domingo, 18 de marzo de 2018


Aquiles y la tortuga.

A izquierda y derecha del espectador. Una superficie rectangular de grandes dimensiones. Ésta se divide en dos secciones:
Sección A:
Habitación rectangular. La pared de frente al espectador acaba a la derecha en una puerta que lleva a otras habitaciones de la vivienda. Debajo un sofá de cuatro piezas. Colgados cuadros. En el lateral derecho, un armario de madera que cubre las dimensiones de la pared. Al lado una mesa de salón con seis silla y un sofá de dos piezas.
La pared de la izquierda está dividida en dos partes: en una, un estrecho tabique y al lado una puerta corredera de cristal que da una terraza desde donde se divisan edificios.
Junto al tabique un televisor y una mesita. En el centro del escenario, una mesa de camilla, dos sillones y una mecedora de rejilla.

Sección B:

Superficie vacía de mobiliario convencional. Al lado derecho del espectador hay una grada de madera donde descansan o hablar Aquiles y la Tortuga. La puerta de entrada a este espacio es independiente de la entrada a la superficie A, estando situado a la izquierda del espectador en una pared lateral.

Los actores van de la superficie A y B según las acotaciones, pero tienen conciencia de que existe un tabique de cristal entre ellas.


Acto Primero


Escena I

Atardecer otoñal. Aquiles abre la puerta de la sección B. Sube a la grada y observa desde arriba. Enciende un cigarrillo y se descalza entre suspiros de satisfacción. Es un hombre de cuarenta años, vestido con un pantalón de pana de color verde y una camisa de cuello abierto. Sus movimientos expresan cansancio y aburrimiento.

Aquiles.-Todo el tiempo del mundo para mí. Nada delante y nada detrás.(Pausa) Si tuviera un millón me compraría, siempre me compraría... (Pausa reflexiva) La necesidad y el dinero. (Pausa) Tan lenta la tortuga del dinero  y tan rápida la necesidad de Aquiles. ( Bosteza)  Aquiles y la tortuga dinero nunca se encuentran. La paradoja del deseo creciente de Aquiles  y la constancia de la tortuga de huir de los pies ligeros de Aquiles.  Nunca Aquiles cogerá al tortuga. Juego lógico de la inteligencia griega.( Alto) Los dioses son inferiores a la inteligencia humana.(Pausa)  La actividad caminante de la tortuga intensa en su constante huida y el aburrimiento de Aquiles que considera el juego como una estrategia que disminuye su condición heroica.
 ( Pausa) ( Alto) Los héroes  no tienen que vivir con las tortugas.
( Abre la boca)  Igual que los tipos pobres aplastados por los tipos listos. El hambre mete miedo  en las tripas del pobre. 
( Observa el cielo) Vacío, indiferente, igual, mezquino como una tía guapa que espera a un pobre por temor a su violencia.(Pausa) Vaya, vaya, vaya, no sería mala ocurrencia invertir el tiempo que me sobra en algo útil. ( Riendo) Comprar en la Bolsa de valores acciones a bajo precio y revenderlas. Un suplemento al sacrificio de perder el capital propio.(Pausa) El comunismo capitalista. Todos propietarios de la riqueza por medio de títulos de propiedad.
( Abre la boca) O por ejemplo abrir la boca tantas cuantas veces me dé la gana. Todo el tiempo del mundo para mí. Mi tiempo no es oro. Es una baratija que cada día tiro por el servicio. ( Se sienta en el sillón) Si enciendo el aparato, los tipos parlantes y las tipas torturando con sus encantos. Todo en color. Abría que inventar un algo que hiciera real la ficción. Que las tipas te dirigieran la vista y se insinuaran. Será mejor dormir. ( Largo silencio) A lo mejor la voz de los seres superiores me llama. ( Imitando una voz grave)  Yo, el Ser Superior, te comunico, Aquiles, que serás probado para alcanzar la felicidad. Tendrás tu milagro. No un gran y poderoso milagro, sino el que cabe en una medallita. ( Voz meliflua) Gracias, poderoso Señor, dominador del destino. El perro de Aquiles se conforma con las trapas salidas de la tortuga.(Breve silencio) Guau, guau. Ser perro. No mirar nunca el futuro ni la soledad.( Reflexivo) Los perros están pendientes de su amo.  Si un perro se muere, el amo se queda sin su mirada. Y eso es algo importante. De veras importante. La mirada del otro nos hace reales. ( Como si estuviera galanteando).¡ Cariño! Tus ojos de vidrio no ven, sólo reflejan al que está delante. Eres una ramera profesional. Hacer del amor una profesión.( Pausa) Eres si me pagas, cariño. Yo, Aquiles, el héroes, pago tu precio por adelantado. Y en tus jadeos de profesional convencerme de que el amor evita el aburrimiento. Tu ojos son diminutos espejuelos y en ellos el placer eyaculador de Aquiles. Las boberías de Aquiles.
(Pausa) Si un día llegara el Adviento. ( Saca afuera el forro de los bolsillos del pantalón.) El dinero como un ratón se esconde y Aquiles se desespera por no hallarlo.( Mirando el forro de los bolsillos) Testimonios de un moroso.( Breves silencio) Una vez creyeron en el superhombre los desheredados.( Alto) ¡Que llegue el superhombre!. (Recordando) Aquel tipejo pobre y vengativo leyendo en las plazuelas pública el Zarathustra. Luego se fue a Argentina en busca de la platita y comenzó a desvariar con la justicia peronista.
(  Canta) Tambores y tamborradas. La multitud grita ante su líder. El líder saluda. Montañas nevadas, banderas al frente. ( Normal) Noches en el campamento, con los camaradas y las hogueras encendidas.
( Riendo) Las de la inquisición. O dios o el fuego. Los inquisidores comían testículos. Dominicos devorando la fe rebozada. Una gente así acaba hallando a Dios en los gritos de los torturados. Incluso admitiendo el pecado eres pecador, porque declaras la fe mediante torturas. 

( Entra a escena un personaje joven disfrazado de tortuga. Se deja caer al suelo y gira sobre el caparazón.)

La tortuga.- ( A Aquiles) ¿ Sabes una cosa)?.

Aquiles.- ( Responde como si ya hubiera respondido multitud de veces a esa pregunta de la tortuga.). No estoy dentro de tu cabeza. Me ahorro así tus dolores.

La tortuga.- ( Sin prestarle atención y girando más veloz sobre el caparazón) Venzo la inercia del peso del caparazón girando más rápido. ( Se detiene bruscamente.) Pero si quedo boca  arriba, muero. ( Triste) Soy una tortuga y debo marchar lentamente. Si me escapo de caer boca arriba, seré longeva.

Aquiles.- No eres libre y por eso no consideras el suicidio como una solución a tus limitaciones. El suicidio se prevé. Se piensa en él metafísicamente. Es una idea que está fuera de la naturaleza.
   
La tortuga.-  Una idea así: si corres, quedarás con la tripa al cielo y meneando las patitas. Otra idea: si bebes de prisa, te atragantas. Estamos pensando antes de morir. Luego la tripa al aire.

Aquiles.- También podrías decirte: yo me divierto, porque  no logré darle la vuelta a mi caparazón.. Soy una tortuga ineficiente. .


La tortuga.- ( Airada) Me vuelves loco con tus sandeces. Una tortuga es siempre eficiente.

Aquiles.- ¿ Por qué?.

La tortuga.- ( Riendo su ocurrencia) Por qué no trabaja?. A nadie le interesa una tortuga que no vende su existencia produciendo cosas útiles.

Aquiles.- Sirves para la sopa de tortuga.

La tortuga.- ( Despechada) Siempre buscando comerse a alguien. Los héroes de la antigüedad insaciables en apetitos desordenados. ¿ Quieres decir que no soy libre?.

Aquiles.- No. Quiero decir que eres una tortuga. No hay anuncios en la prensa que diga: Empresario busca una tortuga para trabajar a destajo. Bien remunerado.

Las tortuga.- ( Abatida) Si nadie me compra unas horas, nunca llegaré a beber coca-cola.

Aquiles.- Nunca beberás coca- cola. Se compra con el dinero que logras vendiéndote unas horas al empresario. Tú desconoces ese mundo. Desconoces el mercado de trabajo. Hombres empleados y hombres  sin empleo. La existencia cambiada por dinero o por mendicidad. Tú caes dentro de los mendigos. Vagancia con estridentes lamentos.

La tortuga.-( Se pone de pie) Todo el mundo sabe que los lamentos también tienen un precio. Son útiles para que las almas buenas entren en el Nirvana. Todo lo que es útil tiene precio. El vagabundo también logra dinero.

Aquiles.- Tú, no. Se tiene si uno vende algo.

La tortuga.- ( Insistente) Te he dicho que los lamentos del mendigo se obtiene dinero.

Aquiles.- ( Enfurecido) Con las tortugas se prepara sopa de tortuga.

La tortuga.- ( Enfurecida) Con los héroes se inventan fábulas.

Aquiles.- ( Orgulloso) Yo soy un hombre que incorporo mi energía a la sociedad.

La tortuga.- ( Sorprendida) ¡ Un objeto energía que con  dinero compra objetos energéticos!.

Aquiles.- Para tener dinero tienes que manejar herramientas. Algo que transmita tu energía a una materia prima.

La tortuga.- Un mono adiestrado a un destornillador. Mejor tocarse el pito. ( Despreciativo) ¡Una energía a través de una herramienta y con ese título bebes coca-cola!.

Aquiles.- Tan testadura como duro es tu caparazón.

La tortuga.- Como si golpeara con un martillo la armadura del héroe. Su pecho suena a lata.

Aquiles.- ( Levanta una pierna)  Sí, pero tú no haces esto.

La tortuga.- ( Orgullosa) Si lo hago. ( Se levanta del suelo y levanta una pierna. Se cuenta los dedos de las manos) Tengo diez dedos.

Aquiles.- ( Molesto) Si tuvieras dedos, no serías una tortuga.

La tortuga.- ( Le acerca los dedos) Tú puedes verlos. Hay diez dedos.

Aquiles.- No hay diez dedos. Tienes huesos atrofiados acabados en una uñas espantosas.

La tortuga.- Darwin dijo que...( lo interrumpe Aquiles).

Aquiles.- Darwin era un iluminado. Se empeño en que los seres se perfeccionan según las circunstancias adversas. Era un creyente del porvenir.

La tortuga.- Estuvo en las Galápagos.

( Breve silencio).

Aquiles.- Recogiendo conchas de moluscos. ( Riendo) Seguro que se subió encima de una tortuga. 

La tortuga.- ( Triste) Él no era un sabio malo. Escribió unas memorias para que sus hijos lo recordaran.

Aquiles.- Alguien que escribe sus memorias para tales lectores es un sabio crédulo.

La tortuga.- Sabio y crédulos son términos antagónicos.. Uno es sabio y entonces no es crédulo.

Aquiles.- No discuto contigo en términos dialécticos. ( Con énfasis) Nunca una tortuga entenderá a G.W.Hegel.  ( Pausa) La lógica no es manjar de tortugas.   No sirve para nada. Uno dice y si lo entienden está bien.

La tortuga.-  La verdad que no la entiendo. Sin embargo, intenté leerla. ¡ Pero estos alemanes!.

Aquiles.- No pretendes explicarte el significado del mundo. Yo he sido clasificado por mi psiquiatra como un psicótico- lógico. Me persiguen extraños filósofos. 

La tortuga.- ( Mirando sus manos). Tú si tienes dedos para manejar herramientas y venderte. De esa forma comería algo la tortuga.( Se coge el vientre) Llevamos días discutiendo y sin comer.

Aquiles.- Además de los dedos es necesario no estar enfermo. Una cabeza capaz de controlar el movimiento de los objetos exteriores. Los enfermos manejamos objetos interiores.

La tortuga.- ( Riendo) ¡Los gritos que das de noche!.

Aquiles.- Los fantasmas asaltan el castillo de noche. Yo grito que papá no debe fornicar con mamá, porque entonces el nene sufre. Pero ellos lo hacen, el nene los odia y entonces el nene es perseguido por papá. (Pausa) Luego papá se convierte en un dictador con cárceles de las que jamás se sale.

La tortuga.- Es mejor vida la de la tortuga.

Aquiles.- No. ( Pausa). La tortuga tiene que poner millones de huevos gelatinosos y enterrarlos en la orilla del mar. Es un animal de gran fertilidad. La mitad de sus huevos se los comen los pájaros.

La tortuga.- ¿La tortuga no lo impide?.

Aquiles .- Es un tartaruchus. Un reptil cubierto con un caparazón óseo. Inconscientemente expele sus huevos revueltos en gelatina y huye.

La tortuga.- ( Triste)  No se pregunta si la vida es justa con los inocentes,¿ verdad?.

Aquiles.- No. ( Pausa) Esas preguntas no son de su especie. Son de los humanos. Su descendencia no depende de ella, sino de la voracidad y cantidad de sus enemigos.

La tortuga.- Es un tartaruchus con miles de años.

Aquiles.- Entre el azar y la necesidad. La correlación  entre creación y exterminio favorece positivamente a algunos huevos de tortuga.

La tortuga.- Consuela saber que algunos huevos no sirven para hacer de tortilla a las gaviotas.

Aquiles.- ( Reflexivo) Los dioses llegaron también antes de ser completamente devorados por Cronos. 

La tortuga.- ( Quejándose) Tú eres un héroe de la antigüedad y yo una vil tortuga que expulsa huevos en gelatina. No debería permitirse tales diferencias.

Aquiles.- ( Categórico) ¡ Las hay!. No me gusta que cuestiones el orden establecido.

La tortuga.- ( Categórica) Mi venganza es cuestionar las diferencias sociales.
( La tortuga rueda por el suelo).
 ¿ Te fijas en que me encuentro boca arriba?.
( Risas de la tortuga).
( Silencio).

Escena II


( Se escucha un golpe metálico detrás de la puerta de la superficie A. La puerta se abre de golpe. Parece un carrillo de ruedas para inválidos. Dentro un muchacho inválido de dieciocho años. Detrás, empujándolo, Mercedes. Una joven de veintitrés años, fuerte, de aspecto, palabras y gestos extremadamente alegres.

Mercedes.- ¡A la de tres!. ¡ Ya estamos dentro!. ( Al joven inválido) ¿ Has visto Rafa como hemos llegado hasta aquí?. Basta con querer. Todo consiste en pretender ascender por encima de los difícil. Si no es a la primera, será a la segunda o la tercera. Al final, uno consigue lo que pretende.

Aquiles.-( Pegando la boca al tabique invisible que divide las superficies.) Hasta llegar a la Luna. La vemos brillar tan cerca, que basta que alarguemos la mano para tocarla.

Mercedes.- ( a Rafa) Si uno quiere, uno puede. El viejo se sabe viejo y llora entonces. Si corre y se esfuerza en vivir, sin importarle la opinión de los otros,  conseguirá reír y burlarse de la tristeza.

La tortuga.- ( Igual que Aquiles ) ¿ También la tortuga?.

Aquiles.-( Subiendo a la grada) También la tortuga y hasta Aquiles.

La tortuga.- ( Irónica) Aquiles se tortura pensando. Así nunca alcanzará a la tortuga. 

Aquiles.- ( Condescendiente) Vosotros ganáis con vuestro optimismo. Cada época se entrega a su orgía de palabras. (Pausa) O la vida como pasión inútil o la vida como voluntada de ocultamiento. Nadie evita la moda de su época.

Mercedes.- ( Habla con Rafa) Rafa y yo venimos de la manifestación contra la guerra. ¡ Cuánta gente!. Todos unidos contra la barbarie. ( Grita) Si queréis petróleo, coger chapapote. Rafa levantaba las manos y coreaba la consigan. Cuando la gente se mueve, todo cambia. Dentro de la multitud se tiene un sentimiento de unidad colectiva.

Aquiles.- ( Que escucha a Mercedes y responde.) El hombre es un animal religioso. Necesita las creencias. Ahora ya sabe que la guerra es ganancia para los manipuladores. Los dioses de los medios de comunicación están siendo negados por una multitud que añora la comunión de la colectividad salvada del hambre y de la muerte.

Mercedes.- ( Entusiasmada) Todos fueron a la manifestación.

La tortuga.- ( Con evidente intención de molestar a  Aquiles) Todos, menos Aquiles que estuvo escondido detrás de una esquina. Aquiles es el héroe prudente. Sabe que las manifestaciones son grabadas en vídeo. Luego amplían las facciones de los manifestantes y se las muestras a los inquisidores.

Aquiles.- ( Lacónico) Estuve allí. La liturgia colectiva es el orden de la religión. Si los hombres se arrodillan o gritan, necesariamente dejarás de ser hombre si no haces lo mismo. El individuo. El único, es un sujeto que busca en las estanterías de los grandes almacenes algún cachivache que le origine sorpresa. La colectividad nos entrega la esperanza  del milagro.

Mercedes.- ( a Rafa) ¿ Viste a los padres con los niños en los carritos?. ¡ Qué bien! Yo iba contigo debajo de la primera pancarta. ¿ Sabes por qué? ( Pausa breve) Los disminuido físicos necesitan la alegría colectiva más que la gente normal. Los disminuidos dentro de la  multitud se reconocen como iguales.

La tortuga.- ( Se levanta del suelo y palmea la cabeza de Aquiles) Él sabe que su dolor es ajeno. Que le vino de fuera como si hubiera sido la víctima de un bombardeo sobre Bagdad. En la expresión de un niño aterrorizado por un bombardeo, se expresa la crueldad absoluta que siente Aquiles. Una imagen lo obsesiona: las armas de guerra de un país imperialista y los ojos abiertos de un niño esperando la explosión de la bomba fragmentaria.

Aquiles.- Me desesperas con tus ironías. Tus excesos de corazón de tortuga.

La tortuga.- ( Molesta) Te reprocho tu impotencia emocional para entender la impotencia del justo ante la destrucción de la vida.

Aquiles.- No exageres, Tortuga. Aquiles comprende a los que exigen justicia e igualdad. Desde los años ochenta los conservadores nos llevan aniquilando y ya exigimos que se vayan a sus ranchos, a sus mansiones o con sus queridas.

La tortuga. O delante de un tribunal internacional de justicia que los juzgara por criminales de guerra.

Aquiles.- Las trompetas de Apocalipsis. Todos ante el tribunal de
Dios. ( Sarcástico) Los criminales mueren en su cama.

La tortuga.- ( Afirmativa) Eso es verdad. Sólo mueren accidentalmente los obreros de la construcción que caen desde los andamios o los consumistas de ocio que se estrellan en sus automóviles a ciento ochenta kilómetros por hora los fines de semana.

Mercedes.- ( Endereza a Rafa) Tendré que prepararle la comida.
( Sale dejando el carro de inválido).

Aquiles.- ( Mirando por el tabique) El día que muera Rafa, ¿qué hará Mercedes?.

La tortuga.- Llorará.

Aquiles.- Estará más sola y entonces se encontrará con ella misma. La soledad seca el entusiasmo de la piedad como el Sol el barro. La muerte del amor nos entrega al tiempo. Allí donde sólo hay un día detrás de otro. Una espera que se repite en la luz y en la oscuridad.

La tortuga.- Rafa, vivirá tantos años como nosotros. Hoy la medicina resuelve casi todo. ( Atraviesa a la zona A para acariciar la cara de Rafa) No hay días contados para la vida de Rafa. El mundo no será tan miserable con esta criatura que nos escucha y no responde. ( Vuelve a la zona B)

( Entra Mercedes con un plato, un  babero y una cuchara.)

Mercedes.- ( Voz aniñada) Ven, Rafita mío. Mercedes te a dar de comer estas gachas con azúcar. ( Le acerca la cuchara a la boca. Rafa mueve la cabeza negativamente) ¿ No quieres comer?. Los niños buenos comen siempre.

La tortuga.- Por eso los ángeles de túnicas rosas se les acercan sonriendo. Los niños que no comen reciben la visita de bichos de largas trompas de color verde.

Mercedes.- ( Canta) El niño de blanco mira la nieva,
                                 come y come,
                                  sueña y sueña con jilgueros que cantan.

Aquiles.- ( Acaricia el caparazón de la tortuga) La tortuga llegará a vieja si come.


(Oscuridad)

Escena III


Mercedes sentada en la mecedora. Rafa en el carrito duerme. La iluminación del escenario es en diagonal y pretende causar la percepción lumínica de un cuadro barroco.

Mercedes.- ( Habla para ella misma, pero con la intención de que la escuche Rafa) Hay un momento, un segundo, un día o un año, qué sé yo, donde todo cambia como si fuera un fruto que cae maduro del árbol. ( Pausa) Aunque uno quisiera, no lo evitaría. (Pausa) Como si estuvieras delante de un viento que te arrastra en su dirección. No es el destino, ni el horóscopo, es la vida que vuelve como desorden. ( Por Rafa) Un día tú cogiste el cable eléctrico del árbol de Navidad y quedaste paralizado. Un niño que jugaba debajo del árbol de Navidad, con tantas luces distintas, y de pronto todo se volvió oscuro. ( Pausa) Era el viento que fuerte que desorganizaba las sensaciones de tu cuerpo. ( Riendo) Pero no fue el fin del mundo. ( Alto) Fue el comienzo de un reto contra la muerte. Había que devolverte la risa. ( Pausa) Y yo que era una niña me sentí valedora de tu vida. La Risa de Rafa, sus movimientos de alegría  justificaban el esfuerzo y las lágrimas de Mercedes. (Breve silencio) Hay una pregunta a la que no llego a responder. ¿ Por qué fuiste tú y no yo?. (Pausa) ¿Alguien decide por nosotros?. Tal vez, el sitio oportuno en el momento oportuno. Juguetes que se rompen simplemente jugando. ( Rafa balbucea. Mercedes le limpia las babas). Yo asumí como culpa ese golpe de viento que dejó en tu silla de inválido. Las culpa es una quemadura que no cicatriza. Siempre duele y a la vez su dolor se cambia en alegría.( Pausa) Si llorara delante de ti, se habría acabado tu vida y la mía. ( Breve silencio) Pero papá y mamá echaron en la espalda de una niña un saco de arena. Sólo tendría vida, si llevaba la tuya conmigo. Yo quería vivir también, contigo, pero no podrían imponerme la coacción del miedo de ellos. Si llegaba tarde temblaban de miedo. ( Pausa) Me subleve. De niña dulce, estudiosa, obediente, me convertí pasivamente en una resistente contra el miedo de nuestros padres. ( Pausa) El miedo y la seguridad tienen que someterse a la realidad. ( Pausa) Ya sabes, ellos no comprendían el cambio de conducta y yo me afirmaba como un ser que asume el riesgo de la incomprensión.

( Entra en escena Rogelio, padre de Mercedes. Es un hombre de sesenta años, encanecido, habla suavemente, ojos grandes y mejillas fláccidas.)

Rogelio.- ( Pregunta retórica) ¿ Duerme Rafa?.

Mercedes.- A veces sospecho que se hace el dormido para oírnos.

Rogelio .- Sólo Dios lo sabe.

Mercedes.- Dios es una coartada eficaz.

Rogelio.- Es una forma de hablar. Ya hace tiempo que sé que estamos solos en el laberinto del Minotauro. (Por Rafa) ¿ Ha comido?.

Mercedes.- Algo.

Rogelio.- ( Se sienta ) Vengo de la calle. Hay mucha gente nueva. Las generaciones se superponen. Crecen nuevas espigas en la tierra vieja. Las voces de los jóvenes exigen un mundo mejor. El mundo de la utopía: de la necesidad a la libertad.

Mercedes.- Los gritos explican una exigencia contra el poder.

Rogelio.- El silencio está en los ojos. Me hubiera gustado también gritar con esas nuevas espigas. No pude. Marchaba en la manifestación con ellos, pero yo estaba dentro de mi silencio.

Mercedes.- ( Burlona) Tú que fuiste un comunista.
Rogelio.- No, un demócrata. Luché para que terminara la opresión.

Mercedes.- Acabó la dictadura y los sueños siguen.

Rogelio.- Los de nuestros hijos.

Mercedes.- ( Agitada) Los sufrimientos siguen. Cambian la manera de administrarlos.

Rogelio.- El hombre es un animal que inventa dioses para que lo dominen. Proyecta la pobreza de la vida inventando seres imaginarios.

Mercedes.- ( Agitada) ¡ Tenemos que echar fuera el dolor de cualquier forma!. Y sé que no hay dioses, que Dios ha muerto. (Pausa) Sin embargo, la esperanza es la única salida a la desesperanza.

Rogelio.- ( Sonríe) La contradicción que posibilita la revolución o el sometimiento inconsciente del esclavo. Nunca sabemos si somos libre, porque para llegar al conocimiento de la libertad y de la esclavitud utilizamos al astucia de la razón práctica. En el porvenir está la Justicia. La vejez es un movimiento de repliegue de la esperanza. El caracol que se esconde dentro de su concha cuando el sol se oculta.

Mercedes.- ( Malévola) Dejando un rastro de mucosidad.

Rogelio.- ( Sonríe) Estás molesta conmigo. Me imagino que pretendes ajustar cuentas viejas. Los padres estamos sometidos al recuerdo de los hijos. ( Pausa) Bueno, casi somos lo que ellos recuerdan o imaginan. La caída de los dioses.

( Rogelio se levanta de la silla y se dirige a la terraza.)

Rogelio.- ( Alto)  Cada vez hay más luces de viviendas en el horizonte. También de anuncios luminosos. Aquellos caminos cubiertos de cañaverales, zarzas, saúcos e higueras de tu niñez, ahora son avenidas y bloques de pisos. ( Vuelve al centro de la habitación) No vale la pena detenerse en consideraciones. Ese mundo ya no es el mío.

Mercedes.- Es el mío. ( Largo silencio) Y no me gusta. Me repugna la herencia que habéis dejado. Hormigón, dinero e hipocresía.

Rogelio.- Mis manos no están manchadas por la avaricia. Nada hice para que los plutócratas se hicieran dueños del mundo.

Mercedes.- Tú teoría de la responsabilidad ha consistido en echar la culpa fuera de ti. Seguro que duermes bien.

Rogelio.- No duermo bien.( Se sienta y suspira) Los hijos siempre juzgan y condenan al padre. Crecer y llegar a la edad adulta conlleva atribuir al progenitor las expectativas frustradas.
(Sonríe) El viejo es débil y sueña con estar exento de responsabilidad y el joven padece la violencia de la realidad sin vuelta al paraíso perdido de la infancia. ( Breve silencio) Deseos fallido en ambos. Nadie se escapa de padecer los sueños como locura ni la realidad como conflicto de la violencia social.
( Agitando las manos a modo de disculpa irónica) ¡ Ya sé!. ¡ Ya sé!. ¡ Demasiada filosofía!. Las como aparecen, duras, sin poros, evidentes e irremediables.( Suspira) El cristianismo enterró al paganismo, porque halló la resignación que redime la carne y no el pensamiento.

Mercedes.-( Despreciativa) Rafa, duerme.

Rogelio.- ( Compasivo y en voz baja) Rafa duerme y yo quisiera para mí también el sueño.

( Entra Maruja. Cincuenta años. Mujer baja, delgada, locuaz e imprevista en sus actos. Sus zapatos son de tacón delgado y alto, de manera que se ladea ligeramente al moverse. Viste pantalones amarillos y una blusa blanca. Observa la escena y se encoge de hombros.)
Maruja.- Ya somos cuatro. Las patas completas de la mesa. Rogelio entristecido. Mercedes acusadora y Rafa en su sueño de bendito.

Mercedes.- ¿ De dónde vienes , mamá?.

Maruja.- De hablar con la gente, de ver escaparates, de trajinar con las  montañas de ropa de los supermercados. ( Saca de la bolsa de papel camisas y faldas de colores vivios). ¿ No imaginas qué me costó esta blusa?. Nada. Nada. Mírala bien. Dos euros.
( Le enseña una falda) ¿ Y esta falta) Tres euros. Todo una ganga. Una fluorina, colores brillantes y poco dinero.

Mercedes.- Mientras la niña, llevando a Rafa entretenerse.

Maruja.- ( Sin responderle) Una fluorina. Las rebajas son una fluorina. Tu debías zambullirte dentro de la fluorina.

Mercedes.- Mamá, yo trabajo de cajera en un super. Estoy ocho horas de turno dentro de la fluorina.

Maruja.- Tú pasas los precios por la caja. No sientes tus manos coger las cosas nuevas y echarlas en la cesta. ( Se sienta y levanta las piernas) El mundo se vuelve reciente, como si un espejo mágico te devolviera unas facciones de actriz. ( Se levanta y se dirige a la terraza). ¡ Arriba el cielo y no la cara tristona de tu padre!.

Rogelio.- Ya salió el tonto de las bofetadas.

Maruja.- ( A Rogelio) No el tonto, sino el payaso de las bofetadas. Por cierto, cada vez tienes el pelo más blanco, las mejillas más colgadas y la voz más gangosa. Te debieras hacer un cambio de imagen. ( Le pellizca las mejillas). Estirarte un poco la piel y un tinta para el pelo.(Pausa breve)Pero te has tirado al pozo de los viejos temerosos y llorones.
Maruja.- Verdad hija, ¿ qué necesita un cambio de imagen?. Un look.( Se dobla a la derecha) Estos tacones me llevan de aquí para allá. Parecen tener vida propia.

Rogelio.- Un día te caerás y darás con tus huesos en la acera.

Maruja.- ¡ Y un huevo!. ¿ No sabes que los huevos hueros de los viejos les dan un nuevo punto de apoyo?. ( Se ríe) Se tienen que parar delante de los escaparates para aliviar su carga. ¡ Uff!.

Mercedes.- ( Intentando mediar) Les duelen articulaciones.

Maruja.- No y no. El peso de los huevos hueros les pesan tanto que se detienen delante de los escaparates disimulando.

Rogelio.- ( Paciente) Hoy me tocó a mí.

Maruja.- ¿ Qué te tocó?. ¿ La lotería?.

Rogelio.- La lotería de Maruja.

Maruja.- Demasiada suerte tuviste al encontrarme. Hasta de joven eras un cansino y un tristón quejicas. Todo lo viste negro. Tu excusa consiste en esa infancia tuya llena de orfandad. No te quiso ni papá ni mamá y el nene se estuvo relamiendo el gusto del desengaño hasta la extenuación. Luego llegó Maruja, y le levantó el pene y algunas veces el ánimo.

Rogelio.- La lotería de Maruja. ( Maruja lo observa compasivamente) Unas veces toca y otras no, pero el boleto lo llevas uno cogido con imperdible en la solapa de la chaqueta.

Maruja.- No entro en tus disquisiciones. La vida es esto o aquello. Se elige de aquí y de allí.

Rogelio.- Como una cabra que ramonea.

Maruja.- Exactamente. De aquí y de allí ágilmente.
Rogelio.- ( Suspira) ¿ Has mirado a Rafa?.

(Largo silencio).

Maruja.- ( Su voz cambia) No.

Mercedes.- Míralo.

Maruja.- Lo llevo dentro del corazón.

Mercedes.- Eso es un pretexto.

Maruja.- ( Violenta) Una madre no tiene pretextos de amor con sus hijos.( Bajo) Tal vez se esconda. ( Normal)¡ Cuánto duele estar delante de Rafa!.

Mercedes.- Porque no aceptas su realidad. Rafa es un inválido. Alguien que limpiar la caca. Me duele la espalda de levantarlo del carrito. Más que vosotros dos. Pero a veces...( Pausa) Una se escapa del dolor absoluto del otro. Una excursión fuera de la rutina. ( Pausa) Te tiras delante del tren y resucitas, porque aún eres capaz de creer en lo milagros.

Mercedes.- Yo soy joven.

Maruja.- Mercedes, sé que eres joven y que esta carga no es tuya, sino que te la prestamos tu padre y yo. (Pausa) Nos llegó como un regalo del destino. Una descarga eléctrica en el cerebro de Rafa y los plomos de nuestra existencia se fundieron. Un accidente, todo se resuelve en el acontecimiento fortuito. No hay culpa, sólo un juego de las circunstancias.

Rogelio.- Eso lo hemos repetido un millón de veces, pero la explicación no nos libra de la responsabilidad de atender a un impedido.

Maruja.- La responsabilidad no, sino el amor.

Rogelio.- No importa de donde provenga la entrega por el inocente.

Maruja.- Tus palabras de responsabilidad moral terminan ocultando tu más protegida verdad. (Pausa) La vida es una pasión a la que uno se entrega sin exigir explicaciones.

Mercedes.- ( Compasiva) No os peléis. Sacamos a Rafa adelante día adía. Algunas horas son de alquitrán.

( Maruja rebusca en la ropa que se ha comprado. Su actitud vuelve a ser la del principio, alocada. Se cambia de blusa).

Maruja.- ¿ Veis este amarillo fuerte?. Significa que da fuerza. Una mañana de verano, de Agosto, llena de todo el Sol abrasador y una carne caliente bajo la tela que desea la caricia de un animal macho.

( Rogelio sale lentamente de la habitación).

Mercedes.- Has logrado echarlo.

Maruja.- No me importa.(Pausa) Un macho dentro de una mañana de Agosto. Después de eso, toda la exasperación de la ruina. El edificio de la voluntad derruido por la degradación. La mirada adversa que arruinó la vida de Rafa se detiene continuamente en mis deseos y me obliga a arrodillarme en un inútil arrepentimiento.

Mercedes.- Acércate y míralo.

Maruja.- ( Lo hace y besa la cara de Rafa mientras llora) La vida se va y los colores brillantes con ella. Rafa, la vida de tu madre se esfuma y tú continuas como un niño arropado en su cuna. Rafa, si me vieras.



Mercedes.- Mamá, Rafa te entiende. ( Admirada) Es muy lista. En sus ojos está la inteligencia, esa llamita brillante que se mueve con los sentimiento de su corazón.

Maruja.- Si nos entiende, es aún más horrible. ( Pausa breve) Nos ve envejecer.

Mercedes.- En sus ojos no existen esas imágenes de degradación de la materia. Nos ve como si fuéramos ángeles.

( Oscuridad).


Escena IV

( La tortuga y Aquiles. Aquiles está a horcajadas sobre el caparazón de la tortuga.)

Aquiles.- Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo siendo yo más veloz no lograré encontrarte?. ¡ Cuanto misterio o martirologio ¡.Amiga tortuga, a veces, de tarde en tarde, uno se pregunta sobre el significado de las cosas y entonces en lugar de gozar se sufre. Verdaderamente como si nos hubiéramos escapado de la naturaleza con nuestras preguntas y respuestas. (Pausa) Si veo un perro que agoniza, éste me mira y se entrega con la mira fija en la cara de su amo.

La tortuga.- El amo no es natural. La naturaleza no genera amos, ni dinero, ni ricos ni pobres. La muerte es una relación social como el amo y el dinero.

Aquiles.- Tú no cuentas como apoyo de mis comentarios, porque eres un hombre que regresa a la forma de una tortuga. Morirás sabiendo de tu decadencia y miserias de toda laya. ( Breve silencio.) Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo siendo yo más veloz no lograré encontrarte?.

( La tortuga se agita violentamente y Aquiles cae al suelo. Luego se sienta en la grada.)

Aquiles.- Estúpida violencia de un reptil. ( Sube a la grada y se sienta al lado de la tortuga)


La tortuga.- ¿ Por qué raptamos a Rafa?.

( Largo silencio)

Aquiles.- Un secuestro-expres. ( Pausa) Llamaremos por teléfono a casa de Mercedes y exigiremos una cantidad de dinero con un plazo de pago de unas horas. Un poco de dinero y un plazo breve de pago. Esto es un secuestro- expres. Se práctica con la clase media. Tiene sentimientos y algo de dinero. Los desesperados venden su injusticia con la misma naturalidad que la padecen. (Pausa) Si la ética es economía, ¿por qué una tortuga y Aquiles deben respetar un código de conducta moral obsoleto?. El capitalismo convierte a los hombres en mercancías. Los compra y los usa. Nosotros como unos pequeños tenderos vendemos una mercancía.

La tortuga.- El miedo.

Aquiles.- Sí, el miedo.

La tortuga.- El mal es tan necesario como el bien.

Aquiles.- Tú lo afirmas. Bravo tortuguita. La racionalidad de que los hombres son felices si miden sus pasiones con respecto a las pasiones de los semejantes incuba los huevos de la serpiente.(Displicente) Si tu quieres la felicidad, yo también. No llegues con tu egoísmo hasta el lugar que me corresponde dentro de la luz. Frases y más frases del catálogo de los actos virtuosos. Pero hay algo más poderoso que el idealismo de la virtud. Los hombres actúan impulsados por la avaricia y las pasiones más viles. Si logro el bien es porque pretendo el mal.

La tortuga.- Tus palabras provienen del estiércol.

Aquiles.- Las flores se abonan con estiércol.¿ por qué te arrepientes de tus actos?. Exigimos un poco de dinero a cambio de la devolución de un impedido. Llamaremos por teléfono, los asustaremos un poco y vendrán con sus billetes dentro de un sobre.

La tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.

Aquiles.- Las consecuencias de los errores son imprevisibles. No hay hechos ciertos a priori. Solamente probables.

La tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.

Aquiles.- ( Distraído) Todo cuanto existe se vuelve caduco y muere.



Acto II

Escena I

( Mercedes, Rogelio y Maruja en la zona A observan atentamente el teléfono. Suena el teléfono.)

Mercedes.- ( Coge rápidamente el teléfono) Diga. ( Pausa) Dígame. ( Desesperada) ¡Hablen por favor!. ¡Hablen!. ¡Respondan!.

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