lunes, 19 de enero de 2009

El final de un tiempo de crueldad.

La despedida del presidente Mr Bush se da en la comprensión definitiva de dos articulaciones estructurales de alta conflictividad social: nacional e internacional.
a) La crisis financiera global.
b) La pobreza de las masas sociales y las guerras de control de la desesperación política.
La crisisis financiera internacional, correlacionada con la crisis del modelo de produccción, se predende resolver introduciendo masas monetarias de dinero de préstamo en la capitalización bancaria y de las empresas, crecimiento de la liquidez bancaria y de los préstamos a familias y pequeñas empresas, mediante unas tasas de interés bajas. Pero se olvida que el dinero necesita tener valor de cambio real, tiene que ser una mercancía con valor, para que se realice el intercambio de equivalentes entre mercancías-salario y dinero. Los asalariados no pueden gastar más de lo que ganan. Su crecimiento del consumo de préstamo se basa en el postulado metafísico de alargar el plazo de pago, en renovaciones constantes de la deuda, hasta llegar a la irrealidad económica: considerando la longevidad media más allá de las condiciones de supervivencia general, que es una función de la variable nivel de consumo. De manera que, el tiempo de reemboso de las deudas podría ser una categoría ontológica-financiera. La axiomática de la recuperación de la crisis, parte de la ideología de que el dinero vale porque circula o carece de valor cuando se estanca en las instituciones financieras. La idea de la recuperación de los déficits estatales mediante los impuestos futuros carece de valor histórico. Nunca ha sucedido. El dinero futuro no corresponde en su valor al dinero presente. Se deprecia anulando el endeudamiento anterior. Nunca, en un sistema fiduciario desarrollado, el dinero retorna con el mismo valor de medio de pago. La ley de los signos es la vaciedad histórica de su significado. ¿Quién pagará la deuda del Estado en sus intervenciones, en la producción, la liquidez y el consumo en una situación de crisis del sistema social?. Nunca los asalaridos, que sólo gastan lo que ganan. Verdaderamente el dinero tendrá un retorno depreciado a los acreedores. Habrá un denivel mayor entre el valor de las mercancías y el valor del dinero. No hay correlación entre el pretérito de las deudas y los precios actuales de las mercancías. El dinero de hoy no es el dinero de mañana. El dinero de hoy incrementar el consumo de medios de producción para las empresas y de medios de supervivencia para los asalariados con salarios ganados.Las deudas, la caída de las tasas de interés de referenciales, la variabilidad de los tipos de cambios internacionales de divisas, sirven para hallar desniveles entre los precios de las exportaciones, los precios de las importaciones, y con ellos disminuir/aumentar la producción de productos en el mercado internacional, junto a la caída de los precios de las materias primas y los salarios de los países periféricos. Las masas monetaria crecientes se deprecian en los precios creciente nacionales e internacionales. El crecimiento del endeudamiento de las clases sociales asalariadas no depende de la liquidez bancaria, sino de sus salarios reales y del margen que éstos proporcionan de ahorro. Más allás de este margen llega la morosidad, la carencia de liquidez de los depósitos bancarios y las pérdidas bancarias por la depreciación de sus inversiones. El exceso de liquidez disminuye la velocidad renta de dinero, la caida de los precios y la falta de inversión en capital de empleo.No se pueden encender los puros con los déficits fiscales, respaldos con el endeudamiento del Estado, ni solucionarse las crisis estructurales del modelo de producción con la esquizofrenia de las masas monetarias fluyentes en deudas impagable.
b)La pobreza de las masas sociales y las guerras de control de la desesperación política.
Normalmente las hambrunas de la sociedad clásica se resolvían mediante el aumento de la emigración y el recrudecimiento penal de los marginados. La pobreza ha estado unida a la represión de los marginados. Actualmente, la desesperación de los pobres de la tierra está unida a las guerras tribales y a la utilización de la tecnología militar genocida. Las crisis económicas preludían las crisis represivas de los desheredados.
De manera, que estos primeros años del siglo XXI, 2000-2008, han traído una crisis social de una magnitud desconocida en cuanto a sus relaciones estructurales. El individuo no puede predecir el futuro, pero si padece el miedo del presente.
De manera, que ahora se puede despedir al Sr. Bush con la frase lapidaria de que la historia será juzgada por la humanidad en una situación de crisis globalizada.

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