TITULO: El caso Calvi y la democracia cristiana.
Personajes: Juan Grim, Margarita,
Osorio, Amescua, Calvi, Ososrio, Príncipe, Cardenal WU,El individuo de la
casulla, Beer, Pocio. Laura, Lolo, Masones 1,2y 3.Coro de bailarines.
Acto Primero:
Una sala de reuniones. En el foro
una reproducción en grandes dimensiones del Juicio Final de Miguel Ángel. A ambos lados de la
misma, balcones con las cortinas corridas. A la derecha mesa de tablero ovalado
y con sillas de alto respaldo de terciopelo verde. En el primer término derecha
una mesa y sillones En los laterales puertas.
Una lámpara de pie
encendida.
Escena I.
( Largo silencio. Se abre una
de las puertas y entra Juan Grin. Tiene cincuenta años, traje
clásico.)
Juan Grin.- ( Se detiene ante
la mesa de despacho. Con los dedos de la mano derecha roza el borde de la mesa
en actitud ensimismada.)
En las fealdades de la lucha
política, yo, el siervo, tengo que esperar entre la necesidad y la libertad,
la Historia y la locura. Fui elevado por
el grupo de presión a la primacía del honor y a la vez marcado como esclavo y
encadenado al murmullo del miedo y a la infamia de la hipocresía.( Sonríe).Mi
voluntad se enreja a la sumisión de mis valedores.(Pausa). Esta tarde el comité
de vigilancia se orientará a un nuevo candidato. Feas brújulas la de los
electores, aunque siempre bien orientadas al Sol de la corrupción. ( Mueca
despectiva).Pueden decidir mi relevo. Usarán las frases habituales para arrojarme
como un trapo: el cansancio de la opinión pública, el desgaste de la imagen,
las encuestas desfavorables... Trigal donde los cuervos revolotean.(Sonríe). El
hombre político debe ser aplastado bajo la suela de un zapato de intereses
materiales. (Pausa).
¿Hay en mí desatino en la
firmeza por avanzar entre los escombros
seniles de viejos gobernantes que se deshilachan, en las decisiones
monetarias y fiscales y en el delirio
del lenguaje de la democracia, mientras la gente traba su vida a la violencia
del desempleo y el endeudamiento?.
( Se retira de la mesa y se
acerca hasta el ventanal. Se escuchan ladridos. Largo silencio. Entra
Margarita. Mujer de Juan Grin. Treinta y cinco años, alta, bella y elegante.
Observa a Juan Grin).
Juan Grin.- ( Se vuelve a ella
y sonríe desganado). ¿ Qué ha sucedido?.
Margarita.- Aún la puerta está
cerrada.
Juan Grin.- La demora me
favorece. En los portafolios del comité de vigilancia sólo está el papel blanco
de la incertidumbre.
Margarita.- Tal vez estén mezclando a los elegidos y se
espere que Él corte en la baraja de naipes.
Juan Grin.- ¿Está presente Él?.
Margarita. No se sabe
exactamente. A las dos de la tarde hubo un revuelo en los murmullos. Cuando
llega Él, los mochuelos aduladores saltan sorpresivamente de sus escondites y
la serpiente de la vileza sube por árbol del oportunismo.
Juan Grin (Preocupado). Con Él
es imprevisible la decisión última. (Pausa muy breve). No gusta de la
clemencia.
Margarita.- Es inclemente si
ante Él no está el sujeto que administre
eficazmente sus alianzas políticas y sus intereses económicos. En caso
contrario suele esperar y mantener a los herejes sin quemarlos.
Juan Grin.- Él desconoce la estrategia política necesaria en este
instante.
Margarita.- (Con doble sentido)
En particular la de los débiles.(Pausa). Juan, por el momento, eres un hombre
carente de fuerza dentro de los miembros del comité de vigilancia. Él lo sabe y huele tu extenuación. (Pausa)
Podría llamarte para gozar con tu miedo.
Juan Grin.- Ellos están cegados
por la iluminación del enemigo infinito, de un terror que les impide abrir
nuevas alianzas de gobernabilidad. La finalidad del poder está en evitar que la
desesperación absoluta y que los
intereses contrapuestos no se conviertan en el efecto violento de los iluminados.
La barbarie no tiene cabida en la asimetría de la estrategia política. Los
hombres son gobernables.(Pausa). Es necesario impulsar la alianza de los
desamparados y la minoría desquiciada por la riqueza. Esta es mi oferta a los
ciudadanos de hoy.
Margarita.- Entre los párrafos
de tu texto político están las rendijas de los censores. Los surcos invisibles
de la sospecha. Debajo de tus palabras seráficas se emboscan los intereses de grupos económicos, militares
y mediáticos.(Disculpándose) Que yo te diga esto, es ridículo. Tú conoces la
situación actual. El desconcierto y la soberbia están armados. En una sociedad
en la que decide una minoría los actos simulan, no son benefactores e
igualitarios, no implican finalidad ética. (Pausa muy breve). La gente sabe del doble uso de los sinónimos y de los
disimulos. Ahora las palabras traen el pegamento democrático autoritario y se
traducen en clave salvadora.
Juan Grin.- No hay un equilibrio entre lo real y lo
racional.
Margarita.- (Desalentada)Tú has
querido imponer la relación del conocimiento y la realidad.( Suspiro expresivo)
Establecer reglas de juego político entre los desesperanzados y la minoría que
determina la depauperación mental y física.
En cierta forma te has precipitado por pretender un pacto de la
necesidad y la libertad.
Juan Grin.- ( Convencido) No ha
sido precipitación. Era imperativo enlazarse a un acuerdo de convivencia
normalizada, en una sociedad que soporta la crueldad irrefrenable de una
minoría ensoberbecida por la completa instrumentación de la falsedad y en saber
manipular la colectividad hasta el límite de la postración económica y moral.
Pero los hechos demuestran el desgaste de la manipulación. No basta el uso de
los modos de comunicación que intoxican para manipular la conciencia de los que
sufren. No.
Margarita.- La mentira, como el
maquillaje en un rostro gastado, no impide que pueda entreverse la decadencia y
el artificio.
Juan Grin.- Se olvida que se
han necesitado dos guerras mundiales y décadas de guerra fría para integrar a
las masas en la democracia liberal. Los hombres no son objetos absolutos de las
leyes de manipulación. No se usan y arrojan.
Margarita.-(Repitiendo un texto
de Juan Grin). El supremo arte de la política consiste en desenmascarar en
determinados momentos históricos la irracionalidad de la miseria. Decirle a la
minoría dominante que la libertad no enmascara los gritos de los hacinados en
los basureros de las grandes ciudades. Ni cuando la miseria desengancha a las
masas de la libertad, prender con fuego la basura o precipitarla por la ladera
del vertedero hasta que caiga sobre los tejados de latón de las chabolas.
(Pausa) Juan, cuando uno repite tus palabras en voz alta sabe que son
absolutamente radicales.
( Juan Grin se sienta.
Margarita se coloca detrás de él y pone
las manos sobre los hombros.)
Juan Grin.- ¿ Nos acercamos al
final de la utopía?.
Margarita.- No, no.(Pausa). La
incomprensión de los regentes del partido te desalienta. Tú eres necesario.
Cualquier época social necesita un hombre extraordinario e incluso cuando esta
época es falsa se requiere inventarlo.(Pausa) Tú has gravado como un imperativo
la alianza política de la democracia cristiana y la socialdemocracia.
Juan Grin.- (Le acaricia las
manos) Y ese hombre extraordinario sólo pretende que haya un muro de contención
contra el egoísmo, que haya un límite en la brutalidad. (Pausa).
Al asumir la trascendencia
moral del hombre, me llegó una fe paradójica. La fe me obliga a no desesperar y
el sufrimiento a la acción. (Pausa breve) Si uno espera dentro del dolor sin
mover una mano para combatir la injusticia, entonces no es un hombre. La fe en
la redención, es una fe concreta que impulsa a la acción, a elegir la trascendencia del ser humano.
Margarita.- Los hombres son
reales. Las condiciones que los dominan no provienen de la fe o del
escepticismo. Las crean ellos con su trabajo. La impaciencia en la acción, la
ausencia de análisis, la irrealidad, llevan al fracaso.(Pausa) En estas últimas
semanas, tus contactos clandestinos con el líder socialdemócrata han sido
precipitados e inoportunos.(Pausa) Te faltan aliados dentro de la democracia
cristiana.( Juan Grin mueve los hombros). Sé que los tienes, pero hay que
prever su fidelidad en el momento que pretende la ruptura del inmovilismo de la
jerarquía política y financiera.¿ De verdad crees que los banqueros admitirán
el crecimiento de la morosidad?.¿ Que los conviertan en deudores en lugar de
acreedores?.
¿O que los mass-media se
entregarán a desenmascarar la manipulación de los precios monopolísticos, las
operaciones especulativas de bolsa, la política inflacionaria que redistribuye
la riqueza a favor de una minoría que oferta los medios de subsistencia,
ideológicos y financieros?.
Juan Grin.- No estoy solo.
Margarita.- No estás solo.
Están contigo las dificultades que encuentra un sistema social radicalmente
irracional. No es posible esclavizar con los criterios del siglo XIX. No es
admisible jornadas de diez horas diarias, contratos basura, el endeudamiento de
los asalariados a favor de los acreedores financieros. El porcentaje de
población asalariada es del noventa por
ciento y ellos exigen un pacto social que distribuya la riqueza social con
criterios ajenos a la propiedad privada.
Juan Grin.- La historia es un progreso moral continuo.
Margarita.- Pero al final de la
historia, en lugar del dios moral quizá nos encontremos con un Estado armado
con cabezas nucleares y la voluntad de una minoría dirigente, elegida por un
treinta y cinco por ciento de los electores asalariados, capaz de utilizarlas,
ya que se atribuye la democracia de la
historia.
Juan Grin.- Me intimida tu
lógica fatalista.
Margarita.- ( Señala a la
puerta) Ahí fuera están ellos que
sopesan la eficacia de tus intenciones renovadoras.
( Desciende la intensidad de la
iluminación)
Escena II
(Juan Grin y su secretario
Osorio. Es un hombre bajo, sesenta años, enteco, barba entrecana y gafas.)
Osorio.- ( Está sentado. La mano derecha en la barbilla
en actitud reflexiva Siempre le habla a Juan Grin con respeto).
(Respondiendo a una pregunta de
Juan Grin) La inseguridad aviva la destreza. No hay debilidad en esperar el
juicio de los oponentes. Ellos no causarán nada más que el daño que supone la
defensa de sus intereses. Se harán fuertes en su ceguera y débiles ante el reto
de su sustitución. El porvenir está de su parte. No volarán muy altos los
grajos.
Juan Grin.- Osorio, usted gusta
de las imágenes.
Osorio.- Los fabulistas se
sirven de los comportamientos de los animales para deducir el de los
hombres.(Persuasivo) Los grajos, cuando no vuelan altos, es que divisan el
trigal.
Juan Grin.- ¿ Quiere decirme
que no peligra mi situación política?.
Osorio.- Verá. ( Pausa
intencional) Cuando valoramos una situación queremos penetrar en ella desde el
compromiso con la mayoría. Los lobos no cazan solos. Perdone mi reiteración en
revestir a los hombres y a sus intenciones con el comportamiento de los
animales, pero me resulta difícil separar lo natural de las actitudes humanas.
Juan Grin.- Continúe.
Osorio.- Si uno de los
cazadores espera individualmente obtener mayor ganancia que el resto mediante
alguna maniobra de cerco a la presa, se separará del grupo y esperará con esto
conseguir alguna ventaja. Ante esta situación, el resto de los componentes bien
se considerará aún fuerte a pesar de la deserción o bien se disgregará buscando
las ventajas supuestas del primer disidente. La presa ahora tienen más ventaja
de sobrevivir.
En la política se intercambia
el resquicio actual por la abertura del futuro.
Juan Grin.- Ellos desconocen el
futuro.
Osorio.- Pero usted lo está
iniciando. La época social actual estás
entrando en su caducidad. Lo nuevo debe suceder a lo envejecido. Si lo actual
se vuelve irracional, se actualiza una jerarquía generacional innovadora.
(Pausa) Los cadáveres huelen en las trincheras y no por eso los combatientes no
saltarán por encima de ellos.
Pericles declaraba en el ágora:
sois libres, porque sois atenienses. No hablaba de la libertad en abstracto. La
concretaba para superarla en la acción. Si dejáis de ser atenienses, sois
esclavos. Era un principio revolucionario, porque desde las murallas de Atenas
se veían los enemigos. Lo evidente acababa con la ilusión de libertad. (Pausa).
Él era un político y no un filósofo. Luego, cuando los atenienses habían sido
vencidos, Sócrates mete dentro de la conciencia la libertad. (Sonríe) Ahí la
libertad ronronea, se interioriza permitiendo la sumisión al juego de la
tiranía oligárquica.
Juan Grin.- Usted se está
volviendo un peón de la simulación y el oportunismo. Para usted la historia se
resuelve en las maniobras del contendiente más osado.
Osorio.- ( Corrigiéndolo) No,
no. La libertad no la consigue quien la ladra, sino quien la apresa con la
dentadura. Precisando, el logro para el taimado que rastrea y sigue y muerde y lo festeja con la escudilla.
Juan Grin.- Osorio, usted
aprendió en el seminario que la mitra es para el putrefacto.
Osorio.- ¡Considere a sus
adversarios!. ¿Quién conjetura que será mitrado?. ( Silencio) Se levantará uno de su asiento y trepará
apoteósico aseverando: nos debatimos entre la libertad o la seguridad. La
libertad en esta época es una argucia de la razón práctica, pero la seguridad implica la ganancia
material y la soberbia de dominar a los hombres.
Juan.- Osorio, con esa
argumentación, yo, sobre en el escenario, leo un texto que nadie escucha.
Osorio.- Al contrario. Usted,
al igual que Pericles, proclama que los hombres serán libres si reconocen en la
libertad la beligerancia del enemigo.
Juan Gris.- La verdad, Osorio,
me pierdo en la ambigüedad de sus argumentos.(Pausa) O los hombres se elevan
por encima de la corrupción o perecerán. La lucha política admite sólo el
arrojo de difundir un humanismo de fines. Una minoría dominante se ha vuelto irracional y exhibe el despotismo más execrable a título de la
libertad y la paz.
No reconozco en mi libertad la
beligerancia del enemigo, sino su violencia para destruirme como un ser
consciente. Digo que es necesario que recuperemos al hombre en cuanto fin. No
hay un hombre mixto de medios y fines que sean subterfugio de la degradación
colectiva.
Osorio.- Sin embargo, los
hombres hacen la historia. Son torturadores y víctimas, y la
contraposición entre ellos es inevitable.
Juan Grin.- Entonces no hay
historia, sólo naturaleza.
Osorio.- Magníficas bestias sin
memoria.
Juan Grin.- Osorio, usted
delira. La sociedad se mueve, porque los hombres sufren como tales. No se
percatan teóricamente de su naturaleza y de las relaciones sociales, sino que
las hacen. Su sufrimiento no es pasivo, lo meten dentro de su corazón y pelean
por liberarse del sufrimiento
administrado por el enloquecimiento de la minoría dirigente.
Sojuzgar y justificar con el eterno retorno de los torturadores, obliga
a someterse a la mecánica natural de la
violencia y a excluir el humanismo de la historia.
El mal no es natural es
historia.
Osorio.- En el retrato de
Velázquez, del pontífice Inocencio III, se ejemplifica la inmoralidad del poder
corruptor. En los ojos de ese pontífice no hay concepto del mal. Ejercita el
poder como goce. La lujuria de saberse con poder para constituir alianzas con
la perversión. Si considero su despotismo como efecto de sus instintos y a los
hombres en ocasiones que los concretan, entonces la sociedad es comprensible.
Juan Grin.- No basta con
comprender hay que actuar.
Osorio.- ( Renuente) Ahora
esperamos y no acortamos la espera.
Juan Grin.- ( Bromeando)
Inocencio está vivo.
( Se escuchan ruidos y voces).
Osorio.- ( Temeroso) La reunión
ha finalizado. La historia está en manos de los fuertes.
Escena III.
(Entra Amescua. Hombre de
estatura mediana, obeso, se mueve fatigado, traje, capa y sombrero de fieltro
negro. Habla con lentitud y distanciamiento. Se sienta en una de los sillones,
cerca de la mesa oval.)
Amescua.- ( Observando los
balcones cerrados) ¡Menos luz!.¡ Menos luz! ( Entra un sirviente con una
bandeja en la que hay una botella de alcohol y varios vasos. (Al criado).¡Baje
la luz!. ( El sirviente baja la
luminosidad. Luego sale. Amescua olfatea). Los otros huelen. El rastro de ellos
en todas partes. Rastrum. ( Vuelve a olfatear).
Las indecisiones
interminables.( Arruga los labios). Pretenden capturar al rey negro moviendo
sólo la reina blanca. Un peón se come la reina. ( Reflexiona) Unos y otros se
enredan en particularidades olvidando lo
esencial. Sin embargo, lo sustantivo está ahí y de manera inmediata.
(Pausa).Nos debilitan las dudas. La pertinaz estulticia de los tambaleantes.
Muñecos pegados a una base semiesférica . ( Acompaña con movimientos de las mano). Ahora aquí, luego
allí y vuelta a empezar. ¿ Qué nos aporta Juan Grin ahora?.( Pausa. Vierte
alcohol en un vaso y bebe. Reflexiona).
Comes o te comen. Pero la carne
cocinada. El progreso del individuo está en la manera que cocina los alimentos.
Se necesitan cocineros. ( Burlón). La pregunta es qué serviremos de comer a los
invitados. ¿ Qué plato habrá que ofrecer?. El mejor estofado del poder se
condimenta con los cambios desde arriba, antes de que el cocinero se
desconcierte. ¡ Oh, señor, paladare! El desorden principia en el
paladare.(Pausa) Paladear el veneno y escupirlo. El tóxico se usa en beneficio
del orden.
Todos aguardan que yo saque la
pócima y la suministre. Él debe hacerlo. En
Él confiamos. Yo soy Él. El viejo animal político que hace vomitar a los
que comen más de lo dirigible. ( Suspirando) Videns y comilones.(Pausa).
Profetas y realistas. El profeta previene y el realista oculta. ¿ Qué oculta el
tiempo actual?. Ahí que salir del espejo. Refleja la imagen. El viejo se
observa decrépito y el joven vigoroso. No obstante, en el cuerpo del joven está
el esqueleto del viejo. Entre los dos, los desatinos y la mesura. (Pausa). La
desesperación del tiempo. Pero Él no se queda en ese desenlace de la muerte y
la caducidad del tiempo. En huerto epicureano se argumenta que cuando el hombre
ya no es, la muerte es y cuando la
muerte es el hombre fenece. Decrépito
embobece por el poder, porque es longevidad. La potencia es causa en sí. Energía atemporal de medios
absolutos y fines inmutables.
( Entra Calvi. Bajo, viste un
traje oscuro, movimientos flácidos. Da muestras de cansancio en su conducta. Un
sentimiento doloroso lo ensimisma)
Amescua.- (Grita burlón): La
mitra al más hediondo.(Pausa breve) Después de todo tus depósitos bancarios
entroncan en la omnisciencia.. Dios es omnisciente.
( Calvi se sienta frente a
Amescua).¿ Estás descorazonado?.
Calvi.- Un fruto putrefacto y
estéril.
Amescua.- Te adelantas a los
réprobos. No eres un zapato viejo. Las taciturnas alcahuetas husmean y bisbisean. (Pausa) Un
individuo como tú es siempre el sospechoso. Calvi, tú provienes de los
conciliábulos de los negocios sucios. Se dice de ti que eres un condotiero que
se interesa en tapar bajo las alfombra cuentas incluseras. Te has vuelto obeso
digiriendo pizzas, hamburguesas y ensaladilla rusa.(Pausa) Escarbar en los agujeros
monetarios de los servicios secretos y
devuelves el préstamos sin intereses a sicarios. Un hombre como tú sólo se
halla en la cuerda del ahorcado.
Calvi.- Amescua, para ti yazgo
en una capilla renacentista con el pábilo de un cirio que aclara la estatua
durmiente de un bastardo.
Amescua.- La legalidad del dinero proviene de estupro.
El que adquiere el mendigo pordioseando cotiza como el del humilde franciscano.
Su posesión nos allana.(Pausa)
El escudo heráldico para
todos es un billete de cien dólares
enmarcado. Los símbolos y el dinero
circulan transformados en hambrientos significantes que buscan el espíritu de
los elegidos y de la masa social. (Burlón). La igualdad de mercado se equilibra
reduciendo o incrementado la cantidad de dinero: compra y vende las cosas y los
hombres con dinero.
Calvi.- Necesito de un padre
que me adopte.( Se ríe) El banco pasa por dificultades.
Amescua.- ( Grave) Agoniza
quien engaña a los clientes. Calvi, verdaderamente el alma deserta con la
facilidad del aliento. Se ha llegado a decir que el alma es nuestra
respiración. Al estafador se le sella la boca con cera para que no se exculpe.
El dinero y el asesinato son los dos filas de una daga.
Calvi.- La subversión cuesta
dinero. Los grupos negros de sicarios se prodigan en el lujo. A Simón de
Monfort le reembolsaban con bienes raíces su cruzada contra los cátaros.
Amescua.- Fue una batalla entre
el díos- hombre y el dios-becerro.
Calvi.- La banca parte al
extinguirse la comunión de la pobreza.
Amescua.- Amigo Calvi, tienes
que resolver el dilema de la inocencia y la culpabilidad. Los hombres son
siempre inocentes. No se mueve en fines, sino con los medios irracionales y por
eso la inocencia de sus actos. Los hombres asesinan sin que por eso sean
culpables. En la historia no hay moralidad, sólo victimas y vencedores y sobre
ellos la desmemoria. (Pausa) Tendrás que argumentar sobre los vericuetos de tu
perfidia ante tus acreedores.
Calvi.- La logia me exigió
entregar enormes sumas a gente dudosa y no por su catadura moral, sino por su
incompetencia para reintegrar lo recibido.
Amescua.- ( Justificativo) Los
hombres que garantizan su acción sin honorabilidad no suelen devolver los
préstamos. La aristocracia se arruinó frente al burgués, porque usaba el dinero
como satisfacción de sus deseos. Sin embargo, el dinero era una palanca para
levantarlos de sus mullidos colchones.(Pausa) Calvi, nunca perecerán los
burgueses pero sí los guerreros.
Calvi.- ( Exasperado con las
evasivas de Amescua) Los nihilistas de derechas no devuelven el dinero
prestado y ese dinero me falta.
Amescua. Un quiebra de tu banco
arrastraría una investigación y los jueces nos arruinarían. Tenemos que ganar
tiempo. Recibirás dinero. No te preocupes de dónde.
( Distraído) El exceso de
verdad deslumbra.
Calvi.- ( Conciliador. Enciende
un cigarrillo y expulsa el humo lentamente). Nadie se pregunta qué es una
institución bancaria. (Pausa). Su existencia está ahí. Desde los orfebres que
extendían recibos por la tasación de los objetos de oro y plata que recibían
como garantía de un préstamo y que después los prestatarios lo hacían circular
como dinero-papel. El dinero circulaba
porque había confianza en el creador del dinero- papel. La respetabilidad y la garantía son los avales del banquero.(
Pausa). La matriz del negocio no se ha
modificado. Si el orfebre volvía a redactar un nuevo recibo sin respaldo real,
el primer depósito era también la garantía. (Pausa) Sólo hay que sustraerse de
la inseguridad del receloso, de la
astucia del mercader y de la arenga del
tonsurado iconoclasta de la desigualdad..El papel signo multiplica al oro.(Pausa) Los sucesos
monetarios están mezclados de contradicciones y en el jardín adánico serpentea
la serpiente que voluptuosa diferencia la ganancia de la pérdida.
Amescua.- El banquero es un
fabulador. A partir de un dinero real se amanceba con el príncipe que aligera
el peso de las monedas. El banquero es germinal con ayuda del príncipe.
Asustadizo y audaz, andrógino fecunda la economía y la esteriliza..
Calvi.- ( Retador) Sin duda el último director de escena que
atavía de máscara y coturnos al corifeo capitalista.
Amescua.-( Censurándolo) Yerras
Calvi. ( Cansino) El Estado legisla y ejecuta la violencia y la convivencia de
la parte y la totalidad. El dinero nunca poseerá la decisión última de la
cohesión social. Ella está en la violencia cuando ésta adquiere la lógica
de garantiza la civilidad de la
naturaleza restrictiva que une al pueblo con la tiranía.
El estado se acopla en utilidad
general.
( Triunfal) La sustancia racional
del ciudadano es el Estado. Con el Estado finaliza la barbarie.
(Echando la espalda contra el respaldo de su
sillón) Tu situación financiera no está incluida nada más que en tu ineptitud.
( Oscuridad)
Escena IV.
( Amescua y Juan Grin.)
Amescua.- ( A Juan Grin). A
Calvi, le resulta incomprensible entender cómo su banco ha ido creciendo. ¡ Es
tan fácil!. La respuesta es entender quién y por qué le confía el dinero.
Juan Grin.- Calvi introduce la
incertidumbre en la fe.
Amescua.- Grin. La fe pertenece
a un grupo y nunca sólo a un individuo.
Hay que captar a los hombres. Echarles un lazo a su voluntad siempre indecisa. La
adhesión política es un convenio y las dos partes pretenden alcanzar el mejor
intercambio. El voto político se identifica con el precio que se paga por la
voluntad prestada. La oposición ofrece mayor interés que el partido opositor y
busca lucrarse con altas tasas de incredulidad de los electores. Los pequeños
grupos sociales de votantes te entregan
un voto temeroso y para asegurarse su confianza conviene que el programa
político sea posible como si se les devolviera el primer interés en la cantidad
y en plazo pactados. Los unos llaman a los otros. El voto de los primeros
decide el voto de los indecisos.( Breve pausa) Sólo una condición, que el programa político no se transforme en
castillo de arena, pues en este caso se
reduce y todo se va desmoronando. Para evitar la quiebra no basta la honradez
de líder, sino la integridad de los cuadros del partido.
Los ingresos de los caciques,
de las organizaciones sumisas al rédito del cargo, te vinculan con los
movimientos ordenados de los conformistas.
Nuestro voto no pretende
provenir de las limosnas de los fieles limosneros.(Silencio breve) El partido
se afirma con la idealidad, pero también con las inversiones en empresas de
alta rentabilidad. (Pausa) Debemos encajar la devolución de las promesas
electorales con los ingresos de las inversiones.( Pausa)
Juan Grin.- ¿ Y si se produce una crisis?.
Amescua.- Nos envuelven los
enemigos interiores y externos. El proletariado externo e interno. La crisis
política confirma que la conciencia del partido está por detrás de la realidad.
Caen los líderes y los
productos ideológicos se acumulan en existencias invendibles.(Pausa). La crisis
nos convierte en imágenes entrevistas en la niebla.
Todos vuelven al escepticismo y a recuperar lo imaginario. (Pausa).
Juan Grin.- ¡ Los vesánicos
entran en el tiempo de las palabras y las escenifican asesinando!.
Amescua.- La riqueza y el
crimen pactan. La burguesía negocia y su
dinero ajusta al fanático al
cangilón de la noria de la prosperidad. Se inyecta un idealismo extremo de
concordia junto a un crecimiento de la inversión económica multiplicándose la masa monetaria que realiza los salarios y
los beneficios, además de un lenguaje inocuo en su contenido reivindicativo.
Crecimiento con dinero e ideales ficticios, inflación de precios y de
ilusiones.
Juan, no habría que integrarse
en ese juego de deudores que no devuelven el dinero prestado por exceso de
endeudamiento; de obreros que buscan la autogestión, porque les hipotecan la
vivienda. El paro crece y de la desesperación crearemos el pacifismo de la
resignación; bozal a los sindicalistas, moderación al extremismo de los
empresarios medievales; no conviene la ganancia mediante la formación
voluntaria de precios. Juan, interesa
momentánea tu acción política. Tu utopismo de saltar por encima de las clases
sociales, conforme a la salvación de la historia por el humanismo en este momento nos conviene. Algo así como nadie quedará desnudo en la
plaza del mercado.
Al paso del rey, la gente
gritará qué va desnudo, pero éste ha
sido hechizado y considera que su traje es visible. Tú tejerás un vestido para el rey e importaremos ropa para
la multitud. ( Sonríe) La verdad está con el rey desnudo y el traje invisible
de la ideología es verídico.
Las ranas se convertirán en
príncipes. Se requiere un sortilegio. ( Bajo). El mago se encontrará entre
nosotros. Tú eres el mago.
Si estamos desnudos, el mensaje
humanista nos salvará y por el momento los ciudadanos son mucho más de lo que
comen.
Escena V
( Juan Grin pasea por la habitación cavilando. En un
determinado momento se desploma en sillón.)
Juan.- Para el viejo dinosaurio
la acción política se transforma en juego de despropósitos. La mojiganga del
príncipe desnudo en medio de sus vasallos vestidos.
Entrevera la conseja con la
amenaza. .¿ Quién es príncipe bobalicón y quién el sastre que lo convence de la
superchería?. Abre su bocaza dentada y exhala la fetidez de la intriga.
( Entra Osorio)
Osorio.- El maestro de
ceremonias estuvo aquí.
Juan Grin.- Y dijo algo que me
preocupa.
Osorio.- ¿ Qué?.
Juan Grin.- Que mi utopismo
salta por sobre las clases sociales y la actitud de la redención de la historia por el humanismo. (
Burlón) Corolario: algo así como nadie
quedará desnudo en la plaza del mercado.
Osorio.- ( Aprieta los puños
antes de responder) Una de sus celadas. El temor de Amescua es la formación de
una conciencia colectiva. Una visión de la sociedad integradora. Para él, la
totalidad es la alcahuetería del charrán. El crimen no expía, sino la
ofuscación de su autor.
Juan Grin.- Me devuelve la
confianza del consejo de vigilancia para que mi humanismo calme los bajos
salarios y los altos precios.
Osorio.- Salarios bajos y
beneficios altos. La combinación perfecta de los conservadores. En el espacio
económico y en el espacio político el autoritario de la toga o de la espada. Tu
humanismo para él encaja en una sociedad
adocenada y cristiana que ve en Jesús un mártir que renuncia al conflicto del trabajo y la
propiedad prometiendo el salto del hombre a la divinidad.
Juan. Grin- ( Gestos de
desaprobación) Jesús jamás habló de su
divinidad. Formó un grupo humano bajo la sospecha de la traición. Los apóstoles
querían mejoras graduales y Jesús, la eliminación de debilidad frente a la
injusticia y su apuesta de liberar al creyente de la fatalidad que une al
esclavo al amo.
Osorio.- ( Escéptico) Para
Amescua, eso es revolución.
(Largo silencio).
Juan Grin.- Ese es mi mensaje.
Osorio.- En él se incluyen el
arrojo del iconoclasta y su probable asesinato.
Juan Grin.- La mesa del
despacho está llena de anónimos amenazadores.
Osorio.- La situación política
es muy fluida. Los grupos de izquierda se han dividido en evolucionistas y en
violentos. La profecía del gran inquisidor: habrá pan sin dios y la
pourosía de Jesús sería
la revolución del milagro contra el dominio de los que manejan las
creencias sin creer.
Juan Grin.- Pactaremos con los
que apoyen la integración de los
antagonismo de clase en un sistema de
mayor distribución de la riqueza en los trabajadores y en una gestión
empresarial basada en la cogestión.
Osorio.- La acumulación y centralización del capital
en empresas monopolistas y la gestión de
la oferta y demanda por los precios
impiden esa solución.
Juan Grin.- ( Grita) Apuesto
por el milagro en la historia.
Osorio.- Apuestas por tu
asesinato.
( Se escuchan los gritos de una
multitud)
Juan Grin.- Nuestro milagro
debe unirse a esos gritos desesperados.
Osorio.- La multitud como los
apóstoles es reformista.
Juan Grin.- Osorio, no crees en
los hombres.
Osorio.- No.
Juan Grin.- ¿ Qué temes de
ellos?.
Osorio.- Su nada.
Juan Grin.- ¿ Por qué mueren
los hombres?.
Osorio.- ( Aburrido)A veces se
eliminan, porque odian su orfandad divina..
( Largo silencio. Juan Grin
observa fijamente a Osorio. Margarita se sienta volviéndoles la espalda
como si fuese a escenificarse un clima
de pánico presumido por ella).
Osorio.- El imperio romano crucificó a un conciliador para seguir
sujetando sus tributos al ritual judío inveterado.
Juan Grin.- También a dos
delincuentes alucinados en su rebeldía contra la propiedad. Robaban para
existir sin comunidad.
Osorio.- En la crucifixión del
buen y el mal ladrón se hace ostensible el derecho romano que clasifica a los
hombres en esclavos y libres en unción de la propiedad y la sumisión.
( Desde este instante Juan Grin
se convierte en un sujeto ofensivo y Osorio en un individuo que expresa su odio contra él).
Margarita.-. ( Volviendo la
cabeza a ellos). ¿ Cuánto durará la ataraxia?.
Juan Grin.- Osorio, tu
incapacidad para decidirte por la rebelión contra la desigualdad se incuba en
tu homosexualidad. Los homosexuales estáis escindidos entre la luz artificial
de la noche y la naturalidad del mediodía. ( Fuerte) Los recortes de las prestaciones sociales se
realizan siempre en los colectivos que no votan en las elecciones: aquellos que
han dejado de suponer que la voluntad general implica que se atenúen los
rigores de los que usan los presupuestos para producir armas o créditos que
beneficien los dividendos. El sujeto escondido no tiene historia colectiva. (
Bajo y sádico) No se suben las escaleras que llevan al apartamento del amanten
con las luces apagadas.
Osorio.- No se habla de milagros
en la historia mientras las máquinas excavadoras echan abajo las viviendas de
los palestinos en los campos de refugiados. ( Histérico) No habrá pacto entre
el fuerte y el débil en tanto el marginal
no se vuelva una bomba y no en un
pacto de convivencia entre los profesionales de la política entreguista y el
sosiego del poderoso. Los velos negros
que ocultan el rostro de las mujeres, no ocultan un ser humano sino los
desorbita mirada de la víctima.
Igual que cualquier marginado
vuestro acceso a la tranquilidad es parearos con la normalidad. La copia de lo
que el poder espera de vosotros. ¿ Esperaremos que sobre las ruinas de nuestra civilización se
eleven nuevos amos?. ¿ De qué clase
serían?.
Osorio.- Los amos son seres que
están dentro del eterno retorno de los fuertes. (Pausa) La fuerza legal de
imponer el asesinato y su olvido.
Juan Grin.- Amescua, es de
ellos.
Osorio.- Sí.
Juan Grin.- ¿ Me quiere
convertido en víctima?.
Osorio.- Su destitución exigiría un nuevo programa
político y gente capaz de vindicar una variante fundamentalista.
Juan Grin.- ¡ Fundamentalismo
en la democracia!¡Volver atrás!. ¿ Con qué?.
Osorio.- ( Elevando ligeramente
el tono). Sólo con el miedo.(Pausa) Haciendo asesinar a un periodista o un
banquero o incrementado el número de los violaciones. La bestialidad abisma a
la multitud en el hipnotismo de las
leyes de excepción.(Pausa). Ahí desaparece la tribuna del orador y se habilitan
los picaderos.
Juan Grin.- ¿La sumisión o la
tortura?.
Osorio.- La rebeldía o la cruz.
En todo momento nos enfrentamos a este dilema. La rebeldía nos transfigura en
elegidos y en mártires. No una cosa o la otra, sino las dos unidas.
Juan Grin.- Osorio, usted sabe
que creo en la salvación de la colectividad. Mi apuesta está en la realización
de valores de justicia en el mundo a pesar de que dios esté oculto.
Osorio.- Se nos oculta en la historia. En la sala de reuniones del
comité de vigilancia.
Juan Grin.- Mi mujer y usted me
critican con el pragmatismo. Conocen que me repugna conformar la utilidad con
la ética.
Osorio.- Un político se
pregunta qué hacer en conformidad con los hechos. No pretende idealizar la
realidad. Los hechos están por encima de los ideales.
Juan Grin.- Desde finales de la
segunda guerra mundial, la política carece de valores éticos. Desistimos de ver
en el hombre un ser que se santifica por su acción contra la injusticia y los
socialdemócratas quisieron introducirse en el reparto de la productividad con
capital y sin capitalistas.
Osorio.- Usted sabe que no
pretendo modificar la práctica política. Considero que los hombres somos
esclavos de ese monstruo que es la sociedad.
Juan Grin.- Si uno no aspira a
levantarse del dolor físico y mental, se
convierte en un mecanismo regulado por predestinación de la genética. No le
parece arbitrario considerar al hombre como una finalidad inconsciente de los
procesos genéticos. Incurrir en la evolución natural nos ha
conducido a horrendas carnicerías colectivas.
Osorio.- No hay individuos en la historia, sólo estructuras
psicológicas o económicas. Habrá que prescindir del sujeto histórico.
Juan Grin.- Osorio, la historia
la hace el hombre social.
Osorio.- ¿ Usted cree
verdaderamente que los millones de muertos del siglo XX, tuvieron delante de
ellos los poderosos ideales de la libertad y de la igualdad.?.
Juan Grin.- Osorio, es usted mi
mala conciencia.
( La luz del escenario oscurece
hasta la penumbra. Desciende una pantalla y sobre ella discurren las
imágenes de un discurso de Juan Grin. A
excepción de éste, Osorio y Margarita llegan en determinados momentos
hasta la pantalla y se mezclan con las
imágenes en un intento de identificar presente y pasado. Evitar la pantomima.)
( En la pantalla Jun Grin . Se
sobrepone a su imagen un paisaje de
acacias ennegrecidas y deshojadas, hojas retorcidas y secas amontonadas. Van
apareciendo un grupo de personas que saltan y saludan delante de la cámara
como si quisieran testimoniarse en un acontecimiento histórico.
Juan Grin en la proyección
aparece en primer plano y determinados
momentos sólo se observa su rostro
crispado.)
Juan Grin.- ( Pantalla).- Hoy
estamos aquí, porque somos parte de la
sociedad.( Pausa). Pero no como alimañas que pretenden guarecerse de sus
debilidades en un grupo protector. Estamos aquí, porque por encima de nuestras
flaquezas, errores y egoísmos navegamos en el barco de la historia. (Pausa).
Pero no como polizones, sino sujetos en los que recae la decisión de tomar el
rumbo necesario. ( Se escuchan aplausos). Nos convertimos en hombres libres, ya
que nos proponemos lanzarnos a la
búsqueda del futuro. ( Aplauso). Y si alguien de nosotros se pregunta qué es el futuro, yo le diré que consiste en el
convencimiento de que nuestro espíritu no está construido por un ensamblador de
piezas. Al contrario, en él subsiste el soplo que nos convirtió de muñecos de
barro en hombres que eligen. ( Aplausos). Siempre podemos elegir. Siempre
exigir si la vale apostar por la condenación
o la emancipación de las cadenas. ( Aplauso) Estas elecciones no son
intrascendentes, fútiles, vacías y manipuladas por las imágenes de políticos
que componen sus gestos como meretrices antes de su clientela política de mudos
convencidos, de engañados o de intolerantes.
Las elecciones se ganan verdaderamente cuanto los electores son
personas. Pero persona quiere decir ser sujeto de un acto que transfiere su
esencia a los movimientos sociales que transforman la historia. ( Pausa y
aplausos).
Mi mano está tendida abierta,
fuera el puño de la hostilidad, hacia el contendiente que se une al heroísmo de una nueva sociedad, mucho
mas, de un nuevo hombre.
Yo le digo a la izquierda, que
no basta el intelectual orgánico, la disciplina del militante, y la conversión
de la complejidad del hombre en el sólo pretexto de la lucha económica.
Es probable que el hombre fuese
arrojado del Paraíso, se llame éste Edén
o comunismo primitivo, mas es evidente que sufre cualquiera que fuese el lugar
de donde fue expulsado. Siendo un errante, un prófugo de la cólera de dios o de
la historia, tiene que pactar su convivencia para asegurase un lugar en el sol
de los dominantes. (Pausa). Y los dominantes no atribuyen la condición de
persona a los dominados; no quieren convertirlos en ángeles sólo en bestias que
deambulan desde las fábricas a las ciudades dormitorios. Desde el cansancio al
hastío. No hay dos visiones del mundo, la de mis opositores y la mía propia.
Una exclusivamente confluye en la
radical oposición a los que nos han transformado en las piezas de la maquinaria
gigante de los beneficios económicos y en las ganancias de servirles integrados
en la resignación.. (Pausa) Yo no soy un hombre de izquierdas, porque entre la
miseria y la santidad apelo a la existencia de un dios que, aunque oculto, nos
permite transformarnos de bestias en santos. Hay un progreso de bestias a ángeles,
pero no como efecto de una estrategia. No;
la irrenunciable presencia del milagro en la historia. ( Aplausos). Yo
les pido a los partidos de izquierda que abandonen la estrategia del muerto que espera como clase y salte al
hombre actual que apuesta por las razones del corazón.
Este es mi mensaje definitivo,
la sociedad debe superar la política de fracciones de intereses enristrados por
los cuadros dirigentes partidarios y reparar en que el ciudadano es el Uno de
la creación contra la irracionalidad de los
manipuladores.
(Margarita se coloca delante de
la pantalla y el foco de luz del
proyector recorta su cuerpo de manera
agigantada. Osorio corta la proyección. Largo silencio).
Osorio.- Amescua, sumará.
Margarita.- ( Sin dirigirse
directamente a él). Juan exige del
hombre la santidad. Mejor, el sacrificio.
Osorio.- Cada vez es más insistente la quiebra de la
banca de Calvi, la morosidad, el crecimiento de los productos no vendidos por
insuficiencia de la demanda, los despidos la resistencia de los obreros a ser
eliminados de la expresas mediante los expedientes de regulación de empleo, la
extrema estrecha que exige el terror general de la dinamita como una manera de
sometimiento, el runruneo gatuno de los generales exigiendo mano dura contra el
desorden, la agitación de los exasperados que disparan o secuestran a los
líderes empresariales o políticos; la aspiración a la convivencia pacífica del
reformismo de la los ciudadanos de clase media sean cristiano o nihilistas y el
neoizquiedismo de revestir al capitalismo con rostro humano.
Juan Grin.- No hay otra acción
política democrática.
Margarita.-( Que teme por Juan
Grin). La revolución asesina a sus hijos.
Osorio.- Hay que esperar.
Observar los movimientos de los elementos decisorios de dentro y de fuera. Los
obreros se volverán contra la violencia si se estabiliza el empleo y crecen los
salarios sin que mermen los beneficios mediante el crecimiento de la
productividad. Basta una modificación de la producción y el crecimiento de la
distribución para que la exasperación se mueva hacia el conformismo de los
satisfechos.
Juan Grin.- ( Molesto). Usted
no cree en el hombre.
Osorio.- No. Ni en su
resignación de estómagos llenos ni en su exasperación tumultuaria.
Juan.- Con esa actitud usted no
cambiará las condiciones reales de la
tragedia, solamente el decorado.
Margarita.- Juan, te pueden asesinar. Uno hombre como tú no le
sirve a ninguno de los contendientes.
Los partidos de izquierdas no entienden la presencia del milagro en la historia.
Juan Grin. La revolución es ese
milagro con dios.
Margarita.- El milagro lo
preparan ellos.
.
Escena VI
( Amescua y el Príncipe )
( El Príncipe es un joven alto,
de fuerte complexión, pelo rubio, liso
estirado atrás. Pantalones estrechos y jersey de hilo blanco. Sus movimientos
delatan un temperamento violento y
contradictorio)
Príncipe.- ( Resolutivo). Hay que hacer algo ya. Las
manifestaciones se suceden en las ciudades industriales. Los adversarios se
multiplican y aprenden a organizarse. Si toman los centros vitales: la energía,
los edificios emblemáticos, los ferrocarriles... a acción pasará a sus manos. (
Pausa) Además el tema de la banca de San Francisco. Calvi no ha sabido llevar
las cuentas. La retirada del dinero por los clientes se dilata como una vagina.
Calvi nos embrolla con sus tejemanejes de curas y abortamientos.( Mira a
Amescua). Los campesinos que huyeron del señor feudal atesoraron mendacidad.
Amescua.- (Hiriente) Estarías
cómicos con jubón. Los edificios bancarios sustituyeron a los castillos.(
Normal) Los burgueses no eran guerreros; renunciaron a la espadad ya que la
alquilaban . El dinero desdeña el desorden. Admira una sociedad de individuos
que se acuesta temprano y trabaja con ahínco.
Príncipe.- Pero cuando se
encogen con la mieditis reclaman la dictadura. Las plazas están llenas de
guerreros ecuestres que restablecieron la circulación del dinero entre el
clamoreo jingoísta.
Amescua.- La esterilidad es ajena a la posesión. En la
palma de la mano de un asesino sólo hay polvo. En los años que discurren desde
la guerra civil del dictador Sila y la paz de Augusto paz del emperador
Augusto no manifiestan la clarividencia
del sanguinario dictador, sino el genio político de Julio de César cuya clarividencia
le anticipa que la solución expansiva de la República romana no pasaba por la
mediación de una aristocracia culta y corrupta, sino por una monarquía militar
que diera respuesta a una organización jerárquica fundamentada en la religión
del poder extremo que disolvía a los hombres en esclavos, la riqueza en dinero
y las provincias de imperio en suministradores de mercenario y trigo. La guerra
era esencial en cuanto militarizaba el derecho de propiedad y divinizaba la
jerarquía del orden. ( Gesto de cansancio) Ahora no hay dioses ni esclavos sólo
vínculos de cosas y dinero cuyo símbolo sería Tántalo que aunque sumergido
hasta la barbilla en el agua le estaba prohibida beberla .(Pausa) La violencia
a la que tú, príncipe, aspiras
desordena, desraíza y es improductiva. Las dictaduras prefieren a los delatores
y a unos trabajadores que reproducen sus alimentos en mayor tiempo que el
hombre del neolítico.
Príncipe.- Amescua, eres un
político de la época del Estado del bienestar. Eso está en declive. A la gente
se le somete con las guerras, la tortura física y psicológica, y una propaganda
cuya resonancia sea el terror difuso, que va desde el mendigo al magnate.
Cualquiera es delator, sabedor o santero y todos ellos expelidos a las bases de
datos.
Amescua.- En un país de
capitalismo maduro las relaciones entre trabajo y capital se fundamentan en una
subordinación de la ideología violenta a la productividad. Los imperios
actuales si monumentalizan su actividad
económica e ideológica en una práctica delación y guerra se instalan en
las ruinas de la sociedad civil y en la irresistible ascensión de una clase
asalariada que desobedece regresando a la improductividad y rebelándose con
esto a que el crecimiento de la riqueza
vaya al sector burocrático-militar. (Pausa) El límite de la integración de las masas
mediante el sufragio universal es el de la guerra y la pobreza.
Príncipe.- ( Confuso y sin
haber entendido a Amescua) ¡ Calvi es el problema!.
Amescua - ( Ríe) ¿ Por qué es
de piel oscura?.
Príncipe.- ( Rechaza con un
movimiento de la mano la burla de Amescua) Calvi nos conoce a todos.
Amescua.- Un enemigo acorralado
utiliza la delación de sus cómplices. (Pausa) Calvi conoce a casi todos los
integrantes de nuestra logia.
Príncipe.- ( Saca una pistola
del bolsillo trasero del pantalón). Un disparo en la nuca y la memoria de Calvi
salta.. Siendo un adolescente, me enfrente a mi padre, el príncipe de la
negrura, y entonces descubrí en sus ojos el brillo del crimen. Cogió un puñal y
me lo arrojó a la cara, quedó clavado en una puerta de madera a la altura de la
sien. No le importaba asesinar a su hijo si su autoridad quedaba menoscabada.
Después de fallar escupió y me sonrió advirtiéndome de su aptitud íntegra para
decir la muerte de todo opositor.( Pausa) No tenía palabras. La detestaba hasta
en el amor. Si se sentía lascivo, se emboscaba en los burdeles y su presa era
arrastraba de los pelos hasta la cama y allí la obligaba a que usara zapatos de
tacón puntiagudo para que lo hiriera. ( Le resulta fatigoso el relato). Luego
gritaba: ¡ las zorras sois las únicas que podéis herirme sin presentir que en
vuestro acto está la condena a muerte!. ( Pausa) No deseaba el placer del
cuerpo que se ofrece voluptuoso. El placer desaparece inmediatamente, una nube
en un espejo; la impotencia que acepta el débil le dura hasta que muere. La
venganza ronda infatigable y espera incesantemente una oportunidad para
realizarse. El humillado realiza venganzas imaginarias y con ellas enloquece
aspirando al perdón de su ofensor. En la miseria se esconde sin gustar de la
vida.
Amescua.- Se cuentan excesivos
episodios del viejo príncipe. (Pausa) Los últimos fieles de la dictadura
fascista se refugiaron en una fortaleza y en ella profesaron la crueldad.
( La iluminación del escenario
desciende gradualmente hasta el púrpura de los pintores venecianos. De
inmediato emerge la imagen de la flor del loto; luego la iluminación se vuelve
áurea. En una pared alta, ancha
y encalada se proyecta la sillería de un coro catedralicio. Amescua y el
Príncipe están inmóviles. Se escucha la
voz de un hombre que anuncia: Su excelencia el cardenal Wu.
En cuanto aparece el cardenal
Wu los personajes se sitúan en actitudes en las que se mezclan modales
renacentistas en el contexto histórico de la representación, con ellos se
pretende expresar el flujo homogéneo y atemporal de las habilidades para la
mentira y la crueldad.)
( El cardenal Wu es alto y
grueso. Sudación frecuente que airea con un abanico de armazón de nácar.)
Amescua.- ( Pasa los labios por
el dorso de la mano derecha del cardenal Wu)
¡ Aureus!.
Príncipe.- ( Tratándolo como a
un igual) ¡Cardenal Wu.!
Cardenal Wu.- ( Lo observa
displicente y con un movimiento del abanico muestra desagrado) Los jóvenes se encuentran los sitiales
alzados en plataformas carcomidas (reticente)...por la polilla de sus
antecesores.
Príncipe.- Cardenal, la función
caduca y la sangre queda.
Cardenal Wu.- Excéntrico
príncipe, hoy descubro garantía en la
sangre y sí en la solemnidad del cargo.
( Pausa) El nihilismo nos
carcome . Los vigías nos previenen de la
nada y los dioses transitan perentorios, acuciados por la eventualidad
conspirativa.
Príncipe.- El veneno y el puñal
de César Borgia.
(Comienza el Kirie eleison de la Misa en si menor BWV
232 de Joham Sebastián Bach.
La máscara que se pone el
cardenal Wu significa la expresión de un hombre torturado por su falta de fe.
Cuando se la quita vuelve a la situación de un sujeto maniobrero y huidizo ante
la responsabilidad. Con la máscara, sus gestos y la modulación de sus frases es
extremadamente petulante remendando. la dignidad eclesial de un cardenal
renacentista. El tono de su voz
expresará la duplicidad de su actitud, remarcando la ambivalencia
de las situaciones anímicas en las que
haya intereses contrapuestos en referencia a este tiempo complejo de intereses
concretos, tiempo presente, y de
intereses ideológicos y psíquicos,
tiempo pasado)
Cardenal Wu.- ( Da una palmada
y un individuo con casulla le coloca una máscara de yeso.. Suena el Kirie
eleison de la Misa en si menor BWV 232 de Joham Sebastian Bach) ¡El vértigo de la fe! (Pausa) ( Se acerca a la sillería del coro y allí se
sienta) La fe no posee agarradero.(Pausa) ¿ Qué consideraba el pontífice Julio
II como fe mientras el escultor Miguel Ángel pintaba la capita Sixtina con los
dioses de la cultura griega?
( Sonrisa malévola) No le interesaba el pecado ni la redención
del pequeño hombrecito; al contrario le fascinaba los dioses ya que éstos
contendían con la terrible vulgaridad del tiempo. ( Desafiante) La conquista de
la voluntad hostil, la fidelidad a la pasión que exalta la sublimidad del
instante y de su inmediato olvido, relegando las consecuencias a la causa del
poder, toda esa tremenda voluntad decisoria cabía en la violencia santificada
de Julio II. ( Pausa) ¿ Podría el colegio cardenalicio elegir un pontífice como
Julio II?. El tiempo que levantaba
héroes ha perecido en la vulgaridad del padecimiento compartido como
modelo de perfección moral La soberbia del héroe está sometida al roedor de la culpabilidad ( Retador). Sólo
hay fines de dominio y en ellos está la
inocencia del animal depredador. Cuando un héroe depredador erige un
altar, entonces su destino no es titánico. La historia lo arroja a la cavidad
de la gusanera.
( Vuelve a entrar el individuo
y le retira la máscara.)
Príncipe.- ( Adulador) Da a
entender que su estirpe proviene de los Orsini.
Cardenal Wu.- ¡ Oh, no!.
Provengo de un campesino que creía en dios si la meteorología favorecía sus
intereses. Mi perseverancia por la administración de las finanzas enraíza en
los desvaríos de mi progenitor y de su recogimiento ante el recelo de que
menguarán los rendimientos de su cosecha de trigo y cebada. En su rostro la
desconfianza y credulidad marcaban los
pliegues en hendiduras tales, que de
niño creían que penetraban hasta su corazón sórdido. Simple y ordinario.
(Pausa) Mientras agonizaba por causa de una de una masa de intestino que se
salía de su cavidad natural,
enfebrecido, reprobaba su
conducta por no encontrarse segando.
Los campesinos pertenecen al
terruño que los mantiene vivos. Obedecen al hambre y más allá de la linde
rascan en el abandono. (Pausa) Quien posee memoria es a causa de haber heredado
la base material que la sostiene. La miseria es una habitación sin puertas, por
ella entra la pestilencia del muladar.
Amescua.- Cardenal Wu me
desasosiega tanto su modestia como su altivez.
No alcanzo rectamente por qué
alienta la agresividad del príncipe, del cual ambos conocemos sus penurias y
demasías en la morosidad de los préstamos.
Cardenal Wu.- La altanería yergue y también desenfunda el puñal del encorvado.
( Muestra las palmas de las
manos en una actitud de disculpa) No fue mi intención representar la pequeñez
del campesino ante el Príncipe, que momentos antes había execrado a los siervos
que huían del censo de vasallaje y se
habían enriquecido en los burgos prestando numerario a los señores feudales.(
Sonriendo) Aunque si bien el
episodio nos colocado al Príncipe y a mí
mismo en el feudalismo. El anacronismo arrastra el pasado y lo envuelve en una
mezcla heterogénea . (Pausa) El cardenal Wu proviene de un campesino, si bien
el Príncipe lo emparienta en su imaginario con la familia Orsini.
Príncipe.- ( Molesto) He podido
deslizarme por la lisonja, no de vil
adulador que en lugar de devolver sus préstamos impagados ofrece la espalda al
acreedor.
Cardenal Wu.- ( Conciliador)
Resabio de su varonil intrepidez.
Amescua.- Su visita, cardenal
Wu, debe estar relacionada con la solvencia de la banca Calvi. ¿ Me equivoco?.
Cardenal Wu.- No se equivoca.
Príncipe.- ( Decidido) Calvi,
no controla la situación financiera del banco.
Cardenal Wu.- ¿ Por
qué?.(Pausa) Padeció el vértigo del patrimonio ajeno y éste se le filtró por
los dedos de las manos. Tuvo la ansiedad de recoger lo ajeno y el sosiego
laberíntico del taimado.(Meditativo) Los actuales gestores de nuestro numerario
han adquirido la rutina de circular con la riqueza foránea como si de una
fracción de queso que en discordias alimenta a los ratones y sin que prevean
que el gato vigila desde una atalaya las trincheras de los contendientes.
(Pausa) Sin embargo, la negligencia
pudiera resultar de la incompetencia de los nuestros y de que hayamos exilado el talento
a la herejía.
Amescua.- ( Apresurado) La
propiedad del capital reproduce clases sociales invariantes. El capital predestina
al poseedor y deja al desposeído en la necesidad de vender su trabajo
diariamente y a controlar sus impulsos
anarquistas contra la propiedad.
Cardenal Wu.-( Solicitándolo
silencio con el dedo índice de la mano derecha en los labios). Amescua se explica como un sujeto rico del siglo XIX.
Hoy el lenguaje se ha vuelto misterioso, esconde como la caja de Pandora todos
los males de nuestra vieja sociedad. Verá Amescua, yo expresaría la potencia
seminal del dinero como la fe apresada por la duda. ¿ Le extraña esta
confidencia del cardenal Wu?. ( Pausa)
No debe extrañarle Amescua. La
teología trata de Dios, de sus
atributos y perfecciones, y desde el vértice teológico se esparce la luz en
grados de luminosidad perfecta desde las águilas hasta el voraz gorrión que
desde el alba al toque vespertino rebuscan. En esa lámpara de luz total se
ubica la salvación, pero junto al borde luminoso está la oscuridad y desde ella íncubos penetran
adquieren posesión de la luz.
Amescua.- Íncubo: el que se echa sobre alguien y lo
toma.
Cardenal Wu.- Exacto. (Pausa)
La teología del dinero también es un poderoso foco de luz que concreta a un Ser
con atributos y perfecciones y también junto a la luminosidad, una zona
tenebrosa donde se levantan los ídolos de
la execrable ignorancia y avaricia.
Príncipe.- El pintor ha hecho
el retrato y ha vuelto la tela contra la pared para que sólo los espectadores
implicados lo vuelvan y lo contemplen. ( Gira en círculo con los brazos
levantados) ¡ Y éste es el personaje retratado!. ¡ Calvi!. El banquero execrable que convirtió el oro en viento.
Escena VII
( Vuelve a entrar el individuo
que coloca la máscara al Cardenal Wu. Amescua se esconde tras la penumbra de la
sillería del coro proyectada en el foro. El Príncipe saca la pistola y la
esconde tras la espalda. Comienza a sonar The rite
spring. First part: Adoration of de
earth de Stravinsky)
( Entra Calvi)
La voz de Amescua: (Fuerte) Le
hicimos ascender rápido las escaleras del éxito.
Cardenal Wu.-( Indiferente a la
presencia de Calvi) Era un hombre que prometía
fidelidad, oportunidades de inversión y márgenes gananciales extraordinarios.
Amescua.- (Igual que el
cardenal Wu) El dinero no desaparece jamás, vuelve siempre a las manos de sus
poseedores.
( El Príncipe da vueltas cacareando
alrededor de Calvi )
Príncipe.- Los ancianos son osados y pretenden no
consumirse ni en sus propios errores. ¿ Por qué tanta ambición de presencia
entre los hombres que verdaderamente se juegan el destino?. El tiempo no daña
la audacia del banquero Calvi. Ha dejado de menospreciar a los truhanes y de
desvivirse por las cortesanas; senectud que no
dificulta el afán anhelante del caudal ajeno. ( Se pone de rodillas
burlonamente delante de Calvi). Calvi percibe que la argucia trastoca la
realidad y donde debiera de encontrarse la luz está la sombra y donde la
furia la ternura y donde el dinero el
descubierto.( Se pone el cañón de la pistola en su sien) Al avaro le falta el
fervor por el suicidio. Nunca se entrega al viento de la nada. ( De pie) ¿Acaso
el avaro es incapaz de adivinar ante la sibila que la afirmación absoluta de la
negación del destino es el suicidio?. ¿ Cómo un financiero ( risitas) que ya
descubrió que cualquier abertura a la astucia está cerrada no se deja ir en el elixir de una dosis excesiva de
cocaína pura?. (Pausa) ¿No se obliga a
la intrepidez de la ruleta rusa en la trinchera asediada por el enemigo?. ¿No
es acicate para el medroso la dignidad de flotar muerto en la infamia del
olvido?.( Evidente ambigüedad entre solemnidad y cinismo) La nostalgia de la
gloria revivida portea al corazón noble a
abrir la puerta del castillo a su asesino y a que esculpan su rostro de
víctima impasible ante la mirada atónita del futuro espectador de su heroísmo.(Pausa)
En mármol, estatua yacente de la melancolía indescifrable y crepuscular actitud
del arrojo sobrehumano. ( Pausa) El ángel soberbio cayó al espacio en donde no
hay espejos en los que observar la decadencia propia. Dios lo condenó a no
escrutar su decrepitud en un objeto ajeno, a no consolarse en los ojos que se
reflejan como nuestros. ( Grita)¡ El ángel soberbio tenía que palpar su
decrepitud y su altivez!. (Bajo) ¡ Y qué tremenda lógica es apreciar, dar
precio a la carne tumefacta, al gesto de horror que se levanta en la bruma de la
palma de la mano que tira de las arrugas
buscando su tesura!. Pero el banquero Calvi está tan apartado de la caída a la
extinción.
( Se aleja y se oculta en la
penumbra de la sillería del coro).
Cardenal Wu.- ( Apartado de
Calvi y cercano al proscenio)
( Muy bajo).Cristo agonizará
hasta el final de los tiempos.( Pausa) El hombre religioso no admite el
suicidio; sí el sacrificio hasta la expiración. No se religan la vida y la
muerte. El librepensador, el anarquista del sentimiento, el incrédulo, el saciado
de ignorancia, el saltador del razonamiento paradójico de atribuirle al hombre
capacidad de estar en la historia sin dios, todos carecen del estigma de la fe
que es la sangre del hombre que a la vez es dios. ( Por el Príncipe) La
juventud es osada. Su zurrón no custodia el cuerpo del Cristo expirante.
Esperan de su exaltación que cesen las contradicciones del enervamiento de la
carne y el vigor de la memoria épica ( Silencio) El banquero Calvi enervo la
memoria y el cuerpo. Por esto olvidó que el cardenal Wu fue un curita que
eligió la esperanza de los desesperados. Se alejó a uno de los barrios
marginales de las grandes ciudades. Esos barrios marginales por donde transitan
los torturados y las mancillados por el
semen anónimo. En el cepillo parroquial iban cayendo los centavos de los pobres
y el curita los guardaba como los cantos rodados de su constancia.( Se vuelve a
Calvi) Con toda la generosidad del pobre, qué cantidad de riqueza aportará
quien despega de sus labios la limosna
que ofrece. La agonía estaba en ellos; la apuesta de la resurrección de la
carne a la vez que la enfermedad y la ignorancia. El curita Wu se tuvo que
enfrentar al dilema de elegir el palacio y sus intrigas o la madriguera del
conejo que excava el topo. Calvi, yo fui de una generación que sostuvo que
frente a la burguesía estaba el baluarte de la ética, que las clases sociales y
sus enfrentamientos unían la pasión de un Cristo revolucionario y una clase
absolutamente despojada que sólo está destinada a la transformación de la irracionalidad
del mundo. Aunque mi actitud actual manifieste la codicia de un sujeto
revestido de autoridad que eligió el enigma del poder antes que atravesar la
sequedad de la miseria, fui una persona que albergo las inquietudes de su
época. Como Pasoline , tuve las palabras del evangelista Mateo y la escupí a
los adoradores del pecado.( Disculpándose)
Al final llegó la meditación del sujeto maduro, el topo mordió al
conejo, y tuve que decidir entre predicar a los desheredados o consolar las
atribulaciones de los ricos. Yo, medítalo Calvi, negué a Cristo y me quedé con
los vestidos que me ofrecía la intriga y la perpetuación de la desigualdad. ¿
Presumes que me dejaré robar por ti, qué aceptaré que haya volado el tesoro que
te encomendé en custodia?. No Calvi, también respondo ante otros que me
exhortan con sus dudas y que no cesarán de utilizar cualquier instrumento de
fuerza para obligarme a caer de rodillas ante ellos. Las dudas exigen
respuestas y antes que ellos está preparado el instrumento de tortura.
( Señalando al Príncipe y Amescua
) ¡ Obsérvalos detenidamente!.
( Los aludidos se aproximan a
Calvi).
Príncipe.- En las cárceles de
Brasil, a los presidiarios ajenos a los códigos se les sodomiza con otros infectados de sida. No es un experimento exacerbado
de lascivia, sino la práctica de una jauría encerrada cuyas mordidas abren las
entrañas de la delación, el subterfugio y la treta. En la cárcel no hay
ausencia de sociedad, de su grandeza y miseria, sino el abultamiento de las
mafias, la dentellada del mastín en la garganta de la gacela. Si te fuerzan e
infectan , dentro de un presidio, con el virus que representa el exponente
absoluto de la transgresión de la ley que
socializa lo natural, el reducto del amor, entonces igual que los
nenúfares debes dejarte llevar por los guías de cloacas hasta el suicidio o la
esclavitud lacrada con una muerte a plazo determinado.
Amescua.- ( Se aproxima a Calvi)
Calvi no será inmolado así, pues nos explicará dónde se encuentra el dinero del
Cardenal Wu y de tantos clientes del
Banco de San Francisco que lo colocaron
bajo su gestión y por consejo de
nuestra logia.
( Calvi no responde)
Cardenal Wu.- ( Furiosos apunta
con el brazo izquierdo extendido a Calvi )
Lo máximo de un depravado es
que convierta el silencio en una imputación ¿ De qué soy reo ante ti, Calvi?. ¿
De haber creído en la representación de tu franqueza?.
Nunca sospeché que pudieras
actuar con la mímica y la jerga de un chamarilero. Vendedor que promete ,sin
vicio en su voluntad, el aumento del dinero que depositan en su banco.
Amescua.- Acaso una cortesana podría actuar peor que
tú, que con ademanes lujuriosos inspirabas la intriga de la mutación del hierro
en oro.
Calvi.- ( Actitud de
superioridad) El Príncipe valiente me sodomiza. El cardenal Wu evoca un pasado
que bien pudiera ser parte del imaginario de una generación que se preparaba
para instalarse en el mercado saboreando la procedencia violenta de la riqueza. Amescua me reprocha haber
razonado un proceso de crecimiento económico con el demiurgo que promete salir
del caos de los negocios mutando el hierro en oro.
¿ Qué emparedan estos juicios
acusadores que me tachan de embaucar, desatender el patrimonio ajeno, de
prevaricador y acobardamiento?. (Pausa) Nada. (Pausa) Nada.
Denigrar al sacerdote que
vigila el tesoro del templo no impide que
se derrumbe el templo si hay un terremoto. ( Al Príncipe) Una conducta
proclive al asesinato. Para usted, la adversidad se evita con la destrucción.(
Medita lo que va a decir) No hay destino; sí efectos que no
dependen de una única causa sino de la pluralidad de acciones que la sociedad
suma para obtener un resultado único: el sometimiento de una mayoría al azar del dinero de una minoría. ( Al cardenal
Wu) Para extraer el barro húmedo del lecho del río sagrado hay que recogerlo y
modelarlo con las manos antes de insuflarle un alma inocente.
Cardenal Wu.- ( Colérico) No
admito sus burlas pedagógicas.
Calvi.- ( Al Príncipe) En las
cárceles desaparece la probabilidad de la inocencia. Todos están condenados y
la forma con la que expiren carece de entendimiento para el carcelero.
Príncipe.- ( Arrogante) En el
veneno y el puñal están los medios con los que se invierte el dominio. Si uno
se coloca detrás de la espalda de su víctima, ésta sólo percibe una sombra que
alarga su propio cuerpo. La víctima y el asesino se mezclan como si eyacularan el mismo semen en el ovario fértil
de la conspiración.
Calvi.- Príncipe me habían
referido de su extraordinario instinto genésico, aunque no de su conversión
metafórica. No le dará de comer la poesía a pesar de hallarse tan dotado.
Amescua.- Calvi, conversari no
basta. No se salvará de su responsabilidad
confundiéndonos .
Calvi.- No converso, sino que
pretendo distanciarme de la agresividad que han mostrado hasta ahora conmigo
mediante un floreo con la espada de las palabras .
( El individuo de la casulla retira la máscara del cardenal Wu. Vuelve
a salir, entra de nuevo con una silla de madera de dos metros de altura.)
Amescua.- ( A Calvi) Comprenda
nuestra aprensión. La situación de solvencia de su banco no podría conducir a
ilaciones entre conspiración política y dinero. Detrás de este conflicto
imprevisible usted es un documentado experto de personas implicadas en
operaciones conspirativas, fechas, reuniones...Conoce a personas de sumo
relieve social cuya salida a la luz supondría el derrumbe de instituciones
civiles y militares fundamentales para controlar el desorden. (Pausa) No ignora
que Juan Grin quiere establecer una alianza con fuerzas políticas contrarias al
libre mercado, a la política de salarios y beneficios, proponiendo la
convergencia del mensaje cristiano y el mensaje izquierdista. Un frente de este
tipo no estaría mal visto por los votantes de Juan Grin si éste pudiera basarse en la corrupción que hay detrás
de la fachada de las honorables instituciones que representan la concordia y el
bienestar.
Calvi.- (A Amescua) Lo ha
apoyado en la reunión del comité de vigilancia.
Amescua.- ¿Cómo evitarlo si
detrás de mi espalda escondo la dinamita que usted irresponsablemente ha
introducido en mi estrategia política con la todavía oculta insolvencia del banco de San Francisco?.
( Fatigándose Calvi sube por
los peldaños de la silla hasta sentarse
en ella. Desde allí observa el entorno . El individuo de la casulla asciende
también entregándole un sombrero hongo y un reloj de bolsillo con una larga
cadena. Luego sale.)
Calvi.-( Voz alta) ¡
Entérense!. ¡ Se sabe lo que se invierte, pero nunca lo que se gana en una
inversión! (Normal) La gente se vende todos los días del año para obtener los
medios que necesitan para subsistir. Si no los compran, solicitan el subsidio
de paro o la mendicidad. Invierten cada
día su energía, músculos y cerebro, y les devuelven una cantidad de dinero con
la que comprar. No esperan más por lo que venden.( Los señala con la mano
derecha) Vosotros, Amescua el conspirador, el Príncipe endeudado y el
curandero Wu, ¿ qué esperan?. ( Pausa a
la espera de respuesta que no llega) Una pregunta retórica. Confían que la
inversión se multiplique sin detenerse a considerar las circunstancias
favorables y adversas. ( Sonrisas entrecortadas) Ustedes igual que los asalariados venden la
existencia. Ya que están hechos de dinero. Y esa existencia en trocitos
monetarios tiene que retornar a su origen, su poseedor, ya que el caso
contrario cesa de manifestarse su vida. Los asalariados producen lo que usan y
ustedes no. Un hecho digno de sobresaltar. La gente que sale de las fábricas
compran lo que ya han fabricado.( Voz Alta) ¡ Yo, Calvi, extraigo del ovillo mítico
del dinero el beneficio que incrementa la inversión!. ¿ Y si no ocurre de este
modo?. ( Normal). ¿Si alguno más avisado
y astuto se lucra de los inversores que me prestaron? ( Baja algunos peldaños,
lo piensa y vuelve a sentarse) Famélicos, indigentes, pelones, ricos,
pudientes, acaudalados ...Todos se las ingenian para adquirir los hombres, las
cosas y el dinero baratos y venderlos a mayor precio. Una diferencia, dos
cantidades que se contraponen ferozmente. Si se vende más caro que lo que se
compra hay beneficio y en caso contrario pérdida. Yo, Calvi, compré caro y
vendí barato. Diferencia: se volatizaron los depósitos del banco de San
Francisco. (Pausa) Este traje está raído
y consumido. El mundo occidental ya no ofrece oportunidades de inversión. Enérgicas
transformaciones que traigan olas de innovadores negocios, productos y
necesidades que incorporen masas de población con bajos salarios, hambrientas e
ignorantes, altos precios y con ellos la montaña áurea del beneficio.(
Despreciativo) Productos en ciclo regresivo como automóviles, armas, petróleo,
cachivaches para informarnos de las orgías de desgracias, y la construcción de viviendas y obras
públicas que endeudan a los consumidores hasta convertirlos en reos de
hipotecas y (pausa) el traje raído y consumido en el cuerpo elefántico y
grasiento de los monopolios. ¿ Qué queda entonces? ( Alto) El juego del dinero.
De la ruleta del casino de la bolsa de valores mobiliarios, hay que atrapar las
rentas de los especuladores y la financiación gratuita de la empresas. ( Fuma y
ostentosamente expulsa el humo).¿ El dinero barato de dónde ha de provenir? En
la sociedad geriátrica el dinero proviene de vender el producto caro de la
vejez feliz por medio de la inversión fácil y rentable del capitalismo popular.
El ahorro de la generación de la post-guerra ha sido utilizado para la orgía de
las cotizaciones en bolsa. Como en la
danza macabra medieval, el pontífice, el burgués, el avaro, el ignorante; ellos
han sido arrastrados al infierno de la ruina. Sin embargo, ha habido algo más,
las sacrosantas empresas privadas han quebrado y los bancos no han recuperado
las inversiones en valores y en préstamos. La peste actual es la morosidad y el
endeudamiento que transportan los escombros a la fosa común de todos armados
contra todos. ( Grita) Amescua; yo, Calvi, testo, en pleno uso de mis
facultades mentales, y os dono la morosidad y la quiebra del banco de San
Francisco.
Amescua.- Un testamento que
declara tu incompetencia.
Cardenal Wu.- Desagradecido y
embustero.
Príncipe.- Carne de
presidio. (Olfatea los peldaños de la
silla donde se encuentra Calvi. Sonido amplificado) En la conciencia de Calvi,
el estafador, no hay ni la más insustancial huella de arrepentimiento. Su conciencia,
la inmensa argucia y el interminable
alargamiento del animal apresado. En su latrocinio maniobra la estulticia
agónica de la presa.
Cardenal Wu.- ( Voz fuerte y
agresiva) Entonces Calvi me ofrece el
agarradero del arruinado por su locura inversora o el consuelo estoico de un
financiero.
Calvi.-( Sumiso) No tengo en mi
mano convertirte en oro, cardenal Wu.
Amescua.- ( Gritando) ¡
Aureus!. ( Repite hasta que cae ante la escalera)
Cardenal Wu.- (
Llamando afuera).¡ Oiga, entre!.
( Entra el individuo de la
casulla).
Busque un lienzo para cubrir a
ese sujeto que está en la silla.
( El individuo sale y vuelve a
entrar con el lienzo. Sube por los peldaños de la escalera y cubre a Calvi sin
que éste proteste. El individuo vuelve a salir y entra para colocarle la
máscara al cardenal Wu. Sale)
Cardenal Wu.- ( Mostrando las
palmas de sus manos arriba y girando sobre sí mismo).
¡ Manos raídas¡. ¡ Manos
puras!. ¿ Qué esperan las manos raídas dar el perdón o condenar?. Las manos
reciben el impulso que el corazón les transmite. ¿ En qué se diferencian las
manos de un asesino de las manos de un juez?.¿ Descansan unas como garfios y
las otras como pájaros cansados?. ¿ Basta qué el corazón ordene?.
( Se acerca a Amescua y le
pregunta) ¿ La ley depende del sentimiento o de la razón?.
( No espera la respuesta para
continuar) ¿ Corazón mío qué murmuras?. ¿ Basta con una máscara para que los
hombres sean malvados?.¿ Corazón mío qué
tararear?. ¡Ah, ya, Calvi debe morir!.Esperar es anticipar el silencio
definitivo. Esperar es percibir el crepúsculo.( Al Príncipe) Desilusiona la
lentitud con la que llega la geometría del orden. Un cansancio que indeciso no
agarra a la miseria del odio para afirmarse.( Se observa las palmas de las
manos nuevamente) Agarraderas de la avaricia y la intrigan también sirven en el
vértigo de la venganza. El Príncipe sube por los peldaños de la escalera para
golpear a Calvi).
Amescua.- ( Por Calvi)
Dependemos de su silencio. Su boca sellada.
Príncipe.- ( Eufórico) ¡ Su
muerte!.
Amescua.- ( Al cardenal Wu) Las
crisis real devuelve al ciudadano a la realidad. Si despierta cenicienta y
abandona la pretensión de unirse al
príncipe para desposarse con el zapatero, la palabra fin del cuento terminará
aplastándonos. La crisis financiera mete dentro del saco de la verdad las
ilusiones creadas por los medios de comunicación para saquear los ahorros y la
ingenuidad de la gente que trabaja diez horas diarias creyendo que asegura su
futuro.
Cardenal Wu.- La ausencia de
futuro es el final de la conciencia imaginaria. Se han necesitado muchos maestros
del apaciguamiento espiritual para que la herejía no destruya la reconfortante
conciliación del sufrimiento y los ideales.
Príncipe.-( Por Calvi) De
pronto descendió el diablo y quemó las chozas de paja.
Amescua.- ( Sonriendo) El
consuelo de la consolación de transferir
los ahorros a los bolsillos ajenos. Después de aniquilar las ideologías
subversivas de la propiedad social de las empresas, su gestión compartida de
obreros y empresarios, el consentimiento de las urnas a que los salarios disminuyan para que el beneficio
aparezca como un acontecimiento del nacionalismo y la prosperidad, el
enloquecimiento de nuestros gestores empresariales y financieros nos lleva a
esta terrible crisis que supondrá el renacimiento de la conciencia crítica y la
lucha social.
Cardenal Wu.- Nos matan los
puñales que hemos forjado.
Amescua.- Tenemos que reaccionar. Nadie conocerá a
consecuencia de nuestra debilidad el punto débil de nuestra armadura. Por el
agujero de la insolvencia del banco de San Francisco no va a penetrar el cuerpo
flexible de la serpiente . A las épocas de terror no responderemos
acurrucándonos en un rincón la espera que nos barran los enemigos. ( Al
Príncipe) La violencia convencerá a los
enemigos de que la crisis es mejor
alternativa que la guerra.
Príncipe.- Un par de
explosiones en lugares concurridos meterá a la gente en la necesidad de
recurrir al engaño. Terror y mentira son acoplables. Si aumentan las
violaciones, los robos, los atentados, la seguridad se exigirá como la
necesidad prioritaria.
Calvi.- ( Cubierto por el
lienzo. Habla rápido y como si estuviera
repitiendo una oración en la que no cree)
Abolición del salario. La gente
está dormida, incapaz de descubrirse. Se puede
ahorrar, gastar o capitalizar el dinero. Ahorrarlo y capitalizarlo en
una época de prosperidad, gastarlo cuando todo resulta inseguro, perderlo en la
crisis. La economía no debe hacernos perder la visión de que la lucha política
se resuelve con la violencia de clase. Nos impondremos si la gente vuelva a las
fábricas derrotada. La violencia organizada corona a quien la usa. La victoria dura permite recuperar las
pérdidas de las épocas conflictivas. Un dirigente conservador triunfa cuando
sus adversarios retornan a reivindicar la convivencia con el fuerte. Formas de
producción con beneficios iguales. Los acreedores reciben sus préstamos. Todos
pagan sus deudas. A los tuertos no le
importa ver mucho. Los aristócratas no se asustan nada más que con sus gastos.
Consideran el dinero como un medio para disfrutar. Son gente que contempla la
riqueza como herencia geológica ( Silencio, continúa de igual forma) La riqueza
es un sueño habitual y el infortunio una congoja cuya etiqueta es la de un vino
mediocre. Los malhechores con su exiguo hato pretenden llenarse los bolsillos
con lo ajeno. He dejado gladiolos en la caja fuerte del banco de San Francisco.
Príncipe.- (
gritando a Calvi) ¡ Calla estúpido!
Calvi.- (Igual) Como fábula
resulta encantadora.(Silencio) Me preocupa Calvi y un sujeto anarquista que está llegando a relacionar nombres de gente importante con
las cuentas bancarias del Banco de San Francisco. ( Pausa) El discurso
conciliador de Juan Grin, la bancarrota del Banco de San Francisco, las
investigaciones de un tipejo que apareja
mandos del ejército, policía y políticos en una logia cuya finalidad es
imposibilitar el acceso de un partido reformista al poder por obra de unas
elecciones democráticas.(Pausa) Resultaría la mezcla de nitroglicerina con un
cuerpo muy poroso. El cuerpo poroso somos nosotros. (Pausa) Baruch de Espinosa
advirtió que la verdad se sitúa detrás de lo visible. ( Pausa) Juan Grin
también. Su fe yuxtapone la mirada de un dios ausente y presente. La angustia
de una sociedad sin valores y el grito desgarrado del que los exige ya de forma
absoluta.
Príncipe.- ( Riendo a
carcajadas) ¡Calvi, un juglar que se suicida!.
Calvi.- (Igual) No lo
menosprecies. Él sabe, él conoce, él puede. (Pausa)
No sitúa la delación en la
decisión divina ni construyen los sucesos políticos en el progreso inevitable
de la historia. ( Pausa) Yo soy un arcángel derrotado por los ídolos del
monopolio. Vosotros sois los ángeles derrotados por la soberbia.
Príncipe.- ( Desalentado) Calvi
nos hundirá.
Calvi.- (Igual) Calvi os
hundirá. Calvi no es la logia. No acepta
el sacrificio como un juramento de lealtad medieval. Está corrompido, porque
tiene conciencia de haberse convertido en una maquinaria con el único propósito
de e recibir prebendas por su obediencia. Los burócratas y la estructura
política se dejan dominar hasta el momento que desconfían del ensamblaje entre
corrupción y liderazgo. (Pausa) Juan Grin es un líder que quiere alcanzar la
estabilidad entre utopía y realismo. Y esa es el gracejo del individuo:
convertir la comedia en tragedia. (Pausa) Por el impuesto de la sal Gandhi
arrastró a millones de parias que habían perdido la perfecta combinación de
supervivencia social del artesanado y la agricultura.
(A partir de este momento
acelera su discurso)
Los ingleses destruyeron sus
campos por una agricultura del opio y su artesanado arrasado por importaciones a un precio que los arruinaba. Conservaron la estructura de
castas entre colaboracionistas y mendigos. Los parias trocados en criados que
lustraban las botas o la contabilidad de los dominadores. Soldados que
asesinaban al perder la idea de pueblo. Y un solo hombre, semidesnudo,
convirtió la sal en la conciencia de un pueblo. Cierto era un santo, pero
también un político. La irracionalidad
origina la pobreza; hoy vivimos un tiempo de abundancia y no de penuria;
la piojería de la penuria proviene del
ansia de riqueza de una minoría obsoleta;
hay que encontrar un visión común del mundo fundiendo la tolerancia en
juicio acrítico. (Pausa) Yo, Calvi, fui mirando el rostro complaciente de los
miembros del comité de vigilancia y
descubrí en cada uno de ellos que la corrupción cedía ante las ideas de Juan
Grin. Entonces les grité, todo reside en el milagro de la sal. Ellos no
entendieron y entonces cedí antes de situarme en la tesitura de los espasmos
estúpidos del pez enganchado en el anzuelo. Un banco, una logia, un partido,
están hechos de intrigas.( Un gran bostezo)
(más rápido) En las muelas cariadas está la providencia. ( Silencio)
( Luego sigue) Tus ademanes son
de sicario. Te aburren las palabras. ( Silencio)
(Sigue) Me gusta la acción. Si
los individuos estorban se les liquida. Matar soluciona los conflictos. ( Largo silencio. La oscuridad aumenta en el
escenario y la luminosidad crece en la figura cubierta de Calvi. Luego oscuridad.
Se escuchan movimientos en la silla en la que sienta Calvi.
La voz de Amescua.- Príncipe,
te has interrogado qué secuelas de deserción y desconfianza deja el asesinato de un banquero.
La voz del Príncipe.- Después del asesinato de Calvi muchos gallos
cacareando. (Risas) Había desaparecido
el dinero y sólo quedaron millones de
parias que transportaban el hatillo de la desesperanza.
( Gradualmente vuelve la luz al
escenario. No hay personajes. La silla de Calvi ha desaparecido. Se proyecta en el foro la
imagen de Calvi ahorcado).
Una voz fuera.- ( Fuerte)
¡Crisis, crisis, un banquero se ahorca!.
Acto Segundo
El acto segundo se realiza en
tres escenificaciones:
La terraza exterior de una
cafetería.
La redacción de un periódico.
Un salón de entrenamiento de
bailarines de ballet
Escena I.
Penumbra en la terraza exterior
de una cafetería. Juan Grin sentado y
Margarita frente a los espectadores. Ella detrás de él de pie, apoyando las manos en los hombros de él. Ambos
pensativos.
( Crece la luz del escenario)
Un vendedor de periódicos..- (
Vocea las noticias desde el proscenio) Crisis. Crisis. Quiebra de la banca.
Quiebra de empresas. A pique la bolsa. Asesinatos. Atentado en un tren: cientos
de víctimas. Se sospecha de grupos de extrema izquierda .El terror el primer
problema de los ciudadanos. Los trabajadores preparan una huelga general y los
políticos de la oposición exigen convocatoria de elecciones generales. Se pide
gobierno de unidad nacional. ( Va de izquierda a derecha lentamente como
esperando que las noticias sorprendan a los espectadores. Ante el silencio sale
de escena decepcionado).
( Gradualmente la luz de un
atardecer primaveral. Intenso trinar de los gorriones. )
Juan Grin.- ( Levantado la
cabeza para escucharlos) Los gorriones me parecen los pájaros símbolos de la
gente abandonada en la ciudad.
Margarita.- Como ellos
sobreviven dando saltitos de un lugar a otro. Se han integrado en el abandono.
Juan Grin.- De niño recogí un
gorrión volantón y con migajas de pan mojado lo fui alimentando dentro de una
caja de cartón. Luego se escapó. Pequeños mendigos que rebuscan como la gente
pobre, que con bolsas de plástico espera hallar algo barato para comprarlo.
Margarita.- ( Le acaricia las
mejillas) Siempre tenso. Inquieto por la suerte de los demás. Los otros que ahí
fuera esperan darle sentido a sus vidas y a las nuestras. Pasan a nuestro lado
y quisiéramos sujetarlos a preguntarles si son felices, si maldicen o si
están convencidos de lo importe de la
vida. Todos tienen prisa por llegar al lugar donde están su mujer y sus hijos.
La esposa le da explicación al mundo del marido y de los hijos con calma y
ternura. Nidos de gorriones que al atardecer trinan. (Pausa) La calma y la
ternura de la mujer se está integrando como salario que compra cosas. Las
mujeres en África mantienen la producción agrícola y la organización y sin
ellas el corazón de la oscuridad
africana cesará de moverse. En Europa la mujer está convencida de que se le manipula para que
reproduzca con su cuerpo y trabajo una ideología que la somete a la producción
de deseos y de cosas que ocultan las
grietas de una sociedad desintegrada en individuo solitarios. La mujer no se ha
liberado con el salario, sino que el mercado la absorbe con retribuciones que
compensan los ingresos bajos de la familia.
La maravillosa concordia del hogar dulce hogar saltará como un
cristalera apedreada por las mujeres. Es aborrecible la coacción de los
sentimientos. Sobre la mujer se ubica la coartada del hombre débil y la familia
como un vestido de domingo en la mañana.
( Esperando la contestación de
Juan Grin)
Me considero una espectadora de
un espectáculo de marionetas que accionan detrás de una cortina.¿ No has
considerado que esos enigmáticos otros que va a nuestro lado son muñecos que se
arrodillan o huyen ya que la realidad no es suya, que les viene impuesta por la
violencia de la necesidad y de guante vuelto que es la ilusión?.
Juan,- Ante una crisis del
poder se les impulsa a que se impliquen con las dificultades del minoría. ¿ Y
si las marionetas aprender a usar las manos y cortan los hilos que las sujetan
a la voluntad ajena?.
Juan Grin.- Esa es la libertad ansiada. La esencia del
cualquier hombre es libertad y razón. Pero no nacemos hombres, sino que nos
hacemos hombres.
Un político decente te diría
que la práctica política está en la
sociedad. Te diría que no hay sociedad sin ciudadano político, que en el
presente todos nos hallamos en la urgencia de vivir la comunidad como una
práctica social. Me preocupa profundamente que, ante la crisis que nos
envuelve, la gente se aleje de los temas colectivos y se envuelva con el
cobertor de la indiferencia, vaticina la aparición de salvadores de la patria y
mayor sufrimiento. Nadie escapa de su presente por obra de la argucia de cerrar
los ojos y apostar por entregar a un dictador la responsabilidad y el riesgo de la lucidez y la acción.
Aborrezco el egoísmo de la indiferencia Haré cuanto me sea posible por evitar
que la mayoría se entregue al mesianismo de los fanáticos. Lo más repugnante
son esas campañas informativas que aúnan individuo e indiferencia colectiva.
Pregonan: ya no sois responsables de la colectividad, está representad a en ese
o aquel grupo. Olvidaos de los asuntos generales, pues los vuestros son los
verdaderamente importantes. Cada uno es cada uno. Hay un mundo privado y otro
general que nos debe resultar indiferente. Estamos solos. Incluso el que
agoniza está solo. El movimiento último del agonizantes es el de hallar una
mano que lo sujete. Sin embargo, El
hombre es social. No existe un hombre real y un hombre político separados: sólo
hay historia de los hombres desde ellos a la colectividad humanizada por la
libertad.El hombre único, ajeno y disciplinado, es el autómata de los
autoritarios.
( Trinan los gorriones)
Margarita.- Nos escindimos en
la esperanza de no sufrir, de volvernos dioses domésticos, iluminados en la
penumbra del miedo. Así somos, ante el altar del miedo nos arrodillamos y
rezamos a los dioses que inventamos con
nuestro miedo.
( Saca un espejito del bolso y
se mira en él) Me voy haciendo mayor. ( Ríe) Tenemos grandes preocupaciones en
este momento; Juan, y yo me preocupo de mis arrugas.
Juan Grin.- ( Burlón)Te gustan
los contrastes.
Margarita.- Me gustaría estar delante de un espejo de
cuerpo entero y que una mujer me vistiera con un vestido blanco y me pusiera
una corona de jazmines. Yo gritaría: es el día de la novia. La novia va de
blanco y su novio es marinero.( Muy bajo).La novia sueña en la orilla del mar y
el mar le moja el vestido. ( Alto y girando sobre sí misma.) Pero no, no, no. Nos vestimos y
maquillamos delante del espejo de la responsabilidad y al volvernos de espadas
entonces se extiende una sombra delante que nos inquieta por su inmovilidad.
Juan Grin.- Margarita, conozco tu inquietud en esta
situación. Nada tengo seguro, pero debo perseverar en llegar a un acuerdo de
concordia con los dirigentes democráticos.
No me es ajena la preocupación. El conocimiento de
las maniobras de Amescua para desestabilizarme y las admoniciones de Osorio sobre las
desventuras del azar por no prever todas las posibilidades.( Pausa) En la
acción no hay teoría; ésta llega después.
Hay dos alternativas o la formación de un pacto político mayoritario con
la oposición de izquierdas para frenar el movimiento oligárquico de sectores de
mi partido y de las logias financieras y militares o rendirnos al desorden
inducido por los manipuladores ideológicos y los centros del poder industrial y
financiero.
El desorden arrastra la nostalgia
de la paz sin libertad. Una remota
añagaza de los
desestabilizadores. Se organiza el desorden en la vida cotidiana y en los
sectores financieros y del comercio exterior. El dinero no circula, las
empresas quiebran, las huelgas representan el peligro rojo. El desorden se
fabrica como un producto en una fábrica. Lo peor es la pasividad de la mayoría
y la aceptación del mensaje político de minorías que prometen propiedad y orden
y una actitud autoritaria contra los disidentes.
Haré lo posible por evitar el
asalto al poder de los vendedores de autoritarismo y cárceles.
Margarita.- ( Ausente) Cuando
nevaba los niños nos escapábamos del colegio y corríamos al bosque para
arrastrarnos sobre la nieve y para
arrojarle piedras al ramaje
blanco de los árboles. La nieve nos presentaba lo habitual sorpresivamente
ajeno. Las calles, los tejados, los árboles, la cara fría de los transeúntes
nos situaban en un escenario irreal que sabíamos que huiría furtivamente igual
que había llegado. ¡ Por eso gritábamos!. Lo que dura poco y es bello nos
invita a gritar de alborozo. Se desvanecerá sin dejar rastro de su blancura. Tú
yo vivimos ese paisaje nevado de la crisis social que nos origina extrañeza.
Resulta sorpresivo; al derretirse la nieve
nos toparemos con la normalidad. El disfraz con el que se revestía el
destino caía a los pies de la normalidad.
( Pausa) Sufrimos, Juan. Nos enfrentamos a la
necesidad de mantenernos vivos y por sujetarnos al mundo aceptamos vestirnos y
maquillarnos delante de un espejo que nos deforma.( Sonríe con desgana) Tú eres
la voluntad y la conciencia; también atraes la violencia de tus enemigos. ( Lo
acaricia) El malabarista que busca un
consenso entre la razón colectiva y el enloquecimiento de la minoría que posee
la organización de ajustar la sociedad a sus intereses.
Juan Grin.- Sin duda tengo miedo
de que me elijan como el objetivo que después de muerto signifique la
imposibilidad de solucionar los enfrentamientos de manera pacífica. La santidad
inviable. La naturaleza del caído y la necesidad del castigo como remedio a sus
maldades. El Estado fuerte. Hay excesivos dirigentes que se acomodan al terror
blanco. Aceptan la tutela y la corrupción de la torre de marfil. Si la
vigilancia y la sospecha se filtran en
la sociedad, todos se vuelven policías y reprimen la disidencia. La censura se
vuelve carne y la venganza espada. Luego llega el silencio y el autoritario es
libre: el organizador de la represión. Los fanáticos esperan que las
calamidades de esta sociedad se les vuelva motivo de represión. El enemigo
interior y exterior les facilitan la organización del Estado totalitario. El
miedo les autoriza a sustituir a los hombres libres por ciudadanos vigilados y
castigados.
Si peligra la totalidad social,
mi humilde persona no cuenta. Las crisis nos devuelve a la selva de lo incierto. Esta crisis social
me sitúa ante la exigencia del sacrificio.
Margarita.- Juan conoces a los
hombres y ellos te han arrastrado sobre sus excrementos (Alto) No hay valentía,
ni héroes. Sólo hombrecitos que obedecen a los vigilantes.
( Normal) No soporto la inundación seráfica. No hay ángeles, salvo los del
cortejo de la corte del cesaropapista de Justiniano. ( Burlona)Claro, la cara
de los ángeles es la de los burócratas y terratenientes del imperio bizantino.
Juan Grin.- ( Obstinado)Los
humildes no tienen rostro para la iconografía.
Margarita.- ( Bajo) La realidad
de esta crisis no va a ser corregidas por un pacto político.
Juan Grin.- La historia la hacen
los hombres.
Margarita.- Carezco de entereza
para aceptar impasible el riegos que asumes. Cualquiera utilizará tu muerte
para justificar su toma de posición: la exaltación al martirio de líder que
intentó la ingenuidad del pacifismo. Gritarán que ya es hora de sustituir las
palabras por los hechos. La política de las armas.
Juan.- No permitiré el retorno de
la barbarie envuelta en la bandera del orden.
Margarita.- Si te matan, yo me
quedaré ante un mundo sin esperanza. No habrás impedido con tu muerte que no se
repita el dominio que ha conducido a esta crisis. Me quedaré esperándote detrás
del muro infranqueable de tu olvido. Tu asesinato resultará inútil a tus
principios. ¿Lograrás que la concordia partidaria destruya las condiciones
reales que posibilitan el ascenso de una minoría enloquecida?.
Juan Grin.- Lo valores reales
llegan de forma progresiva. No se nos dará un sociedad justa afirmando que sólo
es real el milagro..
Margarita.- ( Ironía triste) Ante
ti se presenta la virginal Juan de Arco y no la mujer que se vende en las
callejuelas y se envilece apoyada en las paredes.
( Silencio)
Juan Grin.- Yo desprecio los mecanismos económicos que
transforman cualquier cosa en un precio de mercado. Si la sociedad y sus
valores se han convertido en un producto vendible, es porque todos somos
comprados. La necesidad nos vende a todos y nos vendemos por... ( Margarita no lo deja terminar).
Margarita.-( Alto) ¿ Pero quiénes
nos compran?.( Pausa) El oportunista
reitera la idea del porvenir mientras adopta los argumentos de los
compradores de esclavos y de armas. Los que se perfuman con el porvenir arrastran tras la espalda una bolsa
de basura.
Juan Grin.- ( Le coge la mano) Mi
cita y el peligro que conlleva exacerba tus temores. Yo fui siempre un hombre
que apostó por darle salida a los conflictos dando paso pequeños, como si las
dificultades fueran inevitables entre gatear y correr. Primero gatear y luego
andar.
Margarita.- Yo desde la
adolescencia estuve voceando contra el reformismo de los creyentes. Voceando
contra el lobo.(Pausa). Los capitalistas, los violentos, los totalitarios.
(Pausa) Advirtiendo de continuo que el hombre es una caña movida por el viento
del poder envilecido, pero una caña que
marchita y desaparece.
Juan Grin.- ( Sonriendo) Me quedo
con la caña pascaliana. Una caña pensante. Frágil y capaz de soportar el empuje
del viento adaptándose a sus movimientos.
Sacudida, ladeada, y siempre volviendo a su posición inicial, a la espera de
conocer la verdad..
Margarita.- ( Se sienta a su lado
y le pone las manos en los ojos). También está nuestra vida y no sólo la de
ellos. Nosotros dos. Si contemplas un nuevo paisaje tal vez encuentres los
colores y los sonidos diferentes.
Juan Grin.- ( Le retira las manos
y se las besa). El menguante viaje por los sueños acaba en la realidad. No
seremos felices por escondernos entre las nubes. Lo queramos o no vivimos con los
otros. Estamos tejidos de la misma materia. (Pausa). Oscura y distante, aunque
deseando con fervor que sea plástica para que la razón penetre en ella.
La apuesta en el porvenir del
hombre emerge como un milagro cuando
nosotros no nos ausentamos de la
realidad. ( Sonriendo) Cuando no hemos sido vencidos por el miedo y la duda.
Margarita.- Algún día me sentaré
ante un álbum fotográfico descubriendo la ausencia. A los amigos y los paisajes
desaparecidos. Una anciana en el monólogo incesante de su derrota. (
Grita) Oiga, ¿ hay alguien vivo detrás
de los teléfonos de mi agenda?.
Juan Grin.- ( Lejano a las quejas
de Margarita) La existencia se realiza y desaparece. Los amigos fueron
tales mientras vivían y compartían las mismas inquietudes. Una generación se
borra con su decrepitud como las huellas de barro seco que el viento levanta a
comienzos de Otoño. No busques jaula a tus recuerdos; éstos vuelan de la
memoria. ( Escuchando a los gorriones) Ellos como gorriones escapan por el
ramaje de las acacias.
( Otra vez trinan los gorriones)
¡ Ves, nos observan!.
Margarita.- Los pájaros del
atardecer.
Juan Grin.- Los gorriones
aguardan desesperadamente el alba. En sus cuerpecitos entra la luz de la mañana y en ella vuelan y en su ausencia se esconden con trinos
que despiertan una visión del mundo desesperada y esperanzada. Los gorriones
está ajenos a la angustia de la vejez y
la muerte. ( Mira la hora en su reloj de muñeca) Es el momento que llegue
Osorio.
( Silencio. Juan Grin bebe de una copa.
Margarita pone las manos en el lado izquierdo de su pecho)
EscenaII
Escenario: redacción del periódico. Sentados y conversando Osorio y el
periodista Beer.
Beer es un hombre joven.
Beer.- Me preocupa que insista
en que me boxee con la niebla. Yo hace tiempo que divide los hechos en posibles
y misteriosos. Lo posible es real y permite que se le mida y se le investigue.
El misterio está en la cabeza de los enfermos. Para un periodistas hay
relaciones, encubrimientos de intereses entre grupos de individuos que conseguir
el enriquecimiento y el poder triturando a los demás. ( Enciende un cigarrillo)
Tan fácil como expeler humor. La selva de la intriga está preparada para los
que construyen trampas y fortalezas. Ellos se convierten en cazadores y en sus
orgías celebran la efectividad de su dominio.(Pausa) Están ahí, detrás de la
puerta cerrada, como la posibilidad de que se presenten con sus embestidas.
Están detrás de los árboles esperando al paranoico.
Osorio.- ¿ Quiere decirme que
soy un paranoico?.
Beer.- No. No. Lo conozco
suficiente.
Osorio.- Usted sabe de donde
viene el viento en estos días.
Beer.- Esa es mi duda. ¿ De
dónde llega el viento?. La ignorancia nos reintegra con un billete falso. No
vuelve estúpidos y escupimos contra el viento para que el escupitajo nos caiga
en la cara. La pregunta del millón es
simple:¿ por qué causas los poderosos sienten que se le sube el ratón
que se cuela en el oído del elefante y lo matará? Alguien expele excrementos
para que los agiten otros y su olor se propague. El caldero de la mierda lo están agitando con
fuerza ahora.
Osorio.- Usted conoce que la
libertad de prensa termina en la necesidad de Estado. El miedo impone la
autocensura. Los periodistas reputados de honestos o los propietarios de los
medios se conjuran a obedecer órdenes. Los síntomas de un golpe de Estado o de
una guerra se caracterizan por
unanimidad con que la mentira se repite. Aquello que se difunde un millón de
veces es lo bello y lo patriótico. La parafernalia de los derechos humanos se
la poda con la guillotina de la censura
de los conveniente y necesario. A los
opositores o disconformes se les marcan
y registran en la base de datos de los
servicios de seguridad. Se aviva a Franskestein con revertir al antagonista con
una chaqueta de revés y una máscara de monstruo. Y el monstruo busca un lugar
donde refugiarse de la persecución y la halla en la cabaña de madera de un
viejo ciego. Al final, todos nos observamos en los espejos de los escaparates
de las tiendas con la aprensión de que nuestra disidencia se vuelva visible. El
recelo al monstruo pasa al interior, se
vuelve un síntoma inquisitivo de opresión
inconscientemente.Se encargan de atarnos un monstruo a la cintura. En períodos
de bonanza nos parecemos a esos amaestradores de macacos que con una cadena al cuello del
animal le hacen saltar al compás de las monedas que caen en la escudilla y en épocas de delirio al
monstruo que huye de la sociedad para esconderse. (Pausa) Señor Beer los medios
de comunicación difunden el terror de las máscaras morales según las
instrucciones de los poderes públicos.
Beer.- ¿ Teme que Juan Grin se
convierta en el monstruo a batir?.
Osorio.- Evidentemente su
intención de levantar un puente entre dos orillas perjudicaría los intereses de
los que se nutren de volver imposible una alianza política que impida la
barbarie.
Beer.- Siempre me sorprende que
los individuos instalados en los salones barrocos del poder pretendan salir de
ellos por mero altruismo. Todos los actos son significativos.¿ Por qué un
sujeto en el pedestal querría bajar de él?.
Osorio.- Sin duda usted le
atribuye a los hombres la finalidad de la utilidad. Para usted buscan la máxima
satisfacción en sus intercambios con los demás. A pesar de la eficaz difusión
de un hombre transformado en una voluntad rapaz, individualista, que escudriña
en sus actos para apresar la presa con la que alimentarse, existe como excepción, la naturaleza humanizada. Usted si
quiere puede expresarlo diciendo que se verifica en la anormalidad la apuesta
por un mundo que trascienda a la
opresión de la mansedumbre .(Pausa) Le diría que el asco es el punto de
saturación para lo heroico.
Al fin y al cabo decidimos en que instante
elegimos morir. El héroe juega con la muerte y el mediocre con la ruleta de la
utilidad.
Beer.-A pesar de su soflama,
radicalmente dejé de creer en la santidad en cuanto supe que un chupete no es
un pezón. Yo no voy a dudar que vivimos en una guerra con todos los medios y
que sin duda se está llevando a una
triple conflicto a este régimen que se disfraza con la piel democrática, aunque
incumba un triple tumor: ideológico, político y militar. Si fuera un tipo con
esperanza diría que lo valiente debería ser
revelar las intenciones económicas, ideológicas y militares de los predestinados a liberarnos de los de
enemigo como mandato de la voluntad colectiva. ¿ Quiere conocer algo
preocupante de mi carácter?. Gozo el delirio de husmear las huellas de los
cazadores. Los acontecimientos me
empujan a encontrar su origen. Y he aprendido que los seres que modifican la
intensidad de la locura lo hacen inmersos en visiones que no controlan. Se
vuelven locos por miedo a que su mundo se derrumbe. Son perros que se resisten
a ser arrastrados por un caro tirado por
bueyes. Hagan lo que hagan se despellejan en las piedras del camino. La
historia de las intrigas, los hombrecitos que se desvisten en ella osadamente,
me la supongo una olla de barro que golpeo con un bate.
Osorio.- ( Mostrando
incredulidad) Entonces...nos aproximamos a lo mismo.
Beer.- ( Fumando y expeliendo
el humo) Una operación desestabilizadora del velamen que usted pontifica suscita la morbosidad por el peligro que
encierra. Diríamos que el banco de San Francisco ha quebrado, que su
propietario asesinado por una logia, que el partido que controla el Estado está
infiltrado por una logia de conspiradores y que usted representa a un sujeto
que es secretario general de ese partido que tiene la intención de superar la
crisis mediante su alianza con un partido de izquierda en cuyo programa se
admite la desaparición de los controladores de la propiedad.
Osorio.- Tal vez seamos sombras
en una pared y delante del foco de un dios que se reserva la finalidad de sus
actos. Un dios cansado de tener paciencia con los monopolizadores de la
violencia.
Beer.- Sin dios, señor Osorio.
Un sujeto tiene el precio de una bala y éstas las fabrican por millones. Unos
centavos. Vivimos tan cínicamente que postular la ética y homicidio equivale a
unir lo semejante. Osorio, usted es un hombre práctico y estará inmerso en el
conflicto por esas paradojas que acercan al hombre a la fidelidad canina.
Osorio.- ( Molesto) No tanto
como su fidelidad a las meretrices
asiáticas y a la obesidad.
Beer.- ( Bonachón) No se
incomode Osorio. Las palabras despiertan los sentimientos y por ellas padecemos
los arrebatos de ira y de culpa. Como esos budas de los bazares chinos,
deberíamos permanecer indiferentes a la trapisonda de las palabras.
Osorio.- ( Impaciente) En
concreto, ¿ qué?.
Beer.- Usted teme por la vida
de Juan Grin. El suicidio o asesinato de Calvi le inquieta y deduce de él que
la conjura se amplía sobre todos aquellos que pretendan extraer la parte podrida de la manzana de la verdad. El banco de San Francisco ha
quebrado y dentro de las telarañas de la caja fuerte se halla Amescua y todos los afiliados a su logia.
Ososrio.- Una logia de los
representantes del poder público y los bajos fondos.
Beer.- La dinamita en los
trenes y en el mercado, la agitación de los grupos extremistas, el crecimientos
del paro y la quiebra de empresas que representan el dolmen por donde sale el
sol nos alumbran. ¿ Cuál es la finalidad última?.
Osorio.- La finalidad última es
convocar elecciones y obtener democráticamente el voto del miedo y recomponer
el sistema para que sirva a las nuevas visiones ideológicas y materiales del
grupo de fanáticos. No radica el
problema en preguntarse cuál es la finalidad, sino qué hacer.
Beer.- ( Sarcástico) No le
gusta la especulación y el alboroto periodístico, ¿ verdad?.
Osorio.- En este momento no.
Quiero palpar y ver.
Beer.- Singularmente lo que
palpamos y vemos, en una sociedad como la nuestra, corresponde con objetos que percibimos sin
conocer. Admito su desconfianza como
patrón de medida. Su impaciencia lo vuelve desconfiado.(Breve silencio)
Usted desea que yo husmee en el entorno
de Amescua y en sus alianzas.
Osorio.- Si.
Beer.- Porque teme que se
cierna algún peligro sobre la vida de Juan Grin.
Osorio.- Sí.
Beer.-¿ Las conversaciones de
Juan Grin con el jefe de la oposición ya han comenzado y esto momentos se ultiman?.
Osorio.- Si.
Beer.- ¿ Saldrá un acuerdo?.
Osorio.- Eso se pretende.
Beer.- Investigaré y no me
pregunte la razón.
Osorio.- No se la preguntaré.
(Oscuridad)
Escena III
Escenario la redacción del periódico.
Beer y el Príncipe.
Entra el Príncipe. Viste frac.
Durante toda esta escena tendrá una actitud distante y altanera. Su
pronunciación estará afectada por su
intención de demostrar su actitud elitista. Juega de continua con una moneda de
oro que maneja hábilmente entre los dedos.
Príncipe.- ( Por la moneda) Lo
trocaréis todo por disponer de la omnipotencia de la bestia y rechazaréis lo que no lleve su marca. Habrá
seres de barro y seres de oro. Los de oro dominarán a los de barro. Nadie
escapará de la bestia y por ella el homicidio se volverá ofrenda y la búsqueda de la verdad la utopía de los
hombres de barro.
(Silencio)
Alguien ha escrito con pintura
negra en la pared de una fachada: Sócrates, enano. Sólo un enano podría situar
sus ideas en el cielo. Un príncipe se guarda de sus enemigos detrás de los
muros de la fortaleza y protegido por una jauría. Nunca entregaría su seguridad
a quienes no desean ostentar la marca de
la bestia.( Arroja la moneda arriba) Y... ( La coge entre los dedos) Entre el
ser y el poseer está la incertidumbre. Cuando la moneda vuela no es de nadie.
El jugador la arroja, porque en ese movimiento, en el que se desprende ella, se
reinicia la duda y la convicción de que ha llegado el momento de la mejor
jugada. El jugador carece de memoria. La pérdida se le graba como la huella de un cuerpo en la arena
húmeda. Volverá a repetir el lanzamiento de la moneda y el azar lo hará un
gigante o un enano. El jugador está de costado en la penumbra del instinto. Niega el porvenir. Todo es instante
confuso, sosiego mientras el azar se revela dionisiaco. La culpabilidad se
oculta, la esperanza de los hombres de barro no pertenece a la naturaleza de
los hombres de oro. El remordimiento incluye a los que ansían el adormecimiento a cambio de pertenecer en
la monotonía de la servidumbre. La moneda aparece y se oculta entre los dedos
con una repetición acelerada. Si cierro los ojos ella está y yo no. Posee vida
independiente. Pasará por todas las manos y
bailará lasciva en el impulso de quien la arroja.( Recordando) Calvi insistió en reventar con la jerga de su
lenguaje acelerado. (Bulón) Lo mismo que a Sócrates, el enano, le agradó morir
echando palabras a los oídos de los animales que hocican ; lo justifica su
condición de cerdo. Sus excrementos nos envuelven a todos y ahora este periodista
pretende sonsacarme. ( Imitando una conversación) ¿ Usted conocía a Calvi?.
¡Ya, dinero!. Se especula si fue un suicidio o un asesinato. Los periódicos
tienen que vender. Un hombre tan introducido en los círculos de los fuertes
debe haber recibido alguna información. Los hombres se han vuelto prudentes.(
Sonriendo) Les ha dado por seguir viviendo mudos y ciegos. pagable.
algo justificó su muerte hablando .Es increíble que Calvi se suicidará.
¿ Por qué?. Yo he conocido alcohólicos y fumadores cancerosos que cuando les
dijeron cómo sería su final se suicidaron. Una quiebra no es un cáncer.¿ Usted
supone eso?.
( Burlón) La quiebra de un
banco exige el suicidio del gestor.
(Arroja la monedad al aire y la deja caer al suelo) En el precio del oro está el juego de la muerte. ¿
Usted me comprende?. Sin oro no hay hombres reales. Bueno sí, hombres de barro;
éstos no se percatan que se resquebrajan en un suicidio
con letras de cambio protestadas. El código mercantil es su código penal.(
Recoge la moneda y ya no imita a un
conversador inexistente) Ante el poder del dinero, uno se arrodilla y vuelve a sentarse delante del crupier. La
bolita corre entre números y viene a caer en uno. El crupier vuelve a lanzarla,
un número imprevisible se adhiere a ella. ( Aprieta la moneda y muestra el
puño). La riqueza del jugador se orilla en la angustia disimulada y si pierde
la culpabilidad se esconde detrás de la amnesia. ( Alto) ¡ Y otra vez al
juego!. Si la moneda se ha escapado hay que encontrarla de nuevo tanto si pertenece
al usurero o a los servicios secretos. El oro es anónimo y nuca se sabe de la
mano que salió.
( Entra Beer sin que el
Príncipe se percate)
El oro está predestinado para
el que es capaz de mentir e interpreta su papel en un decorado de pasiones
articuladas por una voluntad violenta y oxidada por la amnesia.
Beer.- ( Alto) Justo pretendo
encontrarme con un amnésico y con
tratamiento devolverle la memoria.
Príncipe.- (Sin sorprenderse)
Un periodista con resaca iluminista. ¿ Usted conoce la marca de la bestia?.
Beer.-( Dudando) ¿ Se refiere a
la bestia del Apocalipsis?.
Príncipe.- La bestia se
presentará antes de comparecer en el Gran tribunal inquisitorial. Mi bestia es
más cercana. ( Le muestra la moneda) Una bestia de oro.
Beer.- ¿ Le gustan los acertijos?.
Príncipe.- Nosotros somos un
misterio. Por ejemplo, no alcanzo a entender por qué me ha citado
Beer.- Un periodista concierta
entrevistas.
Príncipe.- Buscando la solución
a un acertijo.
Beer.- Las sombras en las que
nos incluimos originan los acertijos.
Príncipe.- Hablar,
hablar...Señor Beer, el lenguaje nos vuelve misteriosos e irreales. Hay un
detalle que no debe pasar inadvertido, las palabras son arbitrarias; sus
cuerpecitos de aire llevan dentro la ambigüedad. Queremos encontrar en ellas la
verdad y nos devuelven la incertidumbre. Las palabras se vuelven cuerpos
inútiles y buscan desesperadamente en cada época un significado que les restituya el esplendor de la adherencia a
la realidad. La mayoría amarillean en
los diccionarios de los aficionados a la erudición.
Beer.- Un hombre ducho en la
intriga necesita las necesarias para sobrevivir flotando.
Príncipe.- No crea. Las
palabras se saborean en la ira y en el amor. Ellas irisan los instantes
sublimes. Las mujeres se enamoran
escuchando en una voz ajena la atracción que suscitan en el amante. Los
asesinos monologan incesantemente con sus víctimas y les dan explicaciones
embriagadas y exculpatorias.
Beer.- ¿ Sabrá cómo se apartó
de sus problemas el banquero Calvi?.
Príncipe.- Lo que dicen los periodistas.
Alguien en el filo de la bancarrota siempre se suicida. Los deudores o se esclavizan a sus acreedores o desaparecen sacando la lengua. Igual que esas cabezas de goma a la
que los niños, a la vez que aprietan, les gritan: Toribio saca la lengua.
Beer.- Se supone que a Calvi le
apretaron para sacarle la lengua.
Príncipe.- Se ahorcó con el
gesto pueril de cubrirse con un lienzo. No deseaba que le hicieran
fotografías bailando de la cuerda.
Enrique VIII ahorcaba por racimos a los pequeños propietarios que no aceptaban
alejarse de los predios embargados por préstamos insatisfechos. Calvi fue un
banquero que le entregó una moneda de oro a Caronte emprendiendo su viaje por
la laguna Etigia.
Beer.- Calvi no era capaz de
suicidarse. Le pusieron la cuerda al cuello y le pegaron la patada al patíbulo para que su cuerpo oscilara
cómicamente.
Príncipe.- Usted parece saberlo
mejor que yo. Mi comentario sale de las glosas periodistas.
Beer.- ( Saca un dossier con
fotografías que extiende sobre la mesa). Usted, Calvi y Amescua se
fotografiaron juntos algunas veces.
( El Príncipe coge las
fotografías y las observa.)
Príncipe.- La gente que está en
el mundo se encuentra en los mismos
lugares. Flores y abejas están en idénticos prados.
( Aparece la proyección de una
fotografía de Calvi, Príncipe y Amescua).
Príncipe.- ( Dentro del rayo de
luz de la proyección de la fotografía que está viendo) Realidad y ficción se mezclan y su resultado es una fantasmagoría.
Ilusiones mudas.
Beer.- Usted es un violento.
Asociado a grupos que recurren a la fuerza para silenciar la disidencia.
( Una proyección muestra al
Príncipe al frente de una manifestación
de jóvenes armados.)
Príncipe.- ( Pasando una de sus
manos sobre la imagen proyectada) La mayoría de ellos han muerto por la
violencia o por la droga. La fotografía exhibe
la virulencia de la historia.(Pausa) Sobrevive el instinto de
organización, pero los individuos desaparecen en el clamor de los vítores o en
el silencio de los callejones donde los atrevidos y cansados se inyectan la
lección letal de heroína.
Beer.- Fueron sus camaradas.
Príncipe.- Las fotografías pertenecen a
seres inexistentes en la actualidad. Turba contemplarse en la inmovilidad de una fotografía. Un acusador
diría que yo estoy ahí. Aunque quisiera encontrarme, no podría hacerlo. De la juventud no queda rastro.
Beer.- Usted formó parte de
grupos violentos en los años setenta
y se intercambiaba su audacia con la
cobardía de sus pagadores, políticos, trascendentes y financieros. Las dos fotografías
unidas aseguran su trayectoria de condotiero de alcurnia al servicio de lo
señores feudales. Su falta de liquidez ha estado unida a su frenesí por la
apuesta de todo o nada. Usted pasó del matonismo de señorito cabreado a la violencia organizada para reprimir
huelgas y atemorizar las veleidades liberales de la clase media. Luego llegaron
los señores de la intriga política y financiera: Amescua y Calvi.
Príncipe.- Usted analiza otra época. Parece situarse en
los años finales de la primera guerra mundial. La riqueza se ha extendido a
toda la sociedad y las minorías han vuelto a la cordura del antagonismo en
libertad . Lo peor de un hombre desenfocado es que inmoviliza la historia
deformándola. Hoy no se necesitan los señoritos con brazalete para reventar
huelgas. El pacto entre capital y sindicatos es una práctica excelente para
incrementar salarios y beneficios.
Beer.- ¿ Cómo se explica el
hundimiento de la bolsa, la miseria de un parado un dólar en los suburbios de
los países del Norte y del Sur , las quiebras de las multinacionales, el
procesamiento de sus directivos, la caída de los precios de los alimentos
importados que forman casi la totalidad del salario real de los países del
primer mundo para incrementar los beneficios, los préstamos políticos para devolver la docilidad. Los
organismos financieros que le dan
rentabilidad a la una clase social rica y decadente que práctica la crueldad bajo la férula de la deuda exterior?.
Príncipe.- Beer, usted se
refiere al guantelete de hierro que golpea. Cuando escuchaba los gritos de mi
padre impartiendo órdenes observaba que los servidores se atemorizaban
indagando la falta real o imaginaria que los penalizaría. Si alguien decide
sobre la vida de los otros y los señala con dos letras WQ, les otorga el signo de la obediencia y si
cambia las letras a QW les otorga el
signo de la culpa y la rebeldía. Todos creen que van a ser signados con las
letras WQ. Ninguno resiste el temor de la duda. Me fascinan los corredores
donde se percibe una voz acusatoria. ( Grita) ¿ Qué le habéis hecho a dios?. (
Normal) Entonces los reptiles buscan se esconden bajo las piedras y las aves
asciende hasta que extenuadas por las ascensión caen al fango.
¿ Qué nos aterra de tal modo
que nos coloca el yugo en la conciencia?. Usted me habla de los yugos del FMI o
el BM y de aquellos que los soportan. Un hombre un dólar significa treinta años
de vida. Sin un dólar día, los indigentes
no saldrán de la infancia. Los débiles tienen la vida como un préstamo
de los fuertes.( Pausa) Se pueden organizar y ejercitar una violencia sin
límite temporal. (Pausa) El dominio del amo sobre el esclavo es una relación
agónica. La represión utiliza diferentes instrumentos de tortura según la
época.
Beer.- Sabe andar con botas
militares sobre las palabras. No deja una abertura de escape a los oprimidos.
Príncipe.- El amo conoce el
placer de determinar los fines por los que vive. El dominado ve el mundo por
los ojos de su amo. Tendrá que acepta la muerte como una lucha y entonces
tendrá fines.
Beer.- A usted le fascina el
laberinto que recorre el Minotauro.
Príncipe.- Minos, el gran
constructor del laberinto donde la bestia reina buscando perpetuarse en los
lejanos ecos de una víctima que tira de los hilos de la red donde está
aguardando la pasión inextinguible de los hombres transformados en dioses
violentos.
( Se acerca Beer) Con los
restos de Calvi quiere construir una salida del laberinto.
Beer.- Me basta con saber quién construye desde el gobierno
el caos actual. Amescua es un conspirador que une el poder que dan las urnas
con las mafias del dinero negro. La represión organizada para reproducir una
democracia viciada por la miseria, la ignorancia y el miedo. La clientela que
ofrecen los sicarios en las zonas miserables del país. (Alto) Su voto a favor de la continuidad de
lo establecido. ¿ Qué está sucediendo entre los que regentan la sociedad?. Los
asusta de tal forma que organizan el caos
institucional? ( Breve silencio) Quiero conocer el lugar y las personas
que estuvieron reunidas y decidieron imponer la violencia del miedo.
Príncipe.- Quiere a Minos y a
su palacio fortaleza. De las tinieblas del laberinto a la celestial luminosidad
de Juan Grin acordonado al Minotauro. Los nombres de los que administran la
fortaleza y tapan los agujeros de sus propias sombras ejecutando a los
delatores con una ráfaga de disparos desde una motocicleta. (Pausa) ¿ Todo eso
a cambio de qué?.
Beer.- De lo que usted desea
como un moscardón alrededor del pastel.
Príncipe .- ¡ Dinero!.
Beer.- Sí.
Príncipe.- Un periodista que
ofrece dinero. ¿ De dónde lo obtiene?.
Beer.- En el laberinto nos
apostamos todos buscando tesoros.
Príncipe.- La araña segrega de
ella misma los hilos de la telaraña. Luego espera sentir los movimientos de su presa. ¡Qué
comparable a los arácnidos!.
Beer.- Usted está
habitualmente en los huecos donde los arácnidos tejen las intrigas.
Príncipe.- ( Riendo) En los
agujeros donde se acumula la ansiedad por la destrucción de una sociedad
vulgar. Usted nunca conocerá el padecimiento de la decadencia.( Breve
silencio).
La decadencia es continuamente
caer al polvo de las cosas. Nunca te vuelves; detrás de tu espalda se esparcen
fustes, capiteles y basas esparcidos entre hierbajo, arcos quebrados, vidrieras
rotas que no impiden la luz cruda del mediodía, armarios con las puertas
abiertas, campos calizos y yermos.
Beer.- Príncipe, usted es un
decadente romántico.
Principe.- Probablemente, ya
que la caducidad envuelve la diáfana soledad del insomnio entre los durmientes.
(Pausa) Los ilustrados como usted insisten en el porvenir moral y en la
continua sospecha de que hay un ejército de soberbios y avarientos que lo
impiden. ( Pausa) Sólo hay decadencia y olvido. Las generaciones que se meten
dentro de la cotidianidad con su exceso
de esperma les urge inseminar la historia con la arrogancia de los
advenedizos.( Pausa) Señor Beer, la miseria es un componente inevitable de la
vida. Guerras y vida son complementarios.
Beer.- Pero la miseria actual
no es natural. Se usa como medio de dominio.
Príncipe.- No hay fuertes sin
dominio.
Beer.- Y ese dominio de la
crueldad sirvió para suprimir a Calvi y darle un plazo de maniobra a Amescua.(
Pausa) Tal vez no sepa que Amescua no depende de sí mismo. En los regímenes
autoritarios y en los democráticos se adhieren un delator exterior y un doble
disoluto junto al poseedor del poder. La muerte de Calvi fue pactada con
alguien que está por encima de Amescua en autoridad y poder.
Príncipe.- (Receloso) ¿ Con
quién?.
Beer.- Con alguien que asumiría
el control del Estado mediante la involución social.
Príncipe.- Los pretorianos
imponían el laurel al nuevo César.
Beer- Si usted participó de
alguna manera en la muerte de Calvi, los pretorianos merodearán a su alrededor
recelando de su incontinencia monetaria y de su fraternidad con los delatores.
A usted le gusta esparcir sobre el tapete verde de los casinos el dinero y la
bravuconería. Los delatores escuchan y anotan.
Príncipe.- Se desciende al
vacío de apostar la vida en los giros de la ruleta. Los hombrecitos que se
apoyan en el rebaño nunca conocerán el vértigo que acomete al despreciador de
las convenciones. Cuando se apuesta a un número la pertenencia a los elegidos,
ya se ha descifrado el sosiego de estar desprendido de la vulgaridad.
Beer.- Usted repite la puesta
continuamente y tiene que encontrar el dinero que se lo permita.
Príncipe.- Yo lo encuentro.
Beer.- Estoy convencido.(
Pausa) Amescua y su doble tal vez no necesiten a un sujeto sobre el que recaen
inmediatamente las sospechas por su pasado violento. (Pausa) Si llega la paz,
usted sobrará.
Príncipe.- Amescua me sostiene
y yo lo agarro.
Beer.- Usted no tiene
fuerza para eso. Me suena a burla. ¿
Quién mantiene a Amescua sentado en su trono?.
Príncipe.- ( Burlón) ¡ Vaya
cuerda de ahorcados!. ( Pausa) Y uno de ellos, con los bolsillos vueltos, soy
yo. (Pausa) Se lo he dicho ya. Las ruinas me desagradan. En tiempos difíciles
los edificios se desmoronan y los ricos se retiran a sus villas a
contemplar sus colecciones de arte.
Beer.- ( Alto) ¡ El dinero!.
Príncipe.- Calvi era la suciedad en las uñas de Amescua.
( Da vueltas rápidas en torno a
Beer) ¿ Olvida que soy un depredador?.
Beer.- ( Alto) ¡El dinero!.
Príncipe.- ( Lo sujeta por la
espalda y acerca la boca al oído de Calvi) ¡ El nombre del otro!. Está
demasiado alto. Es un águila y usted una liebre en campo abierto. ( Beer
pretende liberarse) El depredador caza por necesidad. Esta cháchara estaba
premeditada. ¿ Sabe por qué?. Yo tenía que venir y apuñalarlo y robarle su
cartera y reloj. La policía deducirá que ha sido un asesinato para robarle.
( El Príncipe lo apuñala. Lo deja caer
al suelo y lo despoja de la cartera y el reloj. Se limpia el sudor de la cara
con un pañuelo).
Si se le pregunta a un asesino
por el motivo, se lo inventará. La culpa y la inocencia son estados de ánimo.
El olvido es el narcótico absoluto.
( Cierra lentamente la puerta
detrás de él).
Oscuridad.
Escena III
Un salón de entrenamiento de
bailarines de ballet . Realizan un ensayo.
Personajes:
Pocio, bailarín.
Leonor, bailarina.
Coro, tres bailarines.
El coro se situará en un tarima
baja. El foro una pared blanca, en el lateral derecho un espejo.
Pocio y Leonor acurrucados y
abrazados bajo un plástico blanco y transparente en el centro de la escena .
Coro.- La muerte silba, come detrás
de la espalda
Como si fuera un cáncer dormido.
Leonor.- En cualquier espacio hay
un vigilante,
La sospecha es constante,
Nadie pertenece a la zona de
impunidad
Para el horro del Gran Personaje.
Pocio.- La muerte silba,
come dormida.
Coro.- La muerte silba,
la muerte silba.
(Pocio y Leonor se levantan y
corren sin desprenderse del plástico.)
Coro.- ( Bailando)
Bocas delatoras en las calles,
ansiosas manos
En la plaza pública,
La gente se distancia y simula la intimidad.
Leonor.- El temor se aposenta en
los sentidos,
Llena la forma vacía del
sexo.
Pocio.- ( Se desprende del
plástico)
El guardador del perro silba,
silbido metálico
Que enerva la musculatura del
animal.
Leonor.- ( Desprendiéndose del
plástico)
Manos blancas de venas azuladas,
Que apetecen la inquietud del
crimen
Y los destellos violentos de
paranoico.
Coro.- En el silbido
El perro se despereza.
Pocio.- Manos impías , benditas
y rapadas,
Su maldad realza la
inquietud del perseguido.
Leonor.- Como en un cuadro simbolista, la muerte
Es una bella joven, de
cabellos negros y largos,
Dentro de un paisaje de
suaves y distantes colinas.
Pocio.- La joven lleva flores
blancas en el pelo,
Sus pies desnudos están en la
hierba.
Coro.- El can husmea rastros,
Plásticos, piedras, desperdicios...
Pocio.- Mundo renacentista,
derruido, inexplicado,
Sucesos de príncipes en palacios
fortaleza,
Inmóvil ya, aunque repleto de
medios para el fin del poder absoluto.
Coro.- De las canales cae la lluvia
Sobre el lomo del perro
Y éste gruñe molesto.
Leonor.- Repetida sensación de una
vida
Que depende de insinuaciones,
De espacios mudos.
Pocio.- De la pistola que
apunta a la nuca.
(Largo silencio. Los personajes
quedan inmóviles, aunque jadeando. Pocio se acerca al espejo y se observa).
Pocio.- ( Alarga la mano al
espejo) La imagen de la que habitualmente pretendemos apoderarnos nos seduce
por su esquivez. Está fuera y nos mira si la miramos.
Laura.- ( Lo abraza por la
cintura) Pocio persigue su destino. ¿ Qué hay detrás de la imagen?. ¿La
realidad? ¿ La premonición de que estamos hechos de un tiempo que nos fue
prestado blanco de alba y lo devolvemos enlutado?.
Pocio.- ( Se vuelve y la
abraza) Yo vuelo siempre. Me alzo por encima de la propiedad de mi cuerpo y de la psicopatía de apoderarme del ajeno.
Caeré contra el espejo y dentro volveré a la luz.
Laura.- Yo te pertenezco.
Pocio.- Tú también caerán
contra luz y quedarás en ella.
(El coro vuelve a bailar y
recitar)
Coro.- Como en un cuadro simbolista, la muerte
Es una bella joven, de
cabellos negros y largos,
Dentro de un paisaje de
suaves y distantes colinas.
( Entra en escena Lolo. Un
joven delgado, cojo, barbado, mal
vestido)
Lolo.- Viva el falansterio.
Coro.- Ánarhhos.
Laura y Pocio.- Anarkhía.
Lolo. La policía vigila el
falansterio. Unos agentes disimulados hay en la acera.
Pocio.- Querrán culparnos de
los atentados con explosivos.
Coro.- Bocas delatoras en las
calles, ansiosas manos
En la plaza pública,
La gente se distancia y simula la intimidad.
Laura.- ( Acaricia el rostro de
Lolo) ¡ Otra vez te ha golpeado!.
Lolo.- ( Quitándole importancia a la pregunta) Me
tropecé en la escaleras. Ya sabes que son muy empinadas.
Pocio.- Habrá que darle un
toque de atención a tu hermano. Cada vez que llega de madrugada borracho te
maltrata.
Lolo.- Golpea a un individuo
que detesta, porque se parece a él. Luego llora y seguidamente se duerme.¡ Qué
importa mi situación personal¡ Yo soy lo que el cuerpo me sostenga el
falansterio. Vivo con vosotros y hasta el final. ( Sonriendo) Tal vez acabe en un asilo para mendigos y
nunca se descubra mi defunción. Se extraviará el libros de registro. (Pausa)
Malone muere. Escribe Samuel Beckett : “ Guglú del desagüe.”
Coro.- ( Baila) Dice Samuel Beckett:
ni con su lápiz ni con su bastón ni
ni luces quiero decir
nunca eso es tocará nunca
nunca tocará
eso es nunca
eso es eso es
nada.
Lolo.- Se dejó caer por un
asilo de mendigos y descubrieron su muerte días después en una fosa común.
Pocio.- Era un nihilista.
( Da palmadas)
¡Fuera la tristeza! ¡ Yo me
ofrezco a vosotros!
( El coro lo levanta y lo
mantiene vertical por encima de las
cabezas de sus tres miembros)
¡ Yo me ofrezco a vosotros!.
( El coro lo desciende y Pocio
baila. A su alrededor baila Laura.)
Coro.- La muerte silba,
la muerte silba.
Lolo.- ( Iniciando con torpeza
un movimiento de baile)
La muerte silba,
la muerte silba.
( Laura corre hacia una armario
coge de él un plato con aceite y un trozo de pan).
Laura.- ( Bailando) Os ofrezco
el alimento que no condena a la desunión por la riqueza.
( Les entrega a cada uno pan mojado en aceite)
Coro.- ( Recita). La mañana de alegría trae flores de almendro,
mariposas de rosa y
blanco que la brisa lleva
hasta las manos de los
inocentes.
Espigas con sonidos
lejanos de caracolas.
Laura.- La vida canta,
la vida canta.
( Se escuchan ruidos y voces)
Lolo.- ( Grita) Están subiendo
las escaleras a detenernos.
Escena IV
Pocio y Cardenal Wu . El mismo
lugar.
Cardenal Wu.- Un bailarín como Pocio no habrá dejado de
advertir en el fresco del altar de la
Capilla Sixtina, el Juicio Final de Miguel Ángel, la pavorosa ansiedad de los
personajes que caen y el abatimiento de los condenados que el diablo amenaza
con el remo de la barca . Con el
movimiento del brazo derecho de Cristo se imprime a los cuerpos un eje
en el que jira la culpa y a la santidad. La historia, la inercia
en un movimiento de rotación perpetuo. El pasado se actualiza en el
presente uniendo los extremos de la
culpa y la santidad y en su trayectoria empozoña y vicia la posición fija del
eje redentor.(Pausa) Cada uno ocupa una posición y una trayectoria en el
imperio divino y a ella debe conformarse en cuanto no depende de la volunta del
individuo, pero los transgresores sobreponen la razón a la predestinación.
(Pausa) La soberbia e imaginaria acción
excéntrica de precipitarse fuera de la ley.( Acaricia el cabello de Pocio)
Cristo siempre agoniza y a la vez resucita, pues en él está el milagro de los
mansos. La rebeldía metafísica lleva a la negación de la divinidad y al crimen sin culpa. El rebelde no acata el mandato de considerar
el mundo un puente entre el sufrimiento
y el gozo de la eternidad. Por ser gobierno de sí mismo, aniquila a dios y al
Estado. En la cumbre de su indiferencia el ángel se cubre de niebla, se destierra y se desliga de la comunidad. ¡Terrible se
convierte en un medio para un fin exterminador!. Pocio es el ángel que agitando su cuerpo
furiosamente asciende a la visión de las promesas, saltando con su razón turbia destruye la fe de la mayoría.( Alto) ¡ Y cómo
realiza el milagro adosando una bomba a un tren de pasajeros!. ¿ Por qué Pocio se atreve a desafiar al Estado?. Pocio
infiere que el pecado está abolido, que el hombre es inocente por
naturaleza y que la culpa es el hierro
candente de la moral que retribuye a los hipócritas y a los pervertidos en la
fragua de la manipulación de la inocencia natural. No hay razón. porque el
hombre artificial devora y olvida.( Breve silencio). Una generación desafía la
moralidad con la que nos defendemos de la barbarie de todos contra todos. (
Alto) Olvidan que la ley pega al
individuo con el individuo, que el límite de su libertad es la del otro. El
átomo individuo estructura la sociedad. Si nos dejan con nuestro instinto, nos
devoramos en la orgía de la guerra.(Pausa)
Pocio y el Cardenal Wu se vuelven depredadores si no los sujetan con la
traílla. No ocurre, ya que la perfectibilidad está en la objetividad de los
hechos y no en el instinto del animal que otea a su víctima. ( Breve silencio)
Pocio juega con su cuerpo y le gustaría escapar de la gravedad y asirse a la luz
con la inmoralidad de los enloquecidos.( Pausa) No entiende que, al
llegar la noche, la luz huye y nos
quedamos solos preguntándonos por la
finalidad de las intenciones adversas tejidas dentro de la penumbra. Entre la magnificencia del alba
y la oscuridad de la noche está el instinto animal o el sosiego del
arrepentimiento.
Pocio escondió en una cartera
de cuero una bomba y subió a un tren poseído por el diablo . ¿ Qué pretendía
con su acto?. ¡ Ya, liberarnos de la opresión del Estado civilizador y creyente
! ¡ La anarquía! La voluntad del único frente a la manada domesticada!.( Al
oído de Pocio) Si explota la bomba, Pocio, la consecuencia , su resultado,
mostrar cuerpos mutilados de inocentes y la anulación de las garantías constitucionales.(
Pausa) El paraíso del anarquista está manchado con los pasquines amarillos de
los avisos del estado de excepción. Pero...el estado de excepción desvela la
mentira oculta tras la gruesa epidermis del rinoceronte Estado. Pocio, ¿ estoy
en lo evidente? Los ciudadanos se vuelven revolucionarios y toman conciencia de
su clase social cuando están sometidos a las botas de los caudillos y padecen
realmente la opresión económica e ideológica de la violencia de Estado, sin la
mediación de leyes instituidas por la oligarquía partidaria. Oligarquías con el
fin de perpetuarse como piojos en las costuras del capitalismo. (
Despreciativo) Con estricta coherencia, los anarquistas eligen los atentados
como un medio para liberarnos de la opresión de la minoría dominante
estatificada. (Pausa) Pocio,
callas.(Pausa) Pocio, ¿silencias la
verdad y te cubres en la mudez ?.
Pocio.- ( Habla cansado) He
repetido que no nunca estuve en el lugar del atentado, que tengo testigos que
lo ratificarán.
Cardenal Wu.- ¡ No hay
testigos!. ( Coge varios periódicos y los coloca delante de los ojos de
Pocio) Toda la prensa te señala como autor de la masacre. ( Lee) Un
anarquista culpable del atentado del tren de viajeros.( Pausa)¿ Se equivoca el
mundo?.
Pocio.- Ese día estuve ensayando
con varios compañeros. No hay ninguna prueba que me incrimine, salvo la campaña
dirigida por el ministerio del interior personificando el terror y su solución
en mí.
Cardenal Wu.- ¡Pocio es
inocente!. Sin embargo, en la prensa hay una fotografía en la que tú apareces
en la estación de ferrocarril de donde salió el tren.
Pocio.- Es una fotografía
anterior a ese día. El mes pasado despedí a mi madre en esa estación.
Cardenal Wu.- Las hienas tienen
también madre. Pocio, tú eres un
anarquista y en ti incuba el terror.
Pocio.- ( Mirando la prensa)
Ninguna minoría tuvo tantos medios de manipulación como ésta para convertir a
los hombres en excrementos. Los dejáis desnudos y les prestáis las imágenes
para que se cubran . Formáis la interioridad con la utilidad que proporciona la
mentira y la mala conciencia. Con imágenes trucadas y palabras vacías dais
esperanza a los desesperados. La creación del infierno y del paraíso necesitó
cientos de años de dobleces en la realidad del vencido y ahora inventáis el miedo
y el terror en días para inyectarlo.
Cardenal Wu.- Tú pusiste la
bomba en el tren para originar el caos.
Pocio.- ( Alto) Enséñame tus brazos y veré tus venas
agujereadas por la aguja de la jeringa ( Cardenal Wu coloca sus brazos detrás
de la espalda)
Cardenal Wu.- El terror es
rojo.
Pocio.- Habéis necesitado dos
guerras mundiales, y otra tantas más, para entrar en la conciencia de los
dominados. El terror siempre es blanco.
Cardenal Wu.- ( Exasperado
golpea a Pocio)
Unes la arrogancia del
anarquista con la fe terrible de los que no temen el castigo. Un fragmento de
hombre que se une a otro para desafiar la evidencia de los hechos. Tu condena
será los suficientemente larga y te dará la cordura de la que careces. Bailarás
en medio del patio de la prisión para los reclusos lujuriosos. Entonces te
desprenderás de la memoria de lo que eres y entrarás en el túnel de la
degradación física. El guapo Pocio se transformará en un enfermo que busque el
sol contra una pared desconchada. Alguien te ofrecerá heroína y te la inyectarás buscando olvidarte
de los inventores de tu condena. Tu cuerpo estallará en fragmentos manchados
con la baba de un idiota¿ Recuerda Pocio que
la historia es una fábula contada por un idiota lleno de terror y
furia?.
El escenario donde la contarás
será el patio de una cárcel y tal vez allí encuentre unos ojos enamorados que
te entiendan sin necesidad de palabras.
Pocio.- Ningún juez me
sentenciará con las pruebas que tenéis, ya que soy inocente.
Cardenal Wu.- ¿ Tú apuestas por
la neutralidad de los tribunales?.
Acto Tercero.
Escenarios:
El salón de reuniones de la logia de Amescua.
La biblioteca de la vivienda de Margarita.
El proscenio.
Escena I
El salón de reuniones de la logia
de Amescua.
Amescua.- ( Sentado bajo una
luz invernal)
La reproducción de la
sociedad es un
acto producción continuo. Las cosas y los hombres deben aparecer,
desaparecer y presentarse nuevamente. Sólo la orgía del desorden impide este
perpetuo movimiento. ( Medita) La historia exige en la presencia de los héroes
para que sus actos empujen adelante la inercia de la sociedad. ¿ Dónde va
sociedad que deja de producir?. A la destrucción de su riqueza acumulada. La
peste negra que introduce en la historia el vómito sangriento del miedo. La
pandemia destruye la tecnología volviéndola decrépita y al capital humano
envejeciéndolo de cuerpo y de adiestramiento. El héroe con sus actos
instintivos introduce la rueda de la historia en el eje de la razón. La
violencia necesaria de la razón. Al mismo tiempo que el amo vive, vive su
esclavo. Simultáneamente se reproducen
el capitalista y el obrero. La renuncia al goce permite que se multiplique el
poder de la riqueza del uno y del otro.¿ Cómo no echarse a la espalda la misión
de encauzar el río desbordado por los agitadores?. Julio César destruye la
república romana al percatarse que es ya
una traba para un poder político y
económico que precisa administrar la riqueza del mundo conquistado por los
patres republicanos. Julio César exige
la encarnación de una fuerza emergente en un ser único, el poder unitario bajo
el lema in hoc signo vinces. Los finales del siglo XX exigen la voluntad
imperativa y no una asamblea de patricios electos. Los linajes políticos
están desgastados por herederos dementes
y burócratas que se alquilan por el goce. Ellos no conciben la universalidad
del imperio. ( Breve silencio. Hojea un libro) .
¿ Cuántas veces comprende el
capital invertido en la bolsa de valores el producto nacional?. ¿ No
necesitamos que la deuda del Estado aumente para que la burguesía financiera rentabilice la riqueza ociosa?. El Estado no
es un agente neutral, sino el regulador de la prosperidad y de la crisis. Si al final de la historia no está el Estado,
no hay concreción para la civilización que domeña la necesidad en nombre de la
razón.
(Entran tres masones)
Masón 1.- ( A Amescua) ¡
Fraternidad!.
Masón 2 y 3.- ¡ Ayuda mutua!.
( Amescua los besa en la
mejilla).
Amescua.- Os he llamado ya que
los sucesos nos desbordan. Conocéis que Juan Grin ha sido raptado por un grupo extremista, que
el partido se fracciona en conservadores y aperturistas, disminuye la inversión
pública y privada, los capitales huyen fuera de nuestras fronteras, los salario caen y el desempleo aumenta con
las consiguientes huelgas y la aparición de extremistas que asesinan a policías y ponen bombas en las plazas y en
los trenes. ( Breve silencio) La pregunta es clásica: ¿ Qué hacer ya?
Masón 1.-No se debe temer al
desorden. La vida social se agita al intentar hallar soluciones a problemas que
se presentan inmediatos. Al igual que en
una iglesia gótica múltiples elementos contrarrestan el empuje de la
bóveda y que sin todos ellos se vendría
abajo, múltiples fuerzas sociales
contienen el derrumbe social. Unas provienen de la respuesta a la anarquía
de los que están sometidos al imperativo de la ley y otras del temor a lo desconocido. Nuestro
tiempo no es revolucionario. Ninguna propuesta de la oposición conduce a la sustitución de lo viejo por lo utópico.
Amescua.- No peligra la
sociedad, sino nuestra organización. El movimiento de Juan Grin
acercándose a la izquierda claramente
manifiesta la intención como grupo de presión.
Masón 2.- Juan Grin fue
secuestrado. ¿Por quién?.
Amescua.- Nadie lo sabe.
Masón 3.- La prensa destacará
este secuestro y meterá el miedo a los movimientos de protesta. Se arrugarán
creyendo que el golpe de estado es posible.
Masón 2.- Convendría que los
periódicos que controlamos hablarán de inquietud en las fuerzas armadas.
Masón 1.- En el juego de la
bolsa de valores se ha perdido el ahorro que se ha formado en los últimos años
de contención de precios y crecimiento real de los salarios. La gente
ahorradora se dejó llevar por los manipuladores del capitalismo popular.
Muchas empresas se financiaron
con este dinero barato. Los perdedores bursátiles se acogerán a la esperanza de la
recuperación. El análisis de la esperanza depende del estado de opinión que
fabriquemos mediante la información. Llorarán si los hacemos llorar y reirán
si les abrimos la boca con las tenacillas
de los sueños que se cumplen esperando.
Masón 3.- El asunto Calvi
pertenece a la crónica de sucesos misteriosos.
Amescua.- ¿Y las
investigaciones sobre su muerte y la naturaleza política y religiosa de sus
depositantes?.
Masón 1.- ¡Intoxicación!. A la
gente que pierde dinero le encanta ver a los banqueros colgados. Los confunden
con usureros. Su muerte parece un castigo divino.
Amescua.- Príncipe ha asesinado
a un periodista amigo de Osorio que estaba detrás de nuestra posición en esta
crisis.
Masón 1.- Un asesinato para robar a un periodista con
tendencias homosexuales. Ajuste de cuentas entre maricas.
( Entra el Sr X. Un hombre
alto, mayor y delgado que se apoya en un bastón. Todos lo observan mientras se
sienta.)
Sr X.- Todo conflicto genera
sus soluciones. Un anarquista, llamado Pocio, y su grupo serán acusados de los
atentados criminales. A Juan Grin se le
encontró este mediodía asesinado en el maletero de un automóvil. Este asesinato
hará que la gente pida estabilidad y seguridad y mayor represión contra los
izquierdistas. Los sindicatos pactarán con los empresarios un crecimiento del
salario mediante un aumento de la productividad y la jubilación de los
trabajadores que no se adapten a los nuevos procesos tecnológicos por edad. Las
huelgas se entenderán como políticas y antisociales. Los diputados de todos los
partidos políticos reafirmarán su fe en
los principios de la democracia por recelos a perder su escaño en las próximas
elecciones sin apoyan posturas políticas que se desmarquen de instinto
colectivo que exige represión contra los agitadores. En las próximas elecciones
nos mantendremos en el habitual porcentaje de votos del partido y haremos
alianza con algún partido minoritario de izquierdas que nos permita gobernar
con la actitud centro-izquierda habitual en las crisis de nuestra sociedad
actual. Lo demás lo hará la acción de la justicia y la policía.
Amescua.- ( Atemorizado) ¿ Y la
logia?
( El grupo de masones sale.
Silencio)
Sr X.- Amescua tendrás que sacrificarte en aras de la seguridad de
todos. Mañana te detendrá la policía como elemento conectado a grupos que
propugnan un golpe de estado. La logia será presentada como la parafernalia de
un excéntrico Estarás un tiempo en la cárcel y luego saldrás en libertad
provisional para que huyas y disfrutes de popularidad y dinero en Suiza. El
príncipe huirá a Sudamérica y se convertirá en un honesto comerciante de
artículos de carnaval.
Amescua.-¿ El cardenal Wu?.
SrX.- Negará toda conexión
personal con Calvi y la aparición de
cuentas financieras en el banco de San Francisco será el acto imprudente de un
hombre religioso metido a asuntos especulativos de los que tantos hay en esta
época. Luego se dedicará al estudio y la meditación y plácidamente será olvidado.
Escena II
La biblioteca de la vivienda de
Margarita. Está sentada en un sillón
frente a los espectadores. Osorio busca
libros en los estantes de la librería.
Margarita.- ( Mirando a Osorio)
¿ Avanza la biografía de Juan?.
Osorio.- ( Se dirige a su mesa
de trabajo y se sienta) Las actuaciones de sus últimos años de vida se enredan
en decisiones ambiguas. La elección de sus acciones obviaban la realidad. El
peligro se acercaba tras su espalda y se empeñaba en huir hacia delante.
Margarita.- Osorio, los líderes
descubren las contradicciones que entierran una época antes que los
sepultureros.
Osorio.- Sus asesinos estaban
al acecho y éstos si eran previsibles.
Margarita.- Distinguimos las
sombras y evitaremos salir a la luz para que se cuelguen a nuestro cuerpo.
Osorio.- Su secuestro,
cautiverio y asesinato marcan el comienzo de una reacción conservadora que aplaza la entrada en política de una
generación que destruya los supuestos económicos e ideológicos de la guerra
fría. Yo escribiría que la continuidad
de la guerra fría determinó el
asesinato de Juan Grin.
Margarita.- ( Se pasa la mano
por la frente y suspira) Nos quedamos solos. (Pausa) Greta Garbo y Ava Gadner,
cuando se percataron de que su tiempo había pasado, se pusieron gafas de
cristales oscuros y se escondieron en apartamentos de edificios anónimos. Las
mujeres acatamos con discreción la decrepitud.( Silencio. Osorio escribe).Las
mujeres encubren su soledad en los almacenes comerciales. Se prueban ropa
se miran en los espejos de los probadores y las entregan a los dependientes con
gestos de disculpa. Por las ventanas de los autobuses públicos, curiosean en una
multitud anónima que avanza rápida por las aceras, se agolpa en los pasos de
peatones, se besan al reconocer a los amigos despidiéndose rápidamente. La
multitud es la unión de un espacio y
tiempo donde la responsabilidad de elegir se esconde en los pliegues rígidos
del deseo de vivir sin responsabilidad moral.
Osorio.- ( Mirando a Margarita)
Juan Grin dijo que la libertad es el riesgo de oponerse al
objeto que los demás quieren convertirnos.
Margarita.- ( Recordando) En esta oposición nos liberamos y proyectamos
la subjetividad en un mundo que nos convierte en seres depreciados y por tanto
manipulables en el terror de los deseos impuestos por los compradores de
asalariados.
Osorio.- Apeló al riesgo de la
libertad y en ese grito se quedó. Ahora,
al escribir sobre él, me parece que sus palabras llegan como las de una persona
detrás de un cristal. Una boca abierta y el vaho adherido a una superficie. Los
que miran se aturden y huyen.
Margarita.- Un biógrafo
necesita exaltar a su héroe, Osorio. Usted lo traslada a las palabras que
inutilizan el mensaje de su vida.
Osorio.. Perdóname. No soy
objetivo, su asesinato aún me hace sufrir. El asesinato de Beer me confirma de
que hubo una conspiración para eliminarlo.
Margarita.- No me gusta ese
infinitivo. Me evoca la expulsión de excrementos.
Osorio.- Juan Grin fue la
eliminación de una incógnita en una operación matemática del poder.
Margarita.- Así resulta mejor.
El estilo literario es esencial a la comprensión correcta.
Osorio. Yo me encontré con Beer para que descubriera al
verdadero inductor de las acciones de
Amescua. El intrigante que se
escondía tras Amescua.
Margarita.- No viviremos para
conocerlo.
Osorio.- Tal vez sea así. Me
entristece .
Margarita .- ( Se levanta del
sillón acercándose a la ventan) Hace días que no veo al viejecito de los
perros.
Osorio.- Se ingresó en un
geriátrico. A sus dos perros los llevó a la perrera municipal.
Margarita.- Saludaba a todo el
mundo y los perros le servían para entretener su falta de ocupaciones. Desde la
muerte de Juan, me conmueven extremadamente la desaparición de los hechos
habituales. (Pausa) Mi madre, que fue destruyendo paulatinamente su aptitud
emotiva hasta convertirse en una espectadora indiferente ante la desolación y
el júbilo, mantenía un jilguero cuya jaula situaba debajo de una bombilla de
cuarenta watios para que la luz y el calor lo excitarán al canto. Aquel pájaro
obsesionado por un amanecer incesante la alegraba con su ingenuidad. (Pausa)
Mientras tejía jerséis de lana que
dejaba inacabados. Los padecimientos endurecen, pero a otros los vuelve tan
sensibles que buscan incesantes una aurora fija. No soy como ella. Me conmueve
la desaparición de las personan y de las cosas. El mundo se vuelve extraño y
ajeno en medio de calles por donde nunca has pasado y con gente que nunca has
convivido. El envejecimiento me asusta por la oscuridad en la que sitúa las
personas que amamos y los objetos que fueron testimonio del idilio de la
seguridad.
Osorio.- Una de mis tías
abuelas sacaba sus álbumes de fotografía para reírse de los habían muerto.
Estaba ida. Murió buscando a su vieja hermana que había muerto unos días antes
y deseando encontrar en su cuerpo estigmas que le aseguraran la resurrección.
Margarita.- ( Vuelve a sentarse
y sonríe) Sus ejemplos son demoledores.
Osorio.- Pero verídicos.
Margarita.- Cuando acabe la
biografía de Juan, ¿ qué hará?.
Osorio.- Supongo que me buscaré
una residencia y esperaré como el jilguero de su ejemplo un amanecer permanente.
( Margarita se duerme. Osorio
se levanta de su mesa de trabajo y con una manta de color rojo la tapa).
Osorio.- ( Bajo) El asesinato
de Juan Grin irá desapareciendo de la
memoria de los hombres y los que deseen saber quién fue buscarán su apellido en
el diccionario enciclopédico. ( Se acerca al equipo de música y lo enciende.
Suena la overtura de la Flauta Mágica e Amadeus Mozart. En el escenario va
apareciendo las luces del atardecer)
Escena III
El coro de bailarines en el
proscenio. Se aprietan y encogen
temerosos.
Uno del coro.- Los hombres se
parecen a los dioses.
Dos del coro.- Los hombres se
inventan a los dioses.
Tres del coro.- Cronos devora a
sus hijos.
Uno del coro.- ( a Dos del
coro) ¡ Cuenta el final de la historia!.
Dos del Coro.- No hay historia.
Tres del coro.- ¡ La historia
de Pocio!.
Dos del coro.- ¿ Toda
completa?.
Uno del coro.- Sí.
Dos del Coro.- ( Comienza a
bailar)
La historia fue la siguiente.(
Pausa) Los magistrados investigaron a
fondo. No dejaron un papel sin mirar por delante y detrás.
Uno del coro.- Pocio ingreso en
prisión acusado de actos terroristas. Estuvo algunos años.
Dos del coro.- Los magistrados
descubrieron que las pruebas contra Pocio no valían nada. Habían sido adulteradas
como el pan mezclado con yeso.
Tres del coro.- Fue liberado.
Los tres del coro.- ( Al
unísono) Los magistrados enviaron a la
cárcel a Amescua y luego le dieron la condicional. Amescua se escapó de la
vigilancia policial y llegó hasta Suiza donde se dedicó a rajar de los
políticos y gastar el dinero que según algunos había ahorrado.
Tres del Coro.- ( Bailando)
Fueron tantas sus rajadas que las autoridades solicitaron la extradición del
país de las vacas.
Uno del coro.- Otra vez en la
cárcel y luego fuera de la cárcel. Murió de desengaño y a causa de sus excesos
culinarios.
Dos del Coro.- El Príncipe se entremezclo con los servicios
secretos que le dieron identidad falsa.
Tres del coro.- El Cardenal
Wu tuvo visiones y anunció un nuevo
advenimiento de Cristo. Está enfermo de cáncer de próstata.
( El coro Baila)
Uno del coro.- Nosotros
bailamos menos y fumamos más.
Tres del coro.- ( Los tres con
el dedo índice en la boca) ¡Chist.! ( Se esconden en un extremo del proscenio)
( Entra Pocio con Laura. Se le nota un evidente cojera)
Pocio.- ( A Laura) El
traumatólogo me ha dicho que volveré a bailar.
Laura.- ( Lo besa) Seguro que
volverás a bailar.
Pocio.- ( Se aleja de Laura
para dar unos pasos de baile) ¡ NI la cárcel ni los golpes pueden conmigo¡.
( Laura baila a su alrededor).
Los tres del coro.- El dios
Baco lo eligió para que se embriagara con la vida.
( El coro baila mientras
suena la overtura de la Flauta mágica.)
Los tres del coro.:
Ya lo sabemos, sí,
qué sabios,
Hitler, campos de esclavitud,
Stalín, campos de esclavitud,
Palestina, campos de esclavitud,
El capitalismo, el hombre
mercancía .
Todo lo sabemos
Y no nos gusta.
Tendremos que salir a la calle
a destruirlo
Y a bailar.
Oscuridad.
FIN
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