Aquiles y la tortuga.
A izquierda y derecha del espectador. Una superficie
rectangular de grandes dimensiones. Ésta se divide en dos secciones:
Sección A:
Habitación rectangular. La pared de frente al espectador
acaba a la derecha en una puerta que lleva a otras habitaciones de la vivienda.
Debajo un sofá de cuatro piezas. Colgados cuadros. En el lateral derecho, un
armario de madera que cubre las dimensiones de la pared. Al lado una mesa de
salón con seis silla y un sofá de dos piezas.
La pared de la izquierda está dividida en dos
partes: en una, un estrecho tabique y al lado una puerta corredera de cristal
que da una terraza desde donde se divisan edificios.
Junto al tabique un televisor y una mesita. En el
centro del escenario, una mesa de camilla, dos sillones y una mecedora de
rejilla.
Sección B:
Superficie vacía de mobiliario convencional. Al lado
derecho del espectador hay una grada de madera donde descansan o hablar Aquiles
y la Tortuga. La puerta de entrada a este espacio es independiente de la entrada
a la superficie A, estando situado a la izquierda del espectador en una pared
lateral.
Los actores van de la superficie A y B según las
acotaciones, pero tienen conciencia de que existe un tabique de cristal entre
ellas.
Acto Primero
Escena I
Atardecer otoñal. Aquiles abre la puerta de la sección B. Sube
a la grada y observa desde arriba. Enciende un cigarrillo y se descalza entre
suspiros de satisfacción. Es un hombre de cuarenta años, vestido con un
pantalón de pana de color verde y una camisa de cuello abierto. Sus movimientos
expresan cansancio y aburrimiento.
Aquiles.-Todo el tiempo del mundo para mí. Nada
delante y nada detrás.(Pausa) Si tuviera un millón me compraría, siempre me
compraría... (Pausa reflexiva) La necesidad y el dinero. (Pausa) Tan lenta la
tortuga del dinero y tan rápida la
necesidad de Aquiles. ( Bosteza) Aquiles
y la tortuga dinero nunca se encuentran. La paradoja del deseo creciente de
Aquiles y la constancia de la tortuga de
huir de los pies ligeros de Aquiles. Nunca
Aquiles cogerá al tortuga. Juego lógico de la inteligencia griega.( Alto) Los
dioses son inferiores a la inteligencia humana.(Pausa) La actividad caminante de la tortuga intensa
en su constante huida y el aburrimiento de Aquiles que considera el juego como
una estrategia que disminuye su condición heroica.
( Pausa) (
Alto) Los héroes no tienen que vivir con
las tortugas.
( Abre la boca)
Igual que los tipos pobres aplastados por los tipos listos. El hambre
mete miedo en las tripas del pobre.
( Observa el cielo) Vacío, indiferente, igual,
mezquino como una tía guapa que espera a un pobre por temor a su
violencia.(Pausa) Vaya, vaya, vaya, no sería mala ocurrencia invertir el tiempo
que me sobra en algo útil. ( Riendo) Comprar en la Bolsa de valores acciones a
bajo precio y revenderlas. Un suplemento al sacrificio de perder el capital
propio.(Pausa) El comunismo capitalista. Todos propietarios de la riqueza por
medio de títulos de propiedad.
( Abre la boca) O por ejemplo abrir la boca tantas
cuantas veces me dé la gana. Todo el tiempo del mundo para mí. Mi tiempo no es
oro. Es una baratija que cada día tiro por el servicio. ( Se sienta en el
sillón) Si enciendo el aparato, los tipos parlantes y las tipas torturando con
sus encantos. Todo en color. Abría que inventar un algo que hiciera real la
ficción. Que las tipas te dirigieran la vista y se insinuaran. Será mejor
dormir. ( Largo silencio) A lo mejor la voz de los seres superiores me llama. (
Imitando una voz grave) Yo, el Ser
Superior, te comunico, Aquiles, que serás probado para alcanzar la felicidad.
Tendrás tu milagro. No un gran y poderoso milagro, sino el que cabe en una
medallita. ( Voz meliflua) Gracias, poderoso Señor, dominador del destino. El
perro de Aquiles se conforma con las trapas salidas de la tortuga.(Breve
silencio) Guau, guau. Ser perro. No mirar nunca el futuro ni la soledad.(
Reflexivo) Los perros están pendientes de su amo. Si un perro se muere, el amo se queda sin su
mirada. Y eso es algo importante. De veras importante. La mirada del otro nos
hace reales. ( Como si estuviera galanteando).¡ Cariño! Tus ojos de vidrio no
ven, sólo reflejan al que está delante. Eres una ramera profesional. Hacer del
amor una profesión.( Pausa) Eres si me pagas, cariño. Yo, Aquiles, el héroes,
pago tu precio por adelantado. Y en tus jadeos de profesional convencerme de
que el amor evita el aburrimiento. Tu ojos son diminutos espejuelos y en ellos
el placer eyaculador de Aquiles. Las boberías de Aquiles.
(Pausa) Si un día llegara el Adviento. ( Saca afuera
el forro de los bolsillos del pantalón.) El dinero como un ratón se esconde y
Aquiles se desespera por no hallarlo.( Mirando el forro de los bolsillos)
Testimonios de un moroso.( Breves silencio) Una vez creyeron en el superhombre
los desheredados.( Alto) ¡Que llegue el superhombre!. (Recordando) Aquel tipejo
pobre y vengativo leyendo en las plazuelas pública el Zarathustra. Luego se fue
a Argentina en busca de la platita y comenzó a desvariar con la justicia
peronista.
( Canta)
Tambores y tamborradas. La multitud grita ante su líder. El líder saluda.
Montañas nevadas, banderas al frente. ( Normal) Noches en el campamento, con
los camaradas y las hogueras encendidas.
( Riendo) Las de la inquisición. O dios o el fuego.
Los inquisidores comían testículos. Dominicos devorando la fe rebozada. Una
gente así acaba hallando a Dios en los gritos de los torturados. Incluso
admitiendo el pecado eres pecador, porque declaras la fe mediante
torturas.
( Entra a escena un personaje joven disfrazado de
tortuga. Se deja caer al suelo y gira sobre el caparazón.)
La tortuga.- ( A Aquiles) ¿ Sabes una cosa)?.
Aquiles.- ( Responde como si ya hubiera respondido
multitud de veces a esa pregunta de la tortuga.). No estoy dentro de tu cabeza.
Me ahorro así tus dolores.
La tortuga.- ( Sin prestarle atención y girando más
veloz sobre el caparazón) Venzo la inercia del peso del caparazón girando más
rápido. ( Se detiene bruscamente.) Pero si quedo boca arriba, muero. ( Triste) Soy una tortuga y
debo marchar lentamente. Si me escapo de caer boca arriba, seré longeva.
Aquiles.- No eres libre y por eso no consideras el
suicidio como una solución a tus limitaciones. El suicidio se prevé. Se piensa
en él metafísicamente. Es una idea que está fuera de la naturaleza.
La tortuga.-
Una idea así: si corres, quedarás con la tripa al cielo y meneando las
patitas. Otra idea: si bebes de prisa, te atragantas. Estamos pensando antes de
morir. Luego la tripa al aire.
Aquiles.- También podrías decirte: yo me divierto,
porque no logré darle la vuelta a mi
caparazón.. Soy una tortuga ineficiente. .
La tortuga.- ( Airada) Me vuelves loco con tus
sandeces. Una tortuga es siempre eficiente.
Aquiles.- ¿ Por qué?.
La tortuga.- ( Riendo su ocurrencia) Por qué no
trabaja?. A nadie le interesa una tortuga que no vende su existencia
produciendo cosas útiles.
Aquiles.- Sirves para la sopa de tortuga.
La tortuga.- ( Despechada) Siempre buscando comerse
a alguien. Los héroes de la antigüedad insaciables en apetitos desordenados. ¿
Quieres decir que no soy libre?.
Aquiles.- No. Quiero decir que eres una tortuga. No
hay anuncios en la prensa que diga: Empresario busca una tortuga para trabajar
a destajo. Bien remunerado.
Las tortuga.- ( Abatida) Si nadie me compra unas
horas, nunca llegaré a beber coca-cola.
Aquiles.- Nunca beberás coca- cola. Se compra con el
dinero que logras vendiéndote unas horas al empresario. Tú desconoces ese
mundo. Desconoces el mercado de trabajo. Hombres empleados y hombres sin empleo. La existencia cambiada por dinero
o por mendicidad. Tú caes dentro de los mendigos. Vagancia con estridentes
lamentos.
La tortuga.-( Se pone de pie) Todo el mundo sabe que
los lamentos también tienen un precio. Son útiles para que las almas buenas
entren en el Nirvana. Todo lo que es útil tiene precio. El vagabundo también
logra dinero.
Aquiles.- Tú, no. Se tiene si uno vende algo.
La tortuga.- ( Insistente) Te he dicho que los
lamentos del mendigo se obtiene dinero.
Aquiles.- ( Enfurecido) Con las tortugas se prepara
sopa de tortuga.
La tortuga.- ( Enfurecida) Con los héroes se
inventan fábulas.
Aquiles.- ( Orgulloso) Yo soy un hombre que
incorporo mi energía a la sociedad.
La tortuga.- ( Sorprendida) ¡ Un objeto energía que
con dinero compra objetos energéticos!.
Aquiles.- Para tener dinero tienes que manejar
herramientas. Algo que transmita tu energía a una materia prima.
La tortuga.- Un mono adiestrado a un destornillador.
Mejor tocarse el pito. ( Despreciativo) ¡Una energía a través de una
herramienta y con ese título bebes coca-cola!.
Aquiles.- Tan testadura como duro es tu caparazón.
La tortuga.- Como si golpeara con un martillo la
armadura del héroe. Su pecho suena a lata.
Aquiles.- ( Levanta una pierna) Sí, pero tú no haces esto.
La tortuga.- ( Orgullosa) Si lo hago. ( Se levanta
del suelo y levanta una pierna. Se cuenta los dedos de las manos) Tengo diez
dedos.
Aquiles.- ( Molesto) Si tuvieras dedos, no serías
una tortuga.
La tortuga.- ( Le acerca los dedos) Tú puedes
verlos. Hay diez dedos.
Aquiles.- No hay diez dedos. Tienes huesos
atrofiados acabados en una uñas espantosas.
La tortuga.- Darwin dijo que...( lo interrumpe
Aquiles).
Aquiles.- Darwin era un iluminado. Se empeño en que
los seres se perfeccionan según las circunstancias adversas. Era un creyente
del porvenir.
La tortuga.- Estuvo en las Galápagos.
( Breve silencio).
Aquiles.- Recogiendo conchas de moluscos. ( Riendo)
Seguro que se subió encima de una tortuga.
La tortuga.- ( Triste) Él no era un sabio malo.
Escribió unas memorias para que sus hijos lo recordaran.
Aquiles.- Alguien que escribe sus memorias para
tales lectores es un sabio crédulo.
La tortuga.- Sabio y crédulos son términos
antagónicos.. Uno es sabio y entonces no es crédulo.
Aquiles.- No discuto contigo en términos dialécticos.
( Con énfasis) Nunca una tortuga entenderá a G.W.Hegel. ( Pausa) La lógica no es manjar de
tortugas. No sirve para nada. Uno dice
y si lo entienden está bien.
La tortuga.-
La verdad que no la entiendo. Sin embargo, intenté leerla. ¡ Pero estos
alemanes!.
Aquiles.- No pretendes explicarte el significado del
mundo. Yo he sido clasificado por mi psiquiatra como un psicótico- lógico. Me
persiguen extraños filósofos.
La tortuga.- ( Mirando sus manos). Tú si tienes
dedos para manejar herramientas y venderte. De esa forma comería algo la
tortuga.( Se coge el vientre) Llevamos días discutiendo y sin comer.
Aquiles.- Además de los dedos es necesario no estar
enfermo. Una cabeza capaz de controlar el movimiento de los objetos exteriores.
Los enfermos manejamos objetos interiores.
La tortuga.- ( Riendo) ¡Los gritos que das de
noche!.
Aquiles.- Los fantasmas asaltan el castillo de
noche. Yo grito que papá no debe fornicar con mamá, porque entonces el nene
sufre. Pero ellos lo hacen, el nene los odia y entonces el nene es perseguido
por papá. (Pausa) Luego papá se convierte en un dictador con cárceles de las
que jamás se sale.
La tortuga.- Es mejor vida la de la tortuga.
Aquiles.- No. ( Pausa). La tortuga tiene que poner
millones de huevos gelatinosos y enterrarlos en la orilla del mar. Es un animal
de gran fertilidad. La mitad de sus huevos se los comen los pájaros.
La tortuga.- ¿La tortuga no lo impide?.
Aquiles .- Es un tartaruchus. Un reptil cubierto con
un caparazón óseo. Inconscientemente expele sus huevos revueltos en gelatina y
huye.
La tortuga.- ( Triste) No se pregunta si la vida es justa con los
inocentes,¿ verdad?.
Aquiles.- No. ( Pausa) Esas preguntas no son de su
especie. Son de los humanos. Su descendencia no depende de ella, sino de la
voracidad y cantidad de sus enemigos.
La tortuga.- Es un tartaruchus con miles de años.
Aquiles.- Entre el azar y la necesidad. La
correlación entre creación y exterminio
favorece positivamente a algunos huevos de tortuga.
La tortuga.- Consuela saber que algunos huevos no
sirven para hacer de tortilla a las gaviotas.
Aquiles.- ( Reflexivo) Los dioses llegaron también
antes de ser completamente devorados por Cronos.
La tortuga.- ( Quejándose) Tú eres un héroe de la
antigüedad y yo una vil tortuga que expulsa huevos en gelatina. No debería
permitirse tales diferencias.
Aquiles.- ( Categórico) ¡ Las hay!. No me gusta que
cuestiones el orden establecido.
La tortuga.- ( Categórica) Mi venganza es cuestionar
las diferencias sociales.
( La tortuga rueda por el suelo).
¿ Te fijas en
que me encuentro boca arriba?.
( Risas de la tortuga).
( Silencio).
Escena II
( Se escucha un golpe metálico detrás de la puerta
de la superficie A. La puerta se abre de golpe. Parece un carrillo de ruedas
para inválidos. Dentro un muchacho inválido de dieciocho años. Detrás,
empujándolo, Mercedes. Una joven de veintitrés años, fuerte, de aspecto,
palabras y gestos extremadamente alegres.
Mercedes.- ¡A la de tres!. ¡ Ya estamos dentro!. (
Al joven inválido) ¿ Has visto Rafa como hemos llegado hasta aquí?. Basta con
querer. Todo consiste en pretender ascender por encima de los difícil. Si no es
a la primera, será a la segunda o la tercera. Al final, uno consigue lo que
pretende.
Aquiles.-( Pegando la boca al tabique invisible que
divide las superficies.) Hasta llegar a la Luna. La vemos brillar tan cerca,
que basta que alarguemos la mano para tocarla.
Mercedes.- ( a Rafa) Si uno quiere, uno puede. El
viejo se sabe viejo y llora entonces. Si corre y se esfuerza en vivir, sin
importarle la opinión de los otros,
conseguirá reír y burlarse de la tristeza.
La tortuga.- ( Igual que Aquiles ) ¿ También la
tortuga?.
Aquiles.-( Subiendo a la grada) También la tortuga y
hasta Aquiles.
La tortuga.- ( Irónica) Aquiles se tortura pensando.
Así nunca alcanzará a la tortuga.
Aquiles.- ( Condescendiente) Vosotros ganáis con
vuestro optimismo. Cada época se entrega a su orgía de palabras. (Pausa) O la
vida como pasión inútil o la vida como voluntada de ocultamiento. Nadie evita
la moda de su época.
Mercedes.- ( Habla con Rafa) Rafa y yo venimos de la
manifestación contra la guerra. ¡ Cuánta gente!. Todos unidos contra la
barbarie. ( Grita) Si queréis petróleo, coger chapapote. Rafa levantaba las
manos y coreaba la consigan. Cuando la gente se mueve, todo cambia. Dentro de
la multitud se tiene un sentimiento de unidad colectiva.
Aquiles.- ( Que escucha a Mercedes y responde.) El
hombre es un animal religioso. Necesita las creencias. Ahora ya sabe que la
guerra es ganancia para los manipuladores. Los dioses de los medios de
comunicación están siendo negados por una multitud que añora la comunión de la
colectividad salvada del hambre y de la muerte.
Mercedes.- ( Entusiasmada) Todos fueron a la
manifestación.
La tortuga.- ( Con evidente intención de molestar
a Aquiles) Todos, menos Aquiles que
estuvo escondido detrás de una esquina. Aquiles es el héroe prudente. Sabe que
las manifestaciones son grabadas en vídeo. Luego amplían las facciones de los
manifestantes y se las muestras a los inquisidores.
Aquiles.- ( Lacónico) Estuve allí. La liturgia
colectiva es el orden de la religión. Si los hombres se arrodillan o gritan,
necesariamente dejarás de ser hombre si no haces lo mismo. El individuo. El
único, es un sujeto que busca en las estanterías de los grandes almacenes algún
cachivache que le origine sorpresa. La colectividad nos entrega la
esperanza del milagro.
Mercedes.- ( a Rafa) ¿ Viste a los padres con los
niños en los carritos?. ¡ Qué bien! Yo iba contigo debajo de la primera
pancarta. ¿ Sabes por qué? ( Pausa breve) Los disminuido físicos necesitan la
alegría colectiva más que la gente normal. Los disminuidos dentro de la multitud se reconocen como iguales.
La tortuga.- ( Se levanta del suelo y palmea la
cabeza de Aquiles) Él sabe que su dolor es ajeno. Que le vino de fuera como si
hubiera sido la víctima de un bombardeo sobre Bagdad. En la expresión de un
niño aterrorizado por un bombardeo, se expresa la crueldad absoluta que siente
Aquiles. Una imagen lo obsesiona: las armas de guerra de un país imperialista y
los ojos abiertos de un niño esperando la explosión de la bomba fragmentaria.
Aquiles.- Me desesperas con tus ironías. Tus excesos
de corazón de tortuga.
La tortuga.- ( Molesta) Te reprocho tu impotencia emocional
para entender la impotencia del justo ante la destrucción de la vida.
Aquiles.- No exageres, Tortuga. Aquiles comprende a
los que exigen justicia e igualdad. Desde los años ochenta los conservadores
nos llevan aniquilando y ya exigimos que se vayan a sus ranchos, a sus
mansiones o con sus queridas.
La tortuga. O delante de un tribunal internacional
de justicia que los juzgara por criminales de guerra.
Aquiles.- Las trompetas de Apocalipsis. Todos ante
el tribunal de
Dios. ( Sarcástico) Los criminales mueren en su
cama.
La tortuga.- ( Afirmativa) Eso es verdad. Sólo
mueren accidentalmente los obreros de la construcción que caen desde los
andamios o los consumistas de ocio que se estrellan en sus automóviles a ciento
ochenta kilómetros por hora los fines de semana.
Mercedes.- ( Endereza a Rafa) Tendré que prepararle
la comida.
( Sale dejando el carro de inválido).
Aquiles.- ( Mirando por el tabique) El día que muera
Rafa, ¿qué hará Mercedes?.
La tortuga.- Llorará.
Aquiles.- Estará más sola y entonces se encontrará
con ella misma. La soledad seca el entusiasmo de la piedad como el Sol el
barro. La muerte del amor nos entrega al tiempo. Allí donde sólo hay un día
detrás de otro. Una espera que se repite en la luz y en la oscuridad.
La tortuga.- Rafa, vivirá tantos años como nosotros.
Hoy la medicina resuelve casi todo. ( Atraviesa a la zona A para acariciar la
cara de Rafa) No hay días contados para la vida de Rafa. El mundo no será tan
miserable con esta criatura que nos escucha y no responde. ( Vuelve a la zona
B)
( Entra Mercedes con un plato, un babero y una cuchara.)
Mercedes.- ( Voz aniñada) Ven, Rafita mío. Mercedes
te a dar de comer estas gachas con azúcar. ( Le acerca la cuchara a la boca.
Rafa mueve la cabeza negativamente) ¿ No quieres comer?. Los niños buenos comen
siempre.
La tortuga.- Por eso los ángeles de túnicas rosas se
les acercan sonriendo. Los niños que no comen reciben la visita de bichos de
largas trompas de color verde.
Mercedes.- ( Canta) El niño de blanco mira la nieva,
come y come,
sueña y sueña
con jilgueros que cantan.
Aquiles.- ( Acaricia el caparazón de la tortuga) La
tortuga llegará a vieja si come.
(Oscuridad)
Escena III
Mercedes sentada en la
mecedora. Rafa en el carrito duerme. La iluminación del escenario es en
diagonal y pretende causar la percepción lumínica de un cuadro barroco.
Mercedes.- ( Habla para ella
misma, pero con la intención de que la escuche Rafa) Hay un momento, un segundo,
un día o un año, qué sé yo, donde todo cambia como si fuera un fruto que cae
maduro del árbol. ( Pausa) Aunque uno quisiera, no lo evitaría. (Pausa) Como si
estuvieras delante de un viento que te arrastra en su dirección. No es el
destino, ni el horóscopo, es la vida que vuelve como desorden. ( Por Rafa) Un
día tú cogiste el cable eléctrico del árbol de Navidad y quedaste paralizado.
Un niño que jugaba debajo del árbol de Navidad, con tantas luces distintas, y
de pronto todo se volvió oscuro. ( Pausa) Era el viento que fuerte que
desorganizaba las sensaciones de tu cuerpo. ( Riendo) Pero no fue el fin del
mundo. ( Alto) Fue el comienzo de un reto contra la muerte. Había que
devolverte la risa. ( Pausa) Y yo que era una niña me sentí valedora de tu vida.
La Risa de Rafa, sus movimientos de alegría
justificaban el esfuerzo y las lágrimas de Mercedes. (Breve silencio) Hay una pregunta a la que no
llego a responder. ¿ Por qué fuiste tú y no yo?. (Pausa) ¿Alguien decide por
nosotros?. Tal vez, el sitio oportuno en el momento oportuno. Juguetes que se
rompen simplemente jugando. ( Rafa balbucea. Mercedes le limpia las babas). Yo
asumí como culpa ese golpe de viento que dejó en tu silla de inválido. Las
culpa es una quemadura que no cicatriza. Siempre duele y a la vez su dolor se
cambia en alegría.( Pausa) Si llorara delante de ti, se habría acabado tu vida
y la mía. ( Breve silencio) Pero papá y mamá echaron en la espalda de una niña
un saco de arena. Sólo tendría vida, si llevaba la tuya conmigo. Yo quería vivir
también, contigo, pero no podrían imponerme la coacción del miedo de ellos. Si
llegaba tarde temblaban de miedo. ( Pausa) Me subleve. De niña dulce,
estudiosa, obediente, me convertí pasivamente en una resistente contra el miedo
de nuestros padres. ( Pausa) El miedo y la seguridad tienen que someterse a la
realidad. ( Pausa) Ya sabes, ellos no comprendían el cambio de conducta y yo me
afirmaba como un ser que asume el riesgo de la incomprensión.
(
Entra en escena Rogelio, padre de Mercedes. Es un hombre de sesenta años,
encanecido, habla suavemente, ojos grandes y mejillas fláccidas.)
Rogelio.-
( Pregunta retórica) ¿ Duerme Rafa?.
Mercedes.-
A veces sospecho que se hace el dormido para oírnos.
Rogelio
.- Sólo Dios lo sabe.
Mercedes.-
Dios es una coartada eficaz.
Rogelio.-
Es una forma de hablar. Ya hace tiempo que sé que estamos solos en el laberinto
del Minotauro. (Por Rafa) ¿ Ha comido?.
Mercedes.-
Algo.
Rogelio.-
( Se sienta ) Vengo de la calle. Hay mucha gente nueva. Las generaciones se
superponen. Crecen nuevas espigas en la tierra vieja. Las voces de los jóvenes
exigen un mundo mejor. El mundo de la utopía: de la necesidad a la libertad.
Mercedes.-
Los gritos explican una exigencia contra el poder.
Rogelio.-
El silencio está en los ojos. Me hubiera gustado también gritar con esas nuevas
espigas. No pude. Marchaba en la manifestación con ellos, pero yo estaba dentro
de mi silencio.
Mercedes.-
( Burlona) Tú que fuiste un comunista.
Rogelio.-
No, un demócrata. Luché para que terminara la opresión.
Mercedes.-
Acabó la dictadura y los sueños siguen.
Rogelio.-
Los de nuestros hijos.
Mercedes.-
( Agitada) Los sufrimientos siguen. Cambian la manera de administrarlos.
Rogelio.-
El hombre es un animal que inventa dioses para que lo dominen. Proyecta la
pobreza de la vida inventando seres imaginarios.
Mercedes.-
( Agitada) ¡ Tenemos que echar fuera el dolor de cualquier forma!. Y sé que no
hay dioses, que Dios ha muerto. (Pausa) Sin embargo, la esperanza es la única
salida a la desesperanza.
Rogelio.-
( Sonríe) La contradicción que posibilita la revolución o el sometimiento
inconsciente del esclavo. Nunca sabemos si somos libre, porque para llegar al
conocimiento de la libertad y de la esclavitud utilizamos al astucia de la
razón práctica. En el porvenir está la Justicia. La vejez es un movimiento de
repliegue de la esperanza. El caracol que se esconde dentro de su concha cuando
el sol se oculta.
Mercedes.-
( Malévola) Dejando un rastro de mucosidad.
Rogelio.-
( Sonríe) Estás molesta conmigo. Me imagino que pretendes ajustar cuentas
viejas. Los padres estamos sometidos al recuerdo de los hijos. ( Pausa) Bueno,
casi somos lo que ellos recuerdan o imaginan. La caída de los dioses.
(
Rogelio se levanta de la silla y se dirige a la terraza.)
Rogelio.-
( Alto) Cada vez hay más luces de
viviendas en el horizonte. También de anuncios luminosos. Aquellos caminos
cubiertos de cañaverales, zarzas, saúcos e higueras de tu niñez, ahora son
avenidas y bloques de pisos. ( Vuelve al centro de la habitación) No vale la
pena detenerse en consideraciones. Ese mundo ya no es el mío.
Mercedes.-
Es el mío. ( Largo silencio) Y no me gusta. Me repugna la herencia que habéis
dejado. Hormigón, dinero e hipocresía.
Rogelio.-
Mis manos no están manchadas por la avaricia. Nada hice para que los
plutócratas se hicieran dueños del mundo.
Mercedes.-
Tú teoría de la responsabilidad ha consistido en echar la culpa fuera de ti.
Seguro que duermes bien.
Rogelio.-
No duermo bien.( Se sienta y suspira) Los hijos siempre juzgan y condenan al
padre. Crecer y llegar a la edad adulta conlleva atribuir al progenitor las
expectativas frustradas.
(Sonríe)
El viejo es débil y sueña con estar exento de responsabilidad y el joven padece
la violencia de la realidad sin vuelta al paraíso perdido de la infancia. (
Breve silencio) Deseos fallido en ambos. Nadie se escapa de padecer los sueños
como locura ni la realidad como conflicto de la violencia social.
(
Agitando las manos a modo de disculpa irónica) ¡ Ya sé!. ¡ Ya sé!. ¡ Demasiada
filosofía!. Las como aparecen, duras, sin poros, evidentes e irremediables.(
Suspira) El cristianismo enterró al paganismo, porque halló la resignación que
redime la carne y no el pensamiento.
Mercedes.-(
Despreciativa) Rafa, duerme.
Rogelio.-
( Compasivo y en voz baja) Rafa duerme y yo quisiera para mí también el sueño.
(
Entra Maruja. Cincuenta años. Mujer baja, delgada, locuaz e imprevista en sus
actos. Sus zapatos son de tacón delgado y alto, de manera que se ladea ligeramente
al moverse. Viste pantalones amarillos y una blusa blanca. Observa la escena y
se encoge de hombros.)
Maruja.-
Ya somos cuatro. Las patas completas de la mesa. Rogelio entristecido. Mercedes
acusadora y Rafa en su sueño de bendito.
Mercedes.-
¿ De dónde vienes , mamá?.
Maruja.-
De hablar con la gente, de ver escaparates, de trajinar con las montañas de ropa de los supermercados. ( Saca
de la bolsa de papel camisas y faldas de colores vivios). ¿ No imaginas qué me
costó esta blusa?. Nada. Nada. Mírala bien. Dos euros.
(
Le enseña una falda) ¿ Y esta falta) Tres euros. Todo una ganga. Una fluorina,
colores brillantes y poco dinero.
Mercedes.-
Mientras la niña, llevando a Rafa entretenerse.
Maruja.-
( Sin responderle) Una fluorina. Las rebajas son una fluorina. Tu debías zambullirte
dentro de la fluorina.
Mercedes.-
Mamá, yo trabajo de cajera en un super. Estoy ocho horas de turno dentro de la
fluorina.
Maruja.-
Tú pasas los precios por la caja. No sientes tus manos coger las cosas nuevas y
echarlas en la cesta. ( Se sienta y levanta las piernas) El mundo se vuelve
reciente, como si un espejo mágico te devolviera unas facciones de actriz. ( Se
levanta y se dirige a la terraza). ¡ Arriba el cielo y no la cara tristona de
tu padre!.
Rogelio.-
Ya salió el tonto de las bofetadas.
Maruja.-
( A Rogelio) No el tonto, sino el payaso de las bofetadas. Por cierto, cada vez
tienes el pelo más blanco, las mejillas más colgadas y la voz más gangosa. Te
debieras hacer un cambio de imagen. ( Le pellizca las mejillas). Estirarte un
poco la piel y un tinta para el pelo.(Pausa breve)Pero te has tirado al pozo de
los viejos temerosos y llorones.
Maruja.-
Verdad hija, ¿ qué necesita un cambio de imagen?. Un look.( Se dobla a la
derecha) Estos tacones me llevan de aquí para allá. Parecen tener vida propia.
Rogelio.-
Un día te caerás y darás con tus huesos en la acera.
Maruja.-
¡ Y un huevo!. ¿ No sabes que los huevos hueros de los viejos les dan un nuevo
punto de apoyo?. ( Se ríe) Se tienen que parar delante de los escaparates para
aliviar su carga. ¡ Uff!.
Mercedes.-
( Intentando mediar) Les duelen articulaciones.
Maruja.-
No y no. El peso de los huevos hueros les pesan tanto que se detienen delante
de los escaparates disimulando.
Rogelio.-
( Paciente) Hoy me tocó a mí.
Maruja.-
¿ Qué te tocó?. ¿ La lotería?.
Rogelio.-
La lotería de Maruja.
Maruja.-
Demasiada suerte tuviste al encontrarme. Hasta de joven eras un cansino y un
tristón quejicas. Todo lo viste negro. Tu excusa consiste en esa infancia tuya
llena de orfandad. No te quiso ni papá ni mamá y el nene se estuvo relamiendo
el gusto del desengaño hasta la extenuación. Luego llegó Maruja, y le levantó
el pene y algunas veces el ánimo.
Rogelio.-
La lotería de Maruja. ( Maruja lo observa compasivamente) Unas veces toca y
otras no, pero el boleto lo llevas uno cogido con imperdible en la solapa de la
chaqueta.
Maruja.-
No entro en tus disquisiciones. La vida es esto o aquello. Se elige de aquí y
de allí.
Rogelio.-
Como una cabra que ramonea.
Maruja.-
Exactamente. De aquí y de allí ágilmente.
Rogelio.-
( Suspira) ¿ Has mirado a Rafa?.
(Largo
silencio).
Maruja.-
( Su voz cambia) No.
Mercedes.-
Míralo.
Maruja.-
Lo llevo dentro del corazón.
Mercedes.-
Eso es un pretexto.
Maruja.-
( Violenta) Una madre no tiene pretextos de amor con sus hijos.( Bajo) Tal vez
se esconda. ( Normal)¡ Cuánto duele estar delante de Rafa!.
Mercedes.-
Porque no aceptas su realidad. Rafa es un inválido. Alguien que limpiar la
caca. Me duele la espalda de levantarlo del carrito. Más que vosotros dos. Pero
a veces...( Pausa) Una se escapa del dolor absoluto del otro. Una excursión
fuera de la rutina. ( Pausa) Te tiras delante del tren y resucitas, porque aún
eres capaz de creer en lo milagros.
Mercedes.-
Yo soy joven.
Maruja.-
Mercedes, sé que eres joven y que esta carga no es tuya, sino que te la
prestamos tu padre y yo. (Pausa) Nos llegó como un regalo del destino. Una
descarga eléctrica en el cerebro de Rafa y los plomos de nuestra existencia se
fundieron. Un accidente, todo se resuelve en el acontecimiento fortuito. No hay
culpa, sólo un juego de las circunstancias.
Rogelio.-
Eso lo hemos repetido un millón de veces, pero la explicación no nos libra de
la responsabilidad de atender a un impedido.
Maruja.-
La responsabilidad no, sino el amor.
Rogelio.-
No importa de donde provenga la entrega por el inocente.
Maruja.-
Tus palabras de responsabilidad moral terminan ocultando tu más protegida
verdad. (Pausa) La vida es una pasión a la que uno se entrega sin exigir
explicaciones.
Mercedes.-
( Compasiva) No os peléis. Sacamos a Rafa adelante día adía. Algunas horas son
de alquitrán.
(
Maruja rebusca en la ropa que se ha comprado. Su actitud vuelve a ser la del
principio, alocada. Se cambia de blusa).
Maruja.-
¿ Veis este amarillo fuerte?. Significa que da fuerza. Una mañana de verano, de
Agosto, llena de todo el Sol abrasador y una carne caliente bajo la tela que
desea la caricia de un animal macho.
(
Rogelio sale lentamente de la habitación).
Mercedes.-
Has logrado echarlo.
Maruja.-
No me importa.(Pausa) Un macho dentro de una mañana de Agosto. Después de eso,
toda la exasperación de la ruina. El edificio de la voluntad derruido por la
degradación. La mirada adversa que arruinó la vida de Rafa se detiene
continuamente en mis deseos y me obliga a arrodillarme en un inútil
arrepentimiento.
Mercedes.-
Acércate y míralo.
Maruja.-
( Lo hace y besa la cara de Rafa mientras llora) La vida se va y los colores
brillantes con ella. Rafa, la vida de tu madre se esfuma y tú continuas como un
niño arropado en su cuna. Rafa, si me vieras.
Mercedes.-
Mamá, Rafa te entiende. ( Admirada) Es muy lista. En sus ojos está la
inteligencia, esa llamita brillante que se mueve con los sentimiento de su corazón.
Maruja.-
Si nos entiende, es aún más horrible. ( Pausa breve) Nos ve envejecer.
Mercedes.-
En sus ojos no existen esas imágenes de degradación de la materia. Nos ve como
si fuéramos ángeles.
( Oscuridad).
Escena IV
(
La tortuga y Aquiles. Aquiles está a horcajadas sobre el caparazón de la
tortuga.)
Aquiles.-
Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo
siendo yo más veloz no lograré encontrarte?. ¡ Cuanto misterio o martirologio ¡.Amiga
tortuga, a veces, de tarde en tarde, uno se pregunta sobre el significado de
las cosas y entonces en lugar de gozar se sufre. Verdaderamente como si nos
hubiéramos escapado de la naturaleza con nuestras preguntas y respuestas.
(Pausa) Si veo un perro que agoniza, éste me mira y se entrega con la mira fija
en la cara de su amo.
La
tortuga.- El amo no es natural. La naturaleza no genera amos, ni dinero, ni
ricos ni pobres. La muerte es una relación social como el amo y el dinero.
Aquiles.-
Tú no cuentas como apoyo de mis comentarios, porque eres un hombre que regresa
a la forma de una tortuga. Morirás sabiendo de tu decadencia y miserias de toda
laya. ( Breve silencio.) Amiga tortuga, tortuguita lenta y de pescuezo largo,
¿cómo
siendo yo más veloz no lograré encontrarte?.
(
La tortuga se agita violentamente y Aquiles cae al suelo. Luego se sienta en la
grada.)
Aquiles.-
Estúpida violencia de un reptil. ( Sube a la grada y se sienta al lado de la
tortuga)
La tortuga.-
¿ Por qué raptamos a Rafa?.
( Largo
silencio)
Aquiles.-
Un secuestro-expres. ( Pausa) Llamaremos por teléfono a casa de Mercedes y
exigiremos una cantidad de dinero con un plazo de pago de unas horas. Un poco
de dinero y un plazo breve de pago. Esto es un secuestro- expres. Se práctica
con la clase media. Tiene sentimientos y algo de dinero. Los desesperados
venden su injusticia con la misma naturalidad que la padecen. (Pausa) Si la
ética es economía, ¿por qué una tortuga y Aquiles deben respetar un código de
conducta moral obsoleto?. El capitalismo convierte a los hombres en mercancías.
Los compra y los usa. Nosotros como unos pequeños tenderos vendemos una mercancía.
La
tortuga.- El miedo.
Aquiles.-
Sí, el miedo.
La
tortuga.- El mal es tan necesario como el bien.
Aquiles.-
Tú lo afirmas. Bravo tortuguita. La racionalidad de que los hombres son felices
si miden sus pasiones con respecto a las pasiones de los semejantes incuba los
huevos de la serpiente.(Displicente) Si tu quieres la felicidad, yo también. No
llegues con tu egoísmo hasta el lugar que me corresponde dentro de la luz.
Frases y más frases del catálogo de los actos virtuosos. Pero hay algo más
poderoso que el idealismo de la virtud. Los hombres actúan impulsados por la
avaricia y las pasiones más viles. Si logro el bien es porque pretendo el mal.
La
tortuga.- Tus palabras provienen del estiércol.
Aquiles.-
Las flores se abonan con estiércol.¿ por qué te arrepientes de tus actos?.
Exigimos un poco de dinero a cambio de la devolución de un impedido. Llamaremos
por teléfono, los asustaremos un poco y vendrán con sus billetes dentro de un
sobre.
La
tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.
Aquiles.-
Las consecuencias de los errores son imprevisibles. No hay hechos ciertos a
priori. Solamente probables.
La
tortuga.- ¿ Y si no ocurre así?.
Aquiles.-
( Distraído) Todo cuanto existe se vuelve caduco y muere.
Acto II
Escena I
(
Mercedes, Rogelio y Maruja en la zona A observan atentamente el teléfono. Suena
el teléfono.)
Mercedes.-
( Coge rápidamente el teléfono) Diga. ( Pausa) Dígame. ( Desesperada) ¡Hablen
por favor!. ¡Hablen!. ¡Respondan!.
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