martes, 27 de enero de 2009

Debbie Purdey: elegir la muerte.

El hombre está en la ideología y en la existencia. Vive sus experiencias vitales ideológicamente. La muerte es la gran experiencia del ser humano, ante la idealidad de su existencia. El individuo siempre está en el riesgo de elegir. En el compromiso de establecer la relación entre su conciencia y el mundo. El mundo de los otros y el suyo propio que lo obliga a decidir sobre su libertad y la comprensión de la vida de los otros. No se está en el mundo como una cosa, sino en el peligro de dejar de ser libre y volverse inauténtico. Pero hay un acto que lo enfrenta a la libertad absoluta: el hombre se comprende como un ser en la muerte. Un ser hecho de tiempo y en éste haber sido de tiempo está el significado de la muerte. No podemos existir en el ámbito exterior, donde los animales celebran el acto de vivir, donde no están el peligro de recaer en el pensamiento del no ser de la existencia. Pero el hombre tiene que elegir los actos en los que interviene su existencia como un hacerse a través de la voluntad y la libertad de elegir. Al hombre no se le debe imponer un finalismo legal, sino que es libre para atrapar su esencia en su existencia.
Debbie era una mujer de 45 años con esclerosis múltiple que había decido no existir como un acto de autenticidad. Elegir la muerte. Pero el ser humano está condicionado por sus relaciones colectivas. Su autenticidad siempre está comprometida por estar en el mundo de los otros. En el mundo de la carencia y de la creencia.
Debbie decía: "El parlamento rehúye con cobardía hablar de eso. Se trata de una ley que no se ha modificado desde 1961. En 1961, Argelia era una colonia de Francia, nunca se había hecho un trasplante de corazón, Martin Luther King, Malcolm X y John F. Kennedy estaban todos vivos, aún no habían empezado los disturbios de Irlanda del Norte, y creo que la guerra de Vietnam tampoco. Quizás la ley era perfecta para lo que la gente pensaba en 1961, pero las cosas han cambiado. Médicamente, socialmente, culturalmente. La semana que viene tendremos en Estados Unidos o un presidente negro o una mujer vicepresidenta. ¿Cree usted que alguien podría haber imaginado eso hace 50 años? Las cosas no son ahora como en 1961".
Ella hace un discurso de las condiciones que prefigurar la existencia humana en la historia. Estremece recordar que, en 1961, Martin Luther King, Malcolm X y John F. Kennedy estaban todos vivos. Debbie elige tres personajes de la historia que fueron asesinados políticamente en el juego existencial de la conciencia libre y la libertad condicionada.
Pero en su decisión de morir está la necesidad de que no haya castigo para los que le ayuden a morir. "Quiero saber que si mi marido empuja mi silla de ruedas o compra un billete de avión no va a ser procesado. Pero me dicen que lo haga primero y luego ya me dirán si procesan a alguien. Eso es una locura. Está bien que la gente tenga creencias diferentes, códigos morales diferentes, pero creo que deberíamos ser capaces de vivir por nosotros mismos, no por los códigos de los otros. La gente considera inaceptable forzar a otros a tener sus mismas ideas o vivir con su mismo código moral. Es una cuestión de autonomía y de derechos humanos. Tenemos el derecho de ser diferentes ",,
"La razón de que los políticos no estén discutiendo eso es que son cobardes.Creen que lo mejor es mantener el statu quo y no hablar de eso porque los grupos religiosos meten mucho ruido y van a decir que sólo Dios puede acabar la vida y cualquier otra cosa tiene que ser perseguida. Pero, ¿los trasplantes van contra Dios? Tengo muchos amigos que son muy religiosos, de diversas religiones, que me dicen que me apoyan, que intentarían hablar conmigo para convencerme porque sus creencias así les impulsan, pero admiten que al final, la decisión es mía. Está bien que la gente tenga creencias diferentes, códigos morales diferentes, pero creo que deberíamos ser capaces de vivir por nosotros mismos, no por los códigos de los otros.Con la idea del suicidio ocurre lo mismo. La gente puede no estar de acuerdo, pero no creo que tengan derecho a decirme cómo tengo que vivir yo. Hemos tenido un apoyo enorme de quienes tienen ideas diferentes a las nuestras. "
La toma de conciencia del individuo establece, la relación del hombre libre y una decisión que testimonia que la esencia humana de la libertad está al principio de la voluntad, que se eleva por encima de la angustia de la Nada. Decía Albert Camus que el acto filosófico fundamental es el de decidir sin la vida debe ser vivida libremente.

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