Max Weber (1864-1920), economista y sociólogo alemán, estableció un conjunto de definiciones tipológicas, en las que se fundamentaba una teoría normativa del sistema capitalista. Para Max Weber, las relaciones económicas tienen un significado de racionalidad de las combinaciones óptimas de recursos materiales y financieros, de las finalidades lucrativas de las organizaciones empresariales, y de las normativas presupuestarias en su racionalidad. Esta racionalidad se refiere a una organización eficiente para proyectar y organizar sus fines. El soporte conceptual de la eficiencia racional radica en una contabilidad presupuestaria de las empresas y de las instituciones estatales. El presupuesto es una planificación de gastos e ingresos, de recursos materiales y financieros, que se deben aplicar en un período de tiempo a una actividad finalista. Se prevén los desarrollos comparativos, teóricos y prácticos, de la actividad económica presupuestada y su análisis con la realidad. Estas comparaciones revelan desviaciones de la optimización presupuestaria y las condiciones reales de su realización. Las cantidades presupuestadas, físicas y monetarias, y las cantidades físicas y monetarias, realmente efectivas, determinan las desviaciones de la racionalidad en la actividad económica.
Conviene evocar el concepto de la racionalidad económica ante la crisis del 2008. Cuando además se está insistiendo en la falta de racionalidad en la gestión de las instituciones financieras, implicadas en las crisis. Su imperativa organicidad en la aplicación genérica de una normativa, que regule la estabilidad de la solvencia y los resultados de las actividades financieras. Normativa que establezca las desviaciones del sistema financiero con respecto a su tipología presupuestaria. La irracionalidad de las actuaciones de las élites financieras se podría definir como la falta de un funcionamiento normalizado, que recorte el juego irracional-especulativo de las ganancias empresariales y la depreciación de sus activos y pasivos en términos monetarios. Las enajenaciones ideológicas neo.com, con respecto a la racionalidad de los cálculos económicos, han sido la puerta de entrada de las situaciones de desequilibrios catastrofistas, en las disfuncionalidades de las prácticas del capitalismo.
Los desequilibrios irracionales presentan sus efectos complejos en fases de encadenamientos súbitos de falta de liquidez, la depreciación de los activos financieros, el endeudamiento y la morosidad. No hay que olvidar que el sistema de elementos, relacionados e interdependientes entre sí, más complejo y acabado, de medición económica de la rentabilidad de las empresas, es el mercado de valores, que regula sistemáticamente las bajas y las alzas cambiarias, imantando la depreciación y revalorización del precio de los activos financieros empresariales y su conversión monetaria con pérdidas o ganancias. Estas diferencias positivas y negativas determinan la eficiencia de todo el sistema. La sintomatología de las rupturas, en la interdependencia de la economía real y la economía monetaria, se refleja en el mercado de valores, en las quebraduras de los flujos de dinero para cancelar la insolvencia generalizada. La crisis del 2008 es una ruptura entre los flujos monetarios y el endeudamiento general. La porosidad del endeudamiento impide el crecimiento económico.
La mayoría de los acontecimientos están relacionados con esta patología de la irracionalidad económica de los flujos de liquidez y de los flujos de endeudamiento.
El endeudamiento bancario en EEUU el 14/3 del 2007 era de 6.000 millones de dólares. El New Century suspende pagos. Citigroup anuncia pérdidas de de 5.000 millones. Quiebra de los bonos de inversión de Bear Stearns. BCE inyecta 94.841 millones y la RFA 24.000.millones de euros. Aumenta la liquidez del BCE, El Banco de Japón, la Reserva Federal (…).Pero el Northern Rock se desploma en la bolsa de Londres. Los aumentos de liquidez de los bancos centrales no impiden que en 2008, el Citigroup cierre con pérdidas, que Merry Linchi anuncie pérdidas por 9.830 millones.
El mercado de valores se regula a la baja, y caen las cotizaciones de las bolsas mundiales. Recortes de los tipos de interés. Nacionalización del Northern Rock. La FED inyecta 100.000 millones de dólares. Intervenciones de compra de bancos insolventes. La baja los tipos de interés. El UBS (Suizo) anuncia pérdidas de 7.440 millones. Indy Bank será controlado. Inversiones financieras de liquidez en Fanni Mad y Freddie Mac.Barclays. Lehman Brother se declara en quiebra. Caída de la Bolsa de Walt Street. La FED interviene la aseguradora AIG. Los bancos centrales inyectan liquidez. La repetición monocorde de intervenciones de liquidez para mantener la estructura bancaria. La actividad financiera estatal implementa un juego de ecos y respuestas: los bancos centrales inyectan liquidez con el finalismo de contener el desplome de las instituciones financieras, que carecen de la racionalidad capitalista para resistir la depreciación de sus activos, la falta de liquidez y el endeudamiento.Las intervenciones estatales padecen la agorafobia de la depreciación de los activos, su falta de liquidez, y la morosidad hipotecaria, del sistema bancario.
Las actuaciones intervencionistas estatales actúan transfiriendo masas de dinero a los bancos para evitar la escasez de créditos al sector económico de producción y consumo. Como casas de naipes, se deben apuntalar las actividades financieras, con caída libre, en el vacío del valor del dinero de imprenta, los déficits presupuestario y el crecimiento del endeudamiento de los Estados. Los organismos financieros estatales se vuelven intervencionistas aportando liquidez al sistema bancario. Las garantías para las intervenciones institucionales son las de adquirir activos bancarios, de bajo precio en el marcado, por su demanda plana y su “alta toxicidad". La nacionalización de las pérdidas bancarias se convierte en la herejía del capitalismo ultraliberal. La caída de los tipos generales de interés sirve para incrementar el precio bursátil de las cotizaciones, además de los efectos pertinentes en la coyuntura internacional de demandas y ofertas de capitales de préstamo. Al igual que la intencionalidad de concesión de créditos baratos a las unidades empresariales descapitalizadas y las unidades domésticas, sobre endeudadas, para incrementar la capacidad de gasto del salario basura acoplado a un endeudamientos irreversible. La axiología del intervencionismo estatista confiere su credibilidad a la planificación de un gran plan de rescate económico de 700.000 millones dólares El plan consiste en comprar deudas contaminadas de los bancos, con la convicción de que así se ayudará a las entidades a volver a tener capacidad para prestar y atraer capitales.
El griego Esopo escribió la fábula de La zorra y las uvas Una zorra que tenía hambre vio un racimo de uvas e intentó atraparlo para comérselo, pero como estaba demasiado alto y no podía, se alejó diciendo: "No importa, están verdes". La escasez de dinero, y las inyecciones de liquidez, sirven para causar opacidad ideológica a la realidad socioeconómica, impidiendo mostrar la evidente caducidad de sectores industriales, agrarios, comerciales y financieros, la desigualdades nacionales e internacionales de la distribución de la riqueza y de sus intercambios internacionales. La reproducción del sistema capitalista muestra el agotamiento de sus condiciones efectivas de perpetuación. El siglo XXI podría ser una transición a un modo diferente de durar en el flujo temporal de la existencia colectiva. La crisis actual insinúa la morfología de un cambio necesario de las estructuras sociales del capitalismo globalizado.
Conviene evocar el concepto de la racionalidad económica ante la crisis del 2008. Cuando además se está insistiendo en la falta de racionalidad en la gestión de las instituciones financieras, implicadas en las crisis. Su imperativa organicidad en la aplicación genérica de una normativa, que regule la estabilidad de la solvencia y los resultados de las actividades financieras. Normativa que establezca las desviaciones del sistema financiero con respecto a su tipología presupuestaria. La irracionalidad de las actuaciones de las élites financieras se podría definir como la falta de un funcionamiento normalizado, que recorte el juego irracional-especulativo de las ganancias empresariales y la depreciación de sus activos y pasivos en términos monetarios. Las enajenaciones ideológicas neo.com, con respecto a la racionalidad de los cálculos económicos, han sido la puerta de entrada de las situaciones de desequilibrios catastrofistas, en las disfuncionalidades de las prácticas del capitalismo.
Los desequilibrios irracionales presentan sus efectos complejos en fases de encadenamientos súbitos de falta de liquidez, la depreciación de los activos financieros, el endeudamiento y la morosidad. No hay que olvidar que el sistema de elementos, relacionados e interdependientes entre sí, más complejo y acabado, de medición económica de la rentabilidad de las empresas, es el mercado de valores, que regula sistemáticamente las bajas y las alzas cambiarias, imantando la depreciación y revalorización del precio de los activos financieros empresariales y su conversión monetaria con pérdidas o ganancias. Estas diferencias positivas y negativas determinan la eficiencia de todo el sistema. La sintomatología de las rupturas, en la interdependencia de la economía real y la economía monetaria, se refleja en el mercado de valores, en las quebraduras de los flujos de dinero para cancelar la insolvencia generalizada. La crisis del 2008 es una ruptura entre los flujos monetarios y el endeudamiento general. La porosidad del endeudamiento impide el crecimiento económico.
La mayoría de los acontecimientos están relacionados con esta patología de la irracionalidad económica de los flujos de liquidez y de los flujos de endeudamiento.
El endeudamiento bancario en EEUU el 14/3 del 2007 era de 6.000 millones de dólares. El New Century suspende pagos. Citigroup anuncia pérdidas de de 5.000 millones. Quiebra de los bonos de inversión de Bear Stearns. BCE inyecta 94.841 millones y la RFA 24.000.millones de euros. Aumenta la liquidez del BCE, El Banco de Japón, la Reserva Federal (…).Pero el Northern Rock se desploma en la bolsa de Londres. Los aumentos de liquidez de los bancos centrales no impiden que en 2008, el Citigroup cierre con pérdidas, que Merry Linchi anuncie pérdidas por 9.830 millones.
El mercado de valores se regula a la baja, y caen las cotizaciones de las bolsas mundiales. Recortes de los tipos de interés. Nacionalización del Northern Rock. La FED inyecta 100.000 millones de dólares. Intervenciones de compra de bancos insolventes. La baja los tipos de interés. El UBS (Suizo) anuncia pérdidas de 7.440 millones. Indy Bank será controlado. Inversiones financieras de liquidez en Fanni Mad y Freddie Mac.Barclays. Lehman Brother se declara en quiebra. Caída de la Bolsa de Walt Street. La FED interviene la aseguradora AIG. Los bancos centrales inyectan liquidez. La repetición monocorde de intervenciones de liquidez para mantener la estructura bancaria. La actividad financiera estatal implementa un juego de ecos y respuestas: los bancos centrales inyectan liquidez con el finalismo de contener el desplome de las instituciones financieras, que carecen de la racionalidad capitalista para resistir la depreciación de sus activos, la falta de liquidez y el endeudamiento.Las intervenciones estatales padecen la agorafobia de la depreciación de los activos, su falta de liquidez, y la morosidad hipotecaria, del sistema bancario.
Las actuaciones intervencionistas estatales actúan transfiriendo masas de dinero a los bancos para evitar la escasez de créditos al sector económico de producción y consumo. Como casas de naipes, se deben apuntalar las actividades financieras, con caída libre, en el vacío del valor del dinero de imprenta, los déficits presupuestario y el crecimiento del endeudamiento de los Estados. Los organismos financieros estatales se vuelven intervencionistas aportando liquidez al sistema bancario. Las garantías para las intervenciones institucionales son las de adquirir activos bancarios, de bajo precio en el marcado, por su demanda plana y su “alta toxicidad". La nacionalización de las pérdidas bancarias se convierte en la herejía del capitalismo ultraliberal. La caída de los tipos generales de interés sirve para incrementar el precio bursátil de las cotizaciones, además de los efectos pertinentes en la coyuntura internacional de demandas y ofertas de capitales de préstamo. Al igual que la intencionalidad de concesión de créditos baratos a las unidades empresariales descapitalizadas y las unidades domésticas, sobre endeudadas, para incrementar la capacidad de gasto del salario basura acoplado a un endeudamientos irreversible. La axiología del intervencionismo estatista confiere su credibilidad a la planificación de un gran plan de rescate económico de 700.000 millones dólares El plan consiste en comprar deudas contaminadas de los bancos, con la convicción de que así se ayudará a las entidades a volver a tener capacidad para prestar y atraer capitales.
El griego Esopo escribió la fábula de La zorra y las uvas Una zorra que tenía hambre vio un racimo de uvas e intentó atraparlo para comérselo, pero como estaba demasiado alto y no podía, se alejó diciendo: "No importa, están verdes". La escasez de dinero, y las inyecciones de liquidez, sirven para causar opacidad ideológica a la realidad socioeconómica, impidiendo mostrar la evidente caducidad de sectores industriales, agrarios, comerciales y financieros, la desigualdades nacionales e internacionales de la distribución de la riqueza y de sus intercambios internacionales. La reproducción del sistema capitalista muestra el agotamiento de sus condiciones efectivas de perpetuación. El siglo XXI podría ser una transición a un modo diferente de durar en el flujo temporal de la existencia colectiva. La crisis actual insinúa la morfología de un cambio necesario de las estructuras sociales del capitalismo globalizado.
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