1
El hombre desnudo, legal y económicamente, que se presenta en la Pietá, se incluye en la situación histórica concreta renacentista de dominio económico gremial y político de la Comuna del Estado florentino de clases. Poder de clase de dominante y dominado siempre en una realidad histórica determinada. La Pietá simboliza, en su lenguaje plástico, la materialidad ideológica de una situación de poder antagónico de clases. Las luchas políticas y económicas revolucionarias de 1498 en Florencia. El Cristo yacente pertenece al ámbito de la fuerza del dominante sobre la víctima. El dominado es la víctima desnuda en la Pietá. Ella es una víctima Universal de aquí que deba ser redimida por una Justicia Universal. Miguel Ángel, en el grupo escultórico de la Pietá, nos muestra su convicción moral de que la víctima espera por su sufrimiento la redención de la Justicia Universal. La víctima sufre las acciones punitivas de los dominantes hasta la extenuación agónica de la existencia. El tiempo, que es tejido constitutivo del Ser humano, se lo apropian OTROS para utilizarlo como una cosa útil a sus intereses ideológicos y materiales. La enajenación del tiempo existencial del dominado, que es reproducido en bienes útiles con valor de cambio monetario, ejemplariza la sumisión del individuo a las fuerzas políticas y económicas de poder hegemónico. Estas fuerzas imponen la obediencia útil del que trabaja o el sufrimiento que extingue a la víctima. El sacrificio de la víctima incluye el denso entramado de la irracionalidad y la obediencia carente de voluntad de los intereses materiales e ideológicos del dominante. El dominante se perpetúa en la existencia cosificada de la víctima. La racionalidad del dominante se organiza en fuerza social corporativa para penar la acción del que desobedece. Así la violencia se evidencia en la acción estratégica de los fines materiales e ideológicos del dominante sobre el dominado. La relación de poder es una relación de antagonismo de intereses políticos y económicos. De esta forma el hombre no es colectividad, sino apropiación. La víctima es manipulada y regulada por el imperativo del Ser natural de permanecer vivo en un modo social que reproduce su supervivencia. La ideología de dominio maquina la persecución y el sacrificio de las víctimas en el vacío del miedo. La víctima se inscribe en la inmovilidad del tiempo manipulado como grafías fotográficas de seres desconocidos. La Pietá es un testimonio, sin agotamiento temporal, de la memoria de la víctima. No sería inteligible su testimonio de redención, desde 1498, su actualidad en 2011, sin la perpetuación incesante de las víctimas en las prácticas políticas y económicas de dominantes a dominados.
2
La Pietá es la obra plástica intemporal del arte de Miguel Ángel, pero en ella están los antagonismos sociales del Renacimiento. La exigencia del artista de una moral social abierta y exenta de ritualidad y dogmatismo. La negación de la autoridad jerarquizada ante la experiencia moral que se orilla en la colectividad espiritualizada que vive sin coacción. Miguel Ángel se enfrenta a las quebraduras históricas de la fe por la búsqueda de una religión unida al sentimiento del porvenir cierto. Miguel Ángel esculpe en la materia una moral que debe llegar a Justicia Universal. Expresa en su arte la convicción de que la víctima debe ser redimida. La Virgen de la Pietá se ensimisma en la redención temporal de la víctima. Miguel Ángel cree una religiosidad en el sentimiento libre para el hombre nuevo del renacimiento. La propuesta de una filosofía moral, que Erasmo de Rotterdam (c. 1466-1536), escritor, erudito y humanista holandés, propondrá a los conflictos sociales de la Reforma protestante. La necesidad colectiva de razón y fe para que la Comunidad Social instaure la Justicia. El porvenir del hombre en la historia exige que las relaciones ideológicas no enmascaren la inhumanidad del poder de dominantes a dominados. La Pietá simboliza la Humanidad a la espera del progreso histórico de la Justicia Universal.
3
Miguel Ángel esculpe el grupo escultórico de la Pietá en los acontecimientos sociales y religiosos de 1498 en Florencia. La revolución de clases florentina contra los Médici, en la coyuntura política de la invasión militar del rey francés Carlos VIII en Florencia. Coyuntura histórica, donde los bloques sociales subordinados al poder absolutista de los Médici constituyen una fuerza social para controlar el poder del Estado florentino. El bloque social dominado, artesanos gremiales y oficiales, clase media, pacta su exigencia de poder político y económico con las masas sociales de trabajadores sin derechos políticos ni económicos. Esta alianza de gremios menores y desclasados, o de clases medias y gente sin derechos, conforma el sector social revolucionario.
En Florencia, el bloque político dirigente de mercaderes y banqueros, subordinados a la dirección hegemónica de los Médici, duda en 1498 de la continuidad del poder de los Médici. Por esto, espera, en un alejamiento del escenario político, fuera del momento actual revolucionario de los grupos dominados. La revolución social pretende cambiar los equilibrios políticos conservadores de la clase dominante en el Estado florentino. La revolución se apoya en las tropas francesas y en la ideología religiosa que comprende la riqueza de los ricos como la causa del alejamiento de las masas pobres de la religión. Las revolución ideológica florentina de 1498 aunque solapada en la teocracia del Estado Medieval, impone en sus valores el desprecio por el racionalismo económico y el espíritu de lucro de la economía monetaria. La teología tomista estamental oculta las relaciones económicas capitalistas florentinas. Los bloques sociales dominados quieren el poder del Estado florentino para modificar la situación de las relaciones de ganancias de lucro, bajos salarios, precios de monopolio de las compras de los mercaderes financieros, aunque su lenguaje político se oculte tras una terminología religiosa medievalista. Este ocultamiento de las relaciones de poder económico por la religión implica la aparición de personajes religiosos que aceleran el tiempo revolucionario a través del hostigamiento a la inmoralidad de la riqueza y la pobreza evangélica. Se exige una moralidad económica sin lucro, contra el cálculo, la especulación y la concentración del capital en los gremios mayores de financieros y mercaderes. Una actitud religiosa de la moral, que en su acción política, actúa desorganizando la ideología racionalista en lo económico y la ética de la antigüedad clásica de mercaderes y banqueros. En la estructura social renacentista, una religión de retorno medieval a las prácticas económicas y asociativas de convivencia. Girolamo Savonarola (1458-1498) será el portavoz religioso y político de esta regresión del capitalismo florentino a formas precapitalistas. Las masas sociales medias y desheredadas florentinas estructuran su desesperación en una reordenación social bajo el lenguaje evangélico y apocalíptico de fraile dominico Savonarola.
Al triunfo revolucionario de 1498, de las clases sociales dependientes y subordinadas de los gremios menores y del pueblo sin derechos, le habrá de sucede la contrarrevolución religiosa y política de las fuerzas conservadoras. El papa Alejandro VI, ante los ataques de Savonarola al inmoralismo del papado, amenaza a todos los habitantes de Florencia con la pena de entredicho, que significa prohibir los sacramentos para todos los ciudadanos e impedir que los muertos se entierren en cementerios bendecidos. Estas amenazas provocan el terror del pueblo de Florencia. En 1497 Savonarola fue expulsado de la Iglesia. En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución. En 1498 falleció Carlos VIII, el rey de Francia que había sido hasta entonces defensor de Savonarola. La Contrarrevolución da lugar a una reorganización de las alianzas políticas y los revolucionarios radicales son derrotados por el poder militar contrarrevolucionario del papado.
El fraile dominico Savonarola, y sus seguidores, son acusados de herejía, rebelión y errores religiosos. El fraile dominico fue conducido a la prisión de Florencia. Durante cuarenta y dos días se le somete a tortura, así como a sus partidarios. Savonarola firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores han dejado intacto para que pudiese hacerlo. El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la Plaza della Signoria junto con sus seguidores, que fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular. El fraile dominico tardó en quemarse varias horas. Los restos fueron sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que se redujeran a cenizas y sus partidarios no los trataran como reliquias. Cuando quedaron reducidos a cenizas, fueron arrojadas al rio Arno. La familia Médici volvió a recuperar el gobierno de Florencia. La contrarrevolución se impone definitivamente. El poder de los Médici se vuelve absoluto.
4
La fecha de la muerte de Savonarola, 1498, coincide con la finalización escultórica de la Pietá 1498. Las fechas coincidentes testimonian los efectos de temporalidad concordante de la revolución florentina y el grupo escultórico de Miguel Ángel. Una Virgen adolescente bella y ensimismada en el tránsito temporal de la vida a la muerte. Sus vestidos se amplifican en numerosos pliegues en los que cae el Hijo muerto. El hijo muerto aparenta mayor edad que la Madre. Es una composición triangular en la que el grupo escultural se cubre de sosiego y ternura. La muerte está intencionalmente humanizada. La muerte del hijo es un hecho histórico. La juventud de la Virgen desvela el idealismo renacentista de representar, la belleza y juventud intemporal, en una adolescente joven y bella. El cuerpo de mármol de Cristo se quiebra en la rigidez de la muerte y se contrapone a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen. El brazo derecho de la víctima cae inerte. El brazo izquierdo de la Virgen sostiene el cuerpo grávido con gesto firme para que perdure el instante como eternidad.
El brazo derecho de la víctima cae inerte. Este brazo derecho es la expresión conmemorativa de la memoria de la ejecución de Savonarola. Savonarola había firmado su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores dejan intacto para que pudiese hacerlo. Es el brazo derecho con el que Miguel Ángel testimonia la eternidad del fraile dominico. La plástica artística de Miguel Ángel, con el mármol de la Pietá, será para que perduren las vivencias emocionales del dolor universal de las víctimas y la exigencia de una Justicia Universal. La tradición oral y popular exigirá ver el Cristo de la Pietá como el cuerpo del fraile dominico Savonarola, ejecutado inquisitorialmente, en los brazos de la Virgen.
El hombre desnudo, legal y económicamente, que se presenta en la Pietá, se incluye en la situación histórica concreta renacentista de dominio económico gremial y político de la Comuna del Estado florentino de clases. Poder de clase de dominante y dominado siempre en una realidad histórica determinada. La Pietá simboliza, en su lenguaje plástico, la materialidad ideológica de una situación de poder antagónico de clases. Las luchas políticas y económicas revolucionarias de 1498 en Florencia. El Cristo yacente pertenece al ámbito de la fuerza del dominante sobre la víctima. El dominado es la víctima desnuda en la Pietá. Ella es una víctima Universal de aquí que deba ser redimida por una Justicia Universal. Miguel Ángel, en el grupo escultórico de la Pietá, nos muestra su convicción moral de que la víctima espera por su sufrimiento la redención de la Justicia Universal. La víctima sufre las acciones punitivas de los dominantes hasta la extenuación agónica de la existencia. El tiempo, que es tejido constitutivo del Ser humano, se lo apropian OTROS para utilizarlo como una cosa útil a sus intereses ideológicos y materiales. La enajenación del tiempo existencial del dominado, que es reproducido en bienes útiles con valor de cambio monetario, ejemplariza la sumisión del individuo a las fuerzas políticas y económicas de poder hegemónico. Estas fuerzas imponen la obediencia útil del que trabaja o el sufrimiento que extingue a la víctima. El sacrificio de la víctima incluye el denso entramado de la irracionalidad y la obediencia carente de voluntad de los intereses materiales e ideológicos del dominante. El dominante se perpetúa en la existencia cosificada de la víctima. La racionalidad del dominante se organiza en fuerza social corporativa para penar la acción del que desobedece. Así la violencia se evidencia en la acción estratégica de los fines materiales e ideológicos del dominante sobre el dominado. La relación de poder es una relación de antagonismo de intereses políticos y económicos. De esta forma el hombre no es colectividad, sino apropiación. La víctima es manipulada y regulada por el imperativo del Ser natural de permanecer vivo en un modo social que reproduce su supervivencia. La ideología de dominio maquina la persecución y el sacrificio de las víctimas en el vacío del miedo. La víctima se inscribe en la inmovilidad del tiempo manipulado como grafías fotográficas de seres desconocidos. La Pietá es un testimonio, sin agotamiento temporal, de la memoria de la víctima. No sería inteligible su testimonio de redención, desde 1498, su actualidad en 2011, sin la perpetuación incesante de las víctimas en las prácticas políticas y económicas de dominantes a dominados.
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La Pietá es la obra plástica intemporal del arte de Miguel Ángel, pero en ella están los antagonismos sociales del Renacimiento. La exigencia del artista de una moral social abierta y exenta de ritualidad y dogmatismo. La negación de la autoridad jerarquizada ante la experiencia moral que se orilla en la colectividad espiritualizada que vive sin coacción. Miguel Ángel se enfrenta a las quebraduras históricas de la fe por la búsqueda de una religión unida al sentimiento del porvenir cierto. Miguel Ángel esculpe en la materia una moral que debe llegar a Justicia Universal. Expresa en su arte la convicción de que la víctima debe ser redimida. La Virgen de la Pietá se ensimisma en la redención temporal de la víctima. Miguel Ángel cree una religiosidad en el sentimiento libre para el hombre nuevo del renacimiento. La propuesta de una filosofía moral, que Erasmo de Rotterdam (c. 1466-1536), escritor, erudito y humanista holandés, propondrá a los conflictos sociales de la Reforma protestante. La necesidad colectiva de razón y fe para que la Comunidad Social instaure la Justicia. El porvenir del hombre en la historia exige que las relaciones ideológicas no enmascaren la inhumanidad del poder de dominantes a dominados. La Pietá simboliza la Humanidad a la espera del progreso histórico de la Justicia Universal.
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Miguel Ángel esculpe el grupo escultórico de la Pietá en los acontecimientos sociales y religiosos de 1498 en Florencia. La revolución de clases florentina contra los Médici, en la coyuntura política de la invasión militar del rey francés Carlos VIII en Florencia. Coyuntura histórica, donde los bloques sociales subordinados al poder absolutista de los Médici constituyen una fuerza social para controlar el poder del Estado florentino. El bloque social dominado, artesanos gremiales y oficiales, clase media, pacta su exigencia de poder político y económico con las masas sociales de trabajadores sin derechos políticos ni económicos. Esta alianza de gremios menores y desclasados, o de clases medias y gente sin derechos, conforma el sector social revolucionario.
En Florencia, el bloque político dirigente de mercaderes y banqueros, subordinados a la dirección hegemónica de los Médici, duda en 1498 de la continuidad del poder de los Médici. Por esto, espera, en un alejamiento del escenario político, fuera del momento actual revolucionario de los grupos dominados. La revolución social pretende cambiar los equilibrios políticos conservadores de la clase dominante en el Estado florentino. La revolución se apoya en las tropas francesas y en la ideología religiosa que comprende la riqueza de los ricos como la causa del alejamiento de las masas pobres de la religión. Las revolución ideológica florentina de 1498 aunque solapada en la teocracia del Estado Medieval, impone en sus valores el desprecio por el racionalismo económico y el espíritu de lucro de la economía monetaria. La teología tomista estamental oculta las relaciones económicas capitalistas florentinas. Los bloques sociales dominados quieren el poder del Estado florentino para modificar la situación de las relaciones de ganancias de lucro, bajos salarios, precios de monopolio de las compras de los mercaderes financieros, aunque su lenguaje político se oculte tras una terminología religiosa medievalista. Este ocultamiento de las relaciones de poder económico por la religión implica la aparición de personajes religiosos que aceleran el tiempo revolucionario a través del hostigamiento a la inmoralidad de la riqueza y la pobreza evangélica. Se exige una moralidad económica sin lucro, contra el cálculo, la especulación y la concentración del capital en los gremios mayores de financieros y mercaderes. Una actitud religiosa de la moral, que en su acción política, actúa desorganizando la ideología racionalista en lo económico y la ética de la antigüedad clásica de mercaderes y banqueros. En la estructura social renacentista, una religión de retorno medieval a las prácticas económicas y asociativas de convivencia. Girolamo Savonarola (1458-1498) será el portavoz religioso y político de esta regresión del capitalismo florentino a formas precapitalistas. Las masas sociales medias y desheredadas florentinas estructuran su desesperación en una reordenación social bajo el lenguaje evangélico y apocalíptico de fraile dominico Savonarola.
Al triunfo revolucionario de 1498, de las clases sociales dependientes y subordinadas de los gremios menores y del pueblo sin derechos, le habrá de sucede la contrarrevolución religiosa y política de las fuerzas conservadoras. El papa Alejandro VI, ante los ataques de Savonarola al inmoralismo del papado, amenaza a todos los habitantes de Florencia con la pena de entredicho, que significa prohibir los sacramentos para todos los ciudadanos e impedir que los muertos se entierren en cementerios bendecidos. Estas amenazas provocan el terror del pueblo de Florencia. En 1497 Savonarola fue expulsado de la Iglesia. En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución. En 1498 falleció Carlos VIII, el rey de Francia que había sido hasta entonces defensor de Savonarola. La Contrarrevolución da lugar a una reorganización de las alianzas políticas y los revolucionarios radicales son derrotados por el poder militar contrarrevolucionario del papado.
El fraile dominico Savonarola, y sus seguidores, son acusados de herejía, rebelión y errores religiosos. El fraile dominico fue conducido a la prisión de Florencia. Durante cuarenta y dos días se le somete a tortura, así como a sus partidarios. Savonarola firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores han dejado intacto para que pudiese hacerlo. El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la Plaza della Signoria junto con sus seguidores, que fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular. El fraile dominico tardó en quemarse varias horas. Los restos fueron sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que se redujeran a cenizas y sus partidarios no los trataran como reliquias. Cuando quedaron reducidos a cenizas, fueron arrojadas al rio Arno. La familia Médici volvió a recuperar el gobierno de Florencia. La contrarrevolución se impone definitivamente. El poder de los Médici se vuelve absoluto.
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La fecha de la muerte de Savonarola, 1498, coincide con la finalización escultórica de la Pietá 1498. Las fechas coincidentes testimonian los efectos de temporalidad concordante de la revolución florentina y el grupo escultórico de Miguel Ángel. Una Virgen adolescente bella y ensimismada en el tránsito temporal de la vida a la muerte. Sus vestidos se amplifican en numerosos pliegues en los que cae el Hijo muerto. El hijo muerto aparenta mayor edad que la Madre. Es una composición triangular en la que el grupo escultural se cubre de sosiego y ternura. La muerte está intencionalmente humanizada. La muerte del hijo es un hecho histórico. La juventud de la Virgen desvela el idealismo renacentista de representar, la belleza y juventud intemporal, en una adolescente joven y bella. El cuerpo de mármol de Cristo se quiebra en la rigidez de la muerte y se contrapone a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen. El brazo derecho de la víctima cae inerte. El brazo izquierdo de la Virgen sostiene el cuerpo grávido con gesto firme para que perdure el instante como eternidad.
El brazo derecho de la víctima cae inerte. Este brazo derecho es la expresión conmemorativa de la memoria de la ejecución de Savonarola. Savonarola había firmado su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores dejan intacto para que pudiese hacerlo. Es el brazo derecho con el que Miguel Ángel testimonia la eternidad del fraile dominico. La plástica artística de Miguel Ángel, con el mármol de la Pietá, será para que perduren las vivencias emocionales del dolor universal de las víctimas y la exigencia de una Justicia Universal. La tradición oral y popular exigirá ver el Cristo de la Pietá como el cuerpo del fraile dominico Savonarola, ejecutado inquisitorialmente, en los brazos de la Virgen.
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