicidad de los libertinos!.Ellos nos ocultan la radical presencia de Dios en el destino de elegidos.( Pausa) Confusión, palabras engañosas, miseria del alma y enfermedades que nos atenazan a la esclavitud del cuerpo.

Los asistentes.- Somos instrumentos de Dios.

( Hill se coloca de rodillas y pone las manos encima de la mesa)
Hill.- Repitamos a coro. Alguien os preguntará, ¿ pero qué es la gracia?. Y responderemos la certeza de que sin la ayuda de Dios pereceremos corrompidos por el pecado.

Los asistentes.- Alguien os preguntará, ¿pero qué es la gracia?. Y responderemos la certeza de que sin la ayuda de Dios pereceremos corrompidos por el pecado.

( Hill se levanta para abrazar a cada uno de los asistentes mientras les dice. “ La fe nos justifica”. Recibe la misma respuesta.).

( Entra Isidro en una silla de inválido. Está paralizado de cintura para abajo. Es un joven de veinticinco años, de brazos y tórax muy desarrollados. Largos cabellos que le caen sobre los hombros. Su voz está contenida por largas inflexiones insinúan intensas contradicciones psicológicas.
Viste un jersey de lana de cuello alto, pantalones y botas ortopédicas.
Mercedes, su abuela, empuja la silla de inválido por detrás mientras él mueva las ruedas con las manos sin esfuerzo aparente.
Cuando entra en la capilla, Hill lo observa y vuelve detrás de la mesa.)

Hill.- ( Parece disculparse de la situación de  su hijo) Cada uno ocupa un lugar preciso en el mundo. Tal vez no sepa por qué, pero nada hay fuera de del orden providente. Un hombre no debe mirarse a un espejo y dudar de su existencia. Aunque el vaho del espejo le impida verse, sabe que detrás de la fugaza ceguera está él mismo. ( Pausa).

Los asistentes rezan una oración que resultará ininteligible para los espectadores.

Liego van saliendo de capilla a excepción de Hill, Laura, Isidro y Mercedes. Largo silencio en el esperan que Hill hable. Esté los mira abatido.

Hill.- ¿ Qué deseáis de mí?. Yo rezaré hasta que la lengua se me vuelva de esparto. Pero no evitaré que las vidas de los otros cambien por mis oraciones. El negocio se retuerce como un reptil al que le pisaron la cabeza. Los clientes no llegan a la tienda. La gente de dinero se asocia para edificar enormes superficies de venta y estas pequeñas tiendas de otra época se vuelven ruinosas como los edificios abandonados. Se cae la techumbre y en los muros crecen los matojos con sus diminutas flores amarillas para el día de difuntos.
Laura.- Saldremos adelante. En la cafetería de dijeron que había trabajo para mí. Un poco de aquí y de allí.

Hill.- Pero el gobierno amenaza con reducir el gasto social.

Isidro.- ( Sarcástico) Y mi pensión volará.

Hill.- Y la de la abuela.

Mercedes.- ( Farfulla) La abuela en medio. ( Normal) Entre santos y ladrones los viejos desaparecen en el campo de concentración de los asilos para indigentes.

Hill.- Yo insisto en la presencia de Dios en el mundo, pero su providencia nos alcanza sin que la forcemos con la miseria del mundo. Él no es un dios ciego.

Isidro.- Parece serlo. Sus ojos si nos ven parecen los de un soberano extraño al dominio económico e ideológico de una minoría que excluye a la humanidad y a dios mismo en su avaricia y crueldad.( Cansado) Basta con verme a mí para decidirse a romper con tu fe que coloca a Dios fuera de un hombres reales y los introduce en el delirio de los enfermos mentales.

Hill.- ( Grita) Me repugna tu ateísmo.

( Isidro gira en círculos concéntricos en su silla de inválido).

Isidro.- ¿ Qué ateismo?. ¿ El  ateísmo de un inválido que da vueltas sobre sí mismo para no suicidarse?.(Pausa breve) Padre, ¿ tú has pensado alguna vez en la absoluta soledad de individuo que nunca llegará a sentir la felicidad del corazón que palpita junto a otro?. Ni tan siquiera es un perro errabundo en el callejón donde dejan la basura, ni tan siquiera husmea los desperdicios de alimentos abandonados. Está completamente extenuado y únicamente quisiera en algún rincón morir con los ojos abiertos.

Laura.- ( Sujeta con fuerza la silla por detrás) ¡ Basta! . Nada bueno saldrá de esta discusión.

Isidro.- ( Resignado) Únicamente mi verdad. Venga a la capilla no a encontrarme con la fe, sino pretendiendo descubrir el instante donde se derrumbe el montón de palabras que sostienen la conciencia de un predicador.

Laura.- Ese predicador necesita las palabras santas.

Isidro.- No, necesita imponer su visión de la vida como un acto de autoridad. El dominio sobre la acémila cargada con los fardos de la mentiras del dueño. La castigará si no soporta la carga.

Mercedes.- ( Agria) Los predicadores están envueltos en promesas de ultratumba. ( Tose) Dentro de nosotros está la autoridad de Dios, pero la autoridad de un Dios que nos vigila como un carcelero dentro de la celda.

Laura.- ¡ Mamá, cállate!.

( Durante la intervención anterior, Hill ha permanecido contraído. Cuando escucha la reprobación de Laura a su madre cae de rodillas en el suelo. Luego extiende los brazos hacia su hijo). 

Hill.- Yo cargo con todas tus penas desde el momento que sucedió el accidente que te convierto en un inválido. Todos los días buscó la naturaleza de la culpa que ocasionó este castigo terrible. ¿ Qué finalidad se oculta en tu invalidad?.

Isidro.- ( Brusco) La señal de mi elección entre los justos que se salvarán del pecado original.

Hill.- (Persuasivo) La vida no es buena ni santa. No la encontramos hecha cuando venimos al mundo y con ella debemos penetrar en la oscuridad  de los días aciagos y en la dulzura del peregrino que espera en su posada la llegada del hombre dios que podrá su mano en el hombre humillado y le pedirá que le siga hasta el lugar donde habitan los elegidos.

Isidro.- Por favor, papá, esa es la teoría que mantiene a los dictadores en el poder. Los hombre humillados, los sometidos por el miedo y la miseria, se echan en brazos del padre  dictador para que los descargue de la responsabilidad de conocer los motivos de sus humillaciones, miedos y miserias. Los regímenes autoritarios se basan en la interiorización del mal completamente humano como  el mandato de un Ser superior que reconcilia con las miserias del cuerpo y de la mente mediante el artificio de proyectar lo real como los soportes de un imaginario de bienes que compensarán las carencias de la vida real impregnadas dela  avaricia y la violencia de la minoría dirigente. ( Pausa) Las condiciones materiales de dominio de la minoría se vuelven la ideología de los dominados. 

Hill.- ( Se levanta ofuscado para enfrentarse con su hijo) Te vas convirtiendo en un réprobo que merece el castigo que padece.

( Se escucha un grito breve de Laura.)

Isidro.- ( Controlado) Bien padre. Ahora ya no eres el hombre de las palabras santas, sino el representante del Estado autoritario. El hombre de Dios no es otra cosa que el portador del estandarte  de los depredadores de la verdad.

( Hill se controla inmediatamente y se vuelve de espalda al Isidro y de frente a los espectadores.)

Hill.- No me llevarás a la ira. La ira terrible del que apostó por Dios a pesar de las pruebas a las que será sometido. ( Se vuelve a su hijo) Rezaré por ti. No impedirán tus palabras hundirme en el lodazal del pecado.

( Abre la puerta de la capilla y sale).

Laura.- ( A su hijo) Es un hombre que resiste al mal.

Isidro.- No mamá. Es un hombre que perdió su libertad para entregarla a la epidemia del conformismo. Está seco por dentro. Su conciencia está cubierta de palabras que contienen  la docilidad del miedo. Un impedido como yo no huye, ya que carece de piernas y por tanto se enfrenta al origen humano de su desdicha. No usa el imaginario religioso de los esclavos para justificarse ante la desesperación. Si el origen del mal está organizado políticamente, hay que destruir las instituciones que lo representan. La libertad es un acto de valor y de verdad contra los mecanismos de la sociedad autoritaria. Detrás del reto entre el hombre libre y poder no existe nada más que la desesperación liberadora del que se enfrenta a un tanque con su cuerpo y tiene la audacia de alejarse del miedo mediante la utopía.

Susana.- En nuestra familia está el estigma de los ángeles que se rebelan contra el tirano y caen del cielo con  la intención de destruirse en la batalla del bien contra el mal. ( Para no esputar se pone un pañuelo en la boca).

Isidro.- ( Gira la silla hacia ella). Abuela, cálmate. Estamos habituados a estos enfrentamientos.

Laura.- La familia se convierte en  un pescado muerto cuando las quejas separan del sentimiento afectivo. Cada uno de se refugia en la trinchera del egoísmo usando las palabras como armas homicidas. Hubo un tiempo... Isidro.- ( La interrumpe. Su voz suena triste y cansada. Siente que su madre advierta la sustitución del lenguaje afectivo por otro frío por su racionalidad.) Siempre hay un tiempo en nuestra memoria guardado como un tesoro de armonía. El tiempo en que reímos, porque estamos tejidos de vida y el crédulo aún no se volvió escéptico. La verdad nos vuelve en lugar de comprensivo en gente excluida de la esperanza.
( Pausa en la que espera la respuesta de Laura, como ésta no se produce continúa hablando.) Mamá, un inválido está impedido de elegir. No hay él un vida por hacerse. Él está hecho definitivamente como un artilugio enganchado a una silla de inválido. Es un perro arrastrado por la cuerda que lo sujeta a la fuerza de los otros. El pecado y el castigo no expresan la verdad de su vida. Está vacío y dentro de su oquedad las palabras de los fuertes le suenan a los gritos de los apostadores en la carreras de caballos. No tiene caballo sobre el que apostar su desconsuelo. No elijo qué soluciones le daré a mi desgracia. Definitivamente soy una casa que se derrumba.

Laura.- ( Se dirige a Isidro) No padre no quería acabar como un hombre autoritario. Tuvo un tiempo en que entregó su confianza  a los hombres. Los consideraba nobles y solidarios y estuvo con ellos hasta que descubrió la miseria moral y la corrupción. Si no había hombres que propusieran la fraternidad, habría que hallar una fe que escapara de la peste de la intolerancia. 

Mercedes.- ( Alto) Y encontró la Biblia. Sustituyó la vida con las palabras.

Isidro.- Apostó por un caballo ganador parido por su desilusión. Si el mundo de los hombres es cruel, lo sustituiré por otro misericordioso. Nunca realizable aquí y ahora, sino arrojado detrás de una puerta cerrada.

Laura.- En esa puerta cerrada se apoya. Ya no hará nada más que eso. Le dirá a los hombres que ante la puerta de Dios se espera la vejez y la muerte como un proceso liberador.

Isidro.- Su Dios oculto le facilita la intolerancia.

Mercedes.- Una tienda de comestibles y una capilla es todo lo que hay.

Laura.- Exacto. Trabajar y orar.

Mercedes.- Hija, te has vuelta resignada como una oveja ante un pastor violento.

Laura.-( Violenta) Mamá, me niego a que delante de Isidro saques los harapos de tu saco de resentimiento.

Mercedes.- ( Intimidada) Cierro la boca.

Laura.- ( Arrepentida) Destruirnos no nos liberará del pasado ni abrirá la puerta que nos impide enfrentarnos con el mal.

Isidro.- ( Vehemente) Yo me abalanzaré contra esa puerta y la abriré, aunque mi acción me suponga que me recluyan en algún psiquiátrico de pobres.

( Laura acaricia la cabeza de Isidro con esmerada ternura.)

Laura.- Eres un joven impedido, pero eso no evita que perdure en ti el arrojo de los esperanzados. La juventud tiene el poder de trascender las circunstancias que hereda.

Isidro.- Mamá, ¿ pretendes conciliarme con la enorme Nada que es mi padre?.

Laura.- La soberbia acarreó al ángel más bello la caída a la desesperación.

Isidro.- ( Irónico) ¿ Ese ángel también acecha detrás de la puerta en la que se apoya papá?.

Mercedes.- La puerta que al abrirse hará que salgan todos los males.






domingo, 18 de marzo de 2018


Aquiles y la tortuga.

A izquierda y derecha del espectador. Una superficie rectangular de grandes dimensiones. Ésta se divide en dos secciones:
Sección A:
Habitación rectangular. La pared de frente al espectador acaba a la derecha en una puerta que lleva a otras habitaciones de la vivienda. Debajo un sofá de cuatro piezas. Colgados cuadros. En el lateral derecho, un armario de madera que cubre las dimensiones de la pared. Al lado una mesa de salón con seis silla y un sofá de dos piezas.
La pared de la izquierda está dividida en dos partes: en una, un estrecho tabique y al lado una puerta corredera de cristal que da una terraza desde donde se divisan edificios.
Junto al tabique un televisor y una mesita. En el centro del escenario, una mesa de camilla, dos sillones y una mecedora de rejilla.

Sección B:

Superficie vacía de mobiliario convencional. Al lado derecho del espectador hay una grada de madera donde descansan o hablar Aquiles y la Tortuga. La puerta de entrada a este espacio es independiente de la entrada a la superficie A, estando situado a la izquierda del espectador en una pared lateral.

Los actores van de la superficie A y B según las acotaciones, pero tienen conciencia de que existe un tabique de cristal entre ellas.


Acto Primero


Escena I

Atardecer otoñal. Aquiles abre la puerta de la sección B. Sube a la grada y observa desde arriba. Enciende un cigarrillo y se descalza entre suspiros de satisfacción. Es un hombre de cuarenta años, vestido con un pantalón de pana de color verde y una camisa de cuello abierto. Sus movimientos expresan cansancio y aburrimiento.

Aquiles.-Todo el tiempo del mundo para mí. Nada delante y nada detrás.(Pausa) Si tuviera un millón me compraría, siempre me compraría... (Pausa reflexiva) La necesidad y el dinero. (Pausa) Tan lenta la tortuga del dinero  y tan rápida la necesidad de Aquiles. ( Bosteza)  Aquiles y la tortuga dinero nunca se encuentran. La paradoja del deseo creciente de Aquiles  y la constancia de la tortuga de huir de los pies ligeros de Aquiles.  Nunca Aquiles cogerá al tortuga. Juego lógico de la inteligencia griega.( Alto) Los dioses son inferiores a la inteligencia humana.(Pausa)  La actividad caminante de la tortuga intensa en su constante huida y el aburrimiento de Aquiles que considera el juego como una estrategia que disminuye su condición heroica.
 ( Pausa) ( Alto) Los héroes  no tienen que vivir con las tortugas.
( Abre la boca)  Igual que los tipos pobres aplastados por los tipos listos. El hambre mete miedo  en las tripas del pobre. 
( Observa el cielo) Vacío, indiferente, igual, mezquino como una tía guapa que espera a un pobre por temor a su violencia.(Pausa) Vaya, vaya, vaya, no sería mala ocurrencia invertir el tiempo que me sobra en algo útil. ( Riendo) Comprar en la Bolsa de valores acciones a bajo precio y revenderlas. Un suplemento al sacrificio de perder el capital propio.(Pausa) El comunismo capitalista. Todos propietarios de la riqueza por medio de títulos de propiedad.
( Abre la boca) O por ejemplo abrir la boca tantas cuantas veces me dé la gana. Todo el tiempo del mundo para mí. Mi tiempo no es oro. Es una baratija que cada día tiro por el servicio. ( Se sienta en el sillón) Si enciendo el aparato, los tipos parlantes y las tipas torturando con sus encantos. Todo en color. Abría que inventar un algo que hiciera real la ficción. Que las tipas te dirigieran la vista y se insinuaran. Será mejor dormir. ( Largo silencio) A lo mejor la voz de los seres superiores me llama. ( Imitando una voz grave)  Yo, el Ser Superior, te comunico, Aquiles, que serás probado para alcanzar la felicidad. Tendrás tu milagro. No un gran y poderoso milagro, sino el que cabe en una medallita. ( Voz meliflua) Gracias, poderoso Señor, dominador del destino. El perro de Aquiles se conforma con las trapas salidas de la tortuga.(Breve silencio) Guau, guau. Ser perro. No mirar nunca el futuro ni la soledad.( Reflexivo) Los perros están pendientes de su amo.  Si un perro se muere, el amo se queda sin su mirada. Y eso es algo importante. De veras importante. La mirada del otro nos hace reales. ( Como si estuviera galanteando).¡ Cariño! Tus ojos de vidrio no ven, sólo reflejan al que está delante. Eres una ramera profesional. Hacer del amor una profesión.( Pausa) Eres si me pagas, cariño. Yo, Aquiles, el héroes, pago tu precio por adelantado. Y en tus jadeos de profesional convencerme de que el amor evita el aburrimiento. Tu ojos son diminutos espejuelos y en ellos el placer eyaculador de Aquiles. Las boberías de Aquiles.
(Pausa) Si un día llegara el Adviento. ( Saca afuera el forro de los bolsillos del pantalón.) El dinero como un ratón se esconde y Aquiles se desespera por no hallarlo.( Mirando el forro de los bolsillos) Testimonios de un moroso.( Breves silencio) Una vez creyeron en el superhombre los desheredados.( Alto) ¡Que llegue el superhombre!. (Recordando) Aquel tipejo pobre y vengativo leyendo en las plazuelas pública el Zarathustra. Luego se fue a Argentina en busca de la platita y comenzó a desvariar con la justicia peronista.
(  Canta) Tambores y tamborradas. La multitud grita ante su líder. El líder saluda. Montañas nevadas, banderas al frente. ( Normal) Noches en el campamento, con los camaradas y las hogueras encendidas.
( Riendo) Las de la inquisición. O dios o el fuego. Los inquisidores comían testículos. Dominicos devorando la fe rebozada. Una gente así acaba hallando a Dios en los gritos de los torturados. Incluso admitiendo el pecado eres pecador, porque declaras la fe mediante torturas. 

( Entra a escena un personaje joven disfrazado de tortuga. Se deja caer al suelo y gira sobre el caparazón.)

La tortuga.- ( A Aquiles) ¿ Sabes una cosa)?.

Aquiles.- ( Responde como si ya hubiera respondido multitud de veces a esa pregunta de la tortuga.). No estoy dentro de tu cabeza. Me ahorro así tus dolores.

La tortuga.- ( Sin prestarle atención y girando más veloz sobre el caparazón) Venzo la inercia del peso del caparazón girando más rápido. ( Se detiene bruscamente.) Pero si quedo boca  arriba, muero. ( Triste) Soy una tortuga y debo marchar lentamente. Si me escapo de caer boca arriba, seré longeva.

Aquiles.- No eres libre y por eso no consideras el suicidio como una solución a tus limitaciones. El suicidio se prevé. Se piensa en él metafísicamente. Es una idea que está fuera de la naturaleza.
   
La tortuga.-  Una idea así: si corres, quedarás con la tripa al cielo y meneando las patitas. Otra idea: si bebes de prisa, te atragantas. Estamos pensando antes de morir. Luego la tripa al aire.

Aquiles.- También podrías decirte: yo me divierto, porque  no logré darle la vuelta a mi caparazón.. Soy una tortuga ineficiente. .


La tortuga.- ( Airada) Me vuelves loco con tus sandeces. Una tortuga es siempre eficiente.

Aquiles.- ¿ Por qué?.

La tortuga.- ( Riendo su ocurrencia) Por qué no trabaja?. A nadie le interesa una tortuga que no vende su existencia produciendo cosas útiles.

Aquiles.- Sirves para la sopa de tortuga.

La tortuga.- ( Despechada) Siempre buscando comerse a alguien. Los héroes de la antigüedad insaciables en apetitos desordenados. ¿ Quieres decir que no soy libre?.

Aquiles.- No. Quiero decir que eres una tortuga. No hay anuncios en la prensa que diga: Empresario busca una tortuga para trabajar a destajo. Bien remunerado.

Las tortuga.- ( Abatida) Si nadie me compra unas horas, nunca llegaré a beber coca-cola.

Aquiles.- Nunca beberás coca- cola. Se compra con el dinero que logras vendiéndote unas horas al empresario. Tú desconoces ese mundo. Desconoces el mercado de trabajo. Hombres empleados y hombres  sin empleo. La existencia cambiada por dinero o por mendicidad. Tú caes dentro de los mendigos. Vagancia con estridentes lamentos.

La tortuga.-( Se pone de pie) Todo el mundo sabe que los lamentos también tienen un precio. Son útiles para que las almas buenas entren en el Nirvana. Todo lo que es útil tiene precio. El vagabundo también logra dinero.

Aquiles.- Tú, no. Se tiene si uno vende algo.

La tortuga.- ( Insistente) Te he dicho que los lamentos del mendigo se obtiene dinero.

Aquiles.- ( Enfurecido) Con las tortugas se prepara sopa de tortuga.

La tortuga.- ( Enfurecida) Con los héroes se inventan fábulas.

Aquiles.- ( Orgulloso) Yo soy un hombre que incorporo mi energía a la sociedad.

La tortuga.- ( Sorprendida) ¡ Un objeto energía que con  dinero compra objetos energéticos!.

Aquiles.- Para tener dinero tienes que manejar herramientas. Algo que transmita tu energía a una materia prima.

La tortuga.- Un mono adiestrado a un destornillador. Mejor tocarse el pito. ( Despreciativo) ¡Una energía a través de una herramienta y con ese título bebes coca-cola!.

Aquiles.- Tan testadura como duro es tu caparazón.

La tortuga.- Como si golpeara con un martillo la armadura del héroe. Su pecho suena a lata.

Aquiles.- ( Levanta una pierna)  Sí, pero tú no haces esto.

La tortuga.- ( Orgullosa) Si lo hago. ( Se levanta del suelo y levanta una pierna. Se cuenta los dedos de las manos) Tengo diez dedos.

Aquiles.- ( Molesto) Si tuvieras dedos, no serías una tortuga.

La tortuga.- ( Le acerca los dedos) Tú puedes verlos. Hay diez dedos.

Aquiles.- No hay diez dedos. Tienes huesos atrofiados acabados en una uñas espantosas.

La tortuga.- Darwin dijo que...( lo interrumpe Aquiles).

Aquiles.- Darwin era un iluminado. Se empeño en que los seres se perfeccionan según las circunstancias adversas. Era un creyente del porvenir.

La tortuga.- Estuvo en las Galápagos.

( Breve silencio).

Aquiles.- Recogiendo conchas de moluscos. ( Riendo) Seguro que se subió encima de una tortuga. 

La tortuga.- ( Triste) Él no era un sabio malo. Escribió unas memorias para que sus hijos lo recordaran.

Aquiles.- Alguien que escribe sus memorias para tales lectores es un sabio crédulo.

La tortuga.- Sabio y crédulos son términos antagónicos.. Uno es sabio y entonces no es crédulo.

Aquiles.- No discuto contigo en términos dialécticos. ( Con énfasis) Nunca una tortuga entenderá a G.W.Hegel.  ( Pausa) La lógica no es manjar de tortugas.   No sirve para nada. Uno dice y si lo entienden está bien.

La tortuga.-  La verdad que no la entiendo. Sin embargo, intenté leerla. ¡ Pero estos alemanes!.

Aquiles.- No pretendes explicarte el significado del mundo. Yo he sido clasificado por mi psiquiatra como un psicótico- lógico. Me persiguen extraños filósofos. 

La tortuga.- ( Mirando sus manos). Tú si tienes dedos para manejar herramientas y venderte. De esa forma comería algo la tortuga.( Se coge el vientre) Llevamos días discutiendo y sin comer.

Aquiles.- Además de los dedos es necesario no estar enfermo. Una cabeza capaz de controlar el movimiento de los objetos exteriores. Los enfermos manejamos objetos interiores.

La tortuga.- ( Riendo) ¡Los gritos que das de noche!.

Aquiles.- Los fantasmas asaltan el castillo de noche. Yo grito que papá no debe fornicar con mamá, porque entonces el nene sufre. Pero ellos lo hacen, el nene los odia y entonces el nene es perseguido por papá. (Pausa) Luego papá se convierte en un dictador con cárceles de las que jamás se sale.

La tortuga.- Es mejor vida la de la tortuga.

Aquiles.- No. ( Pausa). La tortuga tiene que poner millones de huevos gelatinosos y enterrarlos en la orilla del mar. Es un animal de gran fertilidad. La mitad de sus huevos se los comen los pájaros.

La tortuga.- ¿La tortuga no lo impide?.

Aquiles .- Es un tartaruchus. Un reptil cubierto con un caparazón óseo. Inconscientemente expele sus huevos revueltos en gelatina y huye.

La tortuga.- ( Triste)  No se pregunta si la vida es justa con los inocentes,¿ verdad?.

Aquiles.- No. ( Pausa) Esas preguntas no son de su especie. Son de los humanos. Su descendencia no depende de ella, sino de la voracidad y cantidad de sus enemigos.

La tortuga.- Es un tartaruchus con miles de años.

Aquiles.- Entre el azar y la necesidad. La correlación  entre creación y exterminio favorece positivamente a algunos huevos de tortuga.

La tortuga.- Consuela saber que algunos huevos no sirven para hacer de tortilla a las gaviotas.

Aquiles.- ( Reflexivo) Los dioses llegaron también antes de ser completamente devorados por Cronos. 

La tortuga.- ( Quejándose) Tú eres un héroe de la antigüedad y yo una vil tortuga que expulsa huevos en gelatina. No debería permitirse tales diferencias.

Aquiles.- ( Categórico) ¡ Las hay!. No me gusta que cuestiones el orden establecido.

La tortuga.- ( Categórica) Mi venganza es cuestionar las diferencias sociales.
( La tortuga rueda por el suelo).
 ¿ Te fijas en que me encuentro boca arriba?.
( Risas de la tortuga).
( Silencio).

Escena II


( Se escucha un golpe metálico detrás de la puerta de la superficie A. La puerta se abre de golpe. Parece un carrillo de ruedas para inválidos. Dentro un muchacho inválido de dieciocho años. Detrás, empujándolo, Mercedes. Una joven de veintitrés años, fuerte, de aspecto, palabras y gestos extremadamente alegres.

Mercedes.- ¡A la de tres!. ¡ Ya estamos dentro!. ( Al joven inválido) ¿ Has visto Rafa como hemos llegado hasta aquí?. Basta con querer. Todo consiste en pretender ascender por encima de los difícil. Si no es a la primera, será a la segunda o la tercera. Al final, uno consigue lo que pretende.

Aquiles.-( Pegando la boca al tabique invisible que divide las superficies.) Hasta llegar a la Luna. La vemos brillar tan cerca, que basta que alarguemos la mano para tocarla.

Mercedes.- ( a Rafa) Si uno quiere, uno puede. El viejo se sabe viejo y llora entonces. Si corre y se esfuerza en vivir, sin importarle la opinión de los otros,  conseguirá reír y burlarse de la tristeza.

La tortuga.- ( Igual que Aquiles ) ¿ También la tortuga?.

Aquiles.-( Subiendo a la grada) También la tortuga y hasta Aquiles.

La tortuga.- ( Irónica) Aquiles se tortura pensando. Así nunca alcanzará a la tortuga. 

Aquiles.- ( Condescendiente) Vosotros ganáis con vuestro optimismo. Cada época se entrega a su orgía de palabras. (Pausa) O la vida como pasión inútil o la vida como voluntada de ocultamiento. Nadie evita la moda de su época.

Mercedes.- ( Habla con Rafa) Rafa y yo venimos de la manifestación contra la guerra. ¡ Cuánta gente!. Todos unidos contra la barbarie. ( Grita) Si queréis petróleo, coger chapapote. Rafa levantaba las manos y coreaba la consigan. Cuando la gente se mueve, todo cambia. Dentro de la multitud se tiene un sentimiento de unidad colectiva.

Aquiles.- ( Que escucha a Mercedes y responde.) El hombre es un animal religioso. Necesita las creencias. Ahora ya sabe que la guerra es ganancia para los manipuladores. Los dioses de los medios de comunicación están siendo negados por una multitud que añora la comunión de la colectividad salvada del hambre y de la muerte.

Mercedes.- ( Entusiasmada) Todos fueron a la manifestación.

La tortuga.- ( Con evidente intención de molestar a  Aquiles) Todos, menos Aquiles que estuvo escondido detrás de una esquina. Aquiles es el héroe prudente. Sabe que las manifestaciones son grabadas en vídeo. Luego amplían las facciones de los manifestantes y se las muestras a los inquisidores.

Aquiles.- ( Lacónico) Estuve allí. La liturgia colectiva es el orden de la religión. Si los hombres se arrodillan o gritan, necesariamente dejarás de ser hombre si no haces lo mismo. El individuo. El único, es un sujeto que busca en las estanterías de los grandes almacenes algún cachivache que le origine sorpresa. La colectividad nos entrega la esperanza  del milagro.

Mercedes.- ( a Rafa) ¿ Viste a los padres con los niños en los carritos?. ¡ Qué bien! Yo iba contigo debajo de la primera pancarta. ¿ Sabes por qué? ( Pausa breve) Los disminuido físicos necesitan la alegría colectiva más que la gente normal. Los disminuidos dentro de la  multitud se reconocen como iguales.

La tortuga.- ( Se levanta del suelo y palmea la cabeza de Aquiles) Él sabe que su dolor es ajeno. Que le vino de fuera como si hubiera sido la víctima de un bombardeo sobre Bagdad. En la expresión de un niño aterrorizado por un bombardeo, se expresa la crueldad absoluta que siente Aquiles. Una imagen lo obsesiona: las armas de guerra de un país imperialista y los ojos abiertos de un niño esperando la explosión de la bomba fragmentaria.

Aquiles.- Me desesperas con tus ironías. Tus excesos de corazón de tortuga.

La tortuga.- ( Molesta) Te reprocho tu impotencia emocional para entender la impotencia del justo ante la destrucción de la vida.

Aquiles.- No exageres, Tortuga. Aquiles comprende a los que exigen justicia e igualdad. Desde los años ochenta los conservadores nos llevan aniquilando y ya exigimos que se vayan a sus ranchos, a sus mansiones o con sus queridas.

La tortuga. O delante de un tribunal internacional de justicia que los juzgara por criminales de guerra.

Aquiles.- Las trompetas de Apocalipsis. Todos ante el tribunal de
Dios. ( Sarcástico) Los criminales mueren en su cama.

La tortuga.- ( Afirmativa) Eso es verdad. Sólo mueren accidentalmente los obreros de la construcción que caen desde los andamios o los consumistas de ocio que se estrellan en sus automóviles a ciento ochenta kilómetros por hora los fines de semana.

Mercedes.- ( Endereza a Rafa) Tendré que prepararle la comida.
( Sale dejando el carro de inválido).

Aquiles.- ( Mirando por el tabique) El día que muera Rafa, ¿qué hará Mercedes?.

La tortuga.- Llorará.

Aquiles.- Estará más sola y entonces se encontrará con ella misma. La soledad seca el entusiasmo de la piedad como el Sol el barro. La muerte del amor nos entrega al tiempo. Allí donde sólo hay un día detrás de otro. Una espera que se repite en la luz y en la oscuridad.

La tortuga.- Rafa, vivirá tantos años como nosotros. Hoy la medicina resuelve casi todo. ( Atraviesa a la zona A para acariciar la cara de Rafa) No hay días contados para la vida de Rafa. El mundo no será tan miserable con esta criatura que nos escucha y no responde. ( Vuelve a la zona B)

( Entra Mercedes con un plato, un  babero y una cuchara.)

Mercedes.- ( Voz aniñada) Ven, Rafita mío. Mercedes te a dar de comer estas gachas con azúcar. ( Le acerca la cuchara a la boca. Rafa mueve la cabeza negativamente) ¿ No quieres comer?. Los niños buenos comen siempre.

La tortuga.- Por eso los ángeles de túnicas rosas se les acercan sonriendo. Los niños que no comen reciben la visita de bichos de largas trompas de color verde.

Mercedes.- ( Canta) El niño de blanco mira la nieva,
                                 come y come,
                                  sueña y sueña con jilgueros que cantan.

Aquiles.- ( Acaricia el caparazón de la tortuga) La tortuga llegará a vieja si come.


(Oscuridad)

Escena III


Mercedes sentada en la mecedora. Rafa en el carrito duerme. La iluminación del escenario es en diagonal y pretende causar la percepción lumínica de un cuadro barroco.

Mercedes.- ( Habla para ella misma, pero con la intención de que la escuche Rafa) Hay un momento, un segundo, un día o un año, qué sé yo, donde todo cambia como si fuera un fruto que cae maduro del árbol. ( Pausa) Aunque uno quisiera, no lo evitaría. (Pausa) Como si estuvieras delante de un viento que te arrastra en su dirección. No es el destino, ni el horóscopo, es la vida que vuelve como desorden. ( Por Rafa) Un día tú cogiste el cable eléctrico del árbol de Navidad y quedaste paralizado. Un niño que jugaba debajo del árbol de Navidad, con tantas luces distintas, y de pronto todo se volvió oscuro. ( Pausa) Era el viento que fuerte que desorganizaba las sensaciones de tu cuerpo. ( Riendo) Pero no fue el fin del mundo. ( Alto) Fue el comienzo de un reto contra la muerte. Había que devolverte la risa. ( Pausa) Y yo que era una niña me sentí valedora de tu vida. La Risa de Rafa, sus movimientos de alegría  justificaban el esfuerzo y las lágrimas de Mercedes. (Breve silencio) Hay una pregunta a la que no llego a responder. ¿ Por qué fuiste tú y no yo?. (Pausa) ¿Alguien decide por nosotros?. Tal vez, el sitio oportuno en el momento oportuno. Juguetes que se rompen simplemente jugando. ( Rafa balbucea. Mercedes le limpia las babas). Yo asumí como culpa ese golpe de viento que dejó en tu silla de inválido. Las culpa es una quemadura que no cicatriza. Siempre duele y a la vez su dolor se cambia en alegría.( Pausa) Si llorara delante de ti, se habría acabado tu vida y la mía. ( Breve silencio) Pero papá y mamá echaron en la espalda de una niña un saco de arena. Sólo tendría vida, si llevaba la tuya conmigo. Yo quería vivir también, contigo, pero no podrían imponerme la coacción del miedo de ellos. Si llegaba tarde temblaban de miedo. ( Pausa) Me subleve. De niña dulce, estudiosa, obediente, me convertí pasivamente en una resistente contra el miedo de nuestros padres. ( Pausa) El miedo y la seguridad tienen que someterse a la realidad. ( Pausa) Ya sabes, ellos no comprendían el cambio de conducta y yo me afirmaba como un ser que asume el riesgo de la incomprensión.

( Entra en escena Rogelio, padre de Mercedes. Es un hombre de sesenta años, encanecido, habla suavemente, ojos grandes y mejillas fláccidas.)

Rogelio.- ( Pregunta retórica) ¿ Duerme Rafa?.

Mercedes.- A veces sospecho que se hace el dormido para oírnos.

Rogelio .- Sólo Dios lo sabe.

Mercedes.- Dios es una coartada eficaz.

Rogelio.- Es una forma de hablar. Ya hace tiempo que sé que estamos solos en el laberinto del Minotauro. (Por Rafa) ¿ Ha comido?.

Mercedes.- Algo.

Rogelio.- ( Se sienta ) Vengo de la calle. Hay mucha gente nueva. Las generaciones se superponen. Crecen nuevas espigas en la tierra vieja. Las voces de los jóvenes exigen un mundo mejor. El mundo de la utopía: de la necesidad a la libertad.

Mercedes.- Los gritos explican una exigencia contra el poder.

Rogelio.- El silencio está en los ojos. Me hubiera gustado también gritar con esas nuevas espigas. No pude. Marchaba en la manifestación con ellos, pero yo estaba dentro de mi silencio.

Mercedes.- ( Burlona) Tú que fuiste un comunista.
Rogelio.- No, un demócrata. Luché para que terminara la opresión.

Mercedes.- Acabó la dictadura y los sueños siguen.

Rogelio.- Los de nuestros hijos.

Mercedes.- ( Agitada) Los sufrimientos siguen. Cambian la manera de administrarlos.

Rogelio.- El hombre es un animal que inventa dioses para que lo dominen. Proyecta la pobreza de la vida inventando seres imaginarios.

Mercedes.- ( Agitada) ¡ Tenemos que echar fuera el dolor de cualquier forma!. Y sé que no hay dioses, que Dios ha muerto. (Pausa) Sin embargo, la esperanza es la única salida a la desesperanza.

Rogelio.- ( Sonríe) La contradicción que posibilita la revolución o el sometimiento inconsciente del esclavo. Nunca sabemos si somos libre, porque para llegar al conocimiento de la libertad y de la esclavitud utilizamos al astucia de la razón práctica. En el porvenir está la Justicia. La vejez es un movimiento de repliegue de la esperanza. El caracol que se esconde dentro de su concha cuando el sol se oculta.

Mercedes.- ( Malévola) Dejando un rastro de mucosidad.

Rogelio.- ( Sonríe) Estás molesta conmigo. Me imagino que pretendes ajustar cuentas viejas. Los padres estamos sometidos al recuerdo de los hijos. ( Pausa) Bueno, casi somos lo que ellos recuerdan o imaginan. La caída de los dioses.

( Rogelio se levanta de la silla y se dirige a la terraza.)

Rogelio.- ( Alto)  Cada vez hay más luces de viviendas en el horizonte. También de anuncios luminosos. Aquellos caminos cubiertos de cañaverales, zarzas, saúcos e higueras de tu niñez, ahora son avenidas y bloques de pisos. ( Vuelve al centro de la habitación) No vale la pena detenerse en consideraciones. Ese mundo ya no es el mío.

Mercedes.- Es el mío. ( Largo silencio) Y no me gusta. Me repugna la herencia que habéis dejado. Hormigón, dinero e hipocresía.

Rogelio.- Mis manos no están manchadas por la avaricia. Nada hice para que los plutócratas se hicieran dueños del mundo.

Mercedes.- Tú teoría de la responsabilidad ha consistido en echar la culpa fuera de ti. Seguro que duermes bien.

Rogelio.- No duermo bien.( Se sienta y suspira) Los hijos siempre juzgan y condenan al padre. Crecer y llegar a la edad adulta conlleva atribuir al progenitor las expectativas frustradas.
(Sonríe) El viejo es débil y sueña con estar exento de responsabilidad y el joven padece la violencia de la realidad sin vuelta al paraíso perdido de la infancia. ( Breve silencio) Deseos fallido en ambos. Nadie se escapa de padecer los sueños como locura ni la realidad como conflicto de la violencia social.
( Agitando las manos a modo de disculpa irónica) ¡ Ya sé!. ¡ Ya sé!. ¡ Demasiada filosofía!. Las como aparecen, duras, sin poros, evidentes e irremediables.( Suspira) El cristianismo enterró al paganismo, porque halló la resignación que redime la carne y no el pensamiento.

Mercedes.-( Despreciativa) Rafa, duerme.

Rogelio.- ( Compasivo y en voz baja) Rafa duerme y yo quisiera para mí también el sueño.

( Entra Maruja. Cincuenta años. Mujer baja, delgada, locuaz e imprevista en sus actos. Sus zapatos son de tacón delgado y alto, de manera que se ladea ligeramente al moverse. Viste pantalones amarillos y una blusa blanca. Observa la escena y se encoge de hombros.)
Maruja.- Ya somos cuatro. Las patas completas de la mesa. Rogelio entristecido. Mercedes acusadora y Rafa en su sueño de bendito.

Mercedes.- ¿ De dónde vienes , mamá?.

Maruja.- De hablar con la gente, de ver escaparates, de trajinar con las  montañas de ropa de los supermercados. ( Saca de la bolsa de papel camisas y faldas de colores vivios). ¿ No imaginas qué me costó esta blusa?. Nada. Nada. Mírala bien. Dos euros.
( Le enseña una falda) ¿ Y esta falta) Tres euros. Todo una ganga. Una fluorina, colores brillantes y poco dinero.

Mercedes.- Mientras la niña, llevando a Rafa entretenerse.

Maruja.- ( Sin responderle) Una fluorina. Las rebajas son una fluorina. Tu debías zambullirte dentro de la fluorina.

Mercedes.- Mamá, yo trabajo de cajera en un super. Estoy ocho horas de turno dentro de la fluorina.

Maruja.- Tú pasas los precios por la caja. No sientes tus manos coger las cosas nuevas y echarlas en la cesta. ( Se sienta y levanta las piernas) El mundo se vuelve reciente, como si un espejo mágico te devolviera unas facciones de actriz. ( Se levanta y se dirige a la terraza). ¡ Arriba el cielo y no la cara tristona de tu padre!.

Rogelio.- Ya salió el tonto de las bofetadas.

Maruja.- ( A Rogelio) No el tonto, sino el payaso de las bofetadas. Por cierto, cada vez tienes el pelo más blanco, las mejillas más colgadas y la voz más gangosa. Te debieras hacer un cambio de imagen. ( Le pellizca las mejillas). Estirarte un poco la piel y un tinta para el pelo.(Pausa breve)Pero te has tirado al pozo de los viejos temerosos y llorones.
Maruja.- Verdad hija, ¿ qué necesita un cambio de imagen?. Un look.( Se dobla a la derecha) Estos tacones me llevan de aquí para allá. Parecen tener vida propia.

Rogelio.- Un día te caerás y darás con tus huesos en la acera.

Maruja.- ¡ Y un huevo!. ¿ No sabes que los huevos hueros de los viejos les dan un nuevo punto de apoyo?. ( Se ríe) Se tienen que parar delante de los escaparates para aliviar su carga. ¡ Uff!.

Mercedes.- ( Intentando mediar) Les duelen articulaciones.

Maruja.- No y no. El peso de los huevos hueros les pesan tanto que se detienen delante de los escaparates disimulando.

Rogelio.- ( Paciente) Hoy me tocó a mí.

Maruja.- ¿ Qué te tocó?. ¿ La lotería?.

Rogelio.- La lotería de Maruja.

Maruja.- Demasiada suerte tuviste al encontrarme. Hasta de joven eras un cansino y un tristón quejicas. Todo lo viste negro. Tu excusa consiste en esa infancia tuya llena de orfandad. No te quiso ni papá ni mamá y el nene se estuvo relamiendo el gusto del desengaño hasta la extenuación. Luego llegó Maruja, y le levantó el pene y algunas veces el ánimo.

Rogelio.- La lotería de Maruja. ( Maruja lo observa compasivamente) Unas veces toca y otras no, pero el boleto lo llevas uno cogido con imperdible en la solapa de la chaqueta.

Maruja.- No entro en tus disquisiciones. La vida es esto o aquello. Se elige de aquí y de allí.

Rogelio.- Como una cabra que ramonea.

Maruja.- Exactamente. De aquí y de allí ágilmente.
Rogelio.- ( Suspira) ¿ Has mirado a Rafa?.

(Largo silencio).

Maruja.- ( Su voz cambia) No.

Mercedes.- Míralo.

Maruja.- Lo llevo dentro del corazón.

Mercedes.- Eso es un pretexto.

Maruja.- ( Violenta) Una madre no tiene pretextos de amor con sus hijos.( Bajo) Tal vez se esconda. ( Normal)¡ Cuánto duele estar delante de Rafa!.

Mercedes.- Porque no aceptas su realidad. Rafa es un inválido. Alguien que limpiar la caca. Me duele la espalda de levantarlo del carrito. Más que vosotros dos. Pero a veces...( Pausa) Una se escapa del dolor absoluto del otro. Una excursión fuera de la rutina. ( Pausa) Te tiras delante del tren y resucitas, porque aún eres capaz de creer en lo milagros.

Mercedes.- Yo soy joven.

Maruja.- Mercedes, sé que eres joven y que esta carga no es tuya, sino que te la prestamos tu padre y yo. (Pausa) Nos llegó como un regalo del destino. Una descarga eléctrica en el cerebro de Rafa y los plomos de nuestra existencia se fundieron. Un accidente, todo se resuelve en el acontecimiento fortuito. No hay culpa, sólo un juego de las circunstancias.

Rogelio.- Eso lo hemos repetido un millón de veces, pero la explicación no nos libra de la responsabilidad de atender a un impedido.

Maruja.- La responsabilidad no, sino el amor.

Rogelio.- No importa de donde provenga la entrega por el inocente.

Maruja.- Tus palabras de responsabilidad moral terminan ocultando tu más protegida verdad. (Pausa) La vida es una pasión a la que uno se entrega sin exigir explicaciones.

Mercedes.- ( Compasiva) No os peléis. Sacamos a Rafa adelante día adía. Algunas horas son de alquitrán.

( Maruja rebusca en la ropa que se ha comprado. Su actitud vuelve a ser la del principio, alocada. Se cambia de blusa).

Maruja.- ¿ Veis este amarillo fuerte?. Significa que da fuerza. Una mañana de verano, de Agosto, llena de todo el Sol abrasador y una carne caliente bajo la tela que desea la caricia de un animal macho.

( Rogelio sale lentamente de la habitación).

Mercedes.- Has logrado echarlo.

Maruja.- No me importa.(Pausa) Un macho dentro de una mañana de Agosto. Después de eso, toda la exasperación de la ruina. El edificio de la voluntad derruido por la degradación. La mirada adversa que arruinó la vida de Rafa se detiene continuamente en mis deseos y me obliga a arrodillarme en un inútil arrepentimiento.

Mercedes.- Acércate y míralo.

Maruja.- ( Lo hace y besa la cara de Rafa mientras llora) La vida se va y los colores brillantes con ella. Rafa, la vida de tu madre se esfuma y tú continuas como un niño arropado en su cuna. Rafa, si me vieras.



Mercedes.- Mamá, Rafa te entiende. ( Admirada) Es muy lista. En sus ojos está la inteligencia, esa llamita brillante que se mueve con los sentimiento de su corazón.

Maruja.- Si nos entiende, es aún más horrible. ( Pausa breve) Nos ve envejecer.

Mercedes.- En sus ojos no existen esas imágenes de degradación de la materia. Nos ve como si fuéramos ángeles.

( Oscuridad).


Escena IV

( La tortuga y Aquiles. Aquiles está a horcajadas sobre el caparazón de la tortuga.)

Aquiles.- Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo siendo yo más veloz no lograré encontrarte?. ¡ Cuanto misterio o martirologio ¡.Amiga tortuga, a veces, de tarde en tarde, uno se pregunta sobre el significado de las cosas y entonces en lugar de gozar se sufre. Verdaderamente como si nos hubiéramos escapado de la naturaleza con nuestras preguntas y respuestas. (Pausa) Si veo un perro que agoniza, éste me mira y se entrega con la mira fija en la cara de su amo.

La tortuga.- El amo no es natural. La naturaleza no genera amos, ni dinero, ni ricos ni pobres. La muerte es una relación social como el amo y el dinero.

Aquiles.- Tú no cuentas como apoyo de mis comentarios, porque eres un hombre que regresa a la forma de una tortuga. Morirás sabiendo de tu decadencia y miserias de toda laya. ( Breve silencio.) Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo siendo yo más veloz no lograré encontrarte?.

( La tortuga se agita violentamente y Aquiles cae al suelo. Luego se sienta en la grada.)

Aquiles.- Estúpida violencia de un reptil. ( Sube a la grada y se sienta al lado de la tortuga)


La tortuga.- ¿ Por qué raptamos a Rafa?.

( Largo silencio)

Aquiles.- Un secuestro-expres. ( Pausa) Llamaremos por teléfono a casa de Mercedes y exigiremos una cantidad de dinero con un plazo de pago de unas horas. Un poco de dinero y un plazo breve de pago. Esto es un secuestro- expres. Se práctica con la clase media. Tiene sentimientos y algo de dinero. Los desesperados venden su injusticia con la misma naturalidad que la padecen. (Pausa) Si la ética es economía, ¿por qué una tortuga y Aquiles deben respetar un código de conducta moral obsoleto?. El capitalismo convierte a los hombres en mercancías. Los compra y los usa. Nosotros como unos pequeños tenderos vendemos una mercancía.

La tortuga.- El miedo.

Aquiles.- Sí, el miedo.

La tortuga.- El mal es tan necesario como el bien.

Aquiles.- Tú lo afirmas. Bravo tortuguita. La racionalidad de que los hombres son felices si miden sus pasiones con respecto a las pasiones de los semejantes incuba los huevos de la serpiente.(Displicente) Si tu quieres la felicidad, yo también. No llegues con tu egoísmo hasta el lugar que me corresponde dentro de la luz. Frases y más frases del catálogo de los actos virtuosos. Pero hay algo más poderoso que el idealismo de la virtud. Los hombres actúan impulsados por la avaricia y las pasiones más viles. Si logro el bien es porque pretendo el mal.

La tortuga.- Tus palabras provienen del estiércol.

Aquiles.- Las flores se abonan con estiércol.¿ por qué te arrepientes de tus actos?. Exigimos un poco de dinero a cambio de la devolución de un impedido. Llamaremos por teléfono, los asustaremos un poco y vendrán con sus billetes dentro de un sobre.

La tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.

Aquiles.- Las consecuencias de los errores son imprevisibles. No hay hechos ciertos a priori. Solamente probables.

La tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.

Aquiles.- ( Distraído) Todo cuanto existe se vuelve caduco y muere.



Acto II

Escena I

( Mercedes, Rogelio y Maruja en la zona A observan atentamente el teléfono. Suena el teléfono.)

Mercedes.- ( Coge rápidamente el teléfono) Diga. ( Pausa) Dígame. ( Desesperada) ¡Hablen por favor!. ¡Hablen!. ¡Respondan!.